El Amor De Odalis

Odalis suspiraba recostada en su cama con la mirada fija en algún punto del techo, estaba abrumada, era mucha la responsabilidad que caía en sus hombros, en ocasiones deseaba poder desahogarse con alguien, poder platicar de sus temores, de sus miedos por los acontecimientos que se avecinaban, pero al mismo tiempo sabía que no debía contar ese tipo de cosas a nadie.

Estaba acostumbrada a que las cosas fueran de esa manera, pero últimamente las cosas le resultaban cada vez más difíciles, sus temores se habían  acrecentado desde que Cabed intento despertar por su cuenta a Barlog.

-Dalila Odalis. -Escucho su nombre y sus ojos grises buscaron a la persona que le llamaba.

Pero no había nadie en la habitación, debido a que todos estaban en el gran comedor, era la hora de la cena.

La castaña no se inmuto por aquel extraño suceso, parecía reconocer la voz que le llamaba. Por lo que se limito a cerrar los ojos y hablar en voz alta.

-Aquí estoy. -Invitando a aquella voz a continuar.

-No tengas miedo.

-No temo por mí. Temo por los que amo.

-Comprendo pequeña que es grande la tarea que te fe destinada.

-No reniego de mi destino. Pero no puedo negar que es difícil y bastante doloroso aceptar muchas cosas.

-Eso me dice que eres valiente y tu pequeña mejor que nadie sabes que por mucho que duela ahora, el tiempo lo sana todo y el destino traerá con él muchas sorpresas.

-Lo sé. -Acepto, pero su voz estaba cargada de tristeza. Aceptar ese destino implicaba que su primer amor fuera solo un secreto, ya que estaba condenado desde antes de comenzar.

-Debes irte, abajo te esperan. -Le informo la voz.

-Gracias Valda.

-Tengo mucho más que agradecerte a ti querida Dalila Odalis. Te pareces tanto a tu madre, tu corazón es tan puro como el de ella.

-Hasta pronto -Se  despidió Odalis y levantándose de la cama, se apresuro a bajas para encontrarse con el chico que la esperaba.

Bajaba las escaleras con rapidez. -Hola. -Saludo.

-Hola Ody, te esperaba necesito hablar contigo.

La castaña se sentó al lado del chico que le sonreía, trato de ocultar su tristeza para que no la notara.

-Dime Leo.

-Yo quería, es decir… yo quiero pedirte… bueno quiero saber si te gustaría… -El chico indeciso estaba sumamente nervioso y no encontraba las palabras que buscaba.

Leo quería pedirle a Odalis que fuera su novia, pero no encontraba la manera y no ayudaba en mucho que la castaña estuviera tan cerca de él. pero no termino de decir nada cuando el cuadro de la entrada de la sala se abrio, dejando pasar a James y a Lily, que los observaban un tanto contrariados.

-Los estuvimos esperando, pero como no bajaban a cenar queríamos saber si estaban bien. -Explico Lily.

La verdad era que a ninguno de los hermanos Potter le habia parecido bien que ni Odalis, ni Leo aparecieran por el gran comedor sin explicación alguna, aunque era común que la castaña desapareciera, no era asi que lo hicieran juntos. Solo porque Albus era un Slytherin no entro hasta la casa de los leones, porque ganas no le faltaban.

-Estamos bien. -Dijo contrariado Leo

-¿Entonces bajaran a cenar?

-Claro. -contesto como si nada la castaña y camino hacia la salida, Leo se sintió frustrado pero no tuvo más remedio que seguirla, pensaba que mas tarde cuando la cena terminara le diría.

 Lo que no sabía el chico era que en cuanto termino la cena, Odalis abandono el comedor y no pudo encontrarla por ningún lado, incluso había pedido a Rose que subiera a su habitación para que bajara, pero tampoco estaba ahí.

Odalis había salido del castillo y estaba en los jardines, caminaba despacio por los terrenos, no había deseado aparecerse en el lugar al que se dirigía, prefirió dar una caminata. Pero no tardo en llegar.

La luna iluminaba el rostro de mármol blanquecino de Barlog. Odalis se acerco con cautela como si temiera hacer algo indebido y se coloco frente a la estatua del elfo.

-Hola Barlog. -Saludo en voz alta. -Pronto llegara Eleine no desesperes.

Como en tantas otras ocasiones el elfo se manifestó de la única manera en que podía haberlo,   el viento audaz comenzó a soplar para hacer llegar un par de palabras a la castaña.

-Estas segura que es lo correcto. -Pregunto. Odalis sabía que se refería no solo a su próximo despertar, si no también al amor que sentía por su hermana mayor.

-Solo  tu corazón puede saber si es correcto o no.

-Es correcto. -Afirmo Barlog y Odalis sintió como su propio corazón se rompió haciendo que las lágrimas fluyeran por sus mejillas.

Mientras lloraba se acerco y recargo su mejilla en la mano inmóvil y fría del elfo, mas gotas saladas comenzaron a verter sus ojos grises aguados de tantas lagrimas. El liquido se deslizo por la tersa piel de la castaña hasta llegar a estar en contacto con la dura palma de Barlog.

Apenas el liquido toco la figura del elfo, este comenzó a resplandecer de manera intermitente, con mucha más intensidad que la última vez.

Lagrimas de amor serán vertidas, pensó la castaña,  sus lagrimas. Porque Odalis amaba a Barlog, el era su gran amor, su secreto amor, pero ella mejor que nadie sabia que Eleine lo amaba tanto como ella y que el corazón de Barlog le pertenecía solo a su hermana desde hacía mucho tiempo.

Que podía hacer ella entonces más que guardar todo ese amor en el interior de su pecho y hacer todo lo posible por que fueran felices, porque el amor no puede ser egoísta y ella no solo amaba a Barlog, también amaba a  Eleine por el solo hecho de ser su hermana.

Por eso lloraba, porque a pesar de saber que era correcto, no dolía menos. Se había prometido a  sí misma no revelar ese secreto no deseaba empañar la felicidad de su hermana, solo el espíritu de Valda la madre de Barlog que ocasionalmente la visitaba lo sabía, pero nadie más se enteraría.

Esa era la razón por la que Odalis comprendía muy bien lo que sufría Lily al no ser correspondida, entendía a su corazón  lastimado que palpitaba sin cesar abriendo cada vez más la herida, ella misma se sentia de esa manera, por eso entendía tan bien a la chica Potter.

Odalis deseaba ser capaz de enamorarse de alguien más, de James o de Albus, pero no se sentía capaz de hacerlo, más cuando su corazón estaba aun palpitando por aquel elfo.

-el viento soplocon mas fuerza y acaricio el rostro de la castaña.

-¿Por qué lloras? -Pregunto angustiado el viento a su oído

-Las lágrimas son un elemento necesario.

-Pero estas triste.

-No es así. --Mintió la castaña sonriendo convincente. -Debo irme se acerca Eleine, cuídala, amala y protégela Barlog.

-Te lo prometo. -Juro el viento que se disolvió en unas ráfagas que fueron al encuentro de Eleine.

Odalis se limito a desaparecer y aparecer fuera de su sala común.

-Al fin llegas. -Dijo Leo que la había esperado todo ese tiempo en un sillón de la sala común. Pero a penas vio el rostro triste y los ojos enrojecidos de la chica se contuvo de las reclamaciones. -Estas bien. -Pregunto preocupado y se acerco a abrazar a la castaña.

Odalis se había mantenido entera y firme pero sentir el consuelo de esos brazos la debilito y comenzó a llorar. -Estoy bien. -Dijo cuando pudo hablar.

-Eso ni tú te lo crees. Dime qué te pasa, tu nunca lloras.

-Tonterías. -Dijo con una media sonrisa la castaña.

-No creo que alguien como tu llore por tonterías. -Dijo acariciando su mejilla y acercándose para besarla.

Pero cuando estaba a punto de rosarse sus labios lo detuvo. -No hagas eso Leo

-Porque no.

-Porque yo estoy enamorada de otra persona.

Leo la miro sorprendido, no se habia imaginado que Odalis estuviera enamorada de alguien y que lo rechazaría de esa manera.

-En verdad lo siento.

Pero Leo no contesto solo subió corriendo las escaleras a la habitación de los chicos.

Odalis lloro por un rato mas sin querer ir a dormir, solo deseaba sacar todo lo que sentía en ese momento, no quería lastimas a Leo, pero no podía engañarlo, además no podía olvidar que Lily estaba enamorada de él.

Subió a su habitación solo para lavarse la cara y refrescarse un poco tratando de ocultar que habia llorado, necesitaba ir por Eleine para ayudarla a regresar a su sala común sin ser vista y eso hizo.

Afuera de la sala de Slytherin acababan de aparecer Odalis junto con Eleine.

-Gracias Ody.

-No tienes nada que agradecer. -Contesto con una sonrisa la castaña. -Crees que Too este aun despierto.

-Supongo, siempre se duerme muy tarde, solo Scorp acostumbra dormir temprano.

-Me puedes dejar pasar a su sala, quería platicar con el.

-Claro. -Dijo dejándola pasar después de verificar que no había nadie en la sala.

Odalis subió las escaleras que le indico Eleine hasta llegar a la habitación que compartían sus dos hermanos, no quiso tocar para no despertarlos, por lo que entre abrió la puerta para ver si podía pasar.

Su rubio hermano dormía apacible con el aspecto de un ángel en su cama, mientras que Thor leía unas revistas de quidditch recostado en su cama.

Thor sintiendo su mirada,  fijo su vista en la puerta  descubriéndola y le pidió que pasara con un movimiento de mano. La castaña obedeció y se sentó a un lado de su hermano.

-¿Qué ocurre? -Pregunto en voz baja.

Odalis como toda respuesta corrió el dosel de la cama de Thor y puso un hechizo para que no los escucharan.

-Nada, solo que no podía dormir.

-Mientes cuando nos dirás que ocurre.

-Muy pronto, pero mientras eso ocurre te puedo preguntar algo.

-Claro. -Dijo recostándose completamente mientras que su hermana hacia lo mismo, para estar más cómodos.

-¿Tú crees que alguien malo pueda cambiar?

Thor se quedo en silencio por un momento recordando la historia de su padre biológico Otto. El había sido un hombre lobo, un ser oscuro y malvado pero al final de su vida cambio por el amor que le tenía a Hermione y entrego su vida como la máxima manifestación de amor que pudo entregarles.

-Supongo que sí.

-Sabes Too, es que yo creo que siempre es posible que alguien que a sido malo cambie, que solo necesita una razón para ese cambio y una oportunidad para demostrarlo, y creo que eso es lo difícil.

-¿A que te refieres?

-A que somos muy críticos y se nos es muy fácil juzgar a los demás sin darles la oportunidad de ver mas alla de las apariencias.

-Supongo que tiene razón, y tomando en cuenta que mi padre Otto era quien era, creo que las personas si pueden cambiar.

Odalis sonrió satisfecha, solo deseaba preparar el terreno para contarle a el mas protector de sus hermanos lo relacionado con Barlog antes de que todo comenzara.

-Yo creo lo mismo Too, yo creo que se puede cambia si se desea, que solo es cuestión de dar una segunda oportunidad y confiar. Bueno creo que ya debo irme.

-No te quieres quedar a dormir.

-Creo que es mejor que regrese a mi torre antes de que se den cuenta de que no estoy, además mañana será un día muy largo, solo quiero pedirte un favor.

-¿Cual?

-Pase lo que pase siempre ten en mente que no todo es como parece, no todo es blanco o negro, las personas se equivocan, cometemos errores y somos débiles, pero podemos aprender de nuestras faltas e intentar cambiar,  Thor prométeme que intentaras ver mas alla, no permitas que tu orgullo de cegué tu mejor que nadie sabes que sin importar la naturaleza buena o mala de los seres, el amor siempre es capaz de sacar lo mejor de nosotros mismos.

-Sigo sin entenderte.

-Prométeme que lo intentaras.

-Lo prometo, aunque sigo sin entender a donde quieres llegar.

-Ya lo sabrás. Hasta mañana. -Se despidió y desapareció.

Odalis sabía que al día siguiente después del partido que tenía programado Gryffindor contra Slytherin les tendría que contar a sus hermanos lo que ocurriría con Barlog. Los tres meses desde que había visto a Turambar estaban por cumplirse y pronto despertaría el elfo de su sueño eterno.

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