Eldén

El plan de Odalis estaba en marcha, Barlog se marcho en busca de Turambar, ahí esperaría que los chicos fueran para entrenar. Habían acordado que los Fornax pasarían las fiestas de diciembre en la mansión de los Malfoy como lo había hecho el año anterior, su tutor no puso ninguna objeción.

No fue difícil convencer a Hermione y a Draco de que les dieran permiso de acampar en el mismo bosque donde habían estado en las últimas vacaciones de verano, solo la castaña mayor estaba un poco renuente ya que en esta ocasión no podría acompañarlos, pero debido a que tanto Antares, Hydra, Eleine, Scop y Thor ya eran mayores de edad al final termino cediendo.

Cuando llegaron al bosque instalaron el campamento al lado del lago y pusieron las protecciones que les había pedido Hermione. En cuanto terminaron Odalis comenzó a adentrarse en la espesura del bosque seguida de sus hermanos y los Fornax.

-Estás segura que sabes a donde vamos. -Pregunto renuente Thor.

-Claro que lo sabe. -Contesto Hydra por la castaña.

-Solo quería estar seguro. -Dijo con inocencia a modo de disculpa al ver el ceño fruncido de la morena.

Scop ahogo una risa al ver el rostro de cachorrito que ponía su hermano a Hydra para que esta no se enojara.

hacia casi media hora que caminaban adentrándose  cada vez más en las entrañas del bosque hasta llegar al un claro que terminaba hasta unas peculiares formaciones de roca, y en lo alto pudieron ver la figura de dos personas.

De un solo salto llegaron frente a los muchachos.

Thor, Scorp y Leo estaban un poco tensos, y más al ver las imponentes figura de los dos elfos.

-Bienvenidos. -Fue Turambar el primero en hablar. Barlog solo sonreía de manera encantadora encontrándose con los ojos azules de Eleine que también sonreía enamorada.

-Los esperábamos. -Afirmo el otro elfo, sin perder de vista a su amada, solo se contuvo de acercarse demasiado a ella porque sus hermanos lo miraban con el ceño fruncido y la actitud protectora.

Odalis iba al frente y solo basto dar un paso para estar junto a Turambar que puso una de sus manos sobre el hombro de la castaña y la otra  sobre su frente. Era un peculiar saludo o al menos así lo interpretaron los demás, lo que no sabían era que se estaban comunicando de esa manera para no hablar en voz alta.

-Es un gusto volver a verte. -Le dijo con sinceridad el elfo sin soltar a la chica.

-El placer es mío. -Dijo en voz alta con una inclinación.

Lo que no escucharon los demás fue la conversación que sostuvieron mentalmente, en ella hablaron de sus planes sobre el entrenamiento, pero no hablaron solo de eso, Turambar expreso su felicidad de poder ayudarlos y al mismo tiempo poder pasar un poco de tiempo con el hijo de su querida Valda. El elfo no podía evitar ver a través de los ojos de Barlog y encontrarse con la esencia de su prometida.

Cuando terminaron de hablar de manera mental, Odalis se giro para hablar con sus hermanos.

-Todo está listo para iniciar, necesitan entregar sus varitas.

-¿Por qué? -Dijo desconfiado Leo.

-No podremos utilizar nuestras varitas al enfrentarnos con Cabed.

-¿Entonces como lo aremos?

-Utilizando su magia elfica, para eso están aquí, para aprender a utilizar esa magia que llevan dormida. -Explico Turambar.

Las primeras en entregar su varita fueron las chicas, Odalis, Antares e Hydra, a Eleine le habían explicado que no podría intervenir siendo que ella no tenía la misma magia que poseían sus hermanos, ella solo contaba con la protección especial que le habían dado Thor y Scopius desde su nacimiento. Eso no le agrado en lo mas mínimo a la ojiazul, pero no tenia mas remedio sabía lo que podía desencadenar, sin embargo lo que no esperaba es que su hermana menor le tenía una tarea especial que solo ella podía llevar a cabo.  

Apenas entregaron todas sus varitas Turambar y Barlog comenzaron con el entrenamiento, debían canalizar su magia y hacerla fluir sin necesidad de la varita.

Odalis fue la única que no siguió las instrucciones de los dos elfos, la castaña tomo a su hermana de la mano y se alejo un poco de donde estaban entrenando los demás, cuando se alejaron los suficiente le comenzó a explicar en que podria ayudarles.

-Ely tienes una hermosa voz y necesito que la utilices.

-¿A qué te refieres?

-Te voy a enseñar un hechizo elfico, es más bien  una canción antigua.

-¿Qué finalidad tiene?

-Protección

-¿Para quién?

-Para que nadie del colegio resulte herido. Cabed ira al colegio para buscarte, intentaremos detenerle para que no llegue pero hay una posibilidad de que llegue a acercarse demasiado y lo que pretendo en que no sobrepase los limites que tu le marcara.

-Yo como podría, yo no tengo una magia como la de ustedes.

-Pero a cambio tienes algo muy especial Eleine, tienes una protección mágica desde tu nacimiento, una magia que compartió mi mama y nuestros hermanos contigo y Alissa. Esa magia puede hacer que puedas realizar el hechizo del que te hablo.

-¿En verdad crees que pueda hacerlo? -Pregunto Eleine

Odalis apretó un poco la mano de su hermana para animarla. -Claro que puedes hacerlo, no solo  por la magia, también lo harás por el inmenso amor que le tienes a Barlog, no olvides que el amor nos da fuerza.

-A veces hablas como si tú misma estuvieras enamorada. -Dijo la rubia al notar como los ojos grises de su hermana tomaban un brillo especial cuando hablaba del amor, era como si recordara a alguien especial.

Odalis solo sonrió, ocultando su nostalgia y pensó en que diría su hermana si supiera que si estaba enamorada.  Pero prefirió no atormentarse mas con esos pensamientos, ella ya había tomado su decisión y ante todo deseaba la felicidad de su hermana y Barlog.

-Creo que lo mejor es comenzar, y tendrás que disculparme pero yo no tengo una voz tan hermosa como la tuya.

-Tu voz es muy bonita Ody, el problema es que parece que no te das cuenta. -Contesto su hermana.

La castaña no contesto nada solo se sonrojo un poco, ambas se sentaron sobre el césped verde. Solo hasta entonces eleine reparo en el hecho que en aquel lugar estaba presente una magia extraña, ya que el ambiente era cálido y todo estaba verde como si estuvieran en primavera.

-Este es un santuario, en esta parte del bosque siempre es primavera. -Explico la castaña como si adivinara los pensamientos de su hermana. -Primero escucha y después trata de seguirme. -Le indico y comenzó a cantar.

Eleine abrió los ojos con sorpresa cuando escucho la voz de Odalis cantando las primeras notas, algo en el interior de la rubia se agito haciendo que su piel se erizara y su corazón comenzara a latir con mayor fuerza.

Si bien la voz de Eleine era hermosa, la de Odalis también lo era, las palabras fluían por su garganta y a pesar de que se trataba de una lengua que al menos la rubia no conocía, le parecía la canción más hermosa que hubiera escuchado jamás.

Odalis  cerró los ojos tratando de concentrarse, le apenaba un poco tener que cantar pero era la única manera de que Eleine aprendiera el hechizo con tampoco tiempo disponible, así que para que los nervios no la traicionaran mantuvo sus parpados cerrados. Por lo que no noto como conmovida su hermana derramaba algunas lagrimas de emoción y no muy lejos Scorp, Thor, Leo, Antares, Hydra e incluso Barlog habían detenido el entrenamiento solo para escuchar. Solo Turambar  mostraba una actitud diferente al escuchar la armoniosa voz, conocía  el hechizo que cantaba Odalis, sabía que Varla era la única que pudo habérsela enseñado y eso lo hizo sonreír.

Cuando la canción termino, Odalis no abrió los ojos aun los mantuvo cerrados por n instante en lo que trataba que su corazón se tranquilizara un poco.

-Cantas hermoso. -Escucho que alguien le alagaba pero no era la voz de su hermana.

En el momento que abrió los ojos con lentitud se encontró con el rostro de un muchacho a escasos centímetros de su rostro, incluso podía sentir su cálido aliento chocar contra su piel. Odalis no se inmuto a pesar de la cercanía de ese apuesto muchacho, porque a pesar de que era la primera vez que lo veía realmente, ya conocía su rostro a la perfección.

Eleine no podía salir de la sorpresa mientras Odalis estaba por terminar la canción, un muchacho había aparecido junto a ellas. Parecia tener unos 16 o 17 años, pero lo extraño era que no sabía de donde había salido o porque miraba de esa manera soñadora   a su hermana pero se acerco con tal confianza como si fuerza a besar a Odalis que se quedo estática sin saber qué hacer.

Los ojos grises de Odalis miraban fijamente un par de ojos de color azul profundo, estaban tan cerca que incluso sus narices se tocaban. La castaña no veía nada que no fuera su mirada y suspiro antes de empujar con suavidad al muchacho para alejarlo de ella. Para entonces los chicos se habían acercado a donde estaban Odalis y Eleine y se sorprendieron al ver en esa situación tan comprometedora a la castaña, porque desde donde estaban parecía que se besaban ante la mirada sorprendida de la rubia.

Leo y Thor tenía los puños apretados y la mandíbula tensa ante la escena, solo porque no tenían la varita a la mano no le habían lanzado un par de hechizo al atrevido desconocido por osar acercarse de esa manera a su Odalis.

-Debería alejarte, por tu seguridad. -Le advirtió calmada la castaña al muchacho desconocido. Este sonrió de manera abierta mostrando sus dientes blancos y perfectos.

-No veo por qué. -Dijo pero a penas término de decir Thor lo había lanzado contra un árbol con solo mover su mano. El enojo de Thor había hecho que la magia fluyera por fin por si sola sin necesidad de la varita.

Ágil el muchacho apoyándose en el árbol  se defendió del ataque de Thor, lanzándole un hechizo que esquivo gracias a sus reflejos. Thor ya estaba listo para arremeter contra el insolente rubio que osaba meterse con su pequeña hermana, pero no lo logro.

-Basta. -Ordeno Turambar. - Y el muchacho rubio se inclino con obediencia.

-Lo siento. -Se disculpo

-Debes aprender a ser más respetuoso. -Le reprendió el elfo al muchacho.

-Lamento el malentendido Turambar. -Se disculpo la castaña. -Elden no hizo nada, mi hermano se precipito al sacar conclusiones, si me disculpan creo que es mejor que sigamos practicando. -Dijo como si nada y comenzó a explicarle a Eleine el volumen de voz que necesitaba.

Sin más que hacer los demás incluyendo a Elden regresaron al claro donde habían estado practicando.

-Como bien a dicho Odalis, el es Elden, mi discípulo el mago como ustedes.  

-Pero como hace magia sin varita si no es elfo.

-Yo le he enseñado, desde que era apenas un bebe.

Elden era un guapo muchacho de cabello rubio oscuro a penas un poco mas claro que el de Odalis, su piel era blanca más no tan pálida como la de Scopius, sus ojos eran de un color azul profundo, era alto y fornido, tenía la misma edad que los chicos Malfoy.

-Maestro. -Le hablo con sumo respeto. -Como sabe ella mi nombre. -Dijo señalando al lugar donde se habían quedado las hermanas Malfoy. -¿Usted se lo a dicho?

-No fue necesario esa pequeña sabe mucho más de lo que aparenta. -Contesto con una sonrisa.

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top

Tags: #dramione