| 22 |
Elizabeth:
—¿Que?
—Lo que escuchaste Sabrina, iré con Arnold al hospital de niños que esta en Manchester.
—Discúlpame por lo que te diré Elizabeth pero ¿estas loca? ¿Por que quieres irte con el? ¿Qué hay de Draco?
—Draco esta demasiado molesto conmigo como para acompañarme, si voy con Arnold es por que el me ayudara a buscar una solución para Liam, se que lo que paso en el pasado esta ahí, pero me importa es solo mi hijo.
—Lo se, créeme que te entiendo, pero Elizabeth, Arnold no es una persona confiable, al menos eso lo creo yo.
—Sabrina, déjame hacer esto, ya Liam esta en una lista de donantes y sabrá Dios cuando llegue uno que sea compatible con el... Yo no quiero ver morir a mi hijo.
—Lo se linda, créeme que lo se, pero yo en lo personal, no confío en ese hombre, al menos déjame acompañarte ¿si?
—No Sabrina, ya has hecho demasiado por mi, solo te pido que te quedes con Liam mañana ¿si? Quiero ir al hospital e informarme bien sobre todo el procedimiento, ya después me encargaré de Draco, el me esta dejando sola en esto —murmure.
—Lo dudo —ella negó—, hasta donde me dijo Damon, el esta buscando por todo Londres un donante para Liam, el no me cae bien pero se nota que esta haciendo un esfuerzo, tu, no estas de acuerdo con sus métodos y por eso quieres recurrir a Arnold, sabes bien que yo te digo tus verdades y espero que lo que te esta prometiendo ese sujeto sea verdad.
Se que Arnold no es de fiar para nadie, pero a mi jamás me trató mal cuando estuvimos juntos. Pero ese no es el problema ahora, yo solo quiero que Liam mejore. Quiero poder salvar a mi hijo de tanto dolor por que yo, siento que no puedo mas con esto.
Draco no quiere entenderlo, no quiero que use esos métodos, de solo pensarlo siento escalofríos.
(...)
Al día siguiente.
Pase todo el día de ayer cuidando de Liam, Draco no se apareció por la casa en todo el día y noche. Ni siquiera vino a dormir, estuve llamándolo pero no me contesto el teléfono. Estaba un poco preocupada pero después escuché que se quedó en uno de sus clubes, seguramente estando con una de esas mujeres.
Ni siquiera quiero pensar en eso ahora, que el haga lo que quiera, no pienso dejar que me toque mas si el estaba tocando a otras mujeres.
—Vendré mas tarde mi amor —deje un beso en su mejilla—, te portas bien con la tía Sabrina ¿bien?
—Lo haré mami —me sonrió.
—Adiós Sabrina, llámame si pasa algo ¿si?
—Lo hare, cuídate.
Me dio un abrazo, luego tome mi bolso y los papeles de todos los estudios de Liam. Sali de la casa, cuando estaba bajando los escalones, me quede quieta al ver a Draco venir subiendo, traía el saco en sus manos y su camisa estaba un poco desabotonada.
—Te irás con ese bastardo.
—Pues, tu no quisiste acompañarme.
Quería gritarle por no haber venido en toda la noche, pero ahora no tenia cabeza para eso.
—No lo haré —dijo tajante— pasaste sobre mi, así que haz lo que quieras.
—Draco, entiende que puede ser por el bien de Liam.
—Yo veré que es lo mejor para mi hijo —se acerco a mi lentamente—, averigua todo lo que quieras —sonrio de lado—, pero eso si Elizabeth, a Liam no se le va a inyectar una mierda ¿entendido?
Paso por mi lado y se metió a la casa, yo solté un suspiro pesado. No iba a discutir con el por nada, yo, estoy buscando todas las alternativas posibles para salvar a Liam de esa enfermedad.
Camine hacia la salida de la casa y pude ver el auto de Arnold a lo lejos, el me saludo con un ademan.
—Buen día Elizabeth ¿estas lista?
—Si.
Abrió la puerta del auto para que subiera así que lo hice, luego el se subió para así arrancar el auto. Yo, estaba ansiosa por saber lo que me dirá el médico, necesito saber si hay alguna cura o la posibilidad de un trasplante para Liam, mi cuerpo y mente poco a poco esta decayendo y ya estaba comenzando a sentirme cansada.
He estado pensando en que si en aquel hospital, no hay solución, iré a hablar con mis padres. Si tengo que humillarme para que se hagan los estudios lo haré, aun quedaban los padres de Draco, pero honestamente no tenia muchas esperanzas.
Draco había hecho los análisis de todos sus hombres y ninguno resulto compatible, cada vez las opciones eran menos y Liam no tiene tiempo, si en dos o tres meses no encontrábamos un donante, podría perder a mi hijo y eso no lo puedo permitir.
—Llegamos.
Ambos bajamos del auto, el hospital estaba frente a nosotros, la noche anterior había investigado sobre este hospital, mayormente se especializa en cuidados para los niños y tratar enfermedades como el cáncer.
Quería asegurarme que todo estaba bien para poder confiar aunque sea un poco.
Arnold me indico a donde debía ir, el se tuvo que quedar en la sala de espera, me dio un papel en donde estaba el consultorio del doctor quien me iba a atender y a dar toda la información sobre la condición de Liam.
—Buenos días.
—Buenos días, usted debe ser la señora Mayer ¿no es así? —asentí— soy el doctor Payne, Arnold me llamo y me puso al tanto sobre su hijo, pase, le daré toda la información que necesite.
Entre a la oficina del doctor, de inmediato me pidió los papeles de Liam y comenzó a ojearlos.
—Aquí dice que la leucemia de su hijo fue diagnosticada hace menos de seis meses ¿no?
—Así es —me miró—, aún sigue en tratamiento con su quimioterapia.
—Entiendo, pero aquí dice que no ha habido mejoría.
—Si, por eso necesita un trasplante de medula ósea, me hice los estudios y su padre igual, nadie resulto ser compatible con el.
—Entiendo, mayormente no siempre los padres que son familiares directos no son compatibles, por eso existe la opción de la medula, pero en algunos casos se usa la fabricación de bebés.
—¿Fabricación de bebes?
—Si, cuando un pequeño esta pasando por algo como la leucemia, necesita un trasplante de medula ósea o de células madres, esta última se encuentra en el cordón umbilical de la madre cuando esta en estado de embarazo, se toma una pequeña muestra de este y se puede ser trasplantado al paciente... Existe un cincuenta cincuenta con este método, ya que el paciente puede recibir las células tanto como puede rechazarlas.
No había oído de ese método, tener un bebe para sacar todo eso del cordón umbilical. Me suena a un método demasiado doloroso, además ¿fabricar un bebe para salvar a Liam? Eso es cruel.
El doctor me siguió explicando sobre un medicamento que se esta usando en niños con Leucemia, no la cura pero si la prolonga y evita los tratamientos de quimioterapia que son dolorosos para ellos.
—Este es el medicamento —me mostro un frasco—, son pastillas, debe tomarse una al día, va a mostrar algunos síntomas pero después mejorara.
—Espere doctor ¿no hará algún análisis o algo?
—Claro que si, pero debe venir en tres días o cuatro, por lo pronto llévese el medicamento y el recetario de como debe dárselo.
Me explicó como debería dárselo. Lo tome, pero todo esto me parecía demasiado extraño, aun así no hice preguntas, solo me mostré esperanzada, ahora entendía a Sabrina y a Draco. Todo esto me parecía demasiado raro.
—Me ha dado esperanzas doctor —dije fingiendo tristeza— de verdad muchas gracias.
—No hay de que, para eso estamos.
Saqué mi teléfono y le puse la cámara, silencie el sonido de captura y le tomé una foto de manera disimulada, esto es demasiado extraño para mi.
—Muchas gracias —estreché su mano— nos vemos en cuatro días, comenzaré a darle esto a mi hijo.
—Cualquier consulta, puede venir a verme cuando quiera,
Yo me puse de pie y guardé lo que me dió en el bolso. Salí del consultorio y cerré la puerta, me quede detrás de ella a escucharlo.
—Esta hecho señor, ha caído en la trampa... Si, recibió las pastillas...
Decidí salir casi que corriendo de ahí, pero me tuve que calmar al ver a Arnold hablar por teléfono, de inmediato todas mis alarmas se encendieron pero tuve que calmarme para que no sospechara, esto es muy raro.
—¿Todo bien? Te notas asustada..
—Lo estoy —dije—, pero es por Liam, toda esta situación me tiene un poco ansiosa.
—No te preocupes que todo va a salir bien —el sonrio y yo igual, debía disimular e irme de aquí rápido.
—Confío en ello.
—Te invito un café ¿si? Así me cuentas lo que sucedió y lo que te dijeron.
—Claro.
Quería negarme, pero si lo hacia, el sospecharía que yo sospecho de el. Conozco a Arnold desde hace muchos años y el jamás me había hecho dudar como lo hace ahora. Jamás pensaría mal de el, pero esto, ya me pareció muy extraño y encendió todas mis alertas.
Recordé las palabras de Draco, que no confiaba en el y no le hice caso a su instinto por mi pura necedad.
Arnold me acompañó hacia la salida del hospital. Luego nos detuvimos antes de llegar a su auto.
—Lo siento —me dijo mientras miraba su teléfono— pero el café tendrá que esperar —me miró—, surgió algo en mi oficina ¿te llevo a tu casa?
—No, seguro que lo de tu oficina es importante.
—Lo es pero no me molestaría en llevarte a tu casa...
—No, no te preocupes —le sonreí— pero gracias, en serio... Gracias por todo lo que haces por mi y mi hijo.
—No hay de que —se acerco a mi—, sabes que a pesar de todo te aprecio mucho —murmuró.
Me había dado un abrazo, dicho abrazo me había tomado por sorpresa, ni siquiera pude corresponderlo. Luego se separo de mi y me sonrio.
—Te pediré un taxi —solo asentí.
(...)
Regresé a la casa, todo estaba en silencio, el servicio estaba en la cocina limpiando todo como de costumbre. Subí hacia mi habitación para dejar mis cosas y lo que me había dejado el doctor, iría a buscar a Sabrina y a Draco para contarles lo que paso.
—Al fin llegas.
Di un respingo al escuchar a Draco, estaba sentado en el sofá de la habitación, se puso de pie y pude ver que estaba descalzo y sin camisa, en su mano sostenía un vaso con alcohol.
—¿Dónde esta Liam?
—En la sala de cine con mis hombres, Damon y la rubia... Todos están entretenidos —le dio un trago a su vaso— tu y yo tendremos una conversación muy seria.
—Tengo algo que decirte...
Dejó el vaso sobre la mesa y sin verlo venir me tomo de la mano para llevarme hacia el baño. Estando dentro del mismo me hizo girar rápidamente y de un solo tirón rompió mi camisa.
—¿Qué haces? ¿Estas loco?
Ignoro mis palabras, tomo me tomo de la cintura y me sentó de manera brusca sobre el lavamanos, comenzó a tirar de mi pantalón hasta sacarlo de un solo movimiento de mi cuerpo.
—Draco ¡Basta!
Volvió a ignorarme, me bajo rápidamente y me metió a la regadera, el mismo la abrió dejando caer el agua fría sobre mi cuerpo... Me tomo del mentón con fuerza.
—Je vais effacer toutes les traces que ce salaud a laissées sur ton corps (Voy a borrar cada maldito rastro que dejo ese bastardo en tu cuerpo)
Rompió en dos mi brasier y se agachó para hacer lo mismo con mis bragas y así, dejarme completamente desnuda. Se acercó a mi y comenzó a mojarse en la regadera conmigo.
—Se atrevió a tocarte Elizabeth, debería ir a buscarlo y cortarle las malditas manos —murmuró.
—¿De que hab..? Espera ¿Me seguiste?
—¿Crees que te dejaría sola mientras estabas con el? No muñeca, yo sigo todos tus pasos y créeme que traté de controlarme para no volarle los sesos a ese bastardo por haberte tocado —su mano rodeó mi cuello—, hueles a perfume barato —murmuró en mis labios—, quitaré ese asqueroso olor de ti, olerás solo a sexo y semen, mi semen.
—Draco —susurre.
—Voy a dejarte en claro quien es tu hombre y quién es el único que puede tocarte.
Hola hola espero que estén bien niñas, les dejare este capítulo por aquí, mañana seguiremos con Draco 🔥 No olviden dejar sus votos y comentarios.
Besos, Ross.
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top