Capítulo 39
DYLMAS EN CALZONES
Ahora que tengo su atención, no olviden leer la nota del final por fi jsjs
Gracias por su atención.
Dylan:
Debo decir que Lucy obligatoriamente tiene que cranear bien sus planes antes de llevarlos a cabo, y lo diré, es una tonta, porque al tirar el cerillo al suelo, provocó una llama tan grande que el fuego alcanzó su propio cuerpo y ahora ardía en llamas.
—¡Papá! —gritó Clau abrazándose a mis piernas al ver a su madre incendiándose y al calabozo llenándose de fuego en menos de un parpadeo
Estábamos atrapados y por ende perdidos.
Los gritos se hicieron presentes, el pantalón de Lucy comenzaba a arder y ella intentaba apagarlo, dando ligeros golpes con su mano sana en él.
Creo que esa fue la escena más traumante que mis ojos pudieron presenciar, el ver a Lucy consumida por el fuego, gritando como loca. Parecía que estábamos en el mismísimo infierno y ella estaba pagando por sus pecados.
¡Y es que sí lo estaba haciendo! ¡El karma es una perra!
Los gritos y el fuego en el suelo le daban ese aspecto terrorífico. La escena era tan fuerte que tuve que cubrir los ojos de mi hija, no quería que tuviera traumas después, apenas tenía siete años recién cumplidos y si yo no tenía un trauma después de esto, ella de seguro sí. Lucy salió corriendo y gritando, posiblemente ya no le quedaba mucho tiempo, en unos minutos su cuerpo sería solo cenizas si nadie la ayudaba y en serio espero que nadie lo hiciera.
Al menos ya estaría muerta, que era lo que más quería.
—¡Dylan, ¿qué hacemos?! —me gritó Kaya mirando nuestra única salida cubierta en llamas, las cuales comenzaban a invadir el marco de la puerta, el humo ya se estaba haciendo presente
Busqué desesperadamente una salida a nuestro alrededor, lo único que teníamos era una pequeña ventana situada en la pared a una gran altura de nosotros.
—Tal vez podamos... —iba a decir que salgamos por la puerta si tan solo las llamas no hubiesen llegado hasta el techo—, diablos
—¡Papá, tengo miedo! —gritó mi hija bajo el ruido de las llamas, su mano apretaba la mía fuertemente, como si su vida dependiera de ello
Y en realidad así lo era.
—¡No tengas miedo mi vida! ¡Papá te sacará de aquí! —la tomé en brazos y escondí su cara en mi cuello—. ¡No aspires ese humo! ¡Te hará mal! ¡Cubre tu boca! ¡Kaya, a la ventana ya!
Mi amiga no dudó ni un segundo en ponerse en acción, rápidamente buscó algunas cosas en un armario que sirvieran de escalera y las colocó verticalmente hasta que llegaran a la ventana.
—¡Primero tú, Kaya, para que atrapes a Claudia afuera!
—¡¿Seguro que estarás bien?!
—¡No lo sé, solo sube de una vez o el fuego o el humo nos matará!
Ella asintió con la cabeza y comenzó a trepar hasta llegar a la ventana, que de por sí no se abrió al principio porque al parecer no le habían dado uso en años. Con fuerza, Kaya tiró de la ventana varias veces hasta lograr abrirla, soltó un gruñido cuando impulsó su cuerpo hacia arriba con sus manos hasta llegar arriba, llevó sus piernas afuera y saltó.
—Tu turno Clau —me acerqué a nuestra escalera improvisada y ella comenzó a llorar
—¡No papá, tengo miedo! —al escuchar esas palabras, la miré
—¿Miedo de qué? ¡Sube de una vez!
—¡No! —ella se abrazó a mi pecho—. ¡¿Qué pasa si cuando yo salga tú mueras?! —tosió un par de veces por el humo y frunció el rostro—. ¡No voy a dejarte solo papá!
—¡Si no te apresuras moriremos ambos así que sal de una vez!
—¡Entonces muramos aquí juntos!
—¡Reina Claudia o subes o no respondo! ¡Deja de llorar y sal por esa ventana antes de que reaccione mal!
Ella abrió sus ojos asustada, asintió varias veces con la cabeza y me hizo una señal para que la llevara a nuestra escalera improvisada. En sus manos aferraba a su unicornio, parecía que temía que el fuego lo alcanzara.
—Primero Corny, ¿sí? —asentí en señal de respuesta y ella subió a la escalera, se asomó a la ventana esperanzada de que Kaya estuviera ahí para que lo atrapara—. ¡Tía ahí te va Corny, agárralo! —y sin vacilar, Claudia tiró su peluche afuera, sin saber si Kaya lo había atrapado o no, de igual manera eso no importaba en una situación así
Subí a lo largo de la falsa escalera y tomé en brazos a mi hija y la levanté para sacar sus pies por la ventana, intentaba ser lo más cauteloso posible, no quería caerme ni que ella se cayera.
—¡KAYA! —grité para que ya estuviera lista y atrapara a mi hija, el fuego comenzaba a propagarse aún más, el lugar parecía el mismísimo infierno por todo el calor que estaba haciendo
—¡Aquí estoy Dylan! —al escuchar esas palabras, supe que debía estirar aún más mis brazos para sacar a Claudia de ahí—. ¡Un poco más! ¡Eso! ¡Ya la tengo! ¡Suéltala! —obedecí y Claudia desapareció por la ventana, cerré los ojos, temiendo que se hiciera daño
Para mi buena suerte no fue así, yo y mi mente negativa.
Tragué saliva cuando vi el fuego propagarse, ya casi llegaba a la escalera y provocaba un calor insoportable, parecía que estaba dentro de un horno de pan.
Soy un pan, pensé.
Me abofeteé mentalmente por pensar estupideces en medio de este desastre y más cuando comencé a sentir cómo pedazos de techo caían sobre mí y quemaban mi espalda, estaban muy calientes y si no salía de una vez por todas, o bien el techo me aplastaba o bien el fuego me alcanzaba.
—¡PAPÁ! —escuchar aquel grito provocó que dejara de ver el techo en shock y me pusiera en acción de una vez por todas
Hazlo por ella.
Rápidamente saqué una de mis piernas por la ventana y con mucho cuidado, saqué la otra, tragué saliva mirando la altura a la que me encontraba, cerré los ojos y salté soltando un grito.
Caí sobre el pasto del jardín sobre mi brazo derecho, tosí algunas veces por el humo y giré para quedar boca arriba, mirando al cielo y agradeciendo por estar vivo, porque todo salió bien.
—¡Papá! —apenas pude levantar mi cabeza, porque esa pequeña criatura que tanto amo se lanzó sobre mí para abrazarse a mi cuerpo y llenar de besos mi cara—. ¡Estamos vivos! ¡Le ganamos a mi mamá!
Sonreí a punto de estallar en llanto y la abracé aún más fuerte besando su mejilla y acariciando su espalda. Todo había terminado, ella ya estaba conmigo y podía estar tranquilo al fin.
Al menos eso pensaba.
—¡Chicos! —Claudia se retiró de encima y me dejó incorporarme para mirar a quien había llegado
Era Ki, su semblante estaba abrumado por el miedo.
—¡Tío Ki! —chilló Claudia y corrió a abrazarlo, él la tomó en brazos y se me acercó para darme un abrazo, señal de estar feliz de verme de nuevo
—Ki, ¿dónde está Thomas? ¿Está bien? —pregunté de repente
—De eso venía a hablarte, se demoraron mucho y Thomas ya no resistía, por eso la ambulancia se fue sin ustedes, llamé a los bomberos y me quedé aquí por si salían con vida, el resto está en el hospital con él y... y...
—Ki, tranquilo, ¿pero está bien? Dime que está bien
Mi amigo hizo una mueca y negó levemente con la cabeza.
—Se puso muy mal, hombre. Estuvo a punto de sufrir un infarto, su respiración era muy débil, el doctor me dijo que era porque la hemorragia no había sido tratada a tiempo y...
Y a partir de ese momento dejé de prestar atención a mi amigo, quien continuaba hablando y dándome más detalles, pero yo no podía digerir ninguna de sus palabras, el hecho de que Thomas estuviese a punto de morir por un infarto me puso los pelos de punta.
No, él no debía morir, no mientras yo esté vivo.
Bueno mientras esté consciente, ya que sentí cómo mis piernas se debilitaban y mi cabeza comenzaba a emitir un pitido terrible a través de mis oídos. Caí al suelo de rodillas, intenté levantarme de nuevo, sin embargo, la debilidad me ganó, volví a caer y esta vez todo se volvió negro.
—¡PAPÁ! —fue lo último que escuché antes de que todo se volviera negro
***
Abrí mis ojos de golpe muy asustado, había tenido una pesadilla terrible, la imagen de Lucy consumida por el fuego me atormentó en todo mi sueño, creo que esta sería una de las tantas cosas que nunca podría superar así volviese a nacer.
Poco a poco mi respiración se fue calmando y mi mente se concentró en analizar el lugar en el que estaba. Cuatro paredes blancas rodeaban la habitación en la que me encontraba, una cama fría, un montón de cables y aparatos médicos. En ese momento recordé lo que había pasado. Giré mi cabeza lentamente al sentir la presencia de alguien más en el lugar, una pequeña manito apretaba la mía como si su vida dependiera de ello. Mi pequeña hija reposaba su cabeza a un filo de la cama, su mano izquierda tomaba la mía y su derecha se encontraba estirada y sobre la cama de al lado, en donde dormía mi precioso novio. Automáticamente sentí una corriente recorrer mi cuerpo, quería llorar y salir de la cama para abrazarlo, despertarlo y decirle que todo había salido bien, bueno si no se lo dijeron antes. Sin embargo no podía salir de la cama, no con una gran aguja en mi brazo que de seguro me hidrataba. Sonreí al ver a mi hija en medio de ambos, dormida en una pésima posición, pero solo para estar junto a Thomas y a mí. Acaricié su mejilla lentamente, admirando lo bonita que era, sintiéndome afortunado por tenerla como hija, la amaba y mi amor no podía expresarlo con palabras.
—No quiso separarse de ambos para nada —tuve que contener un grito para no despertar a mi hija, Ki se encontraba en un sillón en una de las esquinas—. Le dije que escogiera a uno de los dos para dormir y dijo que no
—Ki Hong vas a matarme de un susto si vuelves a hacer eso —susurré con la voz adormilada
—Lo siento
—¿Cómo está Thomas? —pregunté sin dejar de acariciar la carita de mi hija
—Salió bien, un minuto más tarde y podía quedar en estado vegetal. Solo que... —hizo una pausa, parecía que temía contarme lo que sucedía—, aún no despierta, está en un pequeño estado de shock, pero no muy grave, no te alarmes. Es por la pérdida de sangre, Claudia pasó una hora intentando reanimarlo con un pequeño sonajero de estrellita que encontró en uno de sus bolsillos, hasta que se cansó y se quedó dormida así como la ves
—Ay mi vida —susurré, quería darle un beso, pero temía hacerlo por la aguja—. Clau —comencé a moverla lentamente—. Mi amor despierta, Reina abre tus ojitos
Sus ojos se abrieron lentamente, levantó su cabeza y frunció el ceño mientras tallaba sus ojos, aún estaba perdida y no notaba mi presencia.
—Buenos días dormilona —al escuchar mi voz, abrió los ojos como platos y sonrió, y como si la hubiesen activado con un botón, automáticamente se lanzó a mí para abrazarme
—¡Papá! ¡Despertaste al fin! —la felicidad no se iba de su rostro
—Sí mi amor —besé su frente y le dediqué una sonrisa
—¡Solo falta mi papi! —se separó de mí y fue a su cama, de inmediato su cara mostró absoluta tristeza—. Tío Ki, ¿sigue sin despertar? —miró al mencionado y este asintió—. Ay —se quejó y buscó en su bolsillo su sonajero, el cual movió sobre el rostro de Thomas—. Vamos papi despierta, mi papá ya lo hizo —soltó un suspiro y cerró los ojos—. Yo Reina Claudia O'Brien, hago un ritual para que... —movió circular y rápidamente el sonajero sobre mi novio—, ¡despiertes! —abrió los ojos con una gran sonrisa, la cual desapareció al instante, por ver que su "ritual" no había funcionado—. ¡Se acabó! ¡Me rindo! ¡Llevo diez rituales y tú no despiertas! —dicho esto, dejó el sonajero de lado y caminó hacia mi cama para recostarse a mi lado, por lo que tuve que hacerme a un lado, se abrazó a mi pecho y comenzó a llorar
—¿Y tú por qué lloras? —pregunté soltando una risita
—Porque no despierta —me miró triste, sus hermosos ojos azules estaban llenos de lágrimas—. Tengo miedo de que nunca lo haga
—Tranquila, ya lo hará —comencé a acariciar su cabeza—. Debes ser paciente, papi perdió mucha sangre, necesita dormir lo suficiente para recuperar fuerzas
—¿Y por qué tiene la pierna vendada? —preguntó señalando el vendaje que levantaba su pierna
—Es porque le dispararon, Clau y así se recuperará más rápido
—¿Quién le disparó?
—Un hombre malo, no lo recuerdo muy bien porque luego de que hirió a papi lo maté, pero en sí era rubio
Su boca adquirió la forma de una O.
—¿Tenía los ojos azules y un montón de pelitos aquí? —preguntó señalando sus patillas y yo asentí, ella soltó un sonido de asombro
—¿Lo conocías?
—¡Era Roger, mi tío, bueno, el hermano de mi mamá! ¡Ahhg ese tonto! ¡Si no fuera por él mi papi estuviera bien!
—Mira el lado bueno, ya está muerto gracias a mí
—¡Pero igual! —agitó los brazos y yo reí, se veía muy graciosa cuando se enojaba
—No te agobies mi amor —la volví a abrazar contra mi pecho—. Papi despertará pronto, solo debemos ser pacientes, ¿sí? —ella asintió con la cabeza y suspiró
—Por lo menos tu madre acabó como un cigarrillo —comentó Ki
—¿Cómo? —preguntó Clau con curiosidad
—Hecha cenizas —no pude evitar reír ante tal comentario
—¿Entonces murió la desgraciada? —mi amigo asintió ante mi pregunta—. ¡Triunfó el mal! —exclamé abrazando a mi hija
Cinco minutos llenos de conversación junto a Ki pasaron hasta que una enfermera llegó a revisarme, tomó mis signos vitales, verificó que todo estuviera correcto en mí y me quitó la aguja con el suero. Diez minutos después, ya me habían dado de alta, Claudia y yo hubiésemos salido del hospital y regresado a casa, pero no, porque teníamos a alguien más ahí, que no se dignaba en despertar.
Claudia y yo no nos separábamos de él, permanecimos en su habitación toda la mañana, ya sea mirando perritos por la ventana, contándole historias, jugando a las escondidas y mirando su show favorito: Teen Wolf.
—Me dio hambre —se quejó mi hija cuando terminó un episodio
—¿Quieres ir por pizza?
—¿No podemos comer aquí? No quiero separarme de mi papi
—Si comemos aquí solo no darán la comida asquerosa de hospital que comías hace mucho tiempo, ¿recuerdas?
—¡Iug! Vamos a la pizzería, entonces —se acercó a la cama de Thomas y depositó un beso en su mejilla—. Iremos a comer papi, no te muevas de aquí, ¿eh? —dicho esto, fue por su unicornio y su chaqueta—. ¡Corny, vamos a comer pizza! ¿Tú también tienes hambre?
—Regresaré en seguida Tommy —le susurré y besé sus labios—. Te amo
—Papá, vamos —dijo ella mientras tomaba mi mano
Salimos del hospital y caminamos a la pizzería más cercana, ubicada a dos cuadras de ahí, pedimos nuestra orden favorita: pizza Romana, que contenía jamón, queso, pollo y pepperoni, siempre comíamos esa, puesto que Clau y yo odiábamos los vegetales, si Thomas estuviese aquí, nos hubiera regañado por ser tan golosos.
En cuanto regresamos con Thomas, nos encontramos con la grata sorpresa de tener a Will, Dexter y Blake en su habitación, a quienes Claudia abrazó y saludó muy alegre.
Las horas pasaron volando con ellos ahí, sobre todo para mi hija quien se la pasó jugando con Blake toda la tarde, hasta que tuvo que irse con el resto porque cada quien tenía sus distintas ocupaciones. Nuevamente Claudia y yo estábamos solos.
—Ya es de noche —dijo Clau de repente mientras observábamos la ventana nuevamente—. Y mi papi sigue sin despertar
—Te dije que debes ser paciente
—Lo sé, lo sé —suspiró y me abrazó—. Papá, sé que no hemos hablado de eso... ya sabes
La miré confundido y ella agachó la mirada.
—¿De qué hablas?
—Yo... lo siento por irme con mi mamá —ella jamás me miró, su vista estaba clavada en sus deditos
—Oh eso, no importa mi amor
—No, sí importa, no debí hacerlo, por mi culpa te asustaste mucho y mi papi está así
—No te culpes —ella comenzó a sollozar contra mi pecho
—Me dejé llevar por las burlas de mis compañeros, en serio quería una mamá que me quiera como ustedes, pero... ella era mala conmigo. Y... también estaba enojada por lo de... ya sabes... que soy adoptada
—Eso fue mi culpa por nunca decírtelo —le susurré mientras la sentaba sobre mi regazo para que se abrazara mejor a mí, como cuando era una bebé—. Perdóname tú por eso
—Ya te perdoné papá —levantó su cabeza para mirarme—. Podré ser adoptada, pero para mí, ustedes dos son mis papás de verdad, y no me importa que para tener un bebé, un papá y una mamá deben quererse mucho, para mí, mi papi Tommy fue el embarazado, fin de la historia
No pude evitar soltar una carcajada frente a semejante comentario.
—Eres una tontita —besé su mejilla y ella me sonrió levemente—. Te amo
—Yo también papá
—¿Y no hay un te amo para mí? —ambos nos miramos sorprendidos al escuchar una voz débil y familiar, por lo que giramos nuestras cabezas hacia la cama de Thomas
Una corriente recorrió mi cuerpo, la emoción abundó mi ser, una sonrisa tonta se formó en mi rostro y las lágrimas se hicieron presentes de inmediato: Thomas estaba despierto, mirándonos feliz desde su cama. Claudia soltó un grito y se bajó de mi regazo para correr a abrazarlo.
—¡PAPIIIIII! —Reina no dejaba de besar sus mejillas—. ¡Estás vivo!
—Más vivo que nunca pequeña —dijo y tomó ambas mejillas de mi hija y le proporcionó un beso tronador en su frente, luego me miró sonriente—. Dyl, ¿qué pasó? ¿No hay besitos para mí? Parece que acabas de ver a un fantasma
Agité mi cabeza y reaccioné, limpié la lágrimas acumuladas en mis ojos y corrí hacia él para darle un fuerte abrazo y besar sus labios, pude sentir cómo enredaba sus manos a mi cuello para que me acercara más a él, nos separamos un microsegundo para respirar y sollozar, y volvimos a juntar nuestros labios, lo besé un montón de veces mientras acariciaba su cabello y disfrutaba cada centímetro de su boca, llorábamos de felicidad, esa felicidad que indicaba que nos alegraba volver a vernos, volver a sentirnos y estar juntos, no solo ambos, sino con Claudia también, quien nos miraba feliz a un lado de la cama. Nos separamos y sollozamos un par de veces, contentos porque por fin todo estaba bien, acaricié lentamente su mejilla, limpiando todo rastro de lágrimas en su rostro.
—Tommy... —susurré
—Estoy vivo —susurró con una sonrisa—. Vencimos a la bruja —buscó mi mano y la tomó entrelazando nuestros dedos
—Juntos —besé sus labios nuevamente
—¡Abrazo grupal! —exclamó mi hija y subió a la cama para abrazar a Thomas y a mí
Ya estábamos juntos, ya nada importaba, todo estaba bien al fin. Nuestra vida podía volver a ser la misma de nuevo.
Mi familia estaba junta otra vez y no podía desear más que esto.
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Holaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa cómo va ese karanavairuuuuus?
JASJDKADJS YA NO AGUANTO SÁQUENME DE MI CASA
Bueno eso no era lo que quería decirles xd
La cosa es que quedan aproximadamente unos 20 capítulos para que termine la fic y en vista de que han bajado mucho los lectores alv :'V así que no sé si darle un final ahora o seguir publicando esos caps que quedan jsjsjs
Y pos quería su opinión jsjs
Eso era todo.
No olviden quedarse en sus casitas y cuidarse del KARANAVAIRUUUUUUUUUS
Los amo uwu
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