(Versión humanos).

Judy estaba angustiada, en el ZPD organizarán un baile de recaudación de fondos y tenía un pequeño inconveniente con eso. No sabía bailar muy bien.

Nick por el contrario le parecía buena manera de pasar el tiempo ya que esa semana las misiones se habían vuelto rutinarias. Tenía planeado invitar a su buena amiga ya que no quería invitar a alguien más, además sabía que ella muy pocas veces había asistido un baile debido a sus responsabilidades y se sentiría más segura si iba con él.

Después de su turno, el zorro buscó a la coneja, pero al no encontrarla en ninguna parte decidió preguntarle a Garraza.

— Salió 15 minutos antes, estaba algo triste

— ¿No te dijo por qué?

— No, pero creo que es sobre el baile del sábado

— ¿Ah sí? Bueno creo que yo puedo resolver eso 

Momentos después ya estaba frente a la puerta de la chica y tocó, ella lo dejó pasar alandolo de la muñeca.

— Nick, tengo un problema

— Lo supuse por tu repentina huida ¿Qué sucede?

— Es sobre el baile... no se si quiera ir

La hizo sentarse en la orilla de la cama — ¿Por qué no quieres ir?

— No se bailar muy bien — Él comenzó a reír — ¿Ahora te ríes?

— ¿Eso es lo que tanto te preocupa? Creí que era algo más grave

— Es un grave problema para mí, no quiero hacer el ridículo

— Entonces necesitas unas lecciones

— ¿Y tú serás mi maestro?

— Claro, no es por presumir, pero soy un gran bailarín. Puedo mostrarte unos pasos que van a salvarte de hacer el ridículo

Sonrió agradecida — Agradezco a la vida de tenerte

— Lo mismo digo. En fin, empezamos mañana después del trabajo vamos a mi departamento y ensayamos

— Me parece perfecto

...

Tal y como lo habían dicho, terminando el trabajo se dirigieron al departamento del pelirrojo para darle clases de pasos básicos.

— Bueno, podemos empezar con vals, que es lo más típico ¿Te parece?

— Si, por suerte traje unos tacones, tú sabes, para poder acostumbrarme a bailar con ellos

— Excelente, ven aquí — Colocó música lenta, la tomó de la mano y puso la suya alrededor de su cintura  — Lo más importante es que mantengamos la vista en el otro en todo el momento, no te preocupes por pisarme o algo así, concéntrate en nosotros ¿Está bien? 

— Está bien — Dijo en un susurro

Nunca lo había visto tan de cerca, pudo notar algunas pecas casi imperceptibles, sus hermosos ojos verdes brillaban con intensidad, viéndola a ella en todo momento y sobre todo, sus labios, se preguntaba que tan suaves eran y como sabrían. La verdad es que desde hace meses había comenzado a sentirse atraída hacia el pelirrojo, pero no encontraba la manera de hacercelo saber ya que pensaba que la rechazaría por no ser de su misma especie.

El tenerlo tan cerca, aspirar su masculino aroma la comenzaban a sentirse cada vez más ansiosa por romper aquella barrera de contacto.

Mientras tanto, Wilde admiraba el rostro de su compañera, admitiendo que era bastante atractiva. Al igual que ella su aroma lo hacían sentir ansioso.

— ¿Y, ya cambiaste de opinión con respecto a ir? Porque siendo sincero estás bailando muy bien — Trató de sonar lo más tranquilo posible

— Si, aunque pensándolo bien no tengo pareja

— Ya la tienes, es obvio que irás con tu maestro de baile ¿Al menos que estés considerando a alguien más?

— No, claro que iré contigo, me sentiría mucho más cómoda estando contigo

— Excelente

Ni siquiera se percataron de que la música había terminado. Judy estaba por soltarse de su agarre para descansar, pero perdió el equilibrio aunque por suerte Nicholas logró sostenerla a tiempo, abrazándola por detrás.

— ¿Estás bien?

— S-Si, eso creo

Se percató de algo duro rozando su trasero, era el miembro del joven oficial que ni siquiera se sintió avergonzado por aquello, en cambio Judith si y nuevamente intentó safarse de su agarre, sin éxito alguno.

— N-Nick...

— Shhh — Ágilmente la recostó en la cama, se subió sobre ella y empezó a besarla con algo de desesperación — No hables, solo disfrutalo ¿Ok? — Besó su cuello, desbotono la camisa azul y dejó un camino de besos húmedos desde su cuello hasta su escote

— Ahh ¿Qué haces?

— Creí que era obvio, probandote un poco... deleitandome contigo

Eso se  sentía bastante bien, pero no era lo correcto. Finalmente pudo alejarse de este, de inmediato él se dió cuenta de que lo que hizo estuvo mal.

— Lo siento mucho, zanahorias, no se que me pasó yo..

Sin pensarlo dos veces le dió una bofetada y salió de ahí mientras volvía a abotonar su camisa.

Llegó a su departamento y cerró la puerta para después quitarse la ropa y meterse a la ducha. No daba crédito a lo que había pasado, o más bien lo que estaba por suceder. Lo quería, si, pero no consideraba correcto el acostarse con él sin compromiso alguno o de perdido confesarle sus sentimientos.

Recordó sus labios recorriendo su piel, su aroma, su respiración... No estaría tranquila después de eso.

Mientras tanto, Nick tomaba directamente de una botella de tequila. Se sentía una basura al haber querido aprovecharse de su buena amiga. Él nunca se habría imaginado que le haría eso.

Y si en el pasado fue un mujeriego, pero al haberla conocido había decidido que dejaría esa faceta suya atrás. Siempre había actuado un tanto coqueto y atrevido con las hembras, pero con Judy era todo lo contrario, a ella le debía respeto y el haber roto su promesa de no jugar con sus sentimientos quería morirse, por romper una promesa.

Le mandó un par de mensajes, pero está se negó a contestarle, así que optó por hablar con ella en persona al día siguiente. Empezando su patrullaje, ya ambos en el auto respiró hondo, listo para ofrecerle una disculpa.

— Zanahorias...

— No, Nick, no hay nada de que hablar 

— Si tan solo me dejaras...

— Ya te dije que no

No iba a quedarse de brazos cruzados, así que tomó el volante obligándola a estacionarse a inicio del distrito forestal.

— Vas a escucharme quieras o no, pelusa

— Pero...

— Me siento mal por lo de anoche, lo digo encerio, se que no vas a perdonarme y lo entenderé perfectamente. No se que diablos me sucedió y te juro que jamás volvería a hacer algo que te haga daño. Lo lamento mucho, Judy

Está suspiró y se atrevió a verlo — Te perdono

— ¿De verdad?

— Si, escucha, eso no es correcto ya que somos de distintas especies. Un zorro no puede estar íntimamente con una coneja

— ¿Y por qué no?

Se sonrojo hasta el cuello — Porque no, la diferencia de tamaño es enorme

— Hey, no tanto — No pudo evitar reírse ante eso

— No bromees esto es serio

— Perdona. En fin, en lo personal no pienso lo mismo, tal vez la diferencia de tamaño es un poco grande, pero yo creo que si se puede tener relaciones con alguien que no sea de tu especie

— Pero siendo sincera, eso no es lo que me inquieta

— ¿Entonces?

— Yo... Olvídalo, es vergonzoso

De inmediato captó a lo que se refería — ¿Así que eres virgen?

—¡No lo digas en voz alta!

— No tienes de porque avergonzarte por nunca haber tenido sexo. Te entiendo si te hice sentir presionada e incómoda con casi hacerte tener tu primera vez sin tu consentimiento. No volveré a hacerlo, lo prometo

— Gracias, en fin, debemos trabajar

...

El sábado llegó y con el, el gran baile. La conejita se alistó desde temprano, cuando ya tenía puesto su vestido se observó frente al espejo. No podía creerselo, se veía bastante bien.

El vestido largo negro se adhería a su cuerpo a la perfección, no se consideraba atractiva pero tal vez debía tener otro punto de vista. Se maquillo y bajo, donde un Nick en esmoquin ya la esperaba y su boca formó una "O" debido a la impresión.

— Hola Nick, luces muy apuesto

— H-Hola... — Carraspeó — Tu luces mil veces mejor, linda — No pudo evitar las ganas de darle un beso en la mejilla

Se sonrojo ante eso, pero de inmediato recobró la compostura y le sugirió irse.

Minutos después llegaron al lugar del baile en la comarca de la sábana. Todos tuvieron la mirada sobre el dúo la mayoría de la noche, más cuando la música lenta inició y el zorro la invitó a bailar.

— ¿Me concederías está pieza? — Le extendió la mano y al está aceptar la llevó al centro de la pista y comenzaron a bailar — Recuerda tu lección ¿Ok?

Oh claro que la recordaba, eso y las miles de sensaciones que sus besos y caricias le hicieron sentir.

Se atrevió a verlo a los ojos mientras sus brazos rodeaban su cuello. Su corazón martilleaba a mil por hora, su respiración se entrevistó y la temperatura en el ambiente aumento un par de grados, o más bien era ella.

Wilde también estaba de igual manera, e incluso un poco más. Tenían que irse de ahí de inmediato. 

La tomó de los hombros y la llevó a fuera, pidió un taxi y ambos subieron, aunque ella no tenía idea de lo que su amigo pensaba. Al llegar al departamento del cabildo Judy supo de inmediato que era lo que pensaba.

Sin decir nada entraron al edificio y posteriormente al departamento.

— Nick ¿Qué estás... — No pudo terminar la frase ya que la besó con suma desesperación. Le correspondió de inmediato, dándole a entender que quería llegar a más. La recostó sobre la cama no sin antes de quitarle el vestido — Por favor... se salvaje

Sonrió malicioso — Como desees

Se le hizo agua a la boca cuando la vio en ropa interior, aunque la coneja no se conciderara con un cuerpo como las otras chicas, para el zorro ella no necesitaba de tener un cuerpo de "super modelo" ella era perfecta tal como es. 

Tal como le había pedido, fue salvaje, pero un poco ya que no quería lastimarla demasiado. Cuando ya estaba completamente desnuda, él se despojó de sus prendas también, la peligris arqueó una ceja y se relamio los labios al ver a su amante sin nada puesto. Estaba más que lista para lo que seguía.

Sin esperar a más entró en ella con cuidado, escucharla gemir su nombre luego de un minuto de acostumbrarse a la sensación era música para sus oídos. Gruñó cuando la chica movió su pelvis y clavó sus uñas en su espalda. En respuesta el canido clavó sus colmillos en su hombro haciéndola quejarse del dolor.

— Lo siento, yo... — Fue besado tiernamente para callarlo

— No te preocupes, solo no lo hagas muy fuerte... pero si acelera el ritmo — Le sonrió coquetamente

La embistió más fuerte y rápido. Minutos después ambos llegaron al clímax al mismo tiempo. Intentaron un par de posiciones más hasta quedarse dormidos.

Había sido un baile inolvidable, una noche inolvidable.

Judy había decidido no confesarle sus sentimientos, al menos no creía que era el momento, pero si seguían teniendo uno que otro encuentro... hasta que Nick una noche se dió cuenta de que en realidad estaba enamorado de su mejor amiga.