Capítulo 19
—¿Por qué no puedo ir a mi antigua escuela? —preguntó Clau mientras se observaba en el espejo
—Porque te dormiste durante un largo año, ¿lo recuerdas? —respondió Thomas mientras la peinaba, o al menos intentaba hacerlo
—Ustedes tienen la culpa —se cruzó de brazos
—¿Y por qué? —pregunté dejando de leer un artículo en internet sobre adopción
—Porque no me despertaron... ¡AY PAPI! ¡ME DUELE!
—¡Lo siento, amor lo siento! Aún no domino al cepillo
—Deja que mi papá me peine, por fa
—No, quiero aprender
—¡Papá! —se volvió a quejar
—Hazte a un lado Tommy, deja al experto hacer su trabajo —me les acerqué y tomé el cabello de Clau—. Ve a leer lo de la adopción —le susurré y obedeció—. ¿Qué peinado quieres mi vida?
—¡Dos coletas!
—Ok, dos coletas serán
***
—Muy bien, hemos llegado —dijo mi novio deteniendo el auto
—¿De verdad debo quedarme hasta la tarde? —Claudia miraba por la ventana
—Sí corazón, debes seguir nivelación para que no repitas un año, ya hablamos de esto
—Pero ya no los voy a ver
—Solo serán tres días a la semana, Clau —le dijo Thomas sonriéndole
—Ya sé, ya sé, vámonos
Bajamos del auto y caminamos por la acera tomamos de las manos, Claudia caminaba con nerviosismo, podía sentirlo en su manera de caminar y de tomarme la mano, y es que la conozco tanto que sé que cuando está nerviosa o tiene miedo, sus manos aprietan las mías más de lo normal y sudan como si estuviéramos a treinta grados de temperatura. Llegamos a la puerta de acero por donde muchos niños alegres ingresaban a la escuela. Claudia observó la puerta con miedo y retrocedió dos pasos, sin embargo Thomas y yo la detuvimos antes de que huyera.
—Reina —dije su nombre en señal de advertencia y junto a mi novio nos arrodillamos a su altura
—Tengo miedo
—No Clau, tranquila —Thomas agarró sus manos—. Será igual que tu otra escuelita, tendrás muchísimos amigos y jugaras todo el tiempo, ya verás que no es tan malo
—Quisiera que Rose estuviera aquí
—Rose aún te quiere, puedes traerla a la casa cuando quieras, pero prométeme que ya no tendrás miedo de ir
—¡Entonces sí papá! —exclamó contenta
—Ve adentro, ¿sí? Ah y una cosa más. No somos famosos, no trabajamos en Maze Runner, papá y yo no somos pareja, ¿está bien?
—¿Por qué?
—Por las personas malas
—Ah, los parazzis
—Exacto, paparazzis —Thomas besó tu mejilla—. Suerte, te amo
—Yo también papi
—¿No hay un beso para mí? —le sonreí y ella me abrazó—. No hables con desconocidos, ¿ok?
—Sí papá, te amo
—Yo más —besé su cabeza y nos separamos—. Ve
Nos levantamos del piso y Clau fue a la puerta, giró sobre sus talones, y nos sonrió mientras se despedía con una mano.
—¡Adiós, no vengan tarde!
—No lo haremos
—¡No salgas de la escuela hasta que nosotros lleguemos!
—Sí papá
—¡No aceptes nada de nadie!
—¡Ajá!
—¡Ten cuidado, ¿sí?!
—¡Sí papá, ya váyanse!
—¡Ahora por eso no hay cuento esta noche! —le guiñé un ojo y me alejé de ahí con Thomas
—¡Oye! —escuché la voz de mi hija, sin embargo, seguí caminando y riendo junto a mi novio
—Espera —me detuve en seco y luego regresé donde mi hija, quien aún permanecía bajo el marco de la puerta mirándome seria—. Si pasa algo le dices a tu profesora que llame a ese número —le di un pequeño papel que saqué de mi billetera—. No lo pierdas, ¿ok? —ella asintió—. Adiós
***
—¡Lo único que sí sabemos es que nos sacaron de CRUEL! Tenemos ropa... ah... carajo olvidé mi línea otra vez
Al ver a mi novio tan frustrado, me le acerqué lentamente y acaricié sus mejillas.
—Estás muy tenso, amor
—No logro aprender mis líneas, y comenzaremos a grabar el sábado —se quejó y tiró el guión por lejos
—Tranquilo, lo lograrás, eres un excelente actor
—Pero no puedo, no sé qué me ocurre
—Solía pasarme, cuando grababa Maze Runner y Teen Wolf al mismo tiempo, solía decir mi diálogo de Maze Runner en Teen Wolf y el de Teen Wolf en Maze Runner —reí—. Era tan gracioso
—No sé cómo le hacías, de verdad eres increíble
—Lo sé —sonreí—. Pero basta de hablar de mí, estamos solos, Clau está en su nivelación, tenemos privacidad —decía mientras acariciaba su torso de arriba hacia abajo
—Ay Dyl —se sonrojó—. Creo que no nos vendría mal un rato a sol... —no pudo seguir hablando, ya que me lancé contra él y callé sus palabras con un beso
Subió sus manos a mi cuello y comenzó a acariciarlo lentamente, metí mi lengua en su boca y comenzamos una batalla. De un salto, enredó sus piernas a mi cuerpo y sus brazos a mi cuello sin despegar nuestros labios ni un segundo. Caminé con cuidado hacia la cama, puesto que no podía ver nada porque lo tenía frente a mí, sin querer choqué contra el armario, acción que provocó que riera sobre los labios de mi novio.
—Perdón
—Pendejo —musitó y volvió a besarme
Solo bastaron un par de pasos para poder llegar a la cama, Thomas se soltó y rebotó sobre esta, rápidamente me tumbé sobre él y desabotoné su camisa.
—¿Cuánto tiempo tenemos? —dije y volví a besar sus labios una y otra vez
—Ocho minutos —me volvió a besar, los jadeos ya se hacían presentes
—Es suficiente, hagámoslo rápido
Sus manos fueron a mi camisa y desabotonaron cada pieza blanca de ella, tiramos nuestras camisas al suelo al mismo tiempo y desabroché su pantalón mientras él acariciaba mi cuello y torso de arriba hacia abajo. Su pantalón voló por los aires, sus boxers fueron los próximos en ser tirados al suelo, ya lo tenía desnudo frente a mí. Lamí mis labios y me tiré contra su cuerpo para lamerlo completamente, trazando ya sea círculos o un camino muy largo.
—Dyl —gimió cerrando los ojos—. Dylan... no te... detengas
—A tus órdenes mi amor
Bajé a su miembro y lo acaricié con mi lengua, pude notar cómo apretaba la sábana con sus manos, cosa que me invitó a metérmelo de golpe en la boca. Soltó un leve gemido y se llevó una de sus manos al rostro, al ver que arqueó su espalda comencé a masturbar su miembro con mi boca, llenándolo de saliva y mordiéndolo levemente.
—Dyl... —su voz salió con un jadeo
—¿Te gusta? —levanté la mirada y él también me miró, tuvo que asentir con la cabeza porque un gemido interrumpió sus palabras
Continué con mi tarea durante un largo momento, sus gemidos y respiración agitada eran lo único que se escuchaban en la habitación. Con un ronco gemido se corrió en mi boca, tragué el líquido, lamiendo cada centímetro de mis labios y me separé de él para quitarme los pantalones.
—Hoy te voy a dar sin piedad, Tommy
—Entonces, ¿qué estás esperando?
Al escuchar esas palabras, me quité mi boxer y lo lancé por lejos, levanté sus piernas hacia arriba, dándome oportunidad para entrar. Lentamente llevé mis dedos a su boca y los introduje en ella, los lamió delicadamente, su lengua viajaba a través de ellos, y debo decir que verlo así, tan tierno, con su carita roja y su cabello húmedo pegado a su frente provocaban que mi amiguito creciera ahí abajo. En cuanto dio el último lengüetazo, junté nuestros labios mientras introducía uno de mis dedos húmedos en su entrada. Solté un gemido en su boca cuando mordió mi labio, intentando amortiguar los gemidos de esa manera. Otro dedo ya estaba dentro, esta vez se separó de mí para poder gemir, movía mis dedos lentamente dentro de él, quien mordía sus labios y cerraba sus ojos por el placer que llegaba a su cuerpo. Apretó las sábanas con fuerza cuando tres dedos recorrían su entrada, podía notar en su rostro que ya no podía más.
—Dyl...
—¿Qué pasa mi amor?
—Hazlo de una vez
—Quiero que supliques
—No empieces —se quejó—. Apresúrate
—No lo haré hasta que supliques
—Ah... Dylan, métemela por favor, te lo suplico, te lo imploro, te necesito dentro
Una risita salió de mi boca, mordí mi labio con pasión y volví a juntar nuestros labios para ahora sí entrar de golpe en él, acción que provocó un agudo gemido de su parte. Comencé a moverme cada vez más rápido dentro de él, desesperado porque teníamos poco tiempo para disfrutarlo, si íbamos a hacer el amor, debía ser rápido con mis movimientos, sin embargo, veía a Thomas más satisfecho que nadie. Tommy arqueó la espalda para darme mejor oportunidad para brindarle buenas embestidas, mordí mi labio y solté un gemido en su oído.
En medio de nuestro acto de amor, el timbre de la casa sonó, levanté la cabeza de golpe y observé la puerta asustado
—Oh Dios... —susurré sin despegar la vista de la puerta, Thomas se encontraba igual que yo—. ¡El timbre! ¡Ya llegó! —chillé cuando volvió a sonar y me levanté de la cama en busca de mi ropa
—Se supone que llegaría a las seis, ¿qué hora es?
—¡Seis y cinco! —exclamé colocándome mi pantalón
—¡Carajo, estaba a punto de venirme!
Me detuve en seco mientras me colocaba mi camiseta, observé a Thomas durante un par de segundos y me tiré a la cama de nuevo.
—¡Puede esperar, hagámoslo rápido!
Volví a entrar de golpe en él, tomándolo por sorpresa. Rápidamente me moví dentro de él, el timbre continuaba sonando, bajo nuestros gemidos se escuchaban los llamados de Clau. Entraba y salía de él hasta que al fin llegamos a sentir esa deliciosa sensación llamada clímax, soltamos un gemido y salí rápidamente de él. Jadeé repetidas veces mientras observaba a mi novio desnudo delante de mí con las piernas abiertas, el cabello húmedo y pegado a su frente, su respiración se agitaba cada vez más.
—Ahora sí... ve a... abrir
—¡Y tú cámbiate y... tiende la... cama! —exclamé y fui por mi ropa
Rápidamente me coloqué mi camiseta y bajé corriendo las gradas, salté el último escalón y corrí a la puerta, la abrí jadeando y de inmediato mi hija se lanzó a mis brazos.
—¡Hola pa...! ¿Por qué estás caliente? —su felicidad de inmediato cambió a confusión
—Ah... entra corazón, estaba haciendo mucho calor
—Pero si hoy llovió toda la tarde
—Eh... pues...
—¡Hola Clau! —Thomas apareció desde atrás, su cabello se encontraba muy alborotado y húmedo y su camisa estaba mal abotonada
—¡Hola papi! —dicho esto corrió a abrazarlo—. Tú también estás caliente, ¿qué hicieron?
—¡La cena! —exclamé—. Ven a comer
***
Narrador omnisciente:
—¡¿Vamos a ver a mis tíos?! —preguntó Claudia muy emocionada a sus padres, quienes se vestían de Thomas y Newt
—Sí mi vida, ya te lo dije —respondió Dylan mirándose al espejo—. Por eso ve a preparar tus cosas
—¡Voy!
—¡Dylan no encuentro mi chamarra! —gritó Thomas desde el otro lado de la habitación
—¿La blanca? Estaba en la canasta de ropa limpia, búscala bien
—¡No hay nadaaaa! ¡Y ya tenemos que irnos! ¡Vamos a llegar tarde el primer día!
—Tommy y esto, ¿qué es? —le preguntó el castaño señalándole la chamarra
—Ay lo siento —sonrió levemente y tomó la chamarra
—Bien estamos listos, vámonos ya
***
—¡TÍA KAYAAAAAA! —chilló la pequeña contenta y corrió hacia la mencionada
—¡HOLA CLAU BEBÉ! —exclamó contenta y la cargó por los aires—. ¿Cómo has estado corazón?
—¡Muy bien! ¡Te extrañé mucho!
—Yo también corazón
—¡CLAUDIAAAAAA! —un trío de gritos provenientes de Alexander, Dexter y Ki, llamó la atención de las chicas
Kaya bajó a Claudia, quien de inmediato corrió hacia sus tíos y los abrazó muy fuerte a cada uno, mientras que sus papás saludaban a su amiga. De pronto, un hombre se les acercó tímidamente y tomó la mano de Kaya, Dylan y Thomas fruncieron el ceño al ver al desconocido, no sabían quién era y les parecía raro la manera en que tomó la mano de Kaya.
—¿Y tú eres? —preguntó Dylan
—¿Recuerdan a Benjamín? —las mejillas de su amiga se encendieron
—No —respondieron al unísono
—Pues Ki sí lo recuerda. ¡Ki! —el asiático se acercó—. Diles quién es Benjamín
—Ah el cura del orfanato de Clau. El amor prohibido de Kaya —hizo una voz muy aguda mientras juntaba sus manos
La pareja abrió los ojos como platos, sus bocas tomaron la forma de una O mientras miraban atónitos al muchacho.
—¿De verdad eres tú? —el chico asintió—. Tú cuidaste de mi Clau cuando la dejamos ahí
—Exacto —dijo sonriendo—. Veo que han hecho un gran trabajo, es una niña muy linda
—Ah pero Dylan hizo más —comentó Thomas
—Bueno no importa, veo a Claudia muy bien, ha pasado mucho tiempo, y ya está muy grande
—Lo sé —respondió Dylan mirando a su hija jugar con Dexter y Alexander—. Soy Dylan y él es mi novio Thomas
—Es un gusto conocerlos, Kaya me ha hablado mucho sobre ustedes
—Espero que te haya dicho que somos muy guapos —Dylan peinó su cabello hacia atrás
—En realidad dice que son un par de padres tontos
—Bueno, pero Dylan me gana —Thomas se encogió de hombros y el mencionado lo miró indignado
—¡Oye!
—En fin, espero que no lastimes a mi bebé Kaya —soltó el rubio mientras abrazaba a la chica—. Porque te irá muy mal, amigo
—Descuida Thomas, amo a Kaya como no te lo imaginas
—Awww Ben —la muchacha besó sus labios—. Bueno, no nos quedemos aquí parados, hay que ir a trabajar, Wes nos espera —Kaya les hizo un ademán para que la siguieran y así fue
***
—Papá, ¿puedo subir al helicóptero con ustedes? —preguntó Clau
—No amor, eso es cosa de grandes
—Pero yo soy grande
—No, no lo eres, por eso te quedarás con Patricia (la pinche Ava xd)
—Ah, está bien —la niña sonó muy desanimada, pronto llegaron al frente del helicóptero—. Suerte —levantó su mano y trazó una cruz frente a la cabeza de su papá—. Ahora tú papi —hizo lo mismo frente a Thomas
—¿No hay nada para mí? —preguntó Ki de pronto
—¡Sí! —exclamó la niña y levantó las manos para que el asiático se acercara, depositó un beso en su mejilla y le sonrió
—¡Eh! ¿Por qué a él le besas y a nosotros no? —se quejó Dylan
—No sé —les sonrió y se fue de ahí
—Niña loca —susurró Thomas negando con la cabeza
—¡Dylan, Thomas! ¡A grabar!
***
—¡Pelea de comida! —gritó la niña cuando vio a sus padres y a sus tíos tirarse la comida que había sobre una gran mesa, como veía a todos felices, intentó correr hacia ellos, sin embargo, Patricia la detuvo—. Abuelita —se quejó
—No puedes interrumpir la escena
—Pero están jugando
—No están jugando, están trabajando, espera a que el tío Wes diga corte
—¡Corte!
—¿Lo ves? Ya puedes ir
Claudia asintió y avanzó a paso rápido hacia sus papás, quienes habían comenzado una pelea con un pastel, los observó detenidamente, Thomas le había arrebatado un pedazo de pastel a su novio y se lo había tirado a la cara, ahora Dylan se lo devolvió tirándole el resto del pastel.
—¡Dylan!
—¡Tú empezaste!
Thomas fue a la mesa y tomó el puré de papa, de un rápido movimiento lo lanzó hacia Dylan, quien retrocedió por el impacto, Claudia comenzó a reír cuando lo vio tomar el arroz y se lo aventó en toda la cara.
—¡Ya wey tiempo fuera! —chilló Thomas cubriéndose con sus brazos
—¡Nada de tiempo fuera!
—Clau, ¿quieres comer? —le preguntó Dexter enseñándole una pierna de pollo asado
—¡Claro! —la niña mordió el pollo y dirigió su vista hacia sus papás—. ¿Cuánto tiempo crees que sigan así?
—No lo sé, tal vez una hora, hasta que se les acabe la comida
—Ay por Dios —Claudia negó con la cabeza y se acercó a la mesa—. ¿Puedo comer una papa?
—Puedes comer lo que quieras
La niña asintió y agradeció, tomó una papa frita y la untó en mayonesa para después llevársela a la boca mientras observaba a sus padres peleando tan inmaduramente con la comida. Negó con la cabeza y continuó comiendo.
***
—Bueno, ya es tarde, hay que irnos —dijo Dylan mientras peinaba su cabello, hace unos minutos se había bañado junto a Thomas para quitarse la comida
—¿Y si vamos a comer en McDonald's? —sugirió Alexander
—Opino lo mismo —Dexter levantó su mano
—¿Y si nos ven? —susurró Thomas
—No creo, ya es muy tarde —dijo Dylan mirando el reloj—. Los paparazzis no trabajan hasta las once de la noche
—¿Y Claudia? —preguntó Kaya señalando a la mencionada, quien dormía plácidamente sobre un sillón con un abrigo sobre ella—. Ya es muy tarde, debe dormir
—Mañana es domingo, tranquila —la calmó Dylan—. La dejaremos dormir hasta la mañana, vámonos
—¡Eeeeeehhh! —exclamó Ki y corrió afuera, posiblemente a su auto
Kaya negó con la cabeza, por más que no estaba de acuerdo con la idea, terminó aceptando. El castaño se acercó a su hija y la tomó en brazos, por suerte no despertó ante tal movimiento, puesto que la pequeña tenía el sueño pesado. Recostó a su hija en su hombro y caminó junto a Thomas hacia el auto. El rubio se sentó en el asiento del copiloto, Kaya fue atrás con Claudia dormida en sus piernas, y Dylan conducía, siguiendo al auto de Ki Hong.
La pequeña niña despertó a medio camino, cuando el auto rebotó sobre un bache, miró aturdida a su alrededor y recostó su cabeza en el hombro de su tía mientras posaba su mirada en la nada, callada y esperando a llegar a donde sea que fueran a ir.
Minutos después, llegaron al fin, estacionaron sus autos y salieron hacia el restaurante. Dylan llevaba a Claudia sobre su hombro, no estaba dormida, pero sí cansada y quería dormir; mientras tomaba la mano de Thomas y se acercaba a la caja. Llegaron ahí y Kaya junto a Ki se encargaron de pedir, por lo que la pareja fue a sentarse en una mesa junto a sus otros amigos. Dylan y Thomas se sentaron juntos y Claudia a un lado de Dylan. Thomas recostó su cabeza en el hombro de su novio y este tomó su mano y entrelazó sus dedos.
—¿Me quieres? —le preguntó el rubio mirando a su amado
—Qué pregunta más tonta, obvio que sí, te amo
—Demuéstramelo —dicho esto, Dylan se le acercó y besó delicadamente los labios de Thomas
—Te amo —el rubio se sonrojó y lo abrazó
—Papá, ¿cuándo nos vamos?
—Cuando tu tía traiga la comida mi amor —respondió y volvió su atención a Thomas para darle varios besitos en el cuello y en los labios
—Pero ya tengo sueño
—Ya vamos corazón, ya vamos
—Pero esos señores me dan miedo
—¿Qué señores? —Dylan no quitaba su mirada de Thomas
—Los que están en esa mesa, nos están tomando fotos
Al escuchar aquellas palabras, todos levantaron la mirada en busca de aquellos señores que Claudia había visto. La pareja abrió los ojos como platos al ver a un montón de personas en la mesa del frente con cámaras en sus manos y apuntándoles con ellas. En cuanto un flash brotó de una de las cámaras, Dylan soltó la mano de Thomas, quien también se alejó de su novio. El miedo se apoderó de todos, los habían descubierto, sobre todo la sexualidad de Dylan y Thomas, ahora la prensa estaría como loca y todos los juzgarían, también habían visto a Claudia, todo estaba perdido, también le harían daño a ella, cosa que el castaño no quería.
—¡Kaya! —gritó Dylan y la chica giró, Dylan señaló a los paparazzis y ella abrió los ojos como platos asustada
—¡Vámonos! —gritó Thomas y se levantó de golpe de la silla, tomó a Claudia en brazos y corrió hacia la puerta
Todos imitaron su acción, sin embargo, los paparazzis no permanecieron sentados y los siguieron.
—Papi, ¿qué pasa? ¿Por qué corres? ¿Dónde está papá?
—Shhh, no digas nada, escóndete —Thomas no dejaba de correr
—¿Por q...? —Claudia cerró la boca cuando vio a una señora con una cámara frente a ella
—¿Es tu padre? —le preguntó, la pequeña no sabía qué decir
—S...
—¡Déjela en paz! —le interrumpió y aceleró el paso
Ki, Alexander y Dylan lograron adelantarse y subir a su auto, rápidamente los encendieron y los demás subieron a bordo para partir. En cuanto la última puerta se cerró, Dylan pisó el acelerador y todos salieron volando, pero no literalmente.
***
"En otras noticias, hace algunas horas se descubrió al cast de una de nuestras películas favoritas: The Maze Runner, en el restaurante Mc Donald's localizado cerca de su estudio de grabación. Lo curioso e interesante fue que a los actores: Dylan O'Brien y Thomas Brodie-Sangster, se los vio muy amorosos en dicho lugar, al parecer las sospechas de que si eran pareja, son ciertas. Además se los vio con una pequeña niñita, que al parecer es su hija, porque los paparazzis comentan que la niña los trataba de papá y papi. ¿Será que nuestro querido Stiles Stilinski nos salió gay y lo ha tenido guardado desde siempre? ¿Quién es esta misteriosa niñita que los acompañaba?"
—¡Carajo! —gritó Dylan y apagó la televisión con el control remoto que fue lanzado al suelo
—Esto no puede estar pasando —susurró Thomas con una mano en la frente
—¡¿Lo ves Alex?! —volvió a gritar Dylan—. ¡Ya nos exhibiste!
—¿Por qué yo?
—¡Tú y tu idea de ir al McDonald's!
—Papá, no grites —le dijo Claudia un tanto asustada mientras se acurrucaba sobre Kaya
—Perdóname amor —el castaño suspiró—. ¿Y ahora?
—Tenemos que decir la verdad —comentó Thomas
—Nos van a criticar
—¿Por qué? ¿Por amar a alguien? Ellos no deciden nuestra vida Dyl
—Thomas tiene razón —dijo Dexter
—Bueno eso no importa, lo que sí importa es que ya descubrieron a Clau, y sé que no la van a dejar en paz, tengo miedo de que le hagan daño
—No lo harán, Dylan —dijo Kaya abrazando a su sobrina—. Debemos cuidarla muy bien
—Exacto, no creo que pase algo malo por esto, está en buenas manos
—Espero que no —dicho esto, Dylan salió de la habitación directo al baño
***
—¡Lucy! ¡Lucy, por Dios mira esto! —exclamaba el hermano de la mencionada mirando la televisión
—¿Qué ocurre? Estoy ocupada
—¡Tienes que ver esto!
—¡Estoy lavando la ropa, Roger!
—¡ES MILLIE TONTA! ¡MILLIE ESTÁ EN LA TELEVISIÓN!
Al escuchar aquellas palabras, Lucy corrió al cuarto desesperadamente y se lanzó a la cama.
—¿Millie? ¿Mi Millie?
—¡Sí tonta! ¡Tu hija, mírala! —exclamó y alzó el volumen
Además se los vio con una pequeña niñita, que al parecer es su hija, porque los paparazzis comentan que la niña los trataba de papá y papi.
—Oh Dios mío —Lucy cubrió su boca y de inmediato las lágrimas brotaron de sus ojos—. ¡Es ella! ¡Definitivamente es ella!
—¡La encontraste!
—No todavía no —dicho esto se acercó a la pantalla y vio a Dylan en ella—. ¿Así que caíste en manos de Dylan O'Brien, mi amor? Qué buena suerte tengo, así será más fácil encontrarte, tranquila, mamá ya va por ti
-----------------------------------------------------------------------------------------
SE VIENE LO BUENO BEBÉS Y NO SÉ POR QUÉ DIABLOS ESTOY SUBIENDO ESTO A LAS 4 DE LA MAÑANA SI DE SEGURO TODOS ESTÁN DURMIENDO XDXDXD BUENO ME VOY WIIIIII
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top