Kun

El pelirrojo miro en sus manos la caja de teléfono recién comprado que tenia. Era algo extraño tener uno tan grande, acostumbraba a siempre usar un teléfono pequeño, era la segunda vez que se lo rompían y ya no tenía otra opción.

––Pude trabajar y comprarlo yo mismo ––le dijo al pelinegro, haciendo una mueca.

––Me desespera tu amor hacia él anterior teléfono.

––Fue el segundo que compré, el otro también, lo rompió Theon –guardo la caja en su bolso.

Miro hacia los lados fijándose en qué no hubiese mucha gente, planto un pequeño beso en los labios de Mike antes de continuar caminando, y tomar su meñique con el suyo.

Kun podía llegar a sentir miedo sobre aquel tipo de contacto, el joven a su lado era temeroso a los ojos de las demás personas. No quería arriesgarse del todo a tomar su mano y causar una incomodidad.

––Mike ––bajo la vista hasta su pecho.

––¿Ahora que hice? ––le miro con mala cara. Mike se percató de que estaba viendo el collar que le había regalado la noche anterior––. ¿P-…pasó algo con e-…el collar?

––Al contrario ––miro al pelinegro con una sonrisa––, me encanta, te quiero.

––Yo no ––dijo en voz baja. El pelirrojo no tardó en ir más delante de él fingiendo indignación––. ¡Es mentira! ––chillo corriendo detrás de él––. Es mentira, Kun, deja el dramatismo ––suspiro.

––Tendré que ponerte un nombre de cachorro.

––Por favor no ––apoyo su cabeza en el pecho de Kun––. Te quiero.

––Te quiero.