Zutara
"Una segunda oportunidad"
No era la primera vez que el Señor del Fuego visitaba el lago de los Pato-tortuga, tampoco iba a ser la ultima.
Ese seria su castigo, solo le quedaba vivir con las consecuencias de sus actos y los recuerdos que siempre estarian en su mente junto a ella.
Flashback
Desde que la guerra habia terminado cuatro años pasaron, Zuko se encargo de restaurar la paz en el mundo junto con el Avatar y sus amigos.
Cuidar de toda una nación no era tan sencillo como lo habia pensado, pero pudo sobrellevar esa dificil tarea gracias a su Tio Iroh quien se tomaba el tiempo de visitarlo y ayudarlo cada vez que podia.
Y como olvirse de la maestra agua.
Se llevaba bien con todo el equipo Avatar pero ella era especial. De alguna manera siempre lograba alegrarle el día, con charlas en el jardin, entrenamientos, incluso lo ayudaba con alguno de sus deberes.
Su naturaleza honrada la hacia asi, y el no podia estar más agradecido con Agni por la amistad que formo con la maestra agua.
Pero al pasar los dias, el Señor del Fuego deseo que esa amistad se convirtiera en algo más.
Ver al Avatar cerca de ella hacia que su sangre hirviera de rabia, Zuko sabia que no tenia derecho a sentirse asi ya que él era su novio pero aun asi le daban ganas de quemar todo.
Hasta que al fin se dio cuenta de algo que paso por alto.
Celos.
Estaba celoso y por más que lo negara sus acciones lo contradecian.
Al principio penso que se trataba de esos tipicos celos de amigos en donde el temor de perder a temor de der reemplazado por alguien más estaba presente, luego entendio que esos celos que sentia eran solo por una cosa...
Amaba a la maestra agua.
Admitirlo fue como quitarse un peso de encima, al fin sabia a quien queria para toda la vida. Lo unico que faltaba era decircelo.
Estaba conciente que de por medio estaba Aang pero aun asi no perdia nada intentandolo, o sino tendria que guardarselo por el resto de su vida y no lo soportaria.
Era de noche en la Nación del Fuego, Zuko caminaba decididamente buscando a la ojiazul por los pasillos del palacio. Le diria lo que sentia por ella, él estaba seguro que esa noche todo cambiaria.
La encontro en el jardin, alimentando a los patos-tortuga, eso se habia vuelto como un habito para ella. Estaba apunto de acercarse a ella pero la precencia del maestro aire hizo que se detuviera. Se escondio detras de unos arboles y escucho la conversación.
- Escucha Katara, yo... - se paso una mano por por la nuca y un leve sonrojo tiñeron sus mejillas.- Pues, hemos sido novios por casi cuatro años y queria saber si...- dejo las palabras al aire y dejo de mirarla.
- Aang, ya sueltalo.- lo insito la morena.
El monje dio un leve suspiro y saco un objeto de su bolsillo.
- ¿Quisieras casarte conmigo?.- pregunto mostrandole un collar hecho por el mismo casi identico al que traia ella en el cuello.
- Aang, con gusto seria tu esposa pero...- el Avatar no la dejo terminar de hablar ya que sus labios atraparon los suyos en un tierno y fugaz beso.
El Señor del Fuego presencio la escena y apreto la mandibula, se sentia como un completo idiota pensando que la maestra agua corresponderia sus sentimientos. Y se sentia como un completo idiota por el solo hecho de estar ahi. Volvio sobre sus pasos con el semblante serio hasta desaparecer.
Katara parpadeo un par de veces y empujo a Aang.
- ¿Q-qué sucede?
- No me dejaste terminar.- tomo aire y lo vio directo a los ojos.- Antes hubiera aceptado casarme contigo pero ahora me siento insegura sobre mis sentimientos. Creo que me enamore de alguien más.- dijo lo ultimo muy apenada.
El Avatar no podia creer lo que escuchaba, siempre penso que ella lo amaba, eso le cayo como un balde de agua fria. Tan sorprendido estaba que no podia pronunciar palabra alguna.
- Lo siento.- fue lo ultimo que dijo la ojiazul para luego caminar en dirección contraria.
- Si algun día me necesitas...- murmuro Aang.
Katara lo vio de reojo.
- ... estare esperandote.- dijo tratando de aguantar el dolor.
- Gracias.- sonrio levemente.
(...)
Zuko estaba encerrado en su oficina revisando algunos papeles tratando de distrairse y no pensar en cierta chica morena.
De repente tocan la puerta.
- Adelante.- hablo sin despegar la vista de los documentos que leia.
- Zuko.
El ambarino se tenso al oir esa voz y trato de fingir tranquilidad.
- ¿Qué quieres? Estoy muy ocupado.- respondio toscamente.
A Katara le sorprendio el tono de vos que uso, él no era asi. Hizo una sacudida mental y se armo de valor para acercarse al pelinegro con la mejor de sus sonrisas.
- Tengo algo que decirte.
Zuko creyo que le daria la noticia de su futura boda con el maestro aire pero él no queria oirlo de ella, no podria aguantarlo.
- Ahora no tengo tiempo para hablar contigo, asi que retirate.
- ¿Por qué me hablas asi?.- pregunto temerosa.
- Lo siento, si quieres palabras tiernas pideselas a tu novio. ¡Ahora Vete, campesina!
- ¡¿Oye, cual es tu problema?!
- ¡Me estorbas! Ese es problema.
Katara apreto los puños y lo fulmino con la mirada.
- ¡Bien! Si te molesto tanto ¡Me voy!
Se dirigio a la salida y dio un portazo antes de salir.
Zuko relajo su semblante y sujeto su cabeza con ambas manos. En su mente se repetia una y mil veces que lo que hizo estaba bien sin embargo muy en el fondo sabia que se arrepentiria por perder a alguien tan importante como Katara.
Despues de unos meses en todo el mundo corrio la noticia de la boda del Avatar y la Maestra agua. Y para desgracia de Zuko seria en el Templo del Aire del Oeste ubicado en la Nación del Fuego.
Fin del flashback
Zuko invento varias escusas para no asistir a la boda, simplemete no estaba preparado para verla otra vez.
Se levanto del cesped con la mirada perdida. Ya nada tenia sentido para él. Lamentarse tampoco cambiaria la realidad.
Se dispuso a volver al Palacio y continuar con su vida, su triste y aburrida vida.
Pero una enorme sombra llamo su atención. Cuando alzo la vista se sorprendio de ver al bisonte del Avatar sobrevolar sobre el jardin. Appa aterrizo y Zuko se acerco a él. Hubiese esperado al Aang, a Sokka o a cualquiera, menos a la chica que se asomaba desde la silla de montar y lo observaba fijamente.
Ambar y Azul chocaron por unos instantes hasta que Katara decidio bajar y acercarse a él.
El pelinegro la observo de pies a cabeza.
La morena lucia un hermoso vestido tipico de su tribu, con muchos adornos en la falda y mangas. Un vestido de novia muy hermoso, debia admitir.
- Katara yo...- quiso roper el silencio.
- Dejame hablar ¿si?.- hablo cortantemente.
Zuko se tenso para luego asentir.
- ¡Eres un idiota!¡No piensas antes de actuar, dificilmente se puede hablar contigo, eres terco y no te entiendo! Pude haberme casado con Aang.- Lo regaño con los puños apretados.- Pero no lo hize.- bajo la mirada mientras se relajaba.- Porque te amo, no me importa como me trates yo igual te seguire amando.
El ambarino se sorprendio por aquella confeción, fue tan rapida que por un momento le parecio haber oido mal.
Ella seguia en su lugar, temblando y derramando silenciosas lagrimas.
Zuko poso una mano sobre su mejilla morena y la obligo a mirarlo.
¿Como pudo haber sido tan tonto? Ella lo amaba y él la trato de la peor manera, no merecia perdón. Sin embargo alli estaba la ojiazul, tan testaruda como él, fiel a su corazón.
Se acerco a ella lentamente, sus labios se rozaron en un tierno beso, habia miedo por parte del Señor del Fuego, aun creia que no era digno de la maestra agua.
Ella sin ninguna preocupación, rodeo sus brazos por su cuello intensificando el beso, eso le dio más seguridad al ambarino y se dejo llevar.
De ahora en más, su detino estaba ligado con la de ella, y claro habran obstaculos pero eso no hara que deje de amarla. Porque aprovecharia la segunda oportunidad que la vida le dio.
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N/A: Perdonen la tardanza estuve bloqueada ultimamente nwn'
Espero que les haya gustado<3
~Bye
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