Slytherin vs Slytherin
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Slytherin vs Slytherin
La puerta del aula de pociones ya estaba cerrada, lo que significaba que ya no la dejarían entrar, por lo que decidió mejor ir a refrescarse un poco, se sentía acalorada después de tremenda discusión o mejor dicho después del largo monologo del que fue responsable, pues no le permitió a Ron replicar ni abrir la boca y cuando le dio la oportunidad no fue capaz de articular palabra alguna.
Se lavo la cara y retoco su maquillaje tratando de ocultar la hinchazón en sus ojos debida al llanto, fueron pocas las lágrimas que se permitió derramar, pero aun así sus ojos estaban un poco enrojecidos. Todavía se sentía angustiada y dolida no solo con Ron, sino también con Draco, pero de alguna manera extraña decir lo que tanto se había aguantado le ayudo para desahogarse un poco.
Ya que no podía hacer otra cosa se dirigió a la biblioteca para pasar lo que restaba de la hora de clases. Le enfadaba haberse saltado la clase, pero sin duda creía que había valido la pena.
La biblioteca estaba completamente vacía, tomo uno de los tantos tomos de la estantería, era un libro de pastas en color café, fue elegido al azar solo para tener algo en que entretenerse y dejar de pensar por un momento en sus problemas. Pero apenas llevaba un par de hojas cuando fue interrumpida.
-Puedo sentarme. -Hermione levanto los ojos para ver quien solicitaba el permiso y a pesar de que le asombro no tenía razón para negarse.
-La biblioteca es libre. -Fue su respuesta y regreso a su lectura.
-¿También se te hizo tarde para tomar la primera clase?
La leona aparto de nuevo su atención del libro para centrarse en el rostro color ébano de ese muchacho, era curioso que le hablara cuando siempre la había evitado, además de pertenecer al selecto club de los Slytherin que le hacían la vida imposible.
Le miraba con curiosidad sin contestar, quizás esperando que empezara con sus insultos, pero lejos de encontrarse con la apatía y el desprecio que alguna vez había sido lo único que viera en su rostro, ahora sonreía de manera afable y simpática, esperando una respuesta a tan simple pregunta.
-Sí. -Contesto aun con duda. -Cuando llegue ya habían cerrado la puerta y no quise interrumpir.
-Lo mismo me ocurrió, regrese por un libro a mi sala común cuando me tope con una pequeña discusión en los pasillos que me impidió llegar a tiempo.
Hermione se sonrojo al imaginar que esa discusión era la suya y que ese chico solo deseaba burlarse por lo que escucho.
-Nos estabas espiando. -Acuso.
-No, en realidad fue casualidad, pero no deseábamos interrumpirles así que preferimos esperar que terminaran su platica.
-¿Prefirieron?
-Draco me había acompañado por mi libro. -Explico y la chica sintió desfallecer, no esperaba que la hubieran escuchado y mucho menos Malfoy.
-No es de buena educación escuchar conversaciones ajenas. -Reclamo con las mejillas teñidas de rojo.
-Te aseguro que no fue intencional.
-Y vienes a burlarte de mí. -Pregunto a la defensiva
-No por el contrario vengo a agradecerte.
-¿Agradecerme? -Estaba confundida no entendía a que se refería el moreno.
-Claro que agradecerte, no esperaba que precisamente tu pensaras de esa manera y nos favorecieras con tu perdón, eres de las pocas personas o mejor dicho la única que conozco que no nos ve con repulsión después de la guerra, incluso por lo que dijiste no nos consideras tan depreciables.
La leona se acomodo en la silla mientras meditaba sus palabras.
-Creo que al final todos fuimos víctimas, incluso ustedes.
-Por eso te agradezco, pocos nos dan el beneficio de la duda, la mayoría creen que fue nuestra elección formar parte de las filas del innombrable y aunque no dudo que habrá quien lo hiciera por convicción propia, fuimos muchos a los que no nos quedo otra opción. No pudo hablar por todos los demás, pero puedo hablar por mi mismo y decirte que agradezco profundamente que seas capaz comprenderme y no juzgarme.
La castaña sonrió. -Siempre es más fácil juzgar, lo difícil es dar a los demás una oportunidad para cambiar.
-Fue increíble la manera en que pusiste en su lugar a Weasley.
-Ron no es mala persona, de cierta manera entiendo que le cueste más trabajo asimilar que ya no estamos en guerra y que ya no existen los bandos, perder a un ser querido es demasiado doloroso y cuenta mucho asimilar la perdida.
Se quedaron en silencio un momento cada uno sumido en sus propios pensamientos.
-¿Qué lees?
-Un libro muggle, se llama tres metros sobre el cielo. Ya hace algún tiempo lo había leído y me gusto, hoy lo tome al azar de la estantería y me pareció bien volver a leerlo.
-De que trata. -Quiso saber.
-Es una historia de amor, una chica buena se enamora de un chico rebelde, un tanto malo.
-La historia de tu vida. -Señalo Blaiser
-No lo había pensado pero supongo que así es.
-Es sumamente extraño verlos juntos, después del pasado que tienen.
-Supongo que nadie esperaba que termináramos siendo novios, siendo yo una hija de muggles y el un sangre limpia.
-No quise ofenderte.
-No lo haces, es simplemente la verdad, además nunca me ha avergonzado mi origen, estoy orgullosa de lo que soy y de donde provengo y si los demás tienen problema con eso no me preocupa en lo más mínimo.
Zabini sonrió con franqueza. -Crees que podamos ser amigos Granger.
-Solo si puedes llamarme por mi nombre.
-Cuenta con ello Hermione. Solo espero que no te arrepientas cuando empiecen a molestarte por eso.
-Me tiene sin cuidado lo que puedan decir los demás, y no entiendo como esperan que cambien ustedes, cuando no les dan la oportunidad de cambiar, por ejemplo, si Nott fue capaz de salir de su caparazón fue gracia a que Luna vio algo mas que esa frialdad y seriedad.
-Entonces Draco también está cambiando por ti.
La Gryffindor se encogió de hombros. -Nuestra relación es impredecible somos demasiado diferentes y solo el tiempo tendrá la última palabra, pero a veces creo que nuestro final será igual al de este libro. -Le dijo señalando el que tenia sobre la mesa.
En ese momento entro Draco a la biblioteca, tenía el ceño fruncido al ver que Hermione estaba acompañada, mas después de lo que hablara con Zabini. Estaba tan molesto que se había ido a encerrar un rato a su torre para evitar írsele a golpes a su amigo. Estaba confundido, después de todo no tenia porque interesarle que el moreno estuviera entusiasmado con Granger, después de todo por el trato que tenían ella no podía estar con nadie más durante esos tres meses y después de que fuera suya no debía importarle nada mas.
Pero ahora que los veía juntos sentados uno frente al otro platicando tranquilamente de no sé qué cosas, con una sonrisa en los labios como si fueran los grandes amigos, le hacía hervir la sangre, sin embargo, era un Malfoy y como tal debía controlar sus emociones.
Camino hasta donde estaba ellos y acerco una silla para sentarse al lado de la castaña.
-Hola -Saludo con tranquilidad y la beso en los labios a manera de saludo.
-Hola Draco. -Aturdida por el beso contesto.
Zabini desvió la vista irritado.
-¿Por qué no me esperaste para bajar a desayunar? -Pregunto el rubio.
-Tenía algunas cosas pendientes por hacer.
-Hablar con Weasley es más importante que yo. -Dijo con cierta indignación.
-Ya que escuchaste la discusión sabrás porque era importante aclarar ciertas cosas con el.
-Supongo. -Contesto con indiferencia.
-Deberíamos irnos esta por inicial la siguiente clase.
Los tres se levantaron para retirarse, pero la leona le tendió el libro a Zabini.
-Deberías leerlo Blaise, es una novela interesante.
-Lo are Hermione. -Dijo sonriente tomando el libro.
El moreno de cualquier manera lo leería aun cuando no se lo hubiera perdido la leona, estaba interesado en el final de esa historia para descubrir a que se refería Granger al hablar de que podrían tener el mismo final ella y Draco.
Malfoy posesivo paso su mano por la cintura de Hermione y la pego cuanto pudo a su costado para caminar a su lado, dejando que caminara unos pasos más adelante Zabini.
-Desde cuando se llaman con tanta familiaridad. -Pregunto en voz baja para que solo la chica lo escuchara.
-Desde hoy somos amigos.
-No quiero que te acerques a el y no me agrada esa estúpida amistad que quieren tener.
-No eres nadie para prohibirme tal cosa.
-Soy tu novio.
-Solo en apariencias Draco, que no se te olvide.
-Tenemos un trato.
-Y yo siempre cumplo con mi palabra.
-Entonces no te le acerques a Zabini.
-¿Por qué?
-Porque le interesas.
-Por todos los cielos Draco, no digas tonterías, además aunque eso fuera cierto durante estos tres meses no estaré con nadie, yo no soy una facililla como tus amiguitas, te lo prometí y debería de confiar en mis promesas. Además es algo ridículo, hasta parece que estas celoso de tu amigo.
-No digas estupideces.
Ofendida quiso separarse pero Draco no se lo permitió, por el contrario la beso de nuevo antes de llegar al salón de clases ante la mirada contrariada del moreno, que no ocultaba su malestar. El rubio no había cerrado los ojos mientras se apoderaba de los labios de Hermione, y miraba con reto a Blaiser que le miraba de la misma manera.
La guerra habia iniciado sin que Granger lo supiera, dos serpientes se disputaban su atencion.
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