Capítulo 37
¿Había escuchado bien? ¿Yo? ¿Seré actor? ¿Seré... millonario?
—¡Dylan háblame! ¿Te moriste? —la voz de Kaya hizo que saliera de mi trance
—¡No! ¡Yo...! Estoy bien, pero... ¿qué es un Teen Wolf?
—¡Es una nueva serie de MTV! ¡Serás el protagonista!
—¡¿Qué?! ¡Pero un minuto! ¡No he recibido clases de actuación ni nada de eso! ¡¿Qué se supone que haré?!
—¡No digas tonterías! ¡Si en tus... —no pudo seguir hablando, ya que la llamada se cortó
—¿Kaya? —le hablé al celular y lo coloqué en el mueble con una expresión de sorpresa en mi rostro
¿En serio voy a ser actor?
Mi celular volvió a vibrar, emitiendo el sonido de una notificación de un mensaje nuevo, inmediatamente lo tomé y lo desbloqueé, era un mensaje de Kaya:
"Se cortó la llamada, lo siento, estoy en un vuelo directo a tu hogar, necesito hablarlo personalmente contigo, ah sí ,y ver a mi hermosa sobrina, te veré en media hora, besos 😘"
Abrí ligeramente mi boca y suspiré, mi cerebro no podía procesarlo aún, no puedo creer que seré actor, no sé ni cómo lo haré. ¿Eso implicaría mudarme?
Miré a Claudia, quien había estado observándome curiosa desde que Kaya había llamado.
—¡Tu tía está loca! —exclamé y ella sonrió
Media hora después, se escucharon unos golpes en la puerta, por lo que rápidamente corrí hacia ella y la abrí, dejándome ver a una Kaya muy contenta, que al verme, me envolvió con sus brazos formando un tierno abrazo.
—¡Te extrañé tanto! —exclamó
—Lo mismo digo, pequeña
—¡¿Y en dónde está mi princesa?! —deshizo nuestro abrazo y miró detrás de mi hombro, Claudia levantó la cabeza y de inmediato sus ojos se abrieron de par en par
—¡KAYA! —chilló contenta y se bajó del mueble para avanzar hacia nosotros corriendo
Kaya la cargó y besó varias veces sus mejillas.
—¡Hola mi amor! ¿Cómo has estado?
—¡Hola Kaya! —mi hija besó su mejilla y yo sonreí, me pareció algo tierno de su parte
—Lamento arruinar su reencuentro amoroso, pero creo que necesitamos hablar, Kaya
—Lo sé, vayamos adentro —obedecí y ambos nos sentamos en uno de los muebles, mi amiga sentó a mi hija sobre su regazo para jugar con ella—. ¿Te cortaron la luz? —preguntó mirando extrañamente el departamento, asentí con la cabeza en señal de respuesta
—Bueno no hablemos de la luz, aquí lo que importa es mi nuevo empleo
—Oh sí —se lamió los labios y sonrió—. No sabes cuántas llamadas tuve que hacer, cuántas noches llamando y llamando, hasta que logré contactar MTV, les dije que eres un chico carismático que necesitabas un trabajo, al principio no lograba convencerlos, pero, ¿sabes cuál fue mi elemento clave para hacerlo?
—No
—Les envié tus vídeos de YouTube por correo
—¿Qué? ¡No! ¿Por qué lo hiciste?
—¡Tenían que ver tu carisma y cómo eres!
—¡Qué vergüenza! —me tomé las sienes y suspiré
—Ah, ya Dyl, por lo menos ya tienes empleo
—Y supongo que debo mudarme, ¿verdad?
—Exactamente
—Pero ni siquiera tengo dinero, ¿dónde viviré?
—En mi casa, yo te pagaré la mudanza y el avión, al fin y al cabo después me pagarás
—No puedo creerlo —musité mirando al suelo preocupado—. No creo que sea una buena idea
—¿Por qué?
—¿Qué tal si Thomas decide volver y no me encuentra? —la miré y ella rodó los ojos
—Ah por favor, no me digas que tienes la estúpida esperanza de que volverá —asentí con la cabeza—. Y como eres tan idiota lo perdonarás, ¿verdad?
—Es el amor de mi vida, Kaya, no puedo vivir sin él
—Ah no puede ser posible, ¿después de todo lo que te hizo dices eso?
—Lo siento, lo siento, creo que debo olvidarlo de una vez por todas
Mi amiga sonrió y acarició mi espalda lentamente.
—Ahora que lo pienso, tenemos un problemita
—¿Cuál? —me preguntó
—Mañana vendrá la visitadora social de Claudia, y si recuerdas lo que te conté hace varios días, me la pueden quitar porque Thomas no está aquí
—Entonces será mejor de que te mudes ahora mismo
—¿Crees que suceda algo?
—Pamplinas, en Los Ángeles puedes reportar tu caso y ya no lidiarás con estas cosas, en esa ciudad las cosas son muy diferentes que aquí —sacó su celular—. Llamaré a la mudanza, ve a guardar todo
Asentí con la cabeza sonriendo y corrí hacia mi habitación, tomé todas las mochilas y maletas que tenía y guardé la ropa de Claudia y mía en ellas. Kaya llegó después de diez minutos y comenzó a ayudarme a guardar cepillos, perfumes, cremas y demás en una caja.
Eran casi las cuatro de la mañana cuando todas las cosas ya estaban acomodadas en cajas y fundas negras y azules. La luz aún no regresaba y se nos hacía aún más difícil de realizar nuestra tarea. Kaya se recostó en mi cama muy cansada y se quedó dormida de inmediato, tomé una manta y la tapé con ella.
—Papá —giré sobre mis talones y vi a mi hija parada en el marco de la puerta con su biberón vacío en la mano, caminó a paso lento hacia mí y observó a mi amiga—. Kaya —dijo señalándola
—Sí mi amor, es Kaya, pero no hagas ruido porque está durmiendo
—¿Umendo? —preguntó mientras me miraba curiosa
—Sí corazón —sonreí al escuchar cómo intentaba repetir lo que le dije—. Vamos a dormir —la tomé en brazos y salí de la habitación, cerrando la puerta de la misma
Dejé a Clau en su cuna y le retiré el biberón que se había metido a la boca, besé su mejilla y la observé durante algunos segundos.
—El unicornio va a dormir —dije mientras agitaba lentamente su peluche delante de su cara, recordando una de las escenas de la película Monsters Inc
Claudia tomó el unicornio y lo abrazó, para luego darme la espalda y suspirar. La cubrí con una manta y acaricié su cabeza y espalda hasta que quedó profundamente dormida. Salí de su habitación y caminé hacia la sala junto a mi almohada y otra manta, me tumbé en el mueble más grande y dormí en él un par de horas, al principio no podía conciliar el sueño, ya que pensaba y pensaba sobre cómo cambiaría mi vida, si lograré o no ser un buen actor y cómo viviría sin Thomas. En medio de mis pensamientos me había quedado profundamente dormido.
A la mañana siguiente, el llanto de Claudia me despertó, corrí a su habitación, la saqué de su cuna y la llevé conmigo a la cocina para preparar el desayuno. Después de darle de comer, Kaya despertó y le serví lo que había preparado. Más tarde, un par de camiones de mudanza habían llegado. Un señor algo bajo, gordito y con un bigote me saludó junto a su amigo quién era todo lo contrario a él, alto, delgado y sin bigote. Ambos comenzaron con su trabajo: cargaban las cosas y las colocaban en el camión mientras tarareaban varias canciones viejitas, se notaba que hacían un gran equipo así fuesen solo dos.
Decidí enviarle un mensaje a Fer, quería que viniera por lo menos para despedirme de ella, no sabía por cuánto tiempo me iría o si algún día regresaría, así que por lo menos quería darle un abrazo y agradecerle por cuidar a Clau, claro que no fue por mucho tiempo, pero de igual manera me gusta ser agradecido con quienes me dan una mano, por más simple que sea el favor. Cinco minutos después me respondió que vendría para acá en media hora.
En el transcurso de la media hora, ayudé a guardar todas las cosas en el camión mientras Kaya jugaba con Claudia muy alegre en la sala. Al ver a Fernanda caminando al final de una de las calles le saludé con mi mano y ella observó todos los camiones extrañada.
—¿Qué está ocurriendo? —me preguntó sin siquiera saludarme
—Voy a mudarme —sonreí melancólicamente
—¿Por qué?
—Porque próximamente me verás en la televisión
—¿Serás actor? —una gran sonrisa se formó en su rostro y yo asentí con la cabeza—. ¡OHHHH QUÉ EMOCIÓN! —me abrazó—. ¡Felicidades! ¡Me alegro mucho por ti!
—Gracias Fer
—¡No puedo creerlo! ¡Ya lo estoy viendo! ¡Dylan O'Brien, el mejor actor de todos los tiempos! ¡Protagonizando una saga y un montón de películas!
—Tampoco exageres
—¡Se hará realidad! ¡Ya verás que sí! ¡Por cierto, ¿en dónde está Claudia?!
—Arriba, en mi... —no pude seguir hablando ya que subió corriendo las escaleras y me dejó hablando solo en la vereda
La seguí y en cuanto llegó al ascensor no sabía qué botón pulsar, negué con la cabeza y oprimí el del número tres. Entramos a mi departamento y buscamos a mi hija, quien se encontraba sentada en el piso con una muñeca y su unicornio de peluche. En cuanto vio a Fernanda, soltó un grito y corrió hacia ella.
—¡Hola bebé! ¡Mira que grande estás! —exclamó levantándola por los aires mientras Claudia reía y extendía sus brazos para abrazarla
Después de saludar a Fer, Kaya fue a comprar los pasajes de avión para el viaje. Fer y yo nos sentamos en uno de los muebles de la sala y entablamos una conversación sobre cualquier cosa, hasta que tocamos un tema del cual no quería hablar.
—Por cierto, ¿en dónde está Thomas? —su sonrisa desapareció en cuanto me quedé callado y agaché la mirada
—Se fue —intenté que mi voz no sonara mal, pero fallé
—¿Cómo...?
—Nos peleamos —le interrumpí para que ya no siga preguntando—. Y se fue
—Cuánto lo siento —me abrazó y yo le correspondí—. Dylan, lo único que puedo decirte es que ahora que tu vida cambiará, sé feliz siempre, no te preocupes por él y vive tu vida al máximo, te enamoras más de una vez en la vida, y cada vez es increíblemente hermosa —asentí con lágrimas en mis ojos—. Y no llores campeón, él se lo pierde
—Gracias Fer
Nos miramos en silencio por un momento, su vista bajó hacia mis labios y la mía también, sus labios eran rosados y finos, me pregunto qué tipo de brillo usará. Al notar que su rostro se acercaba al mío lentamente, mi corazón comenzó a latir desesperadamente, ¿qué estamos a punto de hacer? En menos de un parpadeo, se había acercado lo suficiente como para que nuestros labios estén completamente juntos. Abrí los ojos como platos, pero al saborear aquellos finos labios, los cerré y disfruté el beso, eran años que no besaba a una mujer y había olvidado cómo se sentía, puesto que la única persona a la que había besado los últimos años era Thomas. Me dejé llevar, sus manos fueron directo a mi pecho, pude sentir cómo se montaba sobre mí para besarme mejor. Al abrir mis ojos la imagen de Thomas se proyectó frente a mí, mi mente comenzaba a jugar conmigo; estoy besando a Thomas, pensé, estoy besando a Thomas otra vez.
Pude escuchar el chirrido de la puerta al abrirse, seguido de el sonido de un plástico caer al suelo, rápidamente, Fer se retiró y se sentó a mi lado mirando a la puerta asustada, mientras que yo rogaba en mi interior que no sea alguien conocido.
Pero al ver a Thomas con lágrimas en sus ojos y un ramo de rosas a un lado de sus pies la quijada casi se me va al suelo.
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POR FIN HA VUELTO EL THOMASITO :) (hasta yo lo lo extrañaba xdxdxd)
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