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Elizabeth:


Habían pasado horas desde que metieron a Liam al quirófano, estaba angustiada y llena de miedo. Quería pensar que todo estaba bien, pero mi angustia era mucho mayor.

Pensaba en lo que me dijo Draco, lo que había dicho Astrid era demasiado, pero agradezco infinitamente su honestidad, estaba aliviada de que no me ocultara nada sobre su encuentro.

Draco estaba molesto y lo entendía, yo estaba igual, pero no era momento de pensar en eso, si no en la salud de Liam.

Draco no se despegaba de mi lado, ha salido del hospital solo para fumarse un cigarrillo debido al estrés que tiene. No dejaba de maldecir a Astrid y odiaba el hecho de que ella sea la única persona compatible con Liam.

—¿Cómo está tu hijo?

Alce mi vista, ella estaba parada justo frente de mi. Me puse de pie, la sonrisa que tenía quería borrarsela de un golpe.

—Vete, no tienes nada que hacer aquí Astrid.

—Claro que si, Liam es mi sobrino —sonrio—. Además de que fui yo la que le dono la médula ósea, es lógico que este aquí ¿Verdad querido Draco?

—Primero, te callas maldita perra —le dije—, el hecho de que le hayas donado la médula a mi hijo, no significa que debas estar aquí ¿Lo entiendes? Y para ti es Señor Valkov, no tienes de derecho de tutear ni hablarle así a mi marido.

—Pues, eso lo veremos querida hermana.. Tu marido y yo tenemos un trato —lo miró y luego a mi—, tu jamás vas a ser feliz, de eso me encargo yo.

—Pobre perra —me reí—, estás tan segura de ti misma y de que el va a dejarme —su sonrisa se borró— ¿Creíste que Draco iba a hacerte caso?

—No —respondio el—, yo no soy idiota Astrid, si hicimos un trato fue para que le dieras la médula a mi hijo, nadie me da órdenes y dile al bastardo de Arnold, que es la guerra y que tiene los días contados.

Astrid no dijo nada, solamente se fue. Se que ella no se quedará quieta e irá a decirle a Arnold. Si ella cree que puede meterse conmigo y salirse con la suya, está equivocada.

Ya se que Arnold está metido en negocios turbios, ahora que será desenmascarado por Draco, no se quedará tranquilo.

Estaba agradecida de haberme alejado de el, por qué si no, sería parte de sus acciones asquerosas. No digo que Draco sea el hombre más correcto del mundo, se que lo que hace está mal, pero a diferencia de Arnold, Draco no es un animal.

Arnold trató de deshacerse de mi hijo usando un medico sin licencia y un placebo. Confieso que si fui estupida en creer en el y en sus promesas de salvar a Liam. Me había dejado llevar por mi angustia que no pensé en nada.

Pero agradezco haberme dado cuenta de ello a tiempo.

Espero que pronto Draco termine asesinadolos a ambos. Astrid dejo de importarme el día en que me traicionó, lo que suceda con ella ahora no me interesa. Lo único que quiero es mantener a mi hijo lejos de ellos.

—¿Señora Valkov?

—Doctor —nos acercamos a el— ¿Cómo está Liam?

—La cirugía fue exitosa —sonrio—. Justo ahora están llevando a Liam a la habitación, pueden ir a verlo, en un par de horas estaré con ustedes para darles las indicaciones y lo que se debe hacer.

—Gracias doctor.

—Doctor, gracias —Draco estrechó la mano del doctor.

El sin más se fue. Nosotros seguimos a la enferma hacia la habitación de Liam, podía respirar con mucha más calma ahora que se que Liam está bien.


(...)

Horas después:


El doctor nos dijo que la cirugía fue un éxito pero que había que esperar si recibía bien el trasplante de médula. Pero con las estadísticas de Liam, si sucedería y eso a mi, me tenía mucho más que aliviada.

Mi bebé ahora estaba fuera de peligro. Definitivamente no puedo cuestionar los resultados de Draco, aunque si los métodos.

La cara de alivio que tenía no se comparaba con nada. A ambos nos afectó el estado de salud de Liam y confiaba en que el iba a tener una buena recuperación.

—Fue demasiado Damon.

—¿Y? Tengo que consentir a mi sobrino —dijo, Draco rodó los ojos— No me cuestiones.

—Muy gracioso.

—Bueno cuñada —me miró—, debo ir por comida para ti, ya que el tonto este no te trajo.

—Oye, no podía ni puedo despegarme de ella ¿Entiendes eso?

—Si, si, como digas. Ya regreso.

Damon salió de la habitación, Sabrina estaba por llegar con mis cosas, tanto Draco como yo, no quisimos dejarlo un solo segundo.

Ahora al fin Liam podrá descansar de tantas quimios y agujas.

—Luces cansado —me acerqué a él—, deberías dormir un poco.

—No, no puedo hacerlo.. Alguien debe estar al pendiente de ustedes, ese debo ser yo.

—Pero que terco eres —reí—, ya podemos descansar, además, el hospital está rodeado de tus hombres, no creo que nada malo pase.

—Aun así debo estar al pendiente de ustedes.

—Que terco —le di un beso corto.

—No me beses así, mira que no me se controlar muñeca —me pegó a el.

Draco me había dicho que me amaba. Aquello no me lo esperaba para nada, creí que solamente el quería a Liam y a mi me veía como su mujer, nosotros no hemos tenido citas, solo sexo nada más.

Pero he de admitir que es muy dulce conmigo. A pesar de las incontables peleas que he hemos tenido, me ha respetado, lo sé ha sobrepasado conmigo y me toma en cuenta, de vez en cuando, pero lo hace.

Lo más importante de esto es que ama y se preocupa por Liam. Lo que el hizo, tratar de buscar un donante para Liam, es algo sumamente valioso para mí, cuida de el, saca tiempo para el, lo ama y se comporta como un padre excepcional.

Me importa poco ahora quien es y que hace. Ahora solo me importa de que estemos juntos.

—Alla afuera me dijiste que me amabas.

—¿Yo? ¿Yo dije eso? —asentí— No, seguramente escuchaste mal.

—¿Lo negarás Draco Valkov? —fruncí el ceño.

—Es jodiendo —sonrio—, claro que te amo Elizabeth, sabes que soy muy honesto. No me gusta demostrar mis sentimientos con nadie, pero sentí que debía decírtelo y ahora lo sabes, estoy enamorado de ti.

—¿Podrías repetirlo?

—¿Que cosa?

—Draco.

—Te amo señora mia —sonrió.

Aquello me hizo sonreír como estúpida. Draco puede ser un animal en todos los sentidos, Pero se nota que me ama, puedo verlo.

—¿Mami? ¿Papá?

—Liam, mi amor.

Me aparte de Draco para ir hacia el, me senté a su lado para tomar su mano. Draco hizo lo mismo.

—¿Cómo te sientes campeón?

—Bien papá, tengo hambre.

—Ya el tío Damon fue por comida —dijo el—. Lo hiciste muy bien ¿Lo sabes? Eres un guerrero hijo, estoy orgulloso de ti.

Draco acaricio el cabello de Liam y mi pequeño sonrió. Verlos a ambos me calentaba el corazón y me tranquilizaba de muchas maneras.

Ahora tocaba esperar que Liam recibiera bien la médula y los tratamientos. Me molestaba un poco la idea de que Astrid sería su donante, pero prefiero eso a perder a mi hijo.

La conozco y se que ella no me dejará en paz con respecto a ello. Debo ser cuidadosa con Liam, se de lo que es capaz Astrid, ella me lo ha dejado en claro, quiere destruirme y va a usar a mi hijo para hacerme daño.

Ella a mí no me conoce, tampoco sabe de lo que soy capaz para defender a mi hijo.

Si tengo que eliminarla, lo haré. Y Arnold, que trató de deshacerse de Liam, aún no se los motivos Pero se me ocurre uno, quiere regresar conmigo. A el lo conozco bastante bien y si creyó que estaría con el si no estaba mi hijo, está equivocado.


(...)

Al día siguiente:


La recuperación de Liam ha sido todo un éxito. Ya puede sentarse y comer, se ve mucho más animado y risueño.

No quiero adelantarme a los hechos, pero creo que todo ha funcionado, yo creo que es así y quiero creerlo también.

Draco ha estado al lado de Liam desde que despertó, me parecía muy gracioso verlo hacer todo lo que Liam le pedía, ambos son muy idénticos en todos los sentidos, jamás pensé que vería a otra persona igual a Liam.

—Señor —uno de los hombres de Draco entró a la habitación.

—¿Que pasa? —pregunto bruscamente.

—Hay un par de personas que quieren hablar con la señora —me miró—, dicen que son sus padres.

¿Mis padres? No entiendo que hacen aquí. Seguramente Astrid les dijo que Liam estaba aquí. No esperé tiempo y salí de la habitación, mis padres estaban alejados de la habitación por órdenes de Draco, nadie más que nosotros, sus padres, Damon y Sabrina tienen autorización de entrar.

Me acerqué a ellos, no estaba de ánimos para discutir.

—¿Qué hacen aquí?

—Supimos lo de tu hijo —respondió mi papá—, quisimos saber si estaba bien.

—Lo está.

—Elizabeth por favor, se que fuimos unos tontos y..

—No mamá, no quiero oír nada ahora.

—Hija.

—No, no soy su hija ¿Lo recuerdan? —los miré ambos—, ustedes me echaron de casa, decidieron creerle a Astrid, no saben lo duro que ha sido para mí criar a mi hijo sola, no se demonios hacen aquí.

—Es mejor que se vayan —escuche a Draco detrás de mi—, mi mujer ha dado una orden y es mejor que la cumplan.

—No se meta señor —dijo mi papá molesto—, esto es un asunto entre nuestra hija y nosotros.

—Pero ella es mi mujer —espeto—, ahora ella debe estar tranquila, así que váyanse antes de que use la fuerza, mejor vayanse con su hija Astrid, al fin de cuentas ella si lo es.

Draco me tomó la mano y me llevo de nuevo hacia la habitación, yo me senté en el sofá, mi cuerpo ahora sí estaba comenzando a sentirse cansado.

Eso de no dormir y estar al pendiente de Liam.

—¿Estás bien? —Draco estaba frente a mi agachado.

—Me siento cansada —murmuré.

—Se te nota muñeca —me apretó los muslos—, no creas que no me he dado cuenta que no has comido ni has dormido, mandaré a pedir comida para ti.

—No, no quiero comer. Me duele la cabeza.

—Con más razón ¿Por qué eres tan desobediente, eh? Te mereces algunos azotes por eso.

—Draco por Dios, no es el momento.

—Siempre es el momento para hacerte saber que debes obedecer a tu hombre.

—¿Obedecer? —me reí— olvídalo, eso de obedecerte jamás Draco.

—Bueno, en el sexo eres muy obediente —sonrio de lado—, pero no entraremos en detalles, mandaré a pedir comida para ti y comerás ¿Está claro? —se levantó—. Ya regreso.

Salió de la habitación, yo suspiré. A veces se me olvida lo directo que es. Miré a Liam quien estaba dormido plácidamente, a pesar de que mi cuerpo estaba sintiendo agotamiento, conocía perfecto al mismo. Asi que deberia descansar, estar asi no me hace para nada bien. 

Siento que ahora si podre descansar adecuadamente, desde que supe la condición de Liam no he podido dormir bien ni pensar bien. Si hemos tenido momentos felices pero han sido muy pocos, ahora que se hizo el trasplante Liam podrá volver a sus actividades, podrá regresar a la escuela y jugar al futbol así como el siempre ha querido. 

Draco regreso con comida para mi, estaba acomodando todo sobre la mesa y con mucho orden, la verdad es que Draco para mi, se ha vuelto realmente importante, es un buen padre, no el mas ejemplar pero si ama a Liam como nadie, nos ha cuidado y nos ha puesto como su prioridad. 

Me encanta que sea sobreprotector con nosotros, puede que a veces se exceda pero a mi me encanta por que nos hace saber cuanto nos quiere. Me ha dicho que me ama, cosa que a mi, me ha dejado en el suelo. 

Puede que nuestro comienzo no sea el mejor, también en la manera en que nos encontramos y de como estuve a la defensiva todo el tiempo solo por el miedo de perder a mi hijo. Pero debo decir que me ha apoyado a pesar de sus métodos no tan convencionales, ha estado para mi y para Liam. 

El me gusta, no tengo por que ocultarlo, el lo sabe. Pero aun no lo amo, quisiera poder hacerlo. 

Quisiera poder enamorarme de el. 



Hola, hola espero que esten bien lectoras, lamento la ausencia pero he estado un poco enferma y algo desanimada, pero voy recuperandome poco a poco. 

No olviden dejar sus votos y comentarios. 

Por cierto, Draco entro oficialmente a sus capítulos finales, asi que esperen con ansias los últimos capítulos de esta historia. 

Besos, Ross. 

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