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Elizabeth: 


Miraba la puerta de la habitación, esperaba que el regresara pero no lo hizo, se había ido muy molesto por lo que le dije. 

El tiene que entender que no es sencillo para mi asimilar que el es una persona peligrosa, que es del bajo mundo y que mi hijo no puede estar en riesgo. No lo quiero cerca de el, no quiero que esten juntos por que eso implica peligro. 

Reconozco que hace su esfuerzo y admito que quiero una cosa de el, la medula. 

Eso es lo unico que quiero de el, cuando Liam se recupere, me iré lejos con el. No pienso dejar a Liam en manos de Draco. 

No se que es lo que me pasa, tengo los sentimientos revueltos, tengo el alma revuelta. 

La enfermedad de Liam, mis padres, Draco, todo. Todo esta tan desordenado en mi mente que no se que hacer. Además de lo que paso hace cinco años, puede que me haya salvado de un sujeto peligroso, pero hizo mal en haberme tomado de esa manera. 

Me puse de pie y camine hacia la mesa para tomar mi celular, estaba pensando en realmente si llamarlo o no. Pero la puerta se abrio, el venia entrando, se sentó en el sofá, justo a mi lado. 

—Lo lamento —comenzó—, lamento mucho haber hecho lo que hice. 

—No debiste decirme... 

—Lo que paso en el club, a eso me refiero —nos miramos—, creeme que no me siento para nada orgulloso de lo que hice, de hecho, me siento como una basura por que es algo que no hago. No debi tomarte de ese modo, no estabas plenamente consciente de lo que hacías o decías —murmuro—, debí controlarme, debí negarme pero yo mismo cedí a mis instintos... Y lo lamento mucho Elizabeth, soy un hombre y como hombre asumiré toda la responsabilidad. 

—Draco, eso... Ya es tarde para eso. 

—No lo es —nego—, aun se puede remediar lo que hice, si quieres, si me lo pides me alejaré de ti, puedo pagarte un terapeuta, yo iré a uno... Pero déjame arreglarlo, puede que sea un animal, pero jamás lastimaría a una mujer de ese modo. No es mi estilo. 

No pensé que el me diria algo de ese modo. Ya anteriormente me había dicho que lo sentía, ahora lo vuelve a mencionar. 

—No me enorgullece haberlo hecho, tampoco me creo un macho por eso, pero si me siento mal por haber ido tan lejos contigo aquella noche, yo estaba tomado, pero consciente... De nuevo lo lamento Elizabeth —suspiró—, te prometo que voy a remediarlo. 

—¿Como? ¿Como vas a remediar algo que pasó hace tanto tiempo? 

—Ten —me entregó una tarjeta—, es un terapeuta, te ayudará.. Yo veré como lo soluciono de mi lado, pero me importa mas tu salud mental después de esto —miro a Liam—, no volveré a tocarte sin tu consentimiento. Lo único que te pido es que no me alejes de el, Liam es mi hijo y es lo único que me importa ahora. 

—Te tomaré la palabra Draco. 

—Gracias, puedes ir a la casa a descansar, me quedaré con el. 

—No se.. 

—Hazlo, me quedaré con Liam. Uno de mis hombres te llevará a la casa. 

No sabia si irme, pero le asenti. Ire a la casa a cambiarme y descansar un poco, solo un poco. 


(...) 

Más tarde..


—Lo que haces es injusto Elizabeth. 

—Oye ¿de que lado estas? 

—Del tuyo, pero lo que estás haciendo es cruel... Dejarlo que esté cerca, que se encariñe ¿para después irte? Eso es cruel. 

—Jamás necesité de Draco, yo pude sola con Liam, lo demás no me importa. 

—Pero Elizabeth, el sujeto no me cae bien, pero... Hacer eso es muy bajo, Liam se pondrá triste si lo apartas de su papa. 

—Su papá es un mafioso ¿crees que estará seguro con el? Amiga, claro que no. 

—Eres demasiado terca, se que es peligroso, pero, está mal, lo que quieres hacer esta mal. 

—¿Crees que a el le importa Liam? —bufé— Ese tipo de personas solo quieren un heredero para que continúe su legado, no voy a exponer a mi hijo a ese tipo de peligros. 

—Espero que no te arrepientas de tu decision, debo irme, piensa bien lo que harás, adios —me colgó. 

Lo que estoy haciendo es por le bien de Liam, es por su seguridad. No le creo a Draco, no creo en su repentino arrepentimiento, se nota que es de esos que no le interesa su entorno. 

No le creo nada de lo que me dice. 

Salí de la habitación y camine hacia abajo, antes de salir de la casa, divise la puerta de su despacho, estaba cerrada pero me ganaba de la curiosidad. El se altera cuando ve a alguien acercarse, seguramente debe guardar algún tesoro, yo que se. 

Al final me ganó la curiosidad, camine hacia la misma y giré el pomo, estaba abierta. Cuando ingrese, encendí la luz del mismo. Aun habian cajas, el despacho era enorme, tenia libros, un gramófono, entre otras cosas. 

Se nota que colecciona antigüedades. 

Mi vista se fue hacia un cuadro que estaba cubierto por una sábana blanca. Removí la tela del cuadro pero este terminó deslizándose por el hasta quedar en el suelo. 

Jadeé al ver que no era un simple cuadro, era mi retrato. Los detalles del cuadro eran precisos, tanto que parecía una fotografía, aunque parece algo viejo. 

—¿Que haces? 

Solté un grito agudo al ver a Draco parado en el umbral de la puerta. 

—¿Que haces aqui? ¿Y Liam? ¿Con quien lo dejaste? 

—El doctor me avisó que podía venir a casa y lo traje, estaba llamándote pero aparecía ocupado —entró al despacho— ¿que haces aqui? ¿Cómo entraste? 

—Estaba abierto... ¿Cómo es que tienes? —señale detrás de mi. 

—El cuadro —asentí—, lo mande a pintar para mi hace un tiempo. 

—¿Hace cuánto? 

—Cinco años. 

—¿Cinco años? —me reí— Eres un hipócrita, me formaste un escándalo diciéndome que no te busqué para saber de Liam, y tu, tienes un cuadro de mi, me recordabas perfectamente, entonces ¿Por que no me buscaste tu? 

—Tu me dijiste que te ibas a casar, por eso no lo hice... —dijo, encogiéndose de hombros— Supuse que estarías casada —dejó de mirarme para mirar el cuadro—, feliz, quizá hasta con un hijo, asi que preferi no buscarte y mandar a pintar el cuadro. 

Tiene lógica. 

Aunque sigue pareciéndome algo muy raro de que el tenga un cuadro de mi en su despacho. 

—Es raro. 

—No para mi, era la única manera de poder recordarte —me miró—, ve con Liam, está esperándote. 

Salí del despacho para ir hacia su habitación, aquello en el despacho me resulto incomodo pero fascinante a la vez, es increible de una noche, haya recordado de mi, hasta el más mínimo detalle. 

Entré a la habitación y me encontré con un par de personas. 

—Mami, ellos son mis abuelos, tengo abuelitos. 

—Tu debes ser Elizabeth —se acercó a mi—, un gusto linda, soy Samantha, la madre de Draco. 

—Un gusto señora Valkov. 

—Lamento que hayan sido en estas circunstancias —dijo apenada—, hace poco nos enteramos de la existencia de Liam, mi esposo y yo no dudamos en venir. El es Drago, mi esposo. 

—Un gusto —estrechamos las manos. 

Los padres de Draco eran muy atractivos a pesar de ser mayores. Draco se parecía a su madre, tenia su color de ojos, de cabello, de piel. Todo, es una mujer muy hermosa. 

—Supongo que Draco les dijo sobre lo que tiene Liam. 

—Si —dijo ella, con tristeza—, nos lo contó y es una pena, es tan pequeño para que pase por algo asi, pero estaremos al pendiente de el, para eso estamos la familia. 

No dejaba de mirar a sus padres. Me sentía extraña estando con ellos. 


(...) 

2:00 AM.


Los padres de Draco resultaron ser un par de personas agradables, me cayeron muy bien y a Liam igual. No quise hacer preguntas, aunque era muy obvio que ellos son de este mundo aunque no lo parezca. 

Justo ahora bajaba las escaleras para ir por agua, no he podido dormir nada desde que salimos del hospital. 

Me detuve al escuchar voces, eran Draco y su padre. 

—Me decepcionas hijo, no pense que harias algo como eso. 

—Lo se papá, yo tampoco me enorgullezco de ello, estaba algo tomado y ella... Drogada —soltó un bufido—, me siento como una porquería. 

—Espero que lo remedies, sabes por todo lo que paso tu madre, yo no tolero esos actos. 

—Lo se papá, yo no soy de esos y lo sabes... Solo me deje llevar por el momento, pero si estoy arrepentido, se que hice mal y pienso remediarlo. 

—Me parece excelente que lo hagas, espero que ese hombre este muerto. 

—Lo hice —dijo seguro—, lo maté después que ella se fuera... Era un maldito traficante de mujeres —masculló—, pero nada de esto estuviera pasando si no fuera por su hermana. 

—¿Que tiene que ver su hermana? 

—Su hermana se casó con el ex prometido de Elizabeth, ella le mintió a su familia diciéndole que ella y yo éramos amantes desde hace meses cuando eso no era cierto, les contó del embarazo, la corrieron, la trataron mal... Todo es culpa de esa mujer, ella fue quien drogó a Elizabeth. 

Mis manos se fueron a mi boca, quería negarme a escuchar, pero mis pies no se movían. 

—A ver hijo ¿cómo llegaste a esa conclusión? 

—Astrid quería al ex de Elizabeth, ese era su único objetivo, por que se casaron dos meses después que echaron a Elizabeth, ella mintio con todo ¿no es lógico papá? Elizabeth se hubiese acostado con cualquiera esa noche, el afrodisiaco que le dio era fuerte. 

—Ahora que lo dices, tiene mucho sentido, ella podría embarazarse, contagiarse o desaparecer, las opciones le beneficiarían solo a ella y Elizabeth quedaría mal ante todos. 

—Exacto papá, se que lo que hice estuvo mal, pero fui yo, en vez de cualquier sujeto de esos, cualquiera de ellos pudo haberla matado o quizá la pudo haber prostituido en ese estado. 

—Bueno, lo hecho, hecho está... Lo bueno es que a ella no le paso nada. 

—Le pasó de todo papá —murmuró—, trabajó estando embarazada, tuvo que ir a terapias para poder lidiar sola con Liam, todos le dieron al espalda, si yo... Si yo hubiese sabido, creeme que la historia sería otra. 

—Pero no se puede cambiar nada, lucha por tu hijo, ahora lo tienes a tu lado... 

—La quiero a ella también —dijo en un murmullo—, es mi culpa que estemos asi, ella me odia y a veces ella me saca de quicio pero... Le daría el mundo a Elizabeth si me lo pide. 

—¿Estas enamorado? —preguntó su padre un poco sorprendido. 

—Jamás lo he estado, quiero amarla a ella, solo a ella asi como tu amas a mamá, pero nuestra situación es distinta, ella cree que soy un peligro para Liam. 

—Entiendo, pero no te rindas, con el paso del tiempo ella lo irá entendiendo... Solo se paciente ¿si? Demuéstrale que no eres un peligro para mi nieto. 

—Es que si lo soy papá, ahora mis enemigos sabrán como joderme y no quiero apartar a Liam de mi, lo amo. 

—Escuchame, yo, tuve muchos enemigos, pase por mucho para estar con tu madre, casi pierdo a tu hermana, pero yo no me rendí y seguí protegiéndolos hasta ahora, tu haz lo mismo por ella y tu hijo, pero por favor, no lo arruines, se nota que es una buena chica, solo necesita tiempo. 

Limpie el rastro de mis lagrimas y subi hacia mi habitación, estaba completamente desecha por lo que había oído. Y justo cuando pensé que no podría ser peor. 


(...) 

A la mañana siguiente. 


Salí temprano de la casa dejando a Liam dormido y un poco más tranquilo. Me encontré con la madre de Draco y le pedí que cuidara de Liam mientras yo regresaba. 

Justo ahora estaba caminando a grandes zancadas hacia la tienda de Astrid, a esta hora a penas el centro comercial abría y se que ella está aquí. Al verla no lo dude dos veces y le tome el cabello para arrastrarla hacia adentro de la tienda. 

Ella gritaba y pataleaba con fuerza mientras trataba de soltarse de mi. Cuando lo hice espere que se pusiera de pie para soltarle una fuerte bofetada. 

—¡Eres una perra desgraciada! —jadee— De esta no sales viva. 



Y aquí tienen otro capítulo. ¿Que tal les pareció? Pronto se vendran mas cosillas entre ellos dos. Pero pronto se van a arreglar jeje 🤭

No olviden dejar sus votos y comentarios. 

Besos, Ross. 

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