Capítulo 48
------------Lunes------------
-¡Dylan! -Posey me envolvió en un gran abrazo en cuanto me vió-. Amigo, al fin llegas
-Hubo mucho tráfico, lo siento -dije nervioso, el hecho de estar en el set, sabiendo que Hoechlin también, me llenaba de miedo
-¡Hola Claudia! -Tyler besó la mejilla de mi hija
-¡Hola tío!
-Vengan, deben conocer a un nuevo integrante de la familia -me empujó levemente por la espalda y juntos caminamos hacia los demás, quienes estaban reunidos en un gran círculo-. ¡AMIGOOOOOS! ¡Ya llegó Dylan!
Al adentrarme en el círculo, todos me saludaron, respondí a todos con un asentimiento de cabeza y una sonrisa y observé a un chico que estaba en medio. Su cabello era casi rubio, piel blanca, ojos azules. Alto, delgado y algo robusto, era muy guapo según mi perspectiva.
-Dylan, quiero presentarte a Daniel Sharman -Posey volvió a empujarme para acercarme a él-. Daniel, él es Dylan
-Un gusto -dijo él dándome la mano-. ¿Y ella quién es? -miró a mi hija con una sonrisa
-Ah... es mi hija, su nombre es Claudia
Daniel sonrió y se agachó a su altura. Claudia lo miraba atenta y tímidamente.
-Hola pequeña, me llamo Daniel
-¿Eyes mi nuevo tío? -le preguntó sin despegar su vista de su rostro, Daniel me miró confuso y yo le hice una seña para que dijera que sí
-Ah... Sí pequeña, lo soy
-¡Cool!
-¿Puedo cargarla, Dylan?
-Claro
-¿Puedo cargarte, Clau?
-Eyes mi nuevo tío, así que tenes el deyecho
-Está bien -dicho esto, Daniel tomó en brazos a Claudia y la levantó por los aires-. ¡No pesas nada!
La risa de Claudia era lo que más se escuchaba en el entorno, pude notar que todos sonreían al ver aquella tierna escena entre ambos. Mi hija miraba atenta el cabello de Daniel, como si fuera la cosa más brillante que hubiese visto en toda su vida.
-Mi papi Tommy tenía el cabello yubio como tú -dijo de pronto y todos abrieron los ojos como platos
-¿Tu papi Tommy? -preguntó confundido, de hecho todos lo estaban
Le hice señas a Daniel para que ya no dijera nada y preguntara más, de reojo, ví a Holland acercarse al chico para después cargar a Claudia.
-Clau, ¿quieres helado? -le preguntó nerviosamente
-¡Sí! -chilló y juntas se fueron lejos de nosotros
Daniel dirigió su vista hacia a mí sorprendido.
-¿Eres gay? -me preguntó en un susurro
-Bueno... ah... un-un poquito -hice una seña con mis dedos índice y pulgar, tenía miedo de su reacción
-Tranquilo Dylan, no soy homofóbico, puedes contar conmigo -me guiñó un ojo y se fue
-¿En serio Dylan? -me preguntó Orny de pronto
-Sí
-¡Ese es mi muchacho! ¡Vivan los gays! -gritó y fue a cambiarse de ropa
-Por Dios -susurré después de soltar una risita para caminar en dirección a mi camerino, pero como soy muy distraído y algo torpe, choqué con alguien y retrocedí algunos pasos para mirarlo mejor y así disculparme.
Jamás esperaba encontrarlo tan pronto, mi plan era pasar un par de minutos en mi camerino, tomar valor y buscarlo para hablar con él, pero ahora todo estaba siendo al revés. Tyler parecía igual de sorprendido y nervioso que yo, al parecer no esperaba encontrarse conmigo tampoco.
-Perdón, no te ví -me disculpé mirando hacia el piso
-No, no, yo fui el distraído, perdón
-Tranquilo, suele pasar, pero admitámoslo, de los dos, yo soy el más idiota
Ambos comenzamos a reír con melancólicamente, probablemente recordando aquellos días repletos de recuerdos que vivimos juntos. Sabía que era el momento de hablar con él, sino lo hacía ahora, sabía que luego no me llenaría de valor para buscarlo, era ahora o nunca, la oportunidad estaba frente a mis narices y no podía desperdiciarla.
-Oye... ¿podemos hablar? -le pregunté sin mirarlo a los ojos
-Claro, ven aquí -y cuando tomó mi mano y me llevó hacia su camerino, volví a sentirme bien, una pequeña corriente recorrió mi cuerpo y sentí que todo ese miedo dentro de mí se esfumaba de inmediato
Cerró la puerta y me señaló su sillón marrón para que me sentara en él, lo hice, luego él también. Permanecimos varios segundos sin decir palabra alguna, mirando el piso en silemcio, parecía que ambos sabíamos perfectamente de qué hablaríamos, pero ninguno quería comenzar porque no sabía cómo.
-Quieres hablar sobre nosotros, ¿cierto? -Tyler fue el primero en hablar, desvié mi mirada del piso hacia sus ojos y asentí, se lamió los labios y asintió con la cabeza, dándome a entender que quería que hablara primero
-Yo... lo siento, perdón por... seguir comunicándome con él, o bueno, hacer el intento, vi a Claudia tan triste que no pude evitarlo, haría lo que fuera por verla feliz, ¿me entiendes?
-Pero, ¿por qué lo tenías agendado de esa manera?
-¡No lo sé! No tengo el valor para borrarlo y no lo entiendo, te amo, pero con él es diferente
-No me amas, Dylan -sus palabras fueron muy duras, podía notar en su rostro que estaba a punto de quebrarse, pero era tan fuerte que se contenía y eso admiraba de él-, si lo hicieras te hubieses olvidado completamente de él y ni siquiera lo buscarías
-No... -estaba a punto de decirle que se equivocaba, pero él colocó su índice en mis labios
-No seas mentiroso, te conozco, y sé que tu corazón aún no ha sanado, creo que es mejor que esto termine, no es bueno para ambos seguir haciéndonos daño, tú sin superar a Thomas, y yo amando a alguien que sigue pensando en su ex
-Pero Ty, yo te amo -las lágrimas comenzaron a hacerse presentes
-Ya te dije que no lo haces -colocó sus manos en mi cara y juntó nuestras frentes-. Seremos amigos, ¿sí? No estoy enojado contigo, ni nada por el estilo, llevemos la fiesta en paz y cuando estés completamente bien, seremos una linda pareja de nuevo, ¿ok? -aunque me dolía aceptarlo, sabía que era lo mejor para ambos, así que lo miré con mis ojos cristalizados y asentí, a continuación tomé su rostro y junté nuestros labios por última vez
Si fuera por mí, detuviera el tiempo en este momento, no quería separarme de él, pero era imposible, el ser humano tiene control en cualquier cosa, menos en el tiempo. Abrí mis ojos cuando sentí un sabor salado en mis labios, no pude evitar sentir culpa cuando lo vi llorando, yo le provoqué ese dolor y no me lo perdonaré nunca. Nos separamos y nos miramos por algunos segundos, limpié sus lágrimas y él las mías, no sabíamos qué hacer ahora, fue un momento incómodo para ambos.
Y entonces lo abracé, como si mi vida dependiera de ello, lo abracé tan fuerte, disfrutando el momento, porque sabía que una vez que nos separáramos, nada sería igual entre nosotros, se iría de mi vida y yo no podía hacer nada para evitarlo, le diría adiós para siempre y ya no podría volver a abrazarlo cariñosamente cuando lo viera, todo había terminado ya, no podía retroceder el tiempo, por más que quisiera; este era nuestro último momento juntos.
Cuando nos separamos, salí de su camerino sin decir nada, ni siquiera lo miré, no podía hacerlo después de todo, con solo mirar su rostro, sentía un profundo dolor en mi corazón. Lo iba a extrañar muchísimo.
Llorando por los pasillos del set, llegué a mi camerino para llorar a solas y lamentar la pérdida de mi pequeño amor.
***
Al terminar de grabar, fui directo a mi camerino, me quité el uniforme del equipo de Lacrosse y me vestí con mi ropa normal. Tomé mis cosas y salí en busca de mi hija, quien se encontraba juntando con Orny en el campo.
-¡Intenta atrapar esta! -Orny agitó su brazo varias veces y lanzó, Claudia levantó el palo para atraparla, sin embargo la pelota cayó en la portería
-¡SOY UN ASCO! -chilló la pequeña y tiró el palo y los guantes al suelo, rápidamente Orny se acercó a ella
-Ah, vamos, no lo eres. Simplemente te falta más agilidad con los brazos. Mira tu tío Tyler comenzó pésimo y con la práctica logró dominar a la pelota
-Pero mi tío Tyler es más gande que yo
-¿Y eso qué importa? Si quieres lograr algo no necesitas ser la persona más alta del mundo, ni alguna cosa en particular. Lo que importa eres tú, cómo te propongas a hacerlo y cuánto te dediques a practicar hasta lograrlo. Nada llega sin mover un solo dedo, además me tienes a mí, soy el entrenador y ese es mi trabajo. Mañana practicaremos y pasado mañana y así, y verás que en unos años hasta le ganarás a tu propio padre, ¿ok?
-¡De acuedo! -Claudia lo abrazó y depositó un beso en su mejilla
La escena fue tan conmovedora que no me pude resistir a aplaudir con una sonrisa, provocando su atención. Claudia gritó un "papá" y corrió a abrazarme. Vi sus ojitos llenos de alegría, los cuales fueron suficientes para hacerme sentir un poco mejor.
-¡El tío Ony me estaba ensenando a jugar Lacoss, papá!
-Sí, lo ví y eres excelente
-No, aún no. Peyo pometo ganate -dicho esto me guiñó un ojo y se fue de ahí
-Gracias Orny
-No hay de qué Dylan -me dió un abrazo y yo continué caminando con mi hija
-¿Te parece si vamos al parque?
-¡Chiiiii! Oye, ¿habaste con mi pa Tyler?
Me detuve un par de segundos para procesar lo que había dicho, miré su carita llena de ilusión e hice una mueca, la tomé en brazos y la llevé hacia una silla que estaba cerca, me senté y la coloqué sobre mi regazo para acariciar su carita y abarazarla.
-Sí, hablé con él
-¿Y qué te dijo?
-Mira mi amor, no quiero que te pongas triste, pero ambos ya no seremos novios, no hasta que mi corazón olvide a papi Tommy de una vez
-¿Bomeas? ¡Tú no puedes olvidalo! -exclamó con una sonrisa-. Ahoya tenemos una nueva misión, y es buscalo y taelo de vueta a casa
-No Clau, no podemos
-Sí podemos papá, ya lo veyás
-¿Y si no?
-No seas negativo, lo encontayemos, ¿sí?
Asentí con la cabeza inseguro, no podía decirle que el nunca volvería y romper su corazón, era tan solo una pequeña niña y no merecía estar triste a tan temprana edad.
Lo único que debía hacer era seguirle la corriente, hasta que entendiera las cosas.
------------------Meses después------------------------
El tiempo había pasado, Claudia había cumplido sus tres añitos hace un par de meses, ya podía hablar mejor, puesto que todos los días me dedicaba a corregirla cuando pronunciaba mal alguna palabra, el resultado estaba siendo tan efectivo, que no podía evitar sentirme orgulloso de mí mismo y de ella.
Mi hija seguía con su plan de buscar a Thomas, incluso me había pedido que comprara un pliego de cartulina y muchos lápices de colores para hacer un cartel que dijera: "plan para traer a mi papi Tommy de regreso a casa", y sí, yo tuve que escribir eso. Todos los días buscaba un pedazo de papel, hacía un montón de garabatos en él -simulando que escribía ideas- y lo pegaba con stickers al pliego. Siempre la veía tan ilusionada haciendo todo eso y a mí me dolía y me daba mucha pena por ella, pero no le decía nada para no lastimar su corazón.
Eran vísperas de Navidad, el cast de Teen Wolf y yo habíamos planeado reunirnos en la casa de Posey para celebrar dicha fiesta en familia, porque éramos una familia. Habíamos estado bailando, cantando y jugado en la piscina, Claudia reía contenta cada que Tyler y yo nos tirábamos a la piscina de una manera divertida, me encantaba su risa y verla tan feliz. Nadé hacia ella, quien se encontraba jugando con Holland, y la sorprendí cargándola en mis hombros, ella gritó y se agarró de mi cabeza.
-¡Papá! -chilló contenta-. ¡Me voy a caer!
-¡Pos cáete! -la tiré por los aires, pero de inmediato la agarré antes de tocara el agua
-¡Oye! -gritó y me pegó en el pecho
-¿Otra vez? -sonreí y la volví a levantar
-¡No! -Claudia comenzó a patalear desesperada
-¡Dylan! -me reprendió Melissa-. ¡Bájala!
Hice un puchero y la bajé lentamente. Caminé hacia ella y la dejé sobre su regazo, recibí un golpe por su parte.
-Tonto -me fulminó con la mirada
-Amargada -le saqué la lengua y continué nadando
Luego de algunos minutos dentro de la piscina, salí de ella para tenderme en el suelo y recibir el sol, el cual me ayudaba a que no sintiera frío debido a la humedad de mi cuerpo debido al agua. Cerré los ojos luego de haberme colocado unas gafas de sol, estaba a punto de caer en un profundo sueño, sino fuera porque un pequeño cuerpecito se sentó sobre mí y provocó que un grito saliera de mi boca por el susto.
-Reina Claudia no vuelvas a hacer eso, casi me matas
-Perdón papá -me sonrió y a continuación recostó su cabeza sobre mi pecho, acto seguido, rodeé su pequeño cuerpo con mis brazos
Minutos más tarde, todos habíamos decidido entrar a la casa para conversar hasta que la comida estuviese lista. Vestí a Claudia con un overol rojo y una camiseta blanca. Nos reunimos en la sala a conversar y senté a mi hija en mi regazo. Todo era risas y bromas, sin embargo, pude notar a Claudia un poco aburrida.
-Papá -la miré-. Me aburro
-Pero si estás con tus tíos
-Sí, pero no están jugando conmigo, y te olvidaste de traer mis juguetes
-Lo sé, lo sé, lo siento -besé su frente-. Tyler -llamé a Posey quien charlaba alegremente con Daniel, me miró-. ¿Tienes algo para que juegue? -señalé a Claudia
-Una pelota -dijo después de haber pensado algunos segundos
-¿Quieres jugar con una pelota, amor?
-Ya que, de todos modos no tengo nada que hacer -mi hija se levantó de hombros y fue con Tyler al jardín
Continué charlando con los demás, esta vez se me acercó Crystal y me preguntó sobre el proceso de adopción de mi pequeñita.
-Ya casi me dan la custodia -dije orgulloso-. Muy pronto su apellido será O'Brien
-Awww qué lindo, me alegro mucho por ti -sonrió mientras acariciaba mi espalda
-Listo, ya está jugando -Posey entró a la habitación con una botella de cerveza, la colocó en la mesa de centro y se sentó-. Melissa dice que ya casi está la comida
-Qué bien -exclamé frotándome el estómago-. Muero de hambre
Los minutos pasaban y pasaban, el delicioso aroma a pavo atravesaba mis fosas nasales, cada vez me daba más hambre. La botella de cerveza ya estaba vacía, estábamos jugado Yo nunca nunca, y de tanto beber y confesar, ya íbamos por la tercera botella.
De pronto, escuché un grito proveniente del jardín, no le presté atención y continué jugando, sin embargo, al escucharlo nuevamente junto a un "¡PAPÁ!", me levanté de golpe y corrí directo al jardín. Me quedé parado en la puerta, intenté abrirla, sin embargo la perilla estaba atorada y no giraba. Miré por la ventana y vi el agua de la piscina moviéndose bruscamente, la pelota estaba cerca del movimiento y se podía observar un pequeño brazo sobresaliendo por el agua.
En ese momento sentí cómo el corazón se me paralizaba y el cuerpo se me helaba.
Claudia se estaba ahogando.
Rápidamente golpeé la puerta varias veces mientras giraba la perilla, en medio de mi desesperación, Hoechlin llegó corriendo, cosa que me puso aún más nervioso.
-¿Qué pasa?
-¡Claudia se está ahogando! -chillé y continué con mi trabajo-. ¡La jodida puerta no se abre! ¡Ayúdame!
Estaba desesperado, a punto de llorar, si la puerta no se abría, podía ocurrir una desgracia.
-Hazte a un lado -giré sobre mis talones y lo vi con un extintor, el cual utilizó para descargar toda su fuerza sobre la perilla, provocando que esta se rompiera completamente-. ¡Corre! -me empujó y yo salí disparado hacia la piscina
Los movimientos habían parado ya, rápidamente salté al agua, nadé un poco hacia la profundidad y tomé a Claudia en brazos. Al salir respiré profundamente, puesto que me había quedado sin aire, y coloqué a mi hija en el piso. Sus ojos estaban cerrados y de su boca el agua salía en pequeñas cantidades.
-Dios no -susurré y me acerqué a su corazón, aún latía, pero débilmente-. Claudia -la sacudí, sin embargo no respondió-. Mi vida despierta -al ver que no respondía me puse más tenso y desesperado
Escuché un grito a mis espaldas, era Holland, quien se encontraba impactada a un lado de nosotros, rápidamente, Posey se acercó e intentó reanimarla. Yo simplemente observaba la escena sin poder creer lo que ocurría, me encontraba en un pequeño estado de shock.
-¡Llamen una ambulancia! -chilló mi amigo en cuanto dejé de sentir las piernas y la respiración
Ni siquiera me había dado cuenta de que estuve a punto de caer sino fuera por Crystal que me atrapó y me intento reanimar.
-¡Dylan! -por su manera de mirarme se notaba que me estaba gritando, sin embargo, su voz se escuchaba lejana-. ¡No te desmayes! ¡Dylan!
Pero sus gritos fueron en vano, todo se había vuelto negro en menos de lo que cantaba un gallo.
***
Desperté y lo primero que vi fue el piso de un auto, fruncí el ceño y me incorporé lentamente, encontrándome con una Melissa dormida profundamente, su codo apoyado en la ventana y su cara sobre su mano. Al recordar lo que había pasado, busqué desesperadamente la manija de la puerta del auto. La jalé, pero no se abrió, por lo que opté por despertar a mi amiga.
-Melissa... Melissa, Melissa, Melissa -hablé tan rápido que parecía un loco, ella despertó de inmediato
-¿Qué? -sonaba muy desorientada
-¿En dónde estamos? ¿En dónde está Claudia?
En ese momento sacudió la cabeza, parecía que había reaccionado.
-¡Claudia! Entró hace unos momentos a urgencias, estamos fuera del hospital, ¡ve a verla! Allá están los demás
-¡Gracias! -volví a jalar la manija, pero no se abrió-. Ah... ¿me abres?
Ella asintió y rápidamente sacó las llaves de su bolso, oprimió el botón de abierto con sus manos temblorosas y de un clic, el seguro se abrió. Salí del auto y corrí lo más rápido que pude hacia el hospital, al llegar le pregunté a la recepcionista por Claudia y me indicó en qué habitación estaba. Piso 5, habitación 532. Fui al ascensor, pero al ver el número 8 en la pantalla, decidí no esperar más y subir por las escaleras. A medio camino ya me estaba cansando, debido a que no suelo ser un chico muy atleta ni ágil, no soy de esos que pueden correr con facilidad, en ese caso me identifico con Stiles Stilinski. Llegué con la lengua afuera al quinto piso, jadeando a todo momento y busqué la habitación. 528... 529... 530... 531... ¡Bingo! 532. Frente a la puerta encontré a los Tylers dormidos en unas sillas y a Holland paseándose con Crystal de un lado a otro, esta última, al verme corrió hacia mí con una cara de preocupación.
-Despertaste -tomó mi rostro y lo examinó-. ¿Estás bien?
-¿Cómo está Claudia? -ignoré su pregunta anterior, me importaba más ella que yo
-Está adentro -señaló la habitación y me acerqué a la puerta de esta, dispuesto a tocarla-. Dylan, tranquilízate -me tomó del brazo y me llevó hacia atrás-. El doctor saldrá más luego, tenemos que esperar
Solté un suspiro y me senté al lado de un Posey dormido, enterré mis manos en mi cabello y miré el piso, luego sentí que alguien acariciaba mi espalda, era Holland.
-¿Estará bien? -le pregunté con cierta preocupación, ella simplemente se encogió de hombros con tristeza
Apoyé mis codos en mis rodillas y coloqué mi mentón sobre mis manos, mientras miraba el piso, los malos pensamientos llegaban a mi cabeza, ¿qué le estaban haciendo? ¿Estará viva? ¿Estará bien? ¿Le dolerá? Todas esas preguntas no me dejaban tranquilo y me inquietaban. Lo único que me tocaba era esperar. Y esperar. Y esperar.
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Adivinen quién por fin está de vacaciones? Exacto, yo :') la vida es hermosa (perdón por no actualizar toda la semana, pero andaba sad porque terminé el colegio jsjs, aparte tenía mis exámenes finales alv)
Por cierto, espero que no me odien por esto jsjs *huye*
L@s amooo ❤️
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