03
🔞 Advertencia:
Este capítulo contiene contenido +18 con dinámica d/s si este tipo de contenido no es de tu agrado puedes saltarlo, sino tienes problemas con eso, adelante.
˖ ूʚ sumisión ɞु ˖
Había sido un día sumamente cansado para Yoongi, si bien solo era el bibliotecario de la biblioteca Nacional de Seúl, habían días demasiado largos y estresantes en donde tenía que ayudar a a estudiantes con la búsqueda de libros en donde a veces pasaban largas horas aburridas.
Su reloj marcaba las cinco menos cuarto. Esos seguramente serían los quince minutos mas largos de su vida. Espero y espero hasta que el reloj al fin marco las cinco, tomó su mochila y guardo el libro que había estado leyendo durante esa semana, colgó su mochila en uno de sus hombros y suspiro de satisfacción.
— Adiós, Marta. Nos vemos el lunes —Se despidió a lo cual la mujer solo le dió un asentimiento de cabeza y una sonrisa.
Caminó sin prisa hacia la puerta y encontró a Jonah esperándolo para irse juntos. El camino fue silencioso, apenas y habían cruzado plantas durante el trayecto. Los pensamientos de Yoongi estaban centrados en una tan sola persona, Jimin. Apenas se habían visto unas cuantas veces durante la semana. Él había estado ocupado con el entrenamiento de una nueva bibliotecaria, y Jimin había estado demasiado ocupado con cosas del trabajo. Pero ahora, por fin era viernes, un fin de semana solo para ellos dos, en donde podía dejar sus preocupaciones del lado dejar todo en la manos de Jimin, someterse a su control total, entregarle su sumisión.
— Ya llegamos, Yoongi. —Le dijo Jonah haciendo que el antes mencionado saliera de su aparente trance. Miró por la ventana, las luces de la parte superior de la casa de Jimin estaban apagadas y por alguna razón sintió un escalofrío recorriendo su espina dorsal.
Bajó del auto y se dispuso a arreglar sus ropa, aunque estaba seguro de que no duraría mucho con ella, después de todo Jimin había sido muy específico sobre como serían las cosas este fin de semana —Gracias por traerme Jonah, espero que todo salga bien con Kelly —le dijo deseándole la mejor de la fuertes con su domme.
— Gracias, Yoon. Recuerda llamarme mañana por la mañana, o cuando despiertes. —Sonrieron y se despidieron, Yoongi se quedo después hasta que lo vió alejarse por la calle y cruzar en la siguiente esquina.
Suspiró no sabiendo si era un suspiro de alivio o de cansancio. Caminó hasta la estrada de la casa, abrió la verja y camino por los jardines, se detuvo solo un momento a observar los jazmines que él y Jimin habían plantado la semana anterior, fue un día grandioso y divertido, tanto así que el solo recordarlo lo hizo sonreír de manera involuntaria.
Caminó con gracia hacia la puerta y una vez ahí llamó a la puerta. Unos segundos después Jimin apareció frente a él, no estaba sonriendo, lucía severo, y entonces se dio cuanta de que éste ya había entrado en su estado de ánimo como dominante. — Buenas noches Yoongi — dijo haciéndose a un lado para dejarlo pasar.
Yoongi, por su parte, no perdió tiempo, sabía muy bien que a su señor no le gustaba que lo hicieran esperar. Entró a la casa, dejó la mochila a un lado y se arrodilló a sus pies con la cabeza gacha: — Buenas noches, señor —Contestó y esperó las siguientes indicaciones de Jimin.
— Me serviras en el comedor en quince minutos, luego me unire a ti — Le indicó con aquella voz áspera y firme que tanto le gustaba. Él se levantó con toda la gracia que tenía en ese momento, aun le faltaba un poco para poder llegar a su espacio sumiso, pero estaba seguro de que sirviéndole en el comedor lograría llegar.
Caminó solo con los calcetines puestos y llegó a la cocina. Al menos hoy no tendría que cocinar, Jimin ya había cubierto esa necesidad. Le había dicho hace un par de días que se sentía cansado y estresado, seguramente por eso tomó la decisión de cocinar y solo dejarle el servicio a él, era uno de los pequeños detalles que él realizaba en calidad de dominante y que le hacían saber que además de ser duro e inflexible, también tenía un lado suave para él.
Revisó el horno con cautela dándose cuenta de que había cocinado un gratinado de pollo para ambos. Sacó las cosas del horno y sirvió la mesa con sus respectivos cubiertos y la copa de vino que Jimin tomaba cada noche del fin de semana. Para su amo la etiqueta era algo importante y que según él le ayudaba a mantenerse en su papel de sumiso y a estar atento a las necesidades de su amo.
Miró el reloj y aun faltaban unos minutos para que Jimin apareciera en la cocina, miró la mesa revisando que todo estuviera bien y correcto y entonces se arrodilló al pie de la mesa, su cabeza estaba gacha y sus pensamientos centrados en servir a su señor, pero a la vez pensaba en su collar, Jimin le había dicho que no quería una relación de veinticuatro/siete, a él no le gustaba ver a Yoongi en su estado de ánimo sumiso durante la semana, le gustaba verlo soltarse y comportarse como el inmaduro que podía llegar a ser. En teoría, eran una pareja normal durante la semana, pero un dominante y un sumiso durante sus fines de semana. Jimin lo collarizaba los viernes por la tarde cuando llegaba de trabajar, y le quitaba el collar los domingos a las cuatro por la tarde. Solo esperaba que él le llamara después de la cena para collarizarlo, el solo pensarlo lo encendía por dentro.
Pensaba cada vez mas, pero tuvo que relajarse, normalmente Jimin era muy observador y se daba cuenta cuando pensaba demás y se encontraba tenso pero no le quedo mucho tiempo para pensar cuando escuchó sus pisadas acerca acercándose, caminó a su lado y acaricio su cabello levemente —Muy bien, yoongi. Me complace mucho la forma en que me has servido el día de hoy —Le alabó, eso lo hizo sentirse satisfecho consigo mismo.
— Gracias, señor — respondió, la gratitud también era importante para su amo.
—Hazte un plato y unete a mí para la cena —le pidió y se sentó a la mesa para comenzar con su cena. Yoongi se levantó, preparó un plato y se sentó a la mesa frente a él.
La cena fue silenciosa, pero no era un silencio incomodo, solo era él disfrutando del silencio de Jimin y viceversa. Levantó la mirada y se dio cuenta de que la copa de Jimin se encontraba vacía, así que se levantó para poder servirle un poco mas de vino, pero Jimin no lo dejó: —Estoy bien en este momento, Yoongi —dijo mientras se despojaba de los cubiertos y se ponía de pie —Levanta la mesa cuando hayas terminado y reunete conmigo en la sala de juegos.
Algo se sacudió en el interior de Yoongi, al fin se sentiría liberado de todo su estrés, al fin se sentiría protegido y cuidado al dejar todo el control en manos de Jimin. Asintió gustoso y lo vio desparecer por la puerta. Al menos esta vez no le había dado un periodo de tiempo para terminar, cuando lo hacía tenía que correr como imbécil para poder lograr todo a tiempo.
Luego de haber dejado la cocina impecable corrió a la habitación que Jimin había destinado para cuando el pasara el tiempo como sumiso en su casa. Dejó su mochila de trabajo y se desvistió hasta quedarse desnudo. Caminó hasta llegar a la habitación y entro con cautela para ver si Jimin se encontraba dentro, pero la habitación estaba completamente vacía. Se adentró a la habitación tratando de adivinar si había algo en ella que le indicara los planes de Jimin para hoy, pero conocía muy bien a su dominante como para saber que Jimin jamas le revelaría sus planes para el fin de semana, era un hombre oscuro y lleno de misterios.
Se arrodilló en el medio de la habitación y dejo descansar sus pallmas hacia arriba sobre sus rodillas, su cabeza estaba agachada y se concentró en esperar y llegar al estado de ánimo correcto para servir a Jimin exactamente como a él le gustaba. Sus pensamientos fueron interrumpidos por la puerta abriéndose y por las pisadas de Jimin a su alrededor. Estaba descalzo, y a juzgar por lo poco que veía con la cabeza gacha llevaba puestos unos vaqueros de color negro.
— Buenas noches gatito, ha pasado mucho tiempo desde que estuvimos aquí —Le dijo con aquel tono severo que tanto le gustaba.
— Si, amo. Mucho tiempo —Contestó.
— Tsk tsk tks pobre gatito, ¿de que forma te diriges a mi cuando no llevas mi collar? —Le preguntó y entonces cayó en cuenta del error que había cometido. Su penalización por uso incorrecto del nombre antes de ser collarizado eran diez golpes, y ya los veía venir desde lejos.
— Diez golpes, Yoongi. Pensé que habías aprendido la lección la primera vez que nos conocimos, pero veo necesitas un recordatorio. Ve al banco de azotes. — Resignado se levantó y caminó hacia el banco de azotes, lo había estropeado y ni siquiera había podido recibir su collar, en su lugar recibiría un castigo.
Se colocó en su estómago apoyado contra en banco y sintió la presencia de Jimin por detrás. - Diez golpes rápidos, no usaré un flogger esta noche y no hay necesidad de contar. - Se preparo mentalmente para lo que venía, aunque le gustaba que lo azotara, no le gustaba cuando era un castigo y mucho menos cuando creía saber que había decepción en sus ojos.
Los primeros golpes cayeron sobre su carne fría, golpes fuertes que dejarían su trasero pálido de un color rosa flamante. Luego del décimo se sintió liberado y estaba decidido a no cometer el mismo error nuevamente.
Jimin fundió sus manos en su trasero adolorido y lo masajeo con suavidad para aliviar un poco el dolor de su gatito.
— En tus rodillas —ordenó.
Yoongi se separó y nuevamente volvió a arrodillarse en medio de la habitación, las cosas saldrían bien de ahora en adelante. — ¿Hay mucho dolor? —preguntó Jimin, era su deber asegurarse de que su sumiso se encontrara bien después de una sesión de disciplina.
—Sólo de forma agradable, señor —respondió.
— Sabes que no me gusta castigarte, pero mi disciplina y castigo son para tu mejoramiento, asiente si entiendes eso, Yoongi — el antes mencionado asintió— Muy bien, ahora volvamos a lo que estábamos —se paro frente a él— mirame —le ordenó e inmediatamente lo miro a los ojos.
— He esperado mucho para regresarte esto —le mostró el collar de cuero que siempre le colocaba— ¿Usaras mi collar, Yoongi? —preguntó y Yoongi asintió— Palabras, Yoongi.
— Si, señor. Me sentiré honrado de llevar el símbolo de tu control sobre mí —Jimin sonrió satisfecho y colocó el collar en el cuello desnudo de Yoongi.
— Desde este momento hasta el domingo por la tarde tú cuerpo me pertenece para usarlo para mi placer y asegurarme de respetar el regalo de tu sumisión sobre mis manos. Ahora muestrale a tu amo cuanto agradeces llevar mi collar.
Yoongi se estiró por sobre sus rodillas hasta llegar a su pies, besó el pie derecho y murmuró un "gracias" para luego repartir mas besos sobre el pie izquierdo y murmurar un "confío en ti" todo en agradecimiento de llevar aquel símbolo tan importante para él.
— Es suficiente, ahora levantate, ve a la cruz y colocate sobre tu espalda —Le indicó y Yoongi obedientemente se levantó para colocarse en su espalda contra la cruz de San Andrés detrás de él.
— Te ves tan jodidamente bien con mi collar— Le dijo, y eso lo encendió. Jimin se aproximó hacia él y ató sus manos a la cruz sobre su cabeza. —Le vendó los ojos y se apartó de él— ¿Cuales son tus palabras de seguridad, gatito?
— Rojo, amarillo y verde, amo. —respondió con la cabeza gacha.
— Muy bien, gatito. Ahora, no se te permite hablar mientras estoy jugando contigo y no puedes venir sin mi permiso, asiente si has entendido mi orden. —Yoongi asintió y una sonrisa macabra se instaló en su rostro al ver la vulnerabilidad de Yoongi al estar atado frente a él y sin la capacidad de mirar todas la cosas que haría esa noche con él.
Yoongi lo escuchó alejarse y se concentró en el lugar en donde lo tocaría primero y con que lo tocaría. Jimin siempre le había dicho que al quitarle el sentido de la vista sus otros sentidos se agudizarían y las sensaciones juntas con sus orgasmos serían mucho más placenteros, y Jimin tenía la razón.
El silencio en la habitación era ensordecedor, pero a pesar del silencio sabía que Jimin estaba ahí, en algún lugar de la habitación, estaba excitado, servir a su amo y darle placer con su cuerpo era la mayor de las alegrías. Su cuerpo se anticipó a él y en un abrir y cerrar de ojos sintió las colas de un flogger sobre su piel, esperaba que lo golpeara a la primera, pero Jimin siempre lograba mantenerlo en desequilibrio mientras estaban en una escena.
— ¿Adivina lo que tengo, gatito? — Dijo mientras pasaba las colas por su espalda y daba leves golpes en sus muslos. —Es un flogger— Respondió para si mismo. Una sonrisa de satisfacción se instaló en el rostro de Yoongi, y eso solo logró encender aun mas a Jimin. — Se que amas que juguemos con mi pequeño juguete, chico travieso — Los pequeños golpes pasaron a ser mas fuertes pero no para doler, mas bien se sentía placentero. —tomate un tiempo y siente, Yoongi — pasó las cuerdas por su vientre— siente tu vulnerabilidad y lo expuesto que estás ante mí.
Pasó un dedo y trazó desde su pecho hasta llegar a su vientre, ignorando por completo el lugar en donde Yoongi más lo necesitaba.
— Sabes que puedo hacer lo que quiera con tu cuerpo, me perteneces Yoongi. Eres totalmente mío y estás a mi Merced —había dejado de tocarlo y Yoongi sintió la ausencia de sus manos sobre él, aunque las palabras de Jimin solo lograban acariciarlo y hacerlo sentir protegido bajo su completo control— planeo hacer mucho hoy, gatito. Voy a divertirme mucho con tu cuerpo —Rió y le dio un golpe con el flogger en su erecto miembro.
Se concentró en su cuerpo nuevamente, lo acarició con un poco de aspereza y empezó a acariciar su miembro desatendido, por un momento pensó en recordarle que no podría correrse sin su permiso, pero había sido su sumiso durante mucho tiempo y ya debería haber aprendido a seguir órdenes. Comenzó a mordisquear sus muslos sin dejar de darle atención a la necesitada ereccion de Yoongi, sabía bien donde lo quería y lo quería justamente cerca del borde.
Se dió cuenta cuando comenzó a trabajar para retener su orgasmo, su respiración se había vuelto irregular y las piernas le temblaban. Jimin no quería que Yoongi fracasara en la orden de no venir sin su permiso, así que se alejó de él, no sin antes dejar un beso en su glande y levantarse— Me siento muy complacido el día de hoy, mi chico travieso— tomó el flogger en su manos junto con vibrador— sé muy bien que estar atado té enciende— comenzó a rodearlo con pasos firmes y contundentes hasta colocarse detrás de él— definitivamente te enciende saber que haré contigo lo que a mí se me plazca.
Colocó el vibrador dentro de su entrada y lo encendió en una velocidad baja— Te imaginas, Yoongi. Imaginas que es mi polla la que esta enterrada dentro de ti —Yoongi hizo su mejor esfuerzo, le había ordenado no hacer ni siquiera el menor de los ruidos, así que no le quedó más que morder el interior su mejilla en un intento de ahogar un gemido. Mientras que Jimin nuevamente volvió a trabajar su cuerpo con el flogger, la diferencia es que ahora era un flogger mucho más pesado que el primero, "gamuza" pensó Yoongi.
— Dime, Yoongi, ¿Te gustaría que te azotara? —Preguntó, Yoongi no respondió pero realmente anhelaba el placer el dolor le traía mezclado con el placer del vibrador en su parte trasera— Quizá estoy siendo cruel, pero, ¿sabes que? —se acercó a su oído y beso el lóbulo de su oreja— puedo hacer lo que quiera mientras uses mi collar.
Se tomó su tiempo y continuó trabajándolo. El flogger aterrizó en su vientre de formas distintas y luego cambió su golpe para que las hebras dieran contra sus pezones erectos. Aumento la velocidad de forma gradual y bajo el flogger a sus muslos y dio un golpe en su miembro haciendo que Yoongi mordiera su labio para no gemir por el dolor y el placer, y entonces volvió a golpearlo justamente en ese lugar, era evidente que se estaba burlando de él, lo estaba usando y eso le gustaba.
— Me encanta ser cruel contigo, Yoongi —siguió dando golpes en su miembro, demasiado suaves, pero a la vez dolorosos sobre su ereccion— Es suficiente para que duela, pero también demasiado suave como para aliviar tu dolor —una sonrisa surcó su rostro, estaba en su borde y era Justo donde le encantaba verlo, perdido y luchando por contenerse.
Subió la potencia del vibrador y vio su cuerpo a raya mientras continuaba golpeando con el flogger en su pecho, muslos y miembro. Cuando se dio cuenta de la poca capacidad que le quedaba para retener su orgasmo quitó el vibrador y dejó el flogger a un lado. Quitó la venda de sus ojos. — ¿Estas bien? Respóndeme.
— Si, amo — contestó en un susurro, estaba irritado al no poder llegar aún.
— Lo estás haciendo genial. ¿De que color eres, gatito? —Preguntó.
— Verde, amo. No te detengas, por favor.
Él se apartó luego de dejar un beso en su frente. Le desabrochó las muñecas y luego los pies. —Ve a la mesa y colócate sobre tus rodillas y con ese precioso trasero al aire para recibir mi polla en el —Le ordenó y con la mayor gracia posible Yoongi se levantó y se colocó tal y como se le había indicado.
Jimin se acercó a él y masajeo su trasero — ¿que crees Yoongi? —preguntó masajeándolo— ¿Crees que te he atormentado lo suficiente o debería joderte aún más? —su amo no esperaba respuesta, así que se mantuvo en silencio— ¿debería dejarte tener mi polla dentro de ti, mi chico travieso? —Empujó sus caderas contra su trasero para que sintiera su ereccion, mientras que Yoongi solo suspiró de anticipación y esperó.
Se escuchó el sonido de la cremallera de sus pantalones bajando, puso lubricante en su longitud y puso la punta en su entrada, solamente burlándose de él. —Has sido un buen chico, Yoongi —le dio una bofetada en el trasero, cosa que solo sirvió para excitar más a Yoongi de lo que ya estaba. El dolor debería haber disminuido a estas alturas, así que dejó de burlarse y se hundió un poco más en él, se sentía jodiadamente bien cada vez que se hundía en su caliente y apretado culo— Me haz complacido mucho y podría dejarte venir esta noche— se hundió por completo en él y volvió a salir— ¿o debería esperar hasta mañana y solo conseguir placer para mí?
Comenzó a moverse dentro de él en forma burlona, y de vez en cuando se burlaba del desatendido y doloroso miembro de Yoongi. Sus embestidas eran lentas, disfrutando de cada salida y entrada, disfrutando de su culo apretado y de la sensación de estar dentro de él, a la vez que sentía como este se dilataba cada vez más a su alrededor.
— Muévete conmigo— le ordenó Jimin. En su siguiente embestida Yoongi se movió junto a él— Me encanta estar dentro de ti, sentir como tu cuerpo se dilata a mi alrededor— le pellizco un pezon— la próxima vez voy a decorar esos pezones con pinzas y las soltare cuando quiera, ¿te apetece la idea Yoongi? — No respondió pero imagino su respuesta.
Luego de aquel momento todo se volvió incoherente, Jimin siguió embistiendo mientras masturbaba el miembro de Yoongi. Solamente se escuchaban los gruñidos de Jimin en la habitación, el olor a sexo era imprégnate y Yoongi estaba usando todo su autocontrol para no soltar un gemido. El tiempo se relentalizó, solamente existían ellos en aquel momento, todo hasta que el cuerpo de Yoongi comenzó a temblar bajo el suyo.
— Dime, Yoongi, ¿Debería dejar que te corras? —Preguntó en broma, no recibió respuesta pero si recibió un empujón por parte de las caderas de Yoongi— ¿o deberías ser cruel y hacerte esperar hasta mañana? —entró más profundo en él— imagínate ¿debería dejar que tu ereccion duela durante toda la noche?
Empujó nuevamente, rápido y profundo. Siento su propio dolor al contener su propio orgasmo, pero como podría mostrarle a Yoongi solo el autocontrol si él mismo no tenía sus propias emociones bajo control. Después de torturarlo por bastante tiempo se inclinó y susurró en su oído:
— Ven cuando quieras, gatito —Su mano apretó la longitud del miembro de Yoongi— y quiero escuchar cuando lo hagas.
Envolvió su mano en la longitud del miembro de Yoongi nuevamente y lo masturbó dándole atención y dándole luz verde para desencadenar el orgasmo del mismo alrededor de su mano.
— Maldita sea —gritó Yoongi al sentir su orgasmo reconstruyéndose en su interior.
Jimin abofeteó su trasero — Cuida tu lenguaje sumiso —sólo esa advertencia se necesitó para que supiera que podía hacer todo el ruido que quisiera siempre y cuando cuidara su lenguaje frente a su amo.
El orgasmo de Yoongi desató la liberación de Jimin. Yoongi cayó sobre la mesa acolchada con la respiración entrecortada y su cuerpo pegajoso. Jimin salió de él y se inclinó para dejar besos sobre toda la curvatura de su espalda, mientras que Yoongi luchaba por calmar su propia respiración.
— Lo hiciste muy bien, mi amor. Estoy muy orgulloso de ti mi chico travieso. — Beso sus labios con suavidad. Lo envolvió en una toalla y lo llevó a su habitación para luego recostarlo sobre la cama.
— ¿Como te sientes? Respondeme gatito —Pidió mientras acariciaba las mejillas de Yoongi.
— Estoy bien, amo —Respondió con una sonrisa. No había nada mejor para él que saber que había servido bien a su amo, era su único propósito, encontrar su propia felicidad y placer en el placer de su amo, incluso si eso requería que el no recibiera ningún tipo de placer sexual.
Jimin se levantó y buscó un ungüento y se posicionó detrás de Yoongi para cuidar de él y darle cuidado posterior. Se encargó de cuidar su trasero azotado y fundió sus manos masajeando sus glúteos, paró sus acciones al escuchar un gruñido por parte de Yoongi — ¿Duele mucho? —Preguntó sin dejar de masajearlo.
— Un poco, sólo de manera agradable, señor. —Contestó en un susurro seguido de un bostezo. Normalmente Yoongi siempre se quedaba dormido después de una escena, y sumando la sesión de disciplina este se encontraba mas que molido en aquel momento.
— No te contegas. No hay necesidad de que duermas en el piso esta noche, puedes dormir en la cama el día de hoy —le dijo a la vez que dejaba un beso en la comisura de sus labios.
Jimin se paro de la cama y lavó el ungüento de sus manos en el baño de la habitación. Cuando regresó Yoongi dormía con tranquilidad. Se acercó a la cama y se acostó en ella, se cubrió con las sabanas y atrajo a Yoongi hacia él. Lo escuchó dormir, su respiración calmada y pasiva, lo besó todo lo que pudo antes de caer dormido con su amado novio y sumiso entre sus brazos.
Tal vez ellos no eran una pareja normal, debían aceptar que no eran una pareja de vainilla común y corriente. Pero al fin y al cabo, ellos se amaban, sus preferencias no eran asunto de nadie y quien no lo aceptara se podía ir al demonio así de fácil. Ellos eran felices y eso era lo que importa, y mientras ellos siguieran siendo felices siempre seguían siendo Jimin y Yoongi.
Amo y sumiso
¡Hola! Uffff, qué les digo, no estoy acostumbrada a escribir lemon pero creo que no me salió tan del asco ¿qué les pareció? ¿Les gustaría mas de esta dinámica? Les gustaría algo entre Jimin y Yoonji? Diganle su opinión por fa, los amodoro 😘
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top