Era una tarde tranquila para los oficiales Judy y Nick pues era su día libre y el siguiente también y como era su costumbre ambos amigos salieron a dar un paseo.
Había llovido bastante así que las calles se encontraban un poco indundadas.

Tenían año y medio de conocerse y aquel tiempo juntos los hizo unirse más tanto que había confianza de sobra como para pasar la noche en la casa del otro para pasar un divertido rato viendo una película o simplemente para charlar.
Ese mismo día fueron a una feria y se la pasaron de maravilla, sin dudas fue de las mejores noches que hayan tenido.

— Gracias por este maravilloso día, Nick — Decia Judy mientras abrazaba un conejo rosado de peluche que él había ganado para ella — Y gracias por esto

— Sabes que solo me importa hacerte feliz, zanahorias y me alegra que mi objetivo se haya cumplido

— ¿Mañana veremos esa película de la que tanto me has hablado?

— Por supuesto, espero no te de miedo

— ¿Miedo? Por favor, nada me asusta y lo sabes

— Lo se solo lo digo para molestarte — Ella le dió un golpe en el brazo — ¡Auch! aún no me acostumbro a tu fuerza

— En fin, con respecto a las vacaciones que nos dará Bogo ¿A donde te gustaría ir? bueno si quieres pasar tus días de descanso conmigo

La miró con ternura — Oh por supuesto que quiero pasarlos contigo, no se donde pero sea donde sea lo importante es que nos divertimos ¿Cierto?

— Cierto, bueno estaba pensando en acampar

— ¿Acampar?

— Si, es algo que a mis hermanos y a mi nos encantaba hacer de niños y me parece buena idea, no se que pienses tu

— Pienso que es buena idea, digo nunca he ido de campamento pero suena divertido

— Lo es en definitiva, dormir a la interperie es genial y lo mejor es que podemos asar malvaviscos, recorrer el bosque, etcétera

— Entonces está dicho, iremos a acampar — Se frotó los brazos — Vaya si que hace un poco de frío

— Lo se

— ¿Estás bien?

— Lo estoy de hecho no tengo nada de frío, esto no se compara con caer en agua helada durante los entrenamientos de la academia

— Lo se y es horrible esa sensación

Y sin verlo venir un auto pasó por un gran charco de agua empapado completamente a la coneja, Nick observaba molesto al vehículo irse.

— Hijo de... ¡Si tuviera mis esposas ahora no dudaría en arrestarte! — Le gritó

— Nick cálmate, estoy bien

— Pero estás toda mojada y a ese maldito infeliz ni siquiera le importó, si antes no tenías frío ahora lo tienes. Mi casa está cerca así que vamonos rápido para que puedas secarte

Un par de cuadras después llegaron a un viejo edificio conocido como "The Wild Zone" donde solían habitar los depredadores de pequeño y mediano tamaño, después de subir 5 pisos entraron al departamento del canido el cual era reflejo relajado y sencillo del joven zorro.
Se apresuró en darle a su amiga una toalla limpia y ayudarle a secar sus orejas.

— Creo que tendrás que darte un baño, esa agua estaba muy sucia

Esa sería la primera vez que tomaría una ducha en casa de su amigo lo cual para muchos no sería la gran cosa pero para Judy era otro nivel a la confianza que se tenían, no le quedó más que asentir y dirigirse al cuarto de baño donde tímidamente se retiró sus prendas mojadas y olorosas, abrir la ducha y meterse a está, dió un respingo al sentir el agua fría sobre su pelaje por varios segundos hasta que finalmente tenía la temperatura adecuada.

Mientras se enjabonaba escuchó la puerta abrirse seguido de unos pasos que la alertaron.

— Siento por entrar así, pelusa pero debo llevar tu ropa a la tintorería ya que apesta, así que cuando salgas ponte esta camisa ¿Ok? ahora saldré y... — Se tropezó

La peligris no pudo evitar reírse— ¿Tienes los ojos cubiertos?

— Si, no iba a entrar sin cubrirme los ojos, soy muy respetuoso, bueno ya me voy — Y salió

Judy salió de la ducha y seco su cuerpo, después tomó la camisa que le había prestado él, notó que era una de las que siempre usaba, la olfateo y noto además del olor a detergente una fuerte colonia aquella que se había acostumbrado. Era su favorita sin dudas. Se le colocó con un poco de incomodidad pues sería lo único que traería puesto.

«Prácticamente estaré semidesnuda»

Sacudió su cabeza saliendo de su trance (No quería comerse la cabeza con eso), y fue a la recámara donde sin dudarlo se recostó en la pequeña pero muy cómoda cama. Se sintió sumamente inquieta, tal vez se debía a la colonia que poco a poco la volvía loca.

Nick era todo para ella, su mejor amigo, en el animal con el que podía contar para lo que sea y cuando sea... Parte importante de su vida, pero ese mismo momento su perspectiva cambio pues el hecho de estar en su cama, con su camisa puesta y oler su peculiar aroma una y otra vez embriagandola la hacian pensar en otro tipo de cosas.

Inconcientemente empezó a tocar su zona íntima mientras olía la camisa, al darse cuenta de lo que hacía no paro sino que se prometió a sí misma hacerlo en esa ocasión y ya. Sería la primera y última vez en que se masturbaria pensando en su amigo.

Sus jadeos se fueron convirtiendo en gemidos cada vez más fuertes, sus dedos aumentaron la velocidad, los humedecia y nuevamente los volvía a ingresar a su humeda cavidad. Al cabo de unos minutos llegó al orgasmo y echó la cabeza hacia atrás mientras trataba de regular su respiración y volver a la realidad.

Se había masturbado pensando en Nick, era algo grave según ella ya que solo eran amigos.

«¿Es lo qué crees? Obviamente esto significa una cosa» Ignoró ese pensamiento.

Nick quien al entrar a su departamento se percató de un ruido extraño provenir de su alcoba así que fue hasta ahí, cual fue su sorpresa al ver a su amiga tocarse y gemir como si no estuviera consciente de que ya no se encontraba sola.

«Oh por dios... Me estoy excitando»

No podía dejar de mirarla, es más ni quería dejar de hacerlo, tal vez era normal en los animales explorar su cuerpo pero nunca se imaginó presenciar a su compañera hacerlo, sentía que invadía su privacidad pero al mismo tiempo sentía unas enormes ganas de acercarsele y encargarse de brindarle placer pero se resistió lo más que pudo ¿Cómo de una simple tarde entre amigos pasó a esto?

Al ver como gemia por última vez lo hizo morderse la lengua para así evitar soltar un sonido de placer.

«Ok Nick, es momento de actuar con normalidad y tratar de olvidar eso... Será imposible»

Respiró profundamente e ingreso a la habitación, Judy rápidamente se acomodó la prenda y actuó lo más normal posible.

— Oh, hola

— Hola, veo que mi camisa te quedó bien

— Si, asi fue

— Tu ropa estará lista mañana así que te quedarás a dormir

— Si, pero puedo dormir en el sofá como las veces anteriores

— Nada de eso, dormirás en está cama

— Ok pero tu también lo harás

Se sorprendió pero solo asintió con la cabeza para después recostarse a su lado evitando hacer contacto visual.

— Entonces ¿Qué hacías mientras no estaba?

— ¿E-Eh?

— ¿Qué hacías mientras no estaba, acaso revisaste mis cosas?

— Oh eso, no, para nada

— Ok, solo tenía curiosidad y...

Entendió de inmediato a que se debía esa pregunta — Me oíste

— Y también te vi, si

— Dios mio, que vergüenza — Se cubrió el rostro con ambas patas pero él la obligó a verlo a los ojos — Lo lamento, Nick, no debí haberlo hecho en tu cama y mucho menos con tu camisa puesta, no se lo que me pasó, yo...

Puso un dedo en sus labios haciendola callar — No tienes que disculparte por algo que es completamente normal

— Pero en tu cama no

— Eso es lo de menos, está bien que explores tu propio cuerpo es más es algo que yo también hago

— ¿De verdad?

— Si, cada noche

— No puede ser, no te creo

— ¿Encerio lo dudas? También tengo ese tipo de necesidades, zanahorias

— Lo se y lo entiendo perfectamente pero no puedo creer que tu... Es decir no te imagino haciéndolo

Ante esas palabras, Wilde sonrió pícaro.

— ¿Y no te gustaría verme?

— ¿Qué?

— Lo que oíste, si no crees que lo haga entonces me tocaré frente a ti y así verás que no miento

Esa idea estaba mal pero tenía bastante curiosidad así que asintió.
El canido sin pena alguna comenzó a masturbarse sobre la prenda, teniendo su mirada en la conejita todo el tiempo.

— Oh vaya

— ¿Ahora ves que decía... la verdad?

— Ya vi

— Bien creo que con eso es suficie...

— ¡Espera! No te detengas

— Pero...

— Sigue haciéndolo, debo admitir que me gusta verte haciendolo

No se creía lo que acababa de escuchar pero si ella lo pedía ¿Para que negarse?

Colocó su pata en las prendas pero al no ser suficiente optó por quitarse todo y quedarse completamente desnudo. Judy ya no pudo aguantar más así que se subió encima suyo, estaba por quitarse la camisa pero fue detenida.

— Dejatela, te ves sexy con ella

Se demostraron lo mucho que se deseaban, aquellos sentimientos habían estado guardado por meses y era bueno para ellos que salieran a la luz. Pero sabían que en el fondo había mucho más.

Judy se separó de él inesperadamente.

— ¿Sucede algo,. Zanahorias?

— Yo...

— ¿Acaso esta será tu primera vez?

— ¿Qué? No, es solo que ¿Crees que esto es lo correcto?

— Si te refieres a que somos de diferentes especies, yo no tengo problemas con eso

—¡ No es por eso!

— Entonces dímelo porque no te entiendo

— ¡Somos amigos! Lo nuestro se volverá incómodo si esto sucede

El canido no sabía que decir ante eso, tal vez sea cierto pero en verdad queria estar con ella esa noche. 

— Pues yo no lo creo así, Judy, ambos lo queremos ¿No?

— Pues si

— Ambos somos adultos que conocen perfectamente lo que está bien o está mal, así que no creo que esto esté mal hablando por lo de nuestra amistad — Besó su cuello — Yo te deseo linda, lo he hecho desde hace tiempo

— Espera... ¿Tu qué?

— Si lo que oíste, yo también pensaba que era malo tener esos sentimientos por nuestra amistad, pero después pensé que si ambos nos deseamos podíamos hacerlo 

— ¿Osea que seamos amigos con derechos?

— Exactamente, bueno si estás de acuerdo con eso, tampoco voy a obligarte a... 

— Si quiero, lo deseo

Él simplemente sonrió y volvió a besarla. Ingresó cuidadosamente en ella haciéndola gemir su nombre.

— Adoro escucharte decir mi nombre de esa forma

— Y yo adoro... ¡Ahhh! sentirte dentro mío

Cambiaron de posición, quedando el pelirrojo encima suyo enbistiendola un poco más fuerte y rápido. Ellos nunca pensaron que tener sexo con alguien diferente a su especie fuese tan increíble.

No supieron exactamente cuánto tiempo había pasado pero en verdad que lo disfrutaron a sobre manera. De repente Nick termino dentro, Judy jadeó ante la sensación y gimió lo más fuerte que pudo, cubriendo su boca lo más rápido posible para no ser escuchada por los vecinos.

Se recostaron y se besaron, no podían describir aquello. Minutos después se quedaron profundamente dormidos.

Los días pasaron, cada noche la pasaban juntos y seguían saliendo normalmente. Pero Judy ya no se sentía cómoda con eso, cosa que Nick captó de inmediato, así que una noche decidió hablar con la lagomorfa.

— ¿Estás bien, zanahorias? 

— Si

— Humm yo no lo creo, por lo regular desde que hemos tenido sexo eres la que tomas la iniciativa

Suspiró — Está bien, ya no quiero seguir con esto

— ¿Ya no quieres seguir teniendo relaciones conmigo?

— No... Quiero ser algo más

Había esperado tanto para escuchar esas palabras, la abrazó y depositó un beso en su frente.

— Siendo sincero yo también... Te amo

— Oh Nick, yo también te amo — Lo besó y se sentó encima suyo — Pero quisiera seguir teniendo sexo

— Más bien hacer el amor — Le acarició sensualmente la espalda

— Exactamente. También deseo despertar a tu lado cada mañana, usar tu camisa, aspirar tu dulce aroma

— ¿Pasar el resto de tu vida al lado de este apuesto zorro?

— Claro

Y así inició la historia de amor de quienes eran los más inseparables compañeros.