Noveno Capítulo
El camino se le hacía interminable para Yeosang: sentía que había dado como cien pasos pero que no avanzaba y al mismo tiempo le invadían la cabeza miles de preguntas que no lo dejaban tranquilo.
¿Qué debería decir? ¿Estaría bien ser amable con su nov- con Jongho? ¿Debería tratarlo como un extraño?
Trataba de ser lo más silencioso que podía, no quería que el pelimarrón lo escuchara. Se sentía mal, su corazón latía a mil por hora, pensó en regresar y pedirle a su hermano que Jongho se fuera, pero no lo hizo. Lo pensó mucho y realmente había tantas cosas que aclarar.
Además, estaba "ese" tema.
Se acercaba y escuchaba la voz de su mejor amigo: "Te voy a matar" "Espero te hayas arrepentido de ser un imbécil", pero no había respuesta alguna por parte de Jongho.
Al rubio no le sorprendía todo lo que Hongjoong le decía, había escuchado peores cosas. Sabía que él era capaz de decir todo desde la A hasta la Z.
Lo sé, sé que fui un imbécil y... — el pelimarrón había perdido la paciencia y decidió contestar, pero cortó sus palabras de inmediato al sentir la presencia de Yeosang — Yeo- Yeosa...
¡No te atrevas a decir su nombre! — replicó Hongjoong molesto — No tienes derecho a decirlo
Está bien, Hong — dijo el rubio apenado, suspiró teniendo la mirada baja. No era capaz de verlo, no podía verlo, pero sintió cómo el pelimarrón se puso de pie. Por un momento pensó que iría a abrazarlo. Se sentía muy ansioso.
Siempre amó su voz, sus abrazos, su presencia, todo de él.
Pero ese perfume al que estuvo acostumbrado a oler por mucho tiempo, extrañamente le dio asco. "Ahora no" suplicó desde sus adentros con las ganas de vomitar encima.
Yeosang — pronunció temeroso el pelimarrón, buscando contacto visual, tratando de llamar su atención, pero el rubio hizo caso omiso. Al menos, lo intentó.
Necesito hablar con él — prosiguió Yeosang titubeando — Gracias por cuidar de mí — dijo acercándose a su mejor amigo con una vaga sonrisa dando a entender que debía dejarlos solos.
Yeonnie — susurró preocupado ¿Cómo podría dejarlo solo? Las ganas de putear a Jongho seguían molestándolo en su interior, pero debía respetar a su mejor amigo. "A la próxima no te salvas de mi" amenazó desde sus adentros, tirándole una mirada fulminante al pelimarrón. Estuvo seguro que éste le entendió perfectamente.
Estaré bien — sonrió el rubio, interrumpiendo sus pensamientos — Puedo con esto... — aseguró tratando de convencer a Hongjoong. Pero en realidad, se moría de miedo y su mejor amigo lo sabía.
Estaré atento — fue lo último que dijo antes de salir de la sala. Miró al pelimarrón y trató de amenazarlo con la mirada una última vez – Adiós
Ambos vieron como Hongjoong se iba hasta que desapareció entre los cuartos, el ambiente se tornó tenso al instante.
Yeosang, ¿Cómo te encuentras? ¿Cómo has estado? — soltó Jongho una vez estuvieron solos — No sabes cuánto te extrañé, cuanto me arrepiento de todo, te juro que yo...
Siéntate primero — interrumpió Yeosang, se sentía mareado y que Jongho hable de tantas cosas, hacia las cosas peores. Necesitaba aire. El pelimarrón escuchó y obedeció. Tomó asiento casi al instante sin quitar la mirada en el rubio — ¿A qué viniste? — preguntó temeroso, sentía el pecho oprimido, trataba de respirar lentamente, pero hasta empezó a sentir escalofríos.
Esto era más difícil de lo que creía y las náuseas empeoraban.
No puedo seguir sin ti Yeosang — contestó Jongho, se podía sentir el sufrimiento en cada palabra, eso confundía al rubio — Te extraño, extraño tenerte en mi vida, extraño hacerte feliz, no... No he dejado de amarte — Jongho le suplicaba con su mirada, quería a su Yeonnie de vuelta.
La persona que tenía al frente, era Jongho, era su Jongho. El chico que fue tan amable, tan tierno y tan amoroso con él. Lo mataba verlo tan triste, tan sufrido como ahora, pero él también estaba triste y estaba sufriendo de la misma manera o seguro aún peor.
¿Co-cómo podría creerte? — susurró Yeosang triste. El sentimiento de desconfiar de la persona que tanto amaba, lo destrozaba por dentro. Sus ojos se cristalizaron. "Si tan solo nada de esto hubiera pasado"
Lo dejaré todo— replicó el pelimarrón con un hilo de voz — Yo te juro, que lo dejaré todo. Que empezaremos de nuevo, juntos los dos — Jongho se acercaba cada vez más, su voz iba ganando potencia— Tú y yo mi amor, prometo jamás fallarte, por favor — se arriesgó y lo tomó de las manos, rogando.
Un escalofrío recorrió el cuerpo del rubio. ¿Por qué Jongho le dijo "mi amor" y porque están tomados de las manos? ¿No se suponía que él no lo amaba, que solo lo usó?
Sí, Jongho sólo lo usó.
¿Por qué estás aquí? — preguntó casi sollozando — Jongho, tú me utilizaste, tú y todos los demás
Lo sé, maldita sea — respondió frustrado — Y me arrepiento de todo, debí escogerte por sobre todas las cosas, debí darte tu lugar porque yo sí estoy enamorado de ti. Sé que te fallé, sé que debí contarte todo...
Si tan solo hubieras sido honesto, las cosas pudieron haber sido más fáciles — interrumpió Yeosang susurrando, formando un puchero con sus preciosos labios. Esos labios por los que Jongho moría.
Yo sé que sí Yeosang, porque eres la persona más buena que he conocido en mi miserable vida, eres luz, eres todo lo que está bien y yo sé que no te merezco, no merezco ni mirarte — Jongho estaba al borde de las lágrimas, Yeosang se preocupó, nunca lo había visto tan indefenso y sensible – Pero esta vez, debes creerme, te lo pido
Esto es... Difícil para mí, Jongho — suspiró, teniendo una pequeña arqueada. Su estómago se sentía revuelto — Tenerte aquí me hace sentir un poco... incómodo — Yeosang se soltó de las manos del pelimarrón tímidamente y se alejó un poco.
Jongho se sintió extrañado por el comportamiento del rubio, él nunca lo había tratado con tal desprecio – Yeosang, por favor – repetía el pelimarrón suspirando – No sabes lo estúpido que me siento, no sabes lo... tonto que fui contigo. ¡Eres lo mejor que me ha pasado! – exclamó acortando la distancia nuevamente, queriendo acercarse más así el otro no se lo permita – Tienes que confiar en mí, te estoy diciendo la verdad – se desesperaba por llegar al rubio, pero no recibía ninguna respuesta – ¡Te lo juro, carajo! – insistió – ¡Yeosang!
¡¿Qué?! ¡¿Qué quieres que haga, Jongho?! ¡¿Qué haga como si nada hubiera pasado?! – replicó alterado el nombrado – Debes estar bromeando, idiota
Nunca me habías llamado de esa manera... – respondió el pelimarrón pasmado y con un tono de decepción, se quedó pensando: ¿Realmente Yeosang pensaba eso de él? y llegó a la conclusión de que tal vez sí estaba perdiendo a su novio. "Todo menos eso, por favor" pensó aterrado.
¡¿Cómo diablos quieres que te diga?! – respondió alzando la voz – ¡¿Mi amor?! ¡¿Eso quieres?! – Jongho lo veía confundido, no decía ni una palabra, la mirada la tenía en blanco. Así que Yeosang prosiguió reclamando – ¡Me fallaste Jongho! ¡Me mentiste Jongho! ¡Me destruiste Jongho! ¡¿Por qué no logras entender?! ¡¡¿Por qué?!!
¡Te dije que lo dejaría todo! ¡Por ti, Yeosang! – trató de defenderse, trató de convencer al rubio. El pelimarrón sentía que con cada minuto pasaba, perdía cada vez más a su amado. Ya no sabia que más decir o hacer.
Lo dejarías todo... – repitió el rubio sonriendo negando con la cabeza, confundiendo al contrario. Solo eran palabras vacías, estaba cansado de creer y esperar a que se hagan realidad – ¿Por qué no lo haces ahora? – preguntó en un tono sarcástico mirándolo fijamente, retándolo, poniendolo a prueba – Quiero que lo hagas ahora, Jongho – demandó ansioso por una respuesta.
¡Sí, lo haré! – se apresuró en responder, el rubio siguió esperando – Mañana yo hablaré co-
"¿Mañana?" pensó el rubio decepcionado. Jongho no era capaz de hacer nada por él al instante, seguramente, nunca le daría el lugar que se merecía. Algo se quebró en Yeosang.
¡No! ¡No! ¡No! ¡No! ¡¡No, Jongho!! – interrumpió el rubio gritando y sosteniendo su propia cabeza con ambas manos, estaba harto y frustrado, sacudiendo su cabeza con furor – ¡Quiero que lo hagas ahora! ¡¡Ahora!!
¡Yeosang, lo haré! ¡Te digo que lo haré! – replicó Jongho asustado viendo como el rubio no dejaba de gritar, nunca lo había visto en ese estado – ¡Yeosang, cálmate!
¡Me hiciste mierda Jongho! ¡No sabes cuanto te amaba, cuanto te amo! ¡Ahora mismo te amo mucho, pero me engañaste! ¡Me hiciste vivir una mentira! – ahora Yeosang lloraba incontroladamente, gritaba desde lo más hondo de su pecho. Solo pensaba en que todo acabe y él pueda estar tranquilo. Se tapó la cara con ambas manos. A pesar de todo, no quería que Jongho lo vea de esa manera.
Yo... estoy tan arrepentido y... también te amo Yeosang, nunca dejé de hacerlo – dijo sollozando suavemente acercándose temeroso al rubio, tratando de abrazarlo de alguna manera, de sentirlo cerca – Te prometo por mi vida, que no volveré a fallarte – agregó. Jamás se perdonará por todo el daño que le hizo, jamás se perdonara por hacer llorar al amor de su vida. "De verdad soy un idiota"
Yeosang simplemente no respondió, decidió rendirse, seguía desconfiando de él; sin embargo, no podía negar que sentía que liberó un poco de estrés al gritar de esa manera. Escuchaba a Jongho sollozar, pero no le dolía, al contrario, se sentía más tranquilo. Quiso convencerse que esos sollozos eran signo de un arrepentimiento real.
Además, sentir nuevamente a Jongho lo calmó de alguna manera. Su respiración se reguló, pudo volver a sus sentidos. Ya no sentía escalofríos, pero si recordó la sensación nauseabunda que tenía. De hecho, necesitaba vomitar en ese mismo instante.
J-Jongho – logró articular. El pelimarrón le dio un poco de espacio, se asomó para ver que quería su lindo chico, pero se dio con la sorpresa que estaba teniendo ¿arqueadas? Parecía que Yeosang iba a vomitar ahí mismo.
¡¿Yeosang, estás bien?! – se alarmó al ver la fuerza que hacia el rubio por no vomitar – ¡Yeosang! – gritó desesperado. Miró a su alrededor y no podía ubicar el baño, ni un espacio al cual ir puesto que él no conocía el interior del departamento de su hermano en lo absoluto. No tuvo otra opción más que pedir ayuda – ¡San! ¡San, ven rápido!
Rápidamente, aparecieron WooYoung y San. Hongjoong también detrás de ellos.
San corrió a donde estaba Yeosang, por cómo se veía el rubio sabia perfectamente que debía guiarlo al baño – Vamos cariño – dijo sosteniéndolo y llevándolo con dirección al baño.
Jongho quiso ir con ellos, pero tanto Hongjoong como WooYoung lo detuvieron – Solo quiero saber cómo está – explicó preocupado.
No seas pesado – respondió Hongjoong disgustado – ¿Qué fue lo que pasó? – preguntó acusándolo, pero no obtuvo respuesta.
Estará bien – siguió WooYoung – Es... normal – dijo suspirando. Él sabía que ese comentario era innecesario, pero, de todas maneras, la verdad tenía que saberse. Así que pensó que una pasiva indirecta podía preparar mentalmente al pelimarrón al menos un poco.
¿Cómo que es normal? – preguntó confundido Jongho – Yeosang está bien, ¿no? – insistió, pero al ver las miradas sospechosas de WooYoung y Hongjoong se sintió nervioso –¿¡Por qué carajo nadie me dice nada?! – exclamó al no recibir ninguna respuesta, al borde del pánico.
Es mejor que esperemos aquí – dijo calmado WooYoung mientras tomaba asiento en unos de los sillones de la sala.
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top