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Draco: 



—Si mamá, te estoy oyendo.. —me toqué el puente de la nariz. 

—Mas te vale Draco, me tienes muy molesta ¿sabes cuantas veces te pedí que te cuidaras? 

—Muchas. 

—Debiste escucharme... Ahora me entero que tengo un nieto —suspiró— De esto hablaremos después, mejor dime ¿como esta? ¿Se parece a ti o a ella? ¿es lindo?

—Es idéntico a mi —sonreí—, te encantará, es un niño listo. 

—¿Y como lo está criando su madre? Sabes que no me gusta cuestionar o ser entrometida pero...

—Lo se mamá se a lo que te refieres, Elizabeth es una madre excelente, Liam es un niño educado y amoroso.. 

—Me alegra escuchar eso ¿cuando vendrás? Quiero conocerlo. 

—Pronto mamá, quiero que se acostumbre primero a estar conmigo, luego lo llevaré a la finca. 

—Bien, espero que no tardes demasiado, debo irme.. Tu padre dice que te ama. 

—Si mamá yo igual, adiós —colgué. 

No me gusta cuando me dice que me ama, me siento como un crío. Salí de mi despacho para subir hacia la habitación en la que está durmiendo Elizabeth, cerré la puerta y me quede mirándola por un par de minutos. 

Estaba semi desnuda en la cama, sentí una molestia en mis pantalones al verla así, también al recordar lo que paso anoche entre nosotros, quería tomarla, hacerla mía y que gritara sobre mi mientras me montaba. Pero no quise presionarla, no a ella. 

Poder tocarla, olerla, lamerla, todo fue tan excitante. Ella es todo lo que cualquier hombre desearía y ahora es solo mia. 

La vi removerse un poco y alzar la cabeza, esa hermosa y negra cabellera larga se veía hermosa, aun más si cubría su lindo culo. 

—Buenos días muñeca —volteo hacia mi— ¿Dormiste bien? 

—Mierda —murmuró— ¿qué haces ahí? 

—Viendo a mi mujer dormida —sonreí—, por cierto, no dejo de ver ese hermoso culo —rei al ver cómo se cubrió—, duchate, en el clóset hay suficiente ropa para ti, iré a despertar a mi hijo.

Me puse de pie y salí de la habitación, camine hacia la de mi hijo, entre con cuidado y lo encontré sentado en el suelo con sus juguetes. Con cuidado me acerque a el y me senté en el suelo. 

—Buenos días campeón —acaricie su cabeza. 

—Hola papá —me sonrió. 

—¿Cómo te sientes esta mañana? ¿Algún dolor? 

—Nada papá, aunque tengo hambre ¿y mi mami?

—Mami debe estar dándose un baño —me puse de pie y lo cargué—, mandé a hacer mucha comida para ti, espero que comas todo. 

Salí de la habitación con el en mis brazos, me he dado cuenta que cada vez que lo alzo y se aferra a mi, mete su mano en mi cabello y mueve sus dedos , creo que es algo que le gusta. 

Lo senté en el comedor, Damon venía entrando. 

—¡Oh! —se detuvo al ver a Liam— ¿Es el? —asentí— Soy Damon, tu tío. 

—Soy Liam —extendió su mano. 

Le estrechó la mano a Liam, el me miro impresionado y yo sonreí de lado. Me senté en la cabecera de la mesa y Damon al lado de mi hijo. 

Comencé a recordar la llamada que me hizo mamá, comenzó a darme sermones, luego a emocionarse y por último a darme consejos sobre como ser un buen padre, de como debía comenzar a proteger a mi hijo entre otras cosas. 

No quise decirle sobre la enfermedad de Liam, no hasta que estuviera bien del todo. Por ahora solo me voy a ocupar de compartir con mi hijo. 


(...) 


Sonreí de lado al ver los billetes sobre la mesa, todos ordenados. Todos por las armas que se vendieron, todo fue perfecto, las ventas se elevaron esta semana y yo, estoy complacido. 

Mañana iré a los bares a los cuales les ofrezco protección para recibir los pagos. 

Di un fajo de billetes a cada uno de mis hombres por el buen trabajo que hicieron vendiendo las armas, esto es para que sepan que no deben traicionarme, solo conmigo tienen un pago jugoso y bien remunerado. 

—Lleven el dinero a la casa —ordené—, si falta un solo billete, les corto los dedos. 

—Si señor. 

Metieron los billetes dentro de las bolsas para llevárselos a la casa. Yo encendí otro cigarrillo y me sente en la silla, me sentía orgulloso de haber obtenido esa enorme cantidad de dinero. 

Por lo general no suelo obtener demasiado dinero con los bares y clubes. Hago mas dinero vendiendo las armas y ofreciendo protección. Hasta ahora he tenido algunos problemas con los dueño de los bares, pero más que todo con la policia. 

Domenico Antonetti, el jefe de la policia de Londres y lleva jodiendome la vida desde hace un tiempo, solo por que me cogi a su prometida, no es mi culpa que aquella chica había ido a uno de mis clubes, se me haya subido a la polla. 

El muy bastardo me culpa por eso, yo ni siquiera sabía que era su prometida. Luego de eso se dedicó a investigarme, ha tratado por todos los medios joderme pero no puede conseguirlo, todos tenemos un precio y la policía de Londres tiene el suyo. 

Yo soy el que les lleva las mejores armas y paga para que no me jodan en las fronteras y puertos. 

En algún momento el se cansará de joderme. 

Saqué mi teléfono al ver que era Elizabeth. 

—Muñeca —sonreí de lado. 

—Draco —se escuchaba mal—, tienes que venir a la casa —colgó. 

Apague el cigarrillo y salí del almacén para subir a mi auto y arrancar hacia la casa, no se que demonios esta pasando pero tengo que ir. 

Me importo una mierda saltarme los semáforos, los altos y llevarme a todos los autos por delante, pero debía llegar. 

Cuando lo hice entre y subí las escaleras, entre a la habitacion de Liam, Elizabeth estaba sentada en la cama. Una de las mucamas salio del baño de Liam con un balde de agua. 

—Aqui estoy. 

—Draco —se puso de pie y vino hacia mi—, Liam tiene fiebre.

—¿Que? Pero... Cuando me fui el estaba bien —miré a mi hijo. 

—No se que paso pero la fiebre apareció, le di sus medicamentos pero no cede. 

—Tu —miré a la mucama—, sal. 

Ella salió llevándose todo, yo me comencé a quitar el saco, solté el cinturón y me quité los zapatos para después hacerlo con el pantalón y así quedarme en ropa interior, caminé hacia Liam y le quité la ropa. 

—¿Que haces? 

No le respondí a Elizabeth, solo tome a Liam en mis brazos y entre a su baño. 

—Abre la regadera —Elizabeth la abrió y espere un momento para meterme con Liam, me senté con el en mi regazo el comenzó a quejarse y a llorar—, tranquilo, aquí estoy. 

—E-Esta fría papá... 

—Lo se, lo sé —mire a Elizabeth, ella estaba llorando—, Hey, mírame —lo hizo—, calmate un momento ¿si? —ella asintió— baja y dile a las mucamas que manden a preparar la camioneta, que llamen a Damon y vaya al hospital. 

Ella salió corriendo, yo seguía bajo la regadera con Liam, el estaba temblando en mis brazos, el agua estaba helada pero el seguia ardiendo. 

—Dámelo, hay que vestirlo. 

Elizabeth me lo quito de los brazos, tome una toalla y comencé a secarme. Salí del baño y ella estaba vistiendo a Liam. Yo salí y camine hacia mi cuarto para vestirme rápidamente, no se si lo que le esta pasando sea tan malo, pero lo que lei en el papel que me dio Elizabeth, había riesgo de recaer. 

Ya vestido volví a la habitación de Liam, lo tomé en mis brazos y el se aferró a mi. 

—Vamos. 

Ambos salimos de la casa a toda prisa, la camioneta estaba mas que lista, comencé a dar órdenes a diestra y siniestra para que me siguieran pero con cautela. Elizabeth subió y por ultimo lo hice yo. 

La camioneta arranco rápidamente, tome la mano de Elizabeth para brindarle calma pero no estaba funcionando, se nota que está asustada. 

Cuando llegamos, ella bajó de la camioneta e ingresó al hospital, yo bajé e hice lo mismo, ella venia con un medico y un par de enfermeras traían una camilla, al verlos retrocedí de inmediato y aferre mas a mi a Liam. 

—Draco, ponlo en la camilla —mire a Elizabeth, yo negué. 

—No, no van a lastimar a mi hijo, si lo hacen los mato a todos.. 

—Draco por el amor de Dios, pon a Liam en la camilla, deja que ellos lo revisen —sus mejillas estaban cubiertas de lágrimas. 

No tuve más remedio que dejar a Liam en la camilla y que se lo llevaran, atraje hacia mi a su madre mientras que mi vista no se despegaba de la puerta por la que se habían llevado a mi hijo. 


(...) 

Horas después. 


Caminaba de un lado a otro completamente molesto, habían pasado cinco malditas horas y nadie salía a decirme algo de Liam. 

Elizabeth había ido a su departamento a buscar los papeles de Liam, Damon estaba aquí y yo, trataba de mantenerme cuerdo. 

—Draco ¿puedes calmarte? —Damon me susurró. 

—No puedo maldita sea —mascullé—. Se llevaron a mi hijo hace cinco horas ¿como esperas que me calme? 

—Yo entiendo, pero debes mantener la calma ¿No la estás viendo a ella? —miré a Elizabeth— ella debe estar peor que tu. 

Maldita sea. 

Tiene razón, claro que tiene razon, yo a penas me enteré de la existencia de mi hijo hace poco, ella lleva toda su vida con el. Tome una fuerte y larga respiración y me acerque a ella, me senté a su lado y tomé su mano. 

No sabia que decirle, por que yo ni siquiera sabía cómo me sentía en este momento. 

Ella sostuvo mi mano con fuerza, no emitía un solo sonido, solo se mantenía en silencio, un silencio desesperante, al menos para mi. Quería creer que esto no era nada, que no había nada en Liam. 

Pero se que no es así. 

—Doctor —nos pusimos de pie— ¿como esta Liam? 

—Hicimos los estudios y lo que le traigo no son buenas noticias —hizo una pausa— Liam recayó, hay que comenzar con las quimioterapias cuanto antes... 

—¿C-Cuáles son los riesgos? 

—No lo sabremos hasta comenzar con los estudios, esperaremos una semana como la primera vez y si es necesario un trasplante, se hará. 

—¿Podemos verlo? 

—Si, está en su habitación, ya sabes donde es. 

Ella asintió y la seguí hacia donde comenzó a caminar, el area de pediatria era enorme, habían niños por todos lados. Ella entró a una habitación, luego lo hice yo. 

Entonces volvió aquel recuerdo de la primera vez que lo vi, pero esta vez era más duro por que tenía esa cosa en la nariz para darle oxígeno, el suero y la palidez de su rostro. 

Estaba molesto por esta situacion ¿Por que demonios le tuvo que pasar a el? ¿Por que? Si el debería estar en la escuela, corriendo, jugando fútbol, siendo un niño. 

Maldita sea. 

—Papá —salí de mis pensamientos al escucharlo. 

Me acerque a la cama y tomé la silla, Elizabeth lo único que hacía era llorar mientras lo abrazaba. 

—Hola campeón —tome su mano— ¿te hicieron daño? 

—No —negó—, solo tengo sueño. 

—Entonces duerme un poco para recuperes tus fuerzas, mandare a traer todos tus juguetes. 

—Gracias. 

Comenzó a dormirse, me recargué en la silla sin dejar de mirarlo, esto no es justo. 

—Si la quimioterapia no funciona —ella me miro— ¿hay que hacerle una cirugía? 

—Si, la de médula ósea —se puso de pie con cuidado—, pero ahora... Tengo miedo de que no funcione. 

—Hey no —me puse de pue y me acerque a ella—, claro que va a funcionar, soy su padre. 

—¿Y si no? —comenzó a llorar— ¿Y si resulta que no eres compatible con el? 

—Pues me importa una mierda eso —masculle—, si no lo soy, haré que todos en la ciudad se hagan análisis. 

—¿Que estas diciendo? —retrocedió asustada. 

—Lo que escuchaste —dije firme—, si yo no llego a ser compatible con Liam, buscaré la forma de que todos en la maldita ciudad se hagan estudios ¿entiendes? No me pienso quedar cruzado de brazos a ver como muere mi hijo. 

No planeo hacer eso, no pienso dejar morir a mi hijo por nada del mundo y si tengo que asesinarlos a todos para sacarles la sangre, lo haré. 

No pienso perder a Liam. 



Hola hola espero que esten bien y que el capítulo les haya gustado, prontito se viene drama entre este par jeje asi que esperenlo con ansias. 

¡Llegó a las mil lecturas! De verdad muchas gracias por tanto amor y apoyo 🥺✨

No olviden dejar sus votos y comentarios. 

Besos, Rosslix. 

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