Cabed, Minos y Amun
Era definitivo, solo era cuestión de tiempo para que todo terminara. Si bien era cierto que habían entrenado lo mejor posible Scopius estaba tenso solo de pensar a lo que se enfrentaría, se sentía el mayor de sus hermanos y por tanto el responsable de su seguridad, sin embargo, también sabía que el mayor peso lo llevaba a cuestas Odalis.
El rubio había pospuesto sus decisiones sentimentales para estar completamente concentrado, trataba de mantener su mente ocupada en planear hasta el mas minimo detalle que pudiera darles un poco de ventaja cuando el momento llegara. Pero no era del todo sencillo, regresara al colegio después de las vacaciones no facilitaba del todo su situación amorosa, se sentía dividido, ambas eran hermosas en todos los sentidos, y al mismo tiempo eran tan diferentes una de la otra que le causaba conflicto aclarar sus sentimientos. Intentaba por tanto no acercarse demasiado a ninguna de las dos, pero parecía una misión imposible considerando al menos que con Antares debía hablar continuamente.
Regresar al colegio después de las vacaciones les permitió disponer de los elementos que necesitaban para cuando Cabed llegara. Odalis había revelado ya mas información respecto a esa llegada, seria en el bosque prohibido donde tendrían que interceptarlo, mas no vendría solo, junto con el dos elfos mas se habían unido a su causa, al igual que Cabed, esos elfos eran oscuros, tan deseosos de poder como su líder.
Aun los elfos oscuros tenían una ley suprema, no se perdonaba el asesinato, mucho menos contra su misma especie, así se había acordado entre los clanes de elfos de Luz y elfos oscuros después de la guerra, donde murieron tantos que estuvieron a punto de extinguir su propia especie.
Minos era uno de los elfos que acompañaba a Cabed, este es temerario, de gran fuerza y velocidad de ataque y había sido desterrado hacia cerca de medio siglo por asesinar a sangre fría a su propio hermano. Ese también había sido el delito que cometió Amun, quien era sumamente rápido y certero. Sus crímenes fueron lo que los llevo a terminar aliándose con Cabed, para buscar venganza por el exilio al que fueron sometidos por sus clanes.
Sabiendo cuantos elfos llegarían, asi como las cualidades de cada uno se habían formado equipos valuando las capacidades de cada uno de los Malfoy y los Fornax.
Thor, Antares y Leo se enfrentaría a Amun. Thor poseía la mayor fuerza dada su genética Lobuna, mientras que Antares ponía amplificar y canalizar el poder y la magia de Thor en combate, mientras Leo se encargaría de proteger a ambos. Scorpius e Hidra harían frente a Minos, la chica había sido entre todos quien más control tenía sobre su magia Elfica y el rubio tenía la rapidez y la inteligencia necesaria para enfrentarse al Elfo. Odalis y Barlog se encargarían de Cabed, aunque la castaña se había resistido bastante ante esto, ya que no deseaba que se enfrentaran padre e hijo, pero sin más opciones tuvo que ceder.
Después de definir las posiciones y tácticas, seguía la protección para el castillo. Tres noches antes de la fecha señalada Odalis condujo a Eleine desde las afueras del castillo hasta el interior del bosque prohibido para iniciar con la protección. La rubia delimitaría mediante el hechizo que había aprendido un amplio círculo de protección.
Para lograr que nadie notara el canto de Eleine, Thor había sido el encargado de entrar a hurtadillas a la cocina donde vertió una poción en los alimentos que esa noche se sirvieron para que todos durmieran profundamente. Esa noche todos los alumnos al igual que los profesores cayeron en un profundo sueño a penas llegaron a sus respectivas habitaciones, solo los Fornax y los Malfoy estuvieron alerta esa noche. Todos los habitantes del colegio esa noche en sus sueños escuchaban aun sumidos en la inconsciencia una hermosa canción en una lengua extraña interpretada por una jovial y enternecedora voz que nunca habían tenido el placer de escuchar.
Odalis caminaba al lado de su hermana y mientras ella conjuraba el hechizo en cada nota musical, ella con su mano extendida y en silencio solo moviendo sus labios marcaba algunos símbolos en el piso que brillaban por un instante antes de quedar grabados como si los hubieran marcado a fuego sobre la superficie del piso.
Les llevo bastante tiempo cubrir los linderos del castillo con el hechizo, pero no debían dejar ninguna brecha posible, no correrían el riesgo de que alguien saliera lastimado. Además habían considerado dormir al colegio entero de nuevo cuando llegaran los elfos, tratando de reducir los riesgos.
La fecha indicada había llegado y los chicos estaban listos en sus respectivas habitaciones, todos estaban de nuevo sumidos en un sueño profundo, mientras los jóvenes Malfoy y los Fornax se terminaban de alistar para enfrentarse con su destino.
Barlog había permanecido hasta ese entonces oculto en el bosque Prohibido a la espera de que el momento llegara. El elfo se había reconciliado consigo mismo por sus errores del pasado, logro liberarse por fin del odio que tantos años lo habían mantenido en pie de guerra contra todo y todos. Su origen no lo debía definir, cualquiera que fuera el caso de su concepción el tenia la última palabra, el poder de decidir quién era realmente.
Turambar no podía participar del enfrentamiento, aunque deseaba mucho poderlos ayudar no estaba en su manos hacerlo. Eso no cambio que la despedida fue muy emotiva cuando los chicos junto con Barlog dejaron el bosque.
El hijo de Valda veía en Turambar el ser que debió ser su padre, y de alguna manera a partir de ese momento lo consideraba como tal, y podía sentir que el afecto y el cariño era reciproco, ahora era capaz de comprender completamente a que se refería Odalis cuando hablaba de los lazos de afecto, de lo que representaba la familia y los seres queridos, el impacto que estos tenían en su propia vida.
Había dejado su egoísmo y vanidad de lado, para abrazar los nuevos sentimientos que fluían en el. Estaba en un proceso de cambio intenso y completo, ver la unión entre los hermanos Malfoy y sus amigos le estaban dando a Barlog una gran lección.
Las varitas de los chicos fueron guardadas bajo llave en la habitación de Odalis, junto con una carta en que se explicaba todo a detalle, solo en caso de que por algún motivo no pudieran regresar, se enteraran de lo ocurrido. Odalis había redactado la carta y la había dirigido a Hermione, en ella le pedía perdón por ocultarle algo tan grave pero contaba con que los perdonaría y comprenderían que era la única opción que tenían.
Los siete jóvenes se habían juntado en la sala de menesteres, estaba a solo horas de la llegada de los elfos.
-Todos Listos. -Dijo Scopius con firmeza.
Eleine era la más nerviosa, sabiendo que no le permitirían participar, aun así estaba convencida en acompañarlos a la salida del castillo.
-Eleine. -Le llamo Odalis poniéndose frente a ella, su rostro se mostraba un poco afligido. -Lo siento. -Se disculpo y sin darle tiempo de reaccionar puso a su hermana mayor a dormir solo con tocar su frente.
Barlog ya estaba listo para sostener a la dormida Eleine en sus brazos y la coloco con suavidad sobre un amplio sillón que estaba dentro de la sala.
-¿Por qué? -Pregunto Thor
-Tenía pensado seguirnos.
Comprendieron que no podían correr ese riesgo siendo que los elfos iban exclusivamente por ella para vengarse de Barlog. Todos comenzaron a salir, solo Odalis se quedo un poco más.
-Cuidare de Barlog por ti. -Susurro una promesa y beso su mejilla. Después salió de prisa para alcanzar a los demás.
Seis muchachos salían con resolución del castillo, la noche había caído y con ella se definían el destino de Barlog y Eleine. Caminaban en silencio, manteniendo a raya el nerviosismo que sentían, sabían a lo que se enfrentaban, sería duro poder vencer, pero confiaban en que lo lograría.
Barlog los esperaba a la entrada del bosque prohibido, la luz de luna daba directo al rostro perfecto del elfo resaltando su hermosura y distinción, Odalis giro su rostro para no verlo directamente, aun sentía su corazón galopar cuando estaba en su presencia.
-Basta Hidy. -Le pidió en voz baja para que solo ella la escuchara.
-No puedo evitarlo. -Se disculpo alejándose un poco de ella.
Hydra miraba con tristeza a Odalis sin poder contenerse, porque gracias a su don sentía todas las emociones que se arremolinaban en el corazón de la castaña y eso la mortificaba, pero para la menor de los Malfoy era ya bastante difícil soportar lo que sentía como para ver a través de Hydra sus propias emociones.
Se adentraron en el bosque solo la luna les proporcionaba un poco de luz para ver por donde caminaban. Llegaron a un claro donde esperaron la llegada de los elfos.
De entre los arboles salieron tres figuras. Cabed iba al frente y a sus costados Amun y Minos. Barlog se tenso al momento.
-Calma. -Pidió la castaña.
Antares, Thor, Leo y Barlog estaban a la derecha de Odalis, Hydra y Scorpius a su izquierda.
Odalis dio un par de pasos adelante indicándoles a los demás que esperara un momento. Cabed estaba a escasos cinco metros.
-Bienvenidos. -Saludo con cortesía la castaña inclinándose ligeramente como si se tratara de algún evento social y esos tres fueran los invitados de honor.
Cabed sonrió arrogante considerando ese saludo como una rendición. -Veo que ya no eres impertinente como antes.
Thor tan temperamental como era se tenso por la manera en que Cabed se dirigió a su hermana.
-Voy a ser benévolo con ustedes y perdonarlos, solo si te unes a nosotros Barlog.
-Nunca. -dijo sin titubeos.
-Esa es tu última palabra.
-La ultima. -Afirmo con entereza.
-Entonces aténganse a las consecuencias. -Amenazo atacando primero a Barlog y Odalis.
Minos intento aparecer dentro del castillo para ir por Eleine, ese era el plan de Cabed, pero se topo con la barrera de protección y no solo con eso Scopius e Hydra ya estaban a sus espaldas para enfrentarlo.
Amun hizo lo propio, pero el campo de protección se extendía sin ninguna brecha por la cual entrar.
La batalla se había dividido, Leo, Antares y Thor estaban en los jardines frente al castillo en posición defensiva frente a Amun, mientras que Scopius e Hydra estaban en el extremo norte en la misma postura contra Minos. Solo Barlog y Odalis se quedaron en el claro para hacerle frente a Cabed.
Cabed levanto su mano derecha y una onda de luz se impacto contra Barlog que cayó de espalda por proteger a la castaña. Enojado se levanto y comenzó a atacar a su padre con todas sus fuerza a la par que Odalis hacia lo mismo.
-Barlog ve con Scopius, te necesitan. -Le suplico la castaña que sintio de pronto que algo malo le ocurría a su hermano.
-No te dejare sola.
-No estoy sola, ve. -Le ordeno con fuerza mientras una bola de luz se acercaba a ella envolviéndola. -¡AHORA VETE MI HERMANO TE NECESITA! -Grito con todas sus fuerzas sintiendo una gran angustia.
Sin mas remedio y al ver la desesperación de la castaña tuvo que obedecer.
-Crees que vas a poder conmigo tu sola. -Dijo con notablemente ofendido Cabed.
-No está sola. -Escucho la voz angelical de Valda.
El espíritu de Valda se hizo presente tras Odalis, con sus manos sobre los hombros de la castaña. Los ojos grises de Odalis lucían un brillo enigmático haciendo si mirada mas metalizada que de costumbre.
-¡TU! -Exclamo sorprendido Cabed. Al ver la imagen Translucida y hermosa de Valda.
-No voy a permitir que lastimes a mi hijo, ni a esta joven.
Cabed comenzó a reír con descaro a carcajadas.
-Y que piensas hacer.
-Lo que debí hacer desde un principio, enfrentarte. Ya no te temo.
En el extremo norte, Scopius había sido herido de gravedad interponiéndose para recibir un hechizo dirigido contra Hydra. La chica estaba protegiendo a ambos al ver herido al rubio, pero no podría mantener la defensa por mucho tiempo siendo que Minos los atacaba con todas sus fuerzas, dispuesto a aniquilarlos.
Hydra pensaba que era su fin, Scorp estaba ya inconsciente y ella no podría resistir por más tiempo, desfallecida cayó sobre el cuerpo del rubio esperando el último golpe.
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top