Capítulo 2
Dylan:
—Ah... Dylan, ¿verdad? —giré mi cabeza al escuchar la voz del tipo de las cejas raras, lo había visto hablar toda la noche con Thomas que ya podía reconocerlo
—Sí, ¿y tú eres? —ya sé que me dijo su nombre ayer, pero mi memoria es horrible y el hecho de que tenga a Thomas cerca de mí me vuelve aún más distraído
—Will, ah eso no importa... pasé por los arbustos de allá y vi a tu nena llorando —de inmediato solté las ramas con las que haría la fogata y me levanté
—Gracias, iré a verla —dicho esto corrí lo más rápido que pude hacia donde me señaló Will
Me detuve en seco al ver a la pobre sentada en una roca, moviendo sus hombros con cada sollozo, en sus manos tenía un par de flores bonitas, las cuales tiró al piso con rabia y recostó su cabeza sobre sus brazos que estaban sobre sus rodillas. Me acerqué a ella a paso lento y me senté a su lado para comenzar a acariciar su espalda lentamente.
—¿Qué te pasa mi amor? —le pregunté
Su respuesta fue el estirar su brazo hacia adelante con su índice levantado, señalándome a Thomas, quien caminaba muy lejos de nosotros tomado de la mano de una chica rubia.
—Mi papi tiene novia... —levantó su cabeza y me miró, su rostro estaba lleno de lágrimas—. Como tú
Suspiré y la abracé.
—Dime la verdad, ¿ya no se aman?
La miré tristemente mientras sus pequeños ojos se llenaban de lágrimas otra vez, no quería decirle la verdad para no herirla, pero ya no tenía caso, ella misma se había dado cuenta.
—No es eso —la senté en mi regazo—. Es solo que... —me quedé callado sin saber qué decir
—Papá, ya no quiero mentiras
—Está bien... cuando tú eras una bebé ambos nos peleamos muy feo, luego él se fue y cada quien encontró a alguien más para amar
—¿Entonces sí nos abandonó?
—Algo así —fue lo más duro que pude decirle, su labio inferior comenzó a temblar y se abrazó a mi pecho para otra vez llorar
—Quiero que estén... juntos
—Amor, tú viste que ambos intentamos llamarlo para pedirle que volviera, ahora estoy con Britt y la amo, debemos dejar que él sea feliz y yo también, ¿no?
—¿Y yo cuando seré feliz? —me miró sumamente triste y yo me quedé callado mientras pensaba en algo para decirle
—No importa lo que pase, tú siempre debes ser feliz, porque eso es lo que a mí me hace feliz, si tú estás triste, yo también lo estaré, ¿ok? Nos tienes a ambos ahora y si quieres, podrás ver a Thomas las veces que quieras
Asintió con tristeza y dirigió su vista al suelo. Me levanté con ella en brazos y caminé de vuelta al campamento.
—Vámonos bebé, tenemos mucho que hacer
Llegué a nuestra carpa, senté a mi hija en el llano y le sonreí para después limpiar las lágrimas frescas en sus mejillas.
—Ya no llores, ¿sí? —ella asintió y caminó hacia un montón de dientes de león que estaba cerca de ahí, se sentó y comenzó a arrancarlos para formar un pequeño ramo
Suspiré y tomé mi cabeza con ambas manos, definitivamente no me agradaba el tener que trabajar con Thomas.
Pero debía soportarlo.
Hasta la tercera película.
Horas después Kaya, Ki, Will, Claudia y yo nos encontrábamos sentados alrededor de la fogata comiendo un pedazo de cerdo, nos encontrábamos en una paz y silencio total, cuando de repente Thomas apareció de la nada y se sentó con su novia. Kaya lo regañó antes de darle su comida, diciéndole que debía ayudarnos y no irse con su noviecita, él simplemente se disculpó y comió junto a su acompañante, a quien ni siquiera le dediqué una mirada. No hasta que me dio curiosidad y levanté mi cabeza, fue el error más grande que pude haber hecho, no podía creer que Thomas haya regresado con Isabella después de habernos abandonado. Pude sentir cómo mi corazón se hacía añicos al verla, seguía igual de fea que hace años, cuando íbamos al colegio, pero eso no quita el dolor dentro de mí, podía ser cualquier chica, todas menos ella, quien nos hizo tanto daño a ambos cuando comenzamos a andar, solo porque Thomas había roto con ella, gracias a mí. En ese momento me di cuenta de que extrañaba ser su preferencia, ser suyo, ser su novio, al parecer aún no podía superarlo, pero él sí, siempre había sido malvado con las personas que daban todo por él. Sentía un gran vacío dentro de mi corazón incapaz de llenarlo con algo más, lo único que necesitaba era él, él y nadie más, suena terrible decirlo, pero ni siquiera Britt podrá llenarlo, solo él, mi primer amor, y es que el primer amor no se olvida, nunca lo olvidé y tampoco logré superarlo, con solo verlo con alguien más sentía mi mundo caer, lo que es tonto porque yo también tengo a alguien, pero ahora me sentía confundido, no sabía si de verdad la amaba, este estúpido dolor me hacía dudar demasiado. Pero luego veía el anillo en mi dedo anular y reaccionaba, no podía seguir sufriendo por él, según yo ya lo había superado, Britt me ayudó a olvidarlo, pero todo fue verlo otra vez y sentirlo cerca para que todo se fuera al carajo, sin mencionar que regresara con su estúpida ex que tanto odiaba y nos hacía la vida imposible cuando éramos jóvenes.
Sin decir palabra alguna, me levanté con mi hija y juntos caminamos tomados de la mano hacia la carpa. Nadie nos detuvo, tal vez porque posiblemente supieran la razón, a excepción de Will.
—¿A ti tampoco te cae Bella? —me preguntó Clau
—No, no es eso —mentí—. Me cansó el olor a humo, ¿y tú cómo sabes su nombre?
—Mi papi Tommy la llama así, aunque en lugar de Bella, yo la llamaría "Fea" —hizo una mueca de desagrado y yo reí—. Es muy fea, ¿verdad? Tiene cara de que un tren le pasó encima —ahora ella también rió
—Sabías que te amo, ¿verdad? —ella asintió y me abrazó
—¿Jugamos a las ollitas?
—Dale —le guiñé un ojo y corrió a su mochila para sacar sus juguetes
***
Al día siguiente desperté sobresaltado al escuchar algunos gritos, me incorporé, provocando que Clau también despertara.
Salí lentamente de la carpa, encontrándome a todo el cast reunido en un círculo. Avancé a paso lento con el ceño fruncido y me paré de puntillas para observar mejor, pude ver en medio a la cabellera rubia de Thomas, la curiosidad invadió por completo mi cuerpo, así que, por instinto, me acerqué más a él para ver qué tramaba hacer, sin embargo al ver aquel espectáculo me arrepentí por completo. Thomas se encontraba arrodillado frente a Isabella, enseñándole una pequeña cajita de seda roja, que contenía un precioso anillo de oro brillante. Su novia cubría su rostro con ambas manos y lloraba sin control. Podía sentir un nudo en mi garganta al ver a Thomas colocando el anillo en su dedo anular y besando a su ahora futura esposa. Todos gritaron en señal de festejo, a excepción de mí, Kaya y Ki. Después de varios abrazos para los futuros esposos, todo se retiraron a sus respectivas carpas, dejándonos solos a Thomas, Bella y yo. Isabella besó por última vez los labios de Thomas y le dijo algo sobre irse a quien sabe dónde, a mí no me interesaba, solo quería que se fuera de una vez, porque rayos, ¿quién la invitó? Ella ni siquiera era parte del elenco. Bella dio media vuelta y se fue, no sin antes mirarme desafiante y sonriente, le dediqué una mirada de odio e indiferencia y ella se alejó de mí riéndose. Miré a Thomas incrédulo, él también mantenía la misma sonrisa burlona en su rostro, se me acercó e hice puño mis manos, conteniéndome las ganas que tenía por golpear su lindo rostro.
—Buenos días O'Brien
—¿Qué tienen de buenos? —inmediatamente quise pegarme un tiro por lo que dije
—Mi boda —me enseñó su anillo
—¿Crees que no se tú estúpido e infantil plan de pedirle la mano a tu novia delante de mí para darme celos? Por favor, no me interesa, yo también me casaré —le mostré mi anillo
—¿Ah sí? Y esa lágrima, ¿qué? —señaló mi mejilla izquierda y de inmediato la toqué, estaba húmeda
Me abofeteé mentalmente mientras sentía las repentinas ganas de desaparecer, no puedo creer que no me di cuenta de que lloré al verlos así. De seguro mi expresión fue muy cómica, porque provoqué su risa.
—Suerte en la boda O'Brien
—Ah, vete al carajo —y regresé a la carpa sin decir palabra alguna, lugar donde se encontraba mi hija mirándonos tristemente
—¿Se va a casar?
—Sí mi vida, pero no tiene caso, es un idiota —dicho esto, tomé su mano y entré a la carpa con ella
Más tarde, Claudia y yo nos encontrábamos pelando algunas frutas para comerlas con el resto. De pronto, un niño gordito de aproximadamente unos doce años se nos acercó tímidamente.
—Hola, soy Blake —dijo de pronto extendiendo su mano, la tomé algo confundido—. Eres Dylan, ¿no?
—Sí, mucho gusto
—El gusto es mío. Yo ah... me mandaron a preguntar si tenían un poco de aceite que nos regalen, se nos ha terminado todo —me dedicó una sonrisa muy tierna—. Y Dexter se ha negado en pedir otro a Wes
—Oh claro, aquí tienes —le dije después de buscar en una maleta donde poníamos la comida
—Gracias —tomó el aceite y observó a Claudia—. ¿Es tu hija?
—Sí —dije mientras la observaba con una sonrisa
—Soy Claudia —dijo extendiendo su mano hacia él
—Mucho gusto Claudia, soy Blake —ambos estrecharon sus manos—. Dylan, ¿me la prestas? Quiero jugar con ella
—Eh, eh, mi hija no es ningún juguete
—No, no es eso. En mi grupo nadie tiene mi edad y es muy aburrido, quiero alguien con quien jugar
—¿Tú quieres ir? —le pregunté a mi hija
—Pues... también estoy aburrida de pelar bananas, vámonos Blake —se levantó, sin embargo detuve su paso tomándola del brazo
—Nada de correr, ¿me oíste?
—Sí papá, tranquilo —solté su brazo y asentí
—Vayan
Por un momento dudé sobre Blake, como era un niño aún, creí que no cuidaría de Clau como se debe, pero me equivoqué, Blake resultó ser un gran amigo para mi pequeña, tanto así que parecía su hermano mayor, y es que en los tres días que faltaban de campamento demostró absoluta responsabilidad al cuidar de ella. Tanta que ya no me preocupaba, los veía jugar con los animales y eso en cierta parte me daba una sensación de alegría, a Claudia le hacía falta relacionarse con niños.
Claudia:
—Allá está mi tío Alex —le susurré a mi nuevo amigo mientras observábamos cómo mi tío hacía pedazos a unos pobres cerditos
—¿Y si lo asustamos? Algo así como lo hace Chuck con Gally
—¿Y esos quiénes son?
—Son los personajes de esta película, bueno el mío y el de Will
—¿El de las cejas raras?
—Exacto
—Bueno, hagámoslo
—Bien, ahora está de espaldas, debemos sorprenderlo por detrás, ¡corre! —exclamó y salió corriendo hacia él, sin embargo, yo me quedé quieta en mi lugar
—¿Correr? No... Blake, ¡yo no puedo...! —guardé silencio al ver a mi amigo cerca de Alex, era inútil gritar ahora—. Bueno
—¡AAAAAAAH! —gritó y mi tío brincó del susto, giró sobre sus talones y de un movimiento rápido, tiró a Blake al suelo y lo apuntó con el cuchillo, de inmediato sentí miedo y caminé hacia ellos
—¡Tío, déjalo! ¡Blake está gordito, pero no es uno de tus cerditos! —exclamé mientras agitaba mis manos, al llegar a ellos vi a mi amigo, quien era un saco de nervios debajo de él, y quién no estaría así al ver a un Alex tan enfadado sobre él a punto de lastimarlo con su cuchillo, podía jurar que estaba a punto de orinarse
Segundos después, soltó una carcajada y se retiró de Blake, a quien ayudé a levantar, el pobre temblaba de miedo y estaba pálido.
—¿De qué te ríes? ¡Casi nos matas de un susto! —reclamé
—Eso es para que aprenda a no volver a hacer eso, te he dicho miles de veces que no me molestes, Blake —dijo y lo apuntó nuevamente con el cuchillo, acción que hizo que el pobre mojara sus pantalones
—¡Blake! —exclamé asombrada y Alex comenzó a reír
—Ve a cambiarte niño, qué asco —volvió a reír y mi amigo se alejó de nosotros avergonzado
—Pobrecito
—Ah vamos, admite que fue gracioso
—¡No! —mi tío levantó una ceja y sin querer sonreí, cubrí mi boca y solté una risita—. Bueno sí —y ambos comenzamos a reír
—Volveré a mi trabajo —dicho esto, dio media vuelta
—¿Qué estabas haciendo? —lo seguí
—Rebanaba a unos pobres cerditos para la cena
—¿No te da asco? —hice una mueca de desagrado
—No, solo debes cortar y cortar, uso guantes, así no es tan asqueroso, ¿quieres intentarlo?
—No gracias, solo miraré
—Hola Alex —saludó un chico moreno junto a una gran olla llena de vegetales, los cuales tiró en la mesa
—¿Qué hay Dexter?
—¿Y esa niña? —me señaló
—La hija de Dylan
—¿Quién es Dylan? —levantó una ceja
—Es mi papá —respondí con una sonrisa
—Noooo me digas —habló con sarcasmo y Alex rió
—El protagonista, hombre
—Oh, ese, ¿cómo te llamas niñita?
—Claudia, y él es mi unicornio Corny
—Es un gusto conocerlos a ambos
—¿Qué harás con esos vegetales? —le pregunté curiosamente
—Primero los voy a cortar para luego cocinarlos, ¿quieres ayudarme?
—Claro, ¿por qué no? —me levanté de hombros y caminé hacia él, quien trajo un banquito para que alcanzara la mesa
Esa tarde la pasé genial junto a ambos, reímos un montón porque a veces Alex se resbalaba con la sangre de los cerditos y caía al suelo, aprendí junto al tío Dexter a pelar papas y cortar zanahoria, él era un gran cocinero y me contó que para su buena suerte, su personaje sería el encargado de la cocina. Blake no regresó más, de seguro el pobre tenía mucha vergüenza por lo que había pasado y no quiso que mi tío Alex se volviese a burlar de él.
***
Iba de camino a nuestro campamento con Corny en mi mano derecha y una zanahoria en la izquierda, rodé los ojos al escuchar gritos provenientes de una discusión, la cual probablemente pertenecía a mis papás. Y no me equivoqué, al llegar al campamento, los vi pelear otra vez. Decidí esconderme detrás de un árbol para que no se detuvieran solo porque yo estaba ahí, a veces sus peleas eran divertidas y en parte, me gustaba verlos juntos así estuviesen peleando.
—No, no, si no le echas viento nunca se va a prender —lo regañaba mi papá
—Yo estoy prendiendo, déjame en paz, mi trabajo, mis reglas
—¡Pero es que así con pierdritas nunca vamos a comer! ¡Y tengo hambre!
—Todos tenemos hambre, Dylan. Lastimosamente pusieron a un par de tontos a encender la fogata
—Hubiese preferido ir con el chino a recoger fruta —papá Dylan se cruzó de brazos
—A mí tampoco me agrada tu presencia, no me lo restriegues
—¿Sabes qué? Hazte a un lado, yo lo haré —mi papá se le acercó y lo empujó
—¡Quítate Dylan! —mi papi no se dejó
—¡Sino hacemos esto rápido Kaya vendrá a regañarnos y no quiero que me grite por tu culpa, ¿ok?!
—¡Bien! ¡Hazlo tú entonces! —rendido, papi se retiró del montón de palitos y se alejó de mi papá para burlarse de él, ya que él tampoco podía encenderla por más intentos que hiciera—. Si ni li ichis viinti ninci si vi i prindir —lo remedó y yo contuve la risa
—Cállate, deja al maestro hacer su trabajo —dicho esto, tomó una botella de disolvente y le echó a la minúscula llama que se estaba encendiendo
Siempre he pensado que mi papá era inútil, pero ahora cambié de opinión cuando una llama algo grande apareció entre todos los palos.
—¡AJÁ, TE LO DIJE! ¡SOY EL SEÑOR DE LA LLAMAS! —lo señaló y comenzó a bailar moviendo el trasero—. Ahora ponemos la parrilla —la colocó sobre el fuego, pero en muy tonto metió los dedos a la fogata—. ¡A LA VERGA! —gritó y de inmediato se llevó los dedos a la boca, mi papi rió
—El señor de las llamas, en llamas —dijo entre carcajadas y comenzó a colocar los pedazos de carne crudos en la parrilla—. Oye señor cerillo, la llama se está apagando
—Maldito viento, me la pelas —se quejó y nuevamente trajo la botella de disolvente, vertió lo poco que quedaba de ella y luego usó el aceite también, provocando una llama enorme
—¡Dylan!
—¡AAAAAAH LAS CARNES SE QUEMAAAAAN! —mi papá comenzó a correr alrededor de la fogata—. ¡LLAMEN A LOS BOMBEROS!
—¡Tú eres el señor de las llamas, apágalo!
—¡Aguaaaaaaaaaaaa! —tomó un botellón de agua y corrió con él hacia la fogata
—¡No Dylan, no! —pero todos sus gritos fueron en vano, mi papá ya había apagado el fuego con el agua—. ¡Eres idiota! ¡¿Ahora cómo la vamos a encender de nuevo?!
—Yo creo que mejor le pedimos fueguito a otro grupo —sonrió levemente, mi papi agarró un palo y comenzó a perseguirlo con él
—¡Ven acá bueno para nada!
—¡KAYA AYÚDAME! ¡ME PERSIGUE UNA PASIVAAAAA!
Salí de mi escondite y me eché a reír mientras los veía corriendo a lo largo del bosque.
Definitivamente extrañaba esto. Amaba verlos así.
—¿De qué te ríes Clau? —me preguntó mi tío Ki de pronto
—De las peleas tontas de mis papás
—¿Todavía no encienden la fogata?
—No —volví a reír
—Kaya los va a matar
—¿Qué importa? Ven a verlos —ambos nos sentamos en un tronco y los miramos pelear como si estuviesen en la lucha libre
—Esto es mejor que ver la UFC, ¿quieres uvas? —me enseñó un tazón repleto de ellas, tomé una y la comí mientras disfrutaba el espectáculo
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N/A: Lo de la fogata está basado en hechos reales, mi mejor amiga lo hizo y ese día comimos crudo xd 😂😂😂😂
Pd: Gracias por todos sus comentarios UwU las amo mucho <3
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