Capítulo 1

Dylan:

—¡¿Que qué hago aquí?! —exclamó un Thomas muy enfadado sin quitar su mano de su rostro—. ¡¿Qué haces tú aquí?! ¡¿Vienes a limpiar el set?!

Otra vez mi puño se estampó en su rostro, nuevamente logré tirarlo al suelo.
Me monté sobre él y comencé a golpearlo con furia.

—¡Dylan basta! —escuché un grito de Ki, a continuación sentí que me tomaba del brazo

—¡Suéltame Ki Hong! —grité pataleando mientras él me alejaba de Thomas—. ¡Voy a matarte! —le grité a Thomas fulminándolo con la mirada

—¡Ya basta Dylan! —exclamó Ki y mi respiración volvió a ser normal, aflojó su agarre y miré incrédulo a mi ex novio, su nariz goteaba sangre, la cual fue limpiada por su brazo

Comencé a reír y me acerqué a paso lento hacia él.

—¿Por qué? —le pregunté en un susurro

—¿Por qué qué? —me dijo con toda la furia en su voz

—¿Por qué viniste? ¿Me has rastreado? ¿Audicionaste en esta película apropósito?

—¿Qué? ¿Crees que si hubiese sabido antes que tú estarías aquí hubiera venido por el papel? ¡No! ¡Primero muerto!

—¡Maldita sea Thomas! —grité a punto de tirarle otro golpe—. ¡Todo estaba tan bien! ¡Por lo menos si viniste no debiste haber hablado con Claudia!

—¡¿Qué tiene de malo?!

—¡¿Que qué tiene de malo?! ¡¿Sabes cuánto tuve que mentirle?! —las lágrimas salieron sin control de mis ojos—. ¡Mientras tú te fuiste a quién sabe dónde! ¡Me dejaste solo con ella!

—¡Era lo mejor para los tres! ¡Entiéndelo!

—¡Sí claro! ¡Y yo soy Spiderman!

—¡Está en ti si me crees o no!

—¡No te creo!

—¡¿Y crees que me importa?!

—¡Ya basta! —Kaya interrumpió nuestra pelea poniéndose en medio de ambos—. ¡Parecen niños! ¡Arreglen sus problemas como personas adultas! ¡Miren cómo ponen a la pobre de Claudia por sus tonterías! —ambos giramos nuestras cabeza y la miramos, sus ojos estaban llenos de lágrimas y no dejaba de llorar, Kaya nos tomó del cabello y nos agachó a su altura con un buen tirón—. Más les vale que hagan las pases ahora y dejen de pelear como los mocosos que eran antes

—¡Él empezó! —Thomas me señaló

—¡Eso no me interesa! —chilló mi amiga y nos soltó, luego caminó hacia Claudia y la cargó

—Pero esto no se queda así, O'Brien —me señaló con su índice y dio media vuelta

—¡Hey, hey! ¡¿A dónde crees que vas?! ¡Aún no he terminado! —avancé a paso rápido y logré alcanzarlo

—¿Qué crees que voy a hacer? —dijo sin mirarme—. Renunciar, no voy a trabajar contigo

—Bien, entonces si así estamos, haré lo mismo

—Haz lo que quieras

Caminamos en silencio en dirección al director, que todavía no sabía su nombre. Maldita sea, qué incómodo, no puedo creer que estoy al lado de este tarado otra vez, claro que... debo admitir que me siento nervioso con su presencia, ah vamos, estoy al lado de mi ex, quién no se sentiría así.

Thomas extendió su brazo, llamando de esta manera al director, quien giró sobre sus talones y nos sonrió.

—Vaya, vaya, parece que mis personajes principales ya entablaron una linda amistad —dijo el hombre gorra y Thomas y yo nos miramos con asco

—De ninguna manera —soltó Thomas—. Quiero renunciar

—Queremos —aclaré

—¿Por qué?

—Problemas familiares —respondió el pendejo

—No chicos, discúlpenme, pero no pueden. Ya están contratados, firmaron una acta en la que se comprometían a grabar esta película pase lo que pase

—¿Qué? No, no, no, no, no puedes hacerme esto —dijo Thomas sumamente preocupado, yo solo lo observé y sin querer me quedé embobado mirando su boca

Solo fueron casi cuatro años, y ahora estaba más bueno que antes, sus ojos preciosos no dejaban de encantarme, su cabello dorado brillaba más que el propio sol, sus labios tan carnosos y comestibles, su manera de juntar sus cejas al estar enojado y su forma de mover sus labios al hablar, todo de él era hermoso, y es que podrían pasar años o siglos, pero a mí siempre me encantará, a pesar de que algo dentro de mí se niegue a aceptarlo.

¡Maldición! ¡¿Por qué debía ser tan hermoso?! ¡¿Por qué provocaba esto en mí?! Solo bastó de volver a ver su bello rostro de niño tierno para darme cuenta de que mi homosexualidad había regresado.

Me había perdido en la conversación, solo veía a Thomas hablar enojado con el hombre gorra y nada más, por alguna extraña razón no podía escuchar nada ni hablar. Reaccioné justo cuando Thomas se fue de ahí muy enfadado. El director me miró curioso y yo busqué las palabras correctas para hablar.

—Entonces... —me quedé callado apropósito para que él completara mi frase

—No Dylan, lo lamento —hice una mueca y di media vuelta para caminar de regreso hacia donde estaba, en el camino me encontré a Kaya y la miré serio

—¿Por qué no me dijiste? —le pregunté

—No lo sabía, no lo había visto hasta que comenzaste a pelear con él

—¿Y ahora? El director no permitió que renunciáramos

—Deben aguantarse

—¡¿Tres películas?! —exclamé haciendo el tres con mis dedos

—El problema no es ese, creo que lo que ahora importa es Claudia

—¿Cómo está ahora?

—No te quiere ver

—Ah, carajo —susurré y corrí hacia adelante, al darme cuenta de que ni siquiera sabía a dónde iba, giré sobre mis talones y Kaya me señaló a la izquierda—. Gracias —le guiñé un ojo y seguí corriendo

Aproximadamente avancé unos veinte metros, bajo un árbol se encontraba Ki con Claudia en sus brazos, quien tenía lágrimas frescas en sus mejillas y su mirada clavada en el suelo. Me les acerqué a paso lento y Claudia se escondió en el cuerpo de Ki, intentando evitarme.

—Clau...

—Vete

—Amor, no te pongas así

—¡Le pegaste a mi papi Tommy! ¿No que lo amabas?

Suspiré y me senté al lado de Ki, sin despegar mi mirada de ella.

—Lo sé y lo siento, pero es que... hay muchas cosas que no entenderás porque aún eres pequeña

—Quiero estar con él

—No sé en dónde está

—¡Mientes!

—Clau, de verdad debes entender que esto no es fácil —Ki se metió en nuestra conversación—. Sobre todo para tu papá. hay muchas cosas que no sabes y no entiendes, por eso debes respetar toda decisión que tome Dylan, ¿ok?

Claudia negó con la cabeza y comenzó a sollozar, rodé los ojos y la tomé en brazos.

—No corazón, no llores

—Ya nada será igual, ¿verdad? —me miró con sus ojitos rojos debido al llanto

—Por más que duela... —hice una larga pausa, pensando si era o no buena idea decírselo—, no mi amor

Soltó un sollozo y se abrazó a mi pecho mientras lloraba, rodeé su cuerpo con mis brazos y besé su frente, no pude evitar derramar un par de lágrimas al verla así, tan chiquita y sufría tanto, todo por culpa de Thomas, ganas me sobraban de buscarlo y romperle la cara.

—¡Chicos! —se escuchó la voz del director a lo lejos—. ¡Los necesito aquí ahora!

—Vamos —musitó mi amigo y se levantó, al verme comencé a reír—. ¿De qué te ríes. tonto?

—Estás llorando

—Claro que no —me ayudó a levantarme

—Oh sí, se puede ver claramente en tus ojos de alcancía

Al escuchar eso, Claudia comenzó a reír.

—Bueno, debo aceptar que es verdad, esta nena tiene la culpa —dijo apretando las mejillas de mi hija—. Vámonos ya

Caminamos algunos pasos, pude ver a Kaya acercarse a un gran grupo de chicos que habían formado un enorme círculo. Nos paramos al lado de ella y escuchamos lo que el director tenía que decir.

—Bien, escuchen —se paró sobre una roca para que todos lo miráramos—. Los productores y yo los hemos dividido en grupos para que juntos compartan las carpas que les daremos más tarde, recuerden que entre ustedes deberán buscar comida, calor y agua, a menos que no la hayan traído, a continuación leeré los grupos con sus respectivos integrantes, no habrán cambios, la decisión ya está tomada.

—Sólo falta que Thomas esté en tu grupo —me susurró Ki y yo le dediqué una mirada asesina, además Kaya le dio un golpe en el estómago

El hombre gorra leía nombres que ni siquiera había escuchado en mi vida, mientras rezaba internamente que por lo menos me tocara con Ki o Kaya y que Thomas no estuviera conmigo. Pero al parecer la mala suerte me persigue.

—Quinto grupo: Dylan, su hija, Kaya, Ki, Will y... Thomas

—Maldito chino —le susurré a mi amigo mientras chocaba mi mano contra mi cara

—Lo siento —me susurró

—¡Pido cambio! —exclamó Thomas desde el otro lado

—Lo siento Thomas, pero ya no se puede. Además, ni crean que no los vi a ti y a Dylan peleando, es una razón más para ponerlos juntos, necesito que se lleven bien

Thomas giró su cabeza hacia mí y me dedicó una mirada asesina.

—Espero que estés contento, O'Brien

—Pues estoy más que satisfecho —utilicé algo de sarcasmo y le guiñé un ojo

Di media vuelta junto a mis amigos y caminamos para buscar un lugar adecuado para colocar nuestra carpa.

—Cien dólares a que ambos terminarán juntos —escuché un susurro de Ki a Kaya

—¡KI! —chillé y él brincó por el susto

—Lo siento, creo que le bajaré a cincuenta

—Estás olvidando esto —le enseñé el anillo en mi mano y el asintió

—Pero puedes cambiar de opinión —me guiñó un ojo y continuó caminando

—No le hagas caso, Dylan —me dijo Kaya y fue tras Ki para darle un golpe en la cabeza

***

—¿Les ayudo en algo? —preguntó Claudia mientras observaba cómo Ki y yo intentábamos encender una fogata

—No amor, quédate ahí —le respondí

—Hola —todos giramos nuestras cabezas y miramos al dueño de aquella voz, un chico alto de cabello claro, sus cejas eran muy extrañas y traía en sus manos algunos pescados—. Pensé que los necesitarían, los vi todo el tiempo intentando encender esa fogata, así que intenté ser productivo

—¿Y tú eres?—le pregunté

—Oh, lo siento, me llamo Will, soy parte de su equipo

—Pues...—me levanté y le di la mano—. Soy Dylan, ella es Claudia, mi hija—la señalé y ella lo saludó con la mano—. Ellos son Kaya y Ki—los señalé—. Y el idiota de allá arriba es Thomas, aunque supongo que los conociste ayer —el chico asintió

—¡Te oí! —me gritó Thomas desde el árbol de cocos

—¡¿Quieres apurarte y traer más cocos?! —le gritó Kaya

—Lo siento, tú dile a Dylan que sea productivo y que encienda esa maldita fogata de una vez

—¡No digas esas palabras delante de Claudia! —lo apunté con un palo

—¡Ahí te va un coco! —me gritó y me lanzó un coco, con suerte lo esquivé

—¡De esta no te salvas! —grité y comencé a trepar el árbol, pero al pisar una rama, esta se rompió y caí al piso, Claudia comenzó a reír

—¡Estoy esperándote! —Thomas se unió a las carcajadas de Claudia

—¡Ahora voy culero!

—¡No digas esas palabras delante de Claudia! —imitó mi voz exageradamente y comenzó a reír

Claudia:

Mi papá intentó subir otra vez al gran árbol, esta vez teniendo cuidado para no caerse de nuevo. Cuando llegó a la rama en la que estaba sentado mi papi, se acercó a él lentamente y comenzó a agitar sus manos hacia adelante, mi papi también hizo lo mismo, era una pelea muy tonta. De verdad no los entendía, se supone que mi papá Dylan lo amaba, y apenas lo vio, lo golpeó varias veces hasta que su nariz sangró, ahora estaban allá arriba peleando como niños. Se escuchó el crujido de una rama, ambos pararon sus movimientos y miraron hacia abajo, rápidamente tomé un colchón que había traído mi tía y lo coloqué en el suelo, después la rama se rompió y ambos cayeron sobre el colchón. Comencé a reír, se veían muy cómicos.

—Se dice gracias —dije después de que ambos reaccionaron y dejaron de quejarse

—Gracias hija —musitó mi papá

—¿Y tú papi Tommy?

—Gracias Clau, Dylan, quítate de encima, me estás aplastando

Mi papá se levantó y fue directo al montón de palos de hierro y la manta enorme de color rojo, el chico de las cejas raras se le acercó y juntos comenzaron a armar lo que sea que sea eso.

—Papi —lo llamé y él me miró, le hice una seña para que se sentara a mi lado y se me acercó

—Esperame un segundo —asentí con la cabeza y se acercó a mi tío Ki—. Yo lo hago Ki, ve a ayudarlos a ellos —señaló a mi papá y al cejas locas

—Está bien —mi tío se levantó y se fue, luego mi papi palmeó el piso para que me sentara a su lado, eso hice

—¿Te gusta mi sombrero? —le pregunté sonriéndole

—Sí, te queda muy lindo —acarició mi mejilla

—¿Viajaste por todo el mundo? —me miró confundido—. ¿Tienes mis juguetes?

—¿De qué hablas?

—Mi papá me dijo que viajaste en una nave espacial para traerme juguetes, ¿es verdad?

—Pues sí —dijo con inseguridad después de un largo momento de silencio

—¿Y dónde están?

—En mi casa, algún día te los traigo, ¿ok?

—Está bien —suspiré—. Cierto, tengo que presentarte a alguien

—¿A quién corazón?

—Espera, ya lo traigo, ¡papá! —le grité  y él dejó de prestar atención a los palos para mirarme

—¡¿Qué pasa?!

—¡¿Dónde está Corny?!

—¡En mi mochila! —señaló la misma, que se encontraba a unos metros de él, ¿o son kilómetros? La verdad no sé

—¡Gracias! —le sonreí y caminé hacia la mochila, la abrí y saqué a mi unicornio de ella—. Hola Corny, perdón por abandonarte, pero, ¡¿qué crees?! ¡Encontré a mi papi Tommy y ya no en la televisión! ¡Ahora sí es verdad! ¿Quieres conocerlo? —lo acerqué a mi oído, me dijo que sí—. ¡Genial! ¡Vamos! —dicho esto, cerré la mochila y caminé hacia mi papi—. Mira, él es Corny, mi mejor amigo, Corny, te presento a mi papi

—Mucho gusto —tomó una pata de mi peluche y la levantó de arriba hacia abajo

—Dice que le da mucho gusto de verte

—Dile que el gusto es mío —miró mi peluche atentamente, luego su sonrisa se borró de su rostro para posteriormente mostrar una cara de confusión—. Un momento... ¿este no es el unicornio que compramos tu papá y yo?

—¡Sí! Mi papá me contó que me estaban comprando ropa, luego yo lo tomé y no quise soltarlo, lloré mucho cuando lo dejaron en su sitio y por eso me lo compraron —comencé a acariciar mi peluche

—Sí, es que eras muy llorona —sonrió melancólicamente y besó mi mejilla para después regresar a su trabajo

Mientras mi papi intentaba encender la fogata, lo miraba atentamente junto a Corny, como comencé a aburrirme, abrí la boca y no dejé de hablar nunca. Le comenté sobre mis tíos lobos, mi mamá Shelley, mis tías, mis juguetes, mi habitación y mis pelis favoritas.

—Oh sí y en mi casa también vive una bruja, su nombre es Britt, y no me cae

Mi papi soltó una carcajada y me miró con una gran sonrisa en su rostro.

—¿Una bruja? ¿Y qué hace una bruja en tu casa?

—¡De todo! Limpia, cocina feo, lava los platos, pasa mucho tiempo con mi papá, ¡Y todo el tiempo lo besa! A veces me pega...

—¿Te pega? —asentí con la cabeza—. ¿Por qué?

—Digamos que a veces hago travesuras o le digo cosas que la hacen enfadar, pero porque se lo merece, la odio y no voy a descansar hasta que se vaya de la casa

—Oh ya veo, entonces es la novia de Dylan

—Pues... sí —dije triste y él tomó mi mano

—Si vuelve a hacerte daño me avisas, ¿ok?

—Está bien —y entonces me sentó en su regazo y me abrazó, uno de los gestos que más había extrañado por su parte, nunca había disfrutado tanto un abrazo

Minutos más tarde, mi papá, el tío Ki y el señor de las cejas raras terminaron de armar la carpa, y mi papi, con un rápido movimiento encendió la fogata usando un par de piedras, de inmediato mi tía Kaya colocó los pescados en un palo y los acercó al fuego para que se cocinaran. Cuando llegó la hora de comer, mi papi se levantó al ver a mi papá caminar en mi dirección y se sentó lejos de nosotros. Mi papá se colocó a mi lado y me abrazó.

—¿Por qué mi papi no se sienta con nosotros?

—Porque... porque... por cosas de adultos amor —me respondió

Decidí no preguntar más –a pesar de que quería–, para que mi papá dejara de decirme la misma excusa tonta. Comimos en silencio y cuando el sol se escondió, todos se colocaron su pijama para dormir y entraron a la carpa. Entré al último y vi a mi papi Tommy sentado en una esquina y a mi papá Dylan en la otra, ambos muy separados, parecían incómodos, a veces se miraban mutuamente, pero después veían a otro lugar.

Me sentía mal por él, se veía triste, lo podía notar en su mirada, quería decirle a mi papá que por favor dejara que estuviera con nosotros, porque al parecer eso lo haría feliz. Pero no podía, no quería que me gritara por continuar insistiendo, y es que no entiendo por qué está tan enojado con él, ¿qué fue lo que hizo? ¿No se supone que lo amaba?

Todos decidieron que ya era hora de dormir, mi tía Kaya fue la primera en quedarse dormida, mi papá se acostó y palmeó el suelo para que me recostara junto a él, pero le hice una señal para que me esperara. Caminé hacia mi papi y besé su mejilla, él me abrazó y besó mi frente.

—Noches papi

—Hasta mañana Clau

Caminé de vuelta a mi lugar, no sin antes girar mi cabeza y sonreírle a mi papi, demostrándole que estaba feliz de que hubiese regresado.

***

Al día siguiente desperté al escuchar un grito de mi tía Kaya, automáticamente supuse que mi papá o mi papi hicieron algo. Y no me equivoqué, ya que al asomar mi cabeza de la carpa los vi peleando nuevamente.

—¿Sabes qué? ¡Esto es estúpido, me voy! —gritó papi y se alejó de papá

Suspiré y volví a entrar en la tienda, no quería que supieran que los estaba mirando, para que luego vinieran hacia mí diciendo que todo estaba bien entre ellos, cuando no era así.
Minutos más tarde me encontraba sentada en una roca, mirando un par de flores bonitas en mis manos, de repente escuché la risa de mi papi Tommy, levanté la mirada con una gran sonrisa en mi rostro, la cual de inmediato desapareció al verlo con una chica muy contento, abrazándola y besándola a cada momento. Repitiendo su nombre varias veces, el cual no quedaba con su rostro feo.

Bella.

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top