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Draco:
—¿Donde está Elizabeth? —pregunté al ver que ella no estaba dándole el desayuno a Liam como suele hacerlo.
—Ella salió —dijo mi mamá—, iba con mucha prisa, además de molesta... ¿Que le hiciste?
—¿Yo? —me señalé— Yo no hice nada... No hemos peleado, por ahora.
—¿Cómo que por ahora Draco Valkov? ¿Han peleado?
—Bueno mamá... Elizabeth es un poco difícil y pues, yo soy controlador... Eso es todo.
—Pues eso espero Draco, recuerda que es la mamá de tu hijo, mi nieto.
—Nuestro nieto, recuérdalo —respondió papá—, déjalos que resuelvan sus problemas muñeca, los dos son adultos y yo hablé con el anoche sobre como hacer las cosas de forma correctas con respecto a ella —me miró y asentí—, confío en que se portará bien.
—Oye —me senté al lado de Liam— ¿Cómo amaneciste hoy? ¿Te sientes bien?
—Bien papá, me siento bien —sonrio un poco.
—Ustedes son idénticos -rió mi padre mientras se tomaba el café—, los tres.
—¿Tu crees?
Mire a mi madre y a Liam, ciertamente se parecen un poco, incluso el tiene el lunar que tiene mi madre en la nariz. Ambos tienen la misma mirada azulada intensa e incluso el color de cabello, aunque mi madre lo tiene con toques blancos por la edad.
Pero si, ellos se parecen mucho.
Danna es la copia femenina de mi papá, ella si se parece mucho a él. Y estoy seguro de que el bebé que espera no será la excepción.
Dejé la taza sobre la mesa al escuchar sonar mi teléfono, no suelo contestar números desconocidos Pero este insistía.
—¿Si?
—¿Señor Draco Valkov?
—¿Quién habla?
—Le hablamos de la estación de policía, habla el director.
—Collins ¿Para que me llamas? ¿Necesitas un pedido?
—No señor, es que.... Aquí está su mujer, está detenida.
—¿Qué? —me puse de pie y mis padres me miraron— ¿Se puede saber por qué ella está ahí?
—Se lo explico cuando llegue.. —soltó nervioso.
Colgué el teléfono y sin dar explicación alguna, salí de la casa sumamente molesto. No entiendo que mierdas hace Elizabeth en la estación de policía.
Subí al auto y conduje hacia la estación. Tenía que calmarme y pensar que no pasó nada malo con ella o que ella no hizo nada malo para estar en ese lugar.
Cuando llegue, baje del auto y caminé hacia la oficina de Collins, ella estaba sentada en un rincón, con el labio roto y esposada.
De inmediato me acerqué a ella.
—¿Que pasó? ¿Por qué estás herida?
—Señor —miré a Collins—, la señorita fue detenida por..
—Me importa una mierda el por qué fue detenida —me puse de pie— Le quitas las esposas ahora.
—Pero señor...
—Pero nada Collins, quítale las esposas a mi mujer ahora.
Elizabeth alzo ambas manos y sonrió de lado, negué varias veces al verla hacer esa acción. Collins le quitó las esposas a Elizabeth.
—Afuera —ordené y el salió casi que corriendo—, ahora tu me dirás que pasó y por qué estás aquí.
—Sali de la casa esta mañana y fui al centro comercial. No pude evitarlo y golpee a Astrid. Ella me regresó el golpe obviamente —se señaló el labio—. Pues la policía llegó y me detuvieron.
—Vale, entonces ¿como es que me llamaron?
—Bueno, quizá haya usado tu nombre para salir ilesa —se encogió de hombros.
—No puedes usar mi nombre para hacer lo que te plazca Elizabeth. Eso puede ser peligroso para ti...
—Lo se, pero no quería quedarme aquí, no creas que me hace gracia decir que soy tu mujer.
Ok, eso me dolió.
—Entiendo... Espero que la hayas dejado peor y que la venida a la estación haya valido la pena.
—Pues si -se cruzó de brazos—, tenía que hacerle pagar por todo lo que me ha hecho. Aun así, no fue suficiente.
—Bien muñeca, ya solucione el problema, así que mueve ese culo al auto.
Salió de la oficina sumamente molesta, se que usar mi nombre para su beneficio puede ser bueno o malo, ahora que le dijo a Collins que ella es mi mujer, no tardara demasiado en correrse el rumor.
Ahora tengo que comenzar a ponerle seguridad. No tardaran en salir las ratas de mis enemigos a querer joderme.
—Bien muñeca, déjame ver esto —me acerque a ella y le revise el labio—, no es nada grave asi que estaras bien. No sabia que peleabas.
—No lo hago, detesto la violencia —alce una ceja— bueno, eso es si no se meten conmigo, tenia que hacer algo...
—Yo puedo hacerme cargo si quieres, ya sabes, eliminar la basura.
—¿Que? ¿Hablas de matarla?
—Si —dije de forma tranquila—, de hecho debería hacerlo con todos, ellos llamaron bastardo a Liam, nadie llama de ese modo a mi hijo —la señalé—, además de que te amenazaron con quitarte a Liam, nadie amenaza a los míos ¿entiendes eso? Antes elimino ese problema de raíz.
—Draco por Dios —susurró—, yo... Yo no haría algo como eso. No tengo estómago para hacer algo asi.
—No tienes por que hacerlo tu ¿Para que me tienes muñeca? —sonreí— Puedo resolverlo, tu solo dime cuando y a que hora, si quieres que sufran, que sea rápido...
—Basta —me dio un leve empujón—, no hables de eso por favor.
—Como quieras, pero ten en cuenta de que si eso se repite, no tendré piedad con ninguno.
Yo no dudaría un segundo en asesinarlos a todos para que mi hijo y ella estén tranquilos. Me importa si son familia o no, nadie, absolutamente nadie hace sentir menos a mi hijo. Ahora tiene quien lo proteja.
Abrí la puerta del auto para que ella subiera y así lo hizo. Yo lo hice después y arranqué hacia la casa. Apreté el volante del auto, estaba comenzando a sentir los síntomas de la abstinencia, joder.
Necesitaba fumarme un cigarrillo, tomarme una cerveza pero no podía. Pero debia, debía quedarme tranquilo si quiero ser el donante para Liam.
(...)
Deje a Elizabeth en la casa y yo seguí hacia uno de los clubes. Hoy tocaba cobrar, por lo general mis servicios de protección son grandes, pero desde el anonimato. Me gusta mantener un perfil bajo en todos los aspectos.
Muchos no pagan a tiempo y doy un plazo de una semana, si no pagan en esa semana, me quedo con el club. Así es como he obtenido mis propiedades.
No negaré que tengo enemigos a raíz de eso, pero es algo que me tiene sin mucho cuidado, tengo a personas que me respaldan y que me dan proteccion a mi asi como yo a ellos. Liderar Londres me ha dado un poder que nadie más tiene y continuar con el legado de mi familia, es algo primordial.
No pensaba que llegaría el hecho de que sería padre, el mio siempre me dio a escoger el mundo que queria y yo escogí este y pienso hacer lo mismo con Liam, el vera si escoge o no este mundo, lo que el decida para mi estará bien.
Se que Elizabeth cree que mi padre me obligó a esto y que yo haré lo mismo con Liam. Pero no, no haré eso, al menos que Liam quiera liderar como todo un Valkov cuando sea un adulto.
—Cameron —lo salude al entrar— ¿como estas?
—Vete a la mierda Valkov, ten tu dinero y lárgate.
—¿Por que tan agresivo? —me recargué en el escritorio— Vengo en son de paz.
—No vienes en son de paz, vienes a cobrarme, así que toma el dinero y vete.
—Pero que mal educado eres —reí—. Estas esquivo... —entrecerré los ojos.
Esta apurado por sacarme del club, eso es demasiado raro. Mi madre me enseñó a analizar a las personas y por lo que estoy viendo, esta dando pisadas leves en el suelo, las manos dentro del bolsillo además de que se niega a mirarme.
Aquí hay gato encerrado.
Si es una trampa para matarme, le vuelo la cabeza primero.
—¿Sabes, Cameron? —me puse de pie— yo soy una persona observadora, me gusta analizar a las personas, me gusta descubrir que esconden y tu —lo señalé—, estas escondiendo algo.
—¿De que hablas?
Escuché un golpeteo, le sonreí a Cameron, sabía que escondía algo.
De pronto sentí un golpe en la cabeza, me había dado con una botella directamente en la cabeza. El se quedo paralizado al ver que no logró derribarme así que le di un cabezazo certero dejándolo semi inconsciente.
Limpié el rastro de sangre de mi cara y frente y camine hacia la puerta de donde provenía el golpeteo, al abrirla me encontré con una chica, quizá de al menos unos diecisiete años. Estaba cubierta por una sabana blanca que estaba teñida de rojo y de inmediato lo supe.
La había violado.
—Ne me fais pas de mal s'il te plaît (No me lastimes por favor)
Sollozaba sin control mientras temblaba de miedo.
—Je ne vais pas te faire de mal, ça va ? Qu'est-ce qu'ils t'ont fait ? (No voy a lastimarte ¿estas bien? ¿Que te hicieron?) —le hable en Francés.
—Non, ils m'ont fait du mal, ils m'ont ramené de l'école, je ne sais pas où je suis (No, ellos me lastimaron, me trajeron del colegio, no se donde estoy)
—Quel âge as-tu? (Cuántos años tienes?) —pregunté.
—Quatorze (Catorce)
Me quite el saco y me acerque a ella para cubrirla. Sentí tanta ira al verla así de golpeada. Miré la habitación, se podía sentir el olor a alcohol, fluidos y sangre. Mi ira se encendió y salí de aquella habitación.
Frente a mi estaban los hombres de Cameron, maldita la hora que decidí venir sin seguridad. Arremangue mi camisa hasta los codos
El primero se acercó a mi rápidamente, lo derribe de un golpe en la cabeza. Otro sacó un cuchillo y comenzó a abalanzarse sobre mí.
Detuve el cuchillo con una mano mientras que con la otra sostenía su brazo libre, le di en la cabeza logrando derribarlo. El último de ellos si logro tomarme por el torso para tratar de derribarme, ambos comenzamos a forcejear. Logré soltarme y comencé a golpearlo por el torso y el a mi. Volví a sujetarlo y ambos caímos al suelo, el sujeto se subió encima de mi para tratar de golpearme en el rostro Pero por suerte me cubrí.
Cuando se descuidó por un segundo le di un puñetazo certero en el rostro dejándolo semi inconsciente, me puse de pie y le patee el rostro dejándolo así, inconsciente.
Mi vista se fue hacia Cameron, lo tomé del saco y lo levanté tanto que quedó de puntillas.
—¿Eso era lo que escondías, no bastardo?
—E-Ella no es mía... Yo no sé quién es ella... —gimoteaba.
—¡Cállate bastardo hijo de puta! Es solo una niña maldito... Solo una niña.
Comencé a golpearlo una y otra y otra vez sin parar importándome poco si me manchaba la camisa o el rostro de sangre. Tenía que asesinarlo y la rabia estaba empezando a consumirme por qué recordé todo lo que le hicieron a mi madre hace muchos años, en dónde la torturaron y abusaron por muchos años por todos esos bastardos.
Sentí mucha impotencia cuando ella me lo contó, no quería decírmelo Pero al final lo hizo para poder continuar con su vida. En ese momento me jure a mi mismo que nadie, nadie pasaría por eso.
Se que suena mal, por qué yo cometí casi que el mismo error y sigo sin sentirme orgulloso de lo que hice, por eso jure no tocar más a Elizabeth sin su consentimiento.
—Señor...
Escuché a uno de mis hombres, sabía que no tardarían en llegar.
Solté a Cameron dejándolo muerto en el suelo y con el rostro desecho.
—Limpien todo —ordené—, llévenla a mi departamento y llamen a Damon. Asegúrense que la chica esté a salvo, saben lo que pasa si me desobedecen.
—Si señor.
La chica fue sacada del lugar, yo, trataba de calmarme. Necesitaba un maldito cigarrillo ahora.
(...)
Entré a la casa y lo primero que ví fue a mi madre, al verme se impresionó y se acercó rápidamente a mi.
—Draco ¿Estás bien? ¿Que te pasó? ¿Estás herido?
Comenzó a revisarme rápidamente para ver si no tenía algún rasguño o herida. Me solté de ella por qué no quería que me tocara ahora, estaba molesto y no quería que nadie me tocara ahora.
Le dije lo que pasó, todo. Incluída la chica.
—¿Que pasó con ella?
—La envié a mi departamento —respondí—, Damon se hará cargo.
—Yo misma iré, esa niña no debe querer que ningún hombre se acerque... Llamaré a tu papá.
Ella se fue, yo solo caminé directo a mi habitación para quitarme todo esta sangre de encima.
Comencé a quitarme la camisa cuando Elizabeth entró rápidamente, al verme soltó un jadeo.
—Dios ¿Que pasó?
—No me preguntes —mascullé.
Terminé de quitarme la camisa, hice una mueca de dolor al sentir como mi torso estaba contraído, me miré al espejo que estaba frente a mi cama y divise los moretones en el.
El maldito me golpeó muy fuerte.
—Draco, estás herido, déjame curarte.
—No —dije entre dientes—, déjame solo un momento ¿Quieres?
—Eres un idiota, estoy tratando de ayudarte y te comportas como un niño.
—Basta Elizabeth, no estoy de humor.
—No tengo la culpa de ello, nadie te manda a estar peleándote como si fueses adolescente.
—No hables si no sabes... —me acerqué a ella— mejor mueve tu lindo culo fuera de mi habitación.
—Imbécil.
La tomé del cuello y la pegué contra la pared, luego la alce y rodee mi brazo en su cintura, ella comenzó a pelear y yo a inmovilizarla. Metí mi mano en su nuca y acerqué mi rostro al de ella.
—Ya basta de comportarte como una niña —murmuré—. Ya me estoy cansando de tus actitudes.
—Suéltame —susurró.
—Maldita sea contigo —susurré—, deja de hacerme las cosas difíciles Elizabeth, no estoy de humor y no quiero que pagues las consecuencias.
—¿Me harías daño? ¿Serías capaz?
—No te haría daño, pero si te rompería toda la maldita ropa —miré sus labios— y te cogería con fuerza, mucha fuerza... Y no quiero lastimarte.
La baje y me aparté de ella, comencé a buscar el botiquín en mi baño. Tenía una herida a un costado de la cabeza que aún seguía sangrando.
Estaba molesto por lo que había visto. Estoy molesto conmigo mismo por ello.
Al mirarme al espejo, ella estaba detrás de mi.
—Lo siento ¿Bien? Lamento haberme comportado así, solo... Solo déjame curarte.
—Como quieras —me voltee.
Tengo que calmarme, ella no tiene por qué pagar mi rabia hacia esos bastardos.
Hola hola espero que esten bien... Les dejo el capítulo de Draco por acá. No olviden que si quieren seguir leyendo la historia, deben dejar una estrellita y comentar.
Besos, Ross.
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