•°.「❀Taehyung」

Jimin desprendió una calcomanía de su cuadernillo con olor a frutas y la pegó con una enorme sonrisa en su abultada mejilla. Dicha calcomanía tenía la forma de una fresita y Jimin amaba el olor de las mismas, además de que era un olor que combinaba a la perfección con el propio.

Jiminie era un precioso y muy dulce omega.

Pero Jimin era también uno de los mas criticados en la universidad. Todos le apuntaban y reían sin descaro, hiriéndole de muchas formas y sin él entender que hacia de malo. Era un omega ejemplar, de la clase que cualquier alfa espera encontrar. Era lindo, olía bien, además de que su personalidad contrastaba preciosamente con todo lo que él era.

Sin embargo, las burlas que iniciaron en primer grado, se sumaron a tercero.

Puchereó hacia su mejor amigo y este último suspiró profundamente y apretó una de sus suaves mejillas. Corazones, Jimin sudaba corazones o al menos eso pensaba Taehyung.

—¿No te cansas de ser tan bonito? —Preguntó con muchísima ternura.

—Ño.

Imposible no amar a ese pedazo de cielo. Taehyung pensaba firmemente que todo aquel que odiara a Jimin, no merecía nada bueno en la vida. ¿Cómo podían criticar a ese dulce angelito? Puta mierda corrompida que eran todos en ese mundo.

Un carraspeo exagerado, detuvo los pensamientos del pelirrojo. Frunció el entrecejo y levantó la mirada junto a Jimin que terminó sonrojado hasta el cuello.

Frente a ellos se imponía un alfa delgado y nada atractivo —desde la perspectiva de Taehyung—. El gruñó y el alfa rodó los ojos, quitando la atención de él y dándosela por completo a Jimin. La tensión que Taehyung sintió, no fue nada agradable, eso no podía ser algo bueno.

—Mira alf-

—Chico sticker —El alfa detuvo cualquier cosa que el otro omega planeara y miró fijamente a Jimin —Estaba pensando, bueno, no me pidas explicaciones ni nada así. Joder, no es mi estilo darlas pero si te sientes cómodo, puedo hacer una excepción. Quiero decir, al diablo —Siseo—. ¿Quieres salir conmigo? Uhm.. ¿Mañana?

Jimin parpadeó. Trazó el sticker en su mejilla con el pulgar y coloreo sus mejillas de un rosa suave, en contraste con el tono de su piel.

—No creo que-

—Shh, le pregunté al omega.

Taehyung gruñó por segunda vez. —¡También soy omega!

—Sí, pero no eres el omega más bonito, y él es con quien obviamente, quiero salir.

¿De que iba ese alfa? Que cojones tenía para querer salir con su omega. Puede que incluso Taehyung tuviese algún extraño enamoramiento con el otro tierno omega, siendo el mismo uno de ellos.

—Mi Jimin no-

—¿Puedo tener stickers? —La dulce pregunta de Jimin, le hizo entrecerrar los ojos.

De.
Ninguna.
Maldita.
Forma.

—Claro, ¿de figuritas?

—¡Acepto!

Y por alguna extraña razón, Kim Taehyung supo que todo eso cambiaría la vida de Jimin, la suya y de todos a su alrededor.

Nada más que eso.