CAPITULO VEINTE
Mike
«Me siento extraño».
Bajo la mirada hasta la bebida que tenía entre manos, Kun estaba en la fila haciendo un pedido de comida.
No había nada malo a su alrededor, pero Mike se sentía extraño al estar allí. Cuando veía aquella bebida entre sus manos le daban ganas de temblar.
«¿Entonces no tienes una carrera fija?».
Bebió un poco para tranquilizarse. Estaban muy lejos de la tienda de batidos, no había una razón por la cual ponerse así ¿O si?
Mike podía casi escuchar sus latidos de su corazón, el ruido a su alrededor ya no estaba, solo era el miedo de su corazón y él.
«¿Amigos o novios, James?».
«Ya tendré la respuesta».
El pecho de Mike subía y bajaba a gran velocidad. Su mente comenzó a llenarlo de recuerdos, y eso, hacia que el pelinegro se alterara, tenía una gran sensación de urgencia por salir de allí. Estaban en la calle, la decoración era diferente, habían unas pocas personas. Y aún así, Mike sentía que era como volver hacia unos meses.
––Mike. ––el pelinegro se sobresalto cuando, Kun apareció––. ¿Estás bien? ––«¿Amigos o novios?»–. Mike…
––Estoy bien ––intento sonreír. Kun lo miro fijamente en busca de alguna mentira––. No me mires así, en verdad, no pasa nada.
––Luces distraído.
––Estoy distraído, sí. ––asintió tomando otro sorbo de su bebida.
––Mike, enserio, si pasa algo puedes decírmelo yo…
––Kun, te lo digo en serio. Estoy bien no hace falta que te preocupes tanto ––miro hacia los lados y tomó su mano libre.
Aún así, el pelirrojo lo miro con preocupación, Mike sabía que no podría hacer nada más que contarle para que no estuviera así.
––Ven, solo caminemos.
Se adelanto a un par de pasos, respiro profundamente hasta que el pelirrojo se posicionó a su lado aún con cara de preocupación. En su otra mano llevaba una bolsa con dos bandejas de comida. Mike pensaba que era un lindo detalle por su parte el preocuparse tanto.
––Últimamente te he visto mucho con mi papá ––comenzó––. ¿Ya se llevan bien?
––La verdad es que sí ––lo miro de reojo––, pienso que deberías hablar con él, Mike.
––¿A qué te refieres?
––Puedo notar como no tienen una muy buena relación. Ambos lucen incómodos cuando están cerca, sobre todo tú.
––Pero estoy bien. No tengo ningún problema con mi papá o algo por el estilo.
–H–Sabes que no me refiero a eso ––suspiro––. No me gusta meterme en temas ajenos, pero… ––busco las palabras correctas––… Son familia, podrían tratar de tener algún tipo de comunicación ¿No crees?
––A veces pienso que no le agrado a mi papá ––se estuvieron en un parque solitario. Mike se sentó en uno de los columpios mientras Kun se recostaba del tubo––. Digo, no es como mi mamá. Ella es muy cariñosa y comprensiva, pero él es todo lo contrario.
––Tal vez no sabe cómo expresarse ––dijo en voz baja.
Mike sospechaba que, aquellos dos tenían más que ver que su propio hijo. Se sintió triste entonces.
––Parece que lo conoces muy bien.
Kun se percató del tono de voz con el que hablaba y se dirigió hacia atrás. Dejo la comida en un banco al lado de los columpios, posicionándose detrás de él, comenzó a empujarlo.
––¡Kun! ¿Qué haces? ––soltó un gritico cuando lo empujó más fuerte. Mike se sujeto con fuerza de las cadenas––. ¡Kun!
––¡Habla con él!.
––¡No! ––grito una vez más.
––¡Habla con él!
––¡No quiero!
––¿Por qué no? ––continuo empujándolo.
––¡No sé como hacerlo!
––¿A qué te refieres con eso?
––¡¡Que no sé cómo hablar con él!! ––Kun detuvo el columpio. El pelinegro comenzó a respirar como si le faltara el aire. Kun tomo lugar frente a él poniendo sus manos encima de las suyas––. ¿Qué le puedo decir? Todo… ––continuó tomando aire––. Todo es muy confuso, quiero llevarme bien con él pero al mismo tiempo me cuesta, y pienso que no tiene sentido ¡Ese hombre es demasiado inexpresivo! Y… y…
Su mirada se clavó en los ojos de el pelirrojo quien lo miraba con una sonrisa leve, y los ojos brillosos. Las mejillas de Mike no tardaron en sonrojarse cuando se percató de que, sus manos estaban prácticamente juntas.
––¿Qué te dijo de mí? ––preguntó en un susurro.
––Él te ama mucho, Mike ––respondió––. Pero no me corresponde a mí decírtelo.
––Ya, pero, creo que estoy un poco celoso. Tú te ganaste la confianza que yo nunca tuve en tan poco tiempo y…
––Mike, confía en mí, tú papá te ama más que a nadie, eres su hijo y que no hablen no significa que me tenga más confianza a mí que a ti. Se parecen mucho en ese sentido, a ambos les asusta hablar con el otro.
Mike no tardó en abrazar al pelirrojo, clavando sus uñas en su espalda y cerrando los ojos con fuerza.
No tenia ganas de llorar, solo quería abrazarlo y darle a entender que estaba agradecido por todo lo que hacía por él.
«Se siente bien estar a su lado».
––¿Era eso lo que tenías?
––No. ––confeso, suspirando.
––Tomate tu tiempo, cuando estés listo estaré aquí para ti ––Kun quito las manos de las cadenas del columpio, y lo abrazó con todas sus ganas––. Mike, la comida se va a enfriar.
––Guapi, guapi, guapillo te preocupas mucho por eso.
––¿¡De donde salió esa frase!? ––sus mejillas no tardaron en sonrojarse––. Tengo hambre.
––Estoy aquí puedes servirte con mucho gusto.
––¡Me refiero a la comida! ––chillo, intentando soltarse del abrazo. Mike se aferro con fuerza.
––Eso no me decías anoche.
––¡MIKE! ––el pelinegro lo soltó y este corrió directo a los bancos, se sentó allí hasta que Mike paro de reír.
Se bajó del columpio y fue directo hacia su falso novio quien, estaba completamente rojo sacando las bandejas de la bolsa. ¿Había conocido alguna vez a alguien tan lindo como Kun? Extrañaba un poco su cabello largo, aunque el pelirrojo no lo corto del todo.
––No eres tan serio como pareces serlo.
––Claro que sí, soy Batman ––en un intento de imitar la voz, hipo.
El pelinegro río una vez más burlándose de él, tomó el brazo del chico antes de que volviese a sentarse e irse, rojo como un tomate.
[“*””*”]
––Mike deja de moverte ––se llevo la última cucharada de arroz a la boca.
––Vaya pícaro, Kun ––el pelinegro le sonrió de una manera sugerente.
––Extraño cuando estabas borracho ––enrollo sus brazos alrededor de su cintura, reposando su mentón sobre el hombro del mismo.
––Primero te quejas de que me siento en tus piernas, y ahora me abrazas ¿Seguro que el bipolar soy yo?
,
––Ya, ya, si soy yo ––termino por admitir.
«¿Amigos o novios?».
Mike no podía evitar pensar en aquellas palabras. Evitaba a toda costa preguntarse que eran él y Kun.
«Un beso no significa nada ––le había dicho James una vez».
Si fuera así… ¿Qué eran ellos dos?
Si abrazaba a Kun, diciéndole que le quería, ¿Se vería como un intenso?, ¿Kun se alejaría de él, o no?
«¿Quererlo?».
Se fijó en el chico pelirrojo que descansaba en su hombro, le parecía una lastima cuando cerraba los ojos, Kun tenía unos ojos espléndidos aunque, así, dormido lucia igual que un gato gruñón.
«Si dijera que te quiero ––pensó––. ¿Me querrías? ¿Me querrías tal y como soy?».
El pelirrojo llevo las manos hasta sus axilas, y comenzó a hacerle cosquillas. Acto seguido: Mike no tardó en retorcerse mientras reía con todas sus fuerzas.
Cuando intento zafarse y levantarse de encima de sus piernas, el pelirrojo se aferro a su cintura dejándolo en la misma posición.
––K-…Kun ––río––. ¡KUN! ¡AJA, JAJAJAJA! PARA, PARA.
––Estas muy callado ––dijo entre risas––. El Mike que yo conozco no es tan callado ––continuó haciendo cosquillas por todo su cuerpo.
––S-…solo…JAJAJA… Esta-…aba p-…pensando… JAJAJAJA.
––A ver ¿Y en qué pensabas? ––paro de hacer cosquillas. El pelinegro tomó aire aún riendo, se bajó de sus piernas sentándose a su lado.
––En nada, solo que ––suspiro––. ¿Amigos o novios, Kun?
––¿A qué te refieres? ––pregunto con curiosidad.
––¿Amigos o novios? ––repitió––, tengo muy mala experiencia con estas cosas, y yo… De verdad me gustaría aclarar las cosas.
––Esta bien ––asintió Kun––. Puedo declararme ahora mismo y…
––¿Por qué lo dije?
––¿Qué?
––No quiero que lo hagas ahora, Kun.
––¿Entonces no lo hago?
––No, no estás entendiendo ––Mike paso las manos por su cara––. ¿Amigos o novios, Kun?
––Mike, de verdad no lo entiendo yo…
Mike sintió un bajón de repente.
––¿Me quieres como tú amigo, o como tú novio? ––preguntó con una voz tranquila, a pesar de estar angustiado por dentro––. No quiero volver a repetir la misma historia.
––Mike ––suspiro acercándose a él––. ¿Qué historia? ¿Qué no quieres volver a repetir?
––Te lo dije una vez…
––¿En mi casa? Mike, me hablaste sobre un chico que fue importante para ti y…
––¡Te dije que me prohibía decirle lo que sentía y, verme porque siempre había algo más importante, Kun! ––no sabía exactamente en qué momento sus ojos comenzaron a arder.
Kun intento acercarse a él y abrazarlo. Mike se alejo mientras trataba de no llorar, pudo notar la tristeza en los ojos de Kun al ver cómo se apartaba.
––Yo… Lo siento, mierda ––cubrió su cara entre sus piernas, teniendo ganas de desaparecer en aquel momento––. Lo arruine ¿No es así?
No obtuvo respuesta del pelirrojo pero, sintió como su cuerpo chocaba con el suyo, sintió los brazos de Kun y de alguna u otra forma, podía sentir como latía su corazón.
––Cuéntame de él ––la voz del pelirrojo era ronca en aquel momento. Por momentos Mike pensó que podía estar reteniendo las ganas de llorar, era igual de sensible que él. Asintió.
––Nunca fuimos a algo oficial. Siempre le insistía en que me dijera que éramos, pero su respuesta siempre era un: Ya lo pensare. Tranquilo, si somos algo. Mike deja de ser tan intenso que me duele la cabeza. Yo… Juro que nunca tuve intenciones de parecer intenso, pero en el restaurante siempre habían rumores de que salía con una de las cocineras y yo… ––Mike seguía sin sacar la cabeza de entre sus piernas––... yo solo quería una explicación, sentía que jugaba conmigo y me utilizaba para tener placer. Yo estaba sintiendo cosas reales, Kun, de verdad estaba teniendo sentimientos por él. Me dolía cada vez que escuchaba algo de él y alguien más en la cocina, quería decirles que él estaba conmigo y que dejaran de inventar cosas.
––¿Qué pasó después?
––Él… Yo… ––en aquel momento, ya no tenía ganas de llorar––… Los vi coqueteándose una vez. Cuando nos vimos en el almacén lo primero que hice fue preguntarle: “¿Qué quieres de mí?” N-…no sé exactamente que quería lograr conmigo. Tengo en claro que me utilizó, que quería placer y yo se lo di. Kun, él fue mi primer beso, ¡Jamás había besado a un hombre! Pensé que como el fue mi primer beso, tal vez… Tal vez se quedaría conmigo por mucho tiempo… Hasta… Esto es ridículo…
––Sigue.
––Hasta pensé que podría casarme con él –entonces rompió en llanto––. En verdad pensé que así sería, de pequeño siempre tuve la ilusión de quererme casar con una chica, hasta que descubrí que era gay. Pero aún así, no perdí la esperanza pensando que llegaría esa persona… Al principio pensé que él no era, no era la persona con la que me imaginaba estar, pero luego me convencí que siempre sería él a quien escogería en un montón. ¿Sabes? Me daba mucho miedo decírselo ––río con dolor––, pensaba que si se lo decía… Se iría de mi vida… Y aún así pensé que era el indicado… Lex me lo dijo muchas veces, yo no quise creerle pero tenía razón. Soy un idiota ¿No es así?
Cuando alzó la vista, miro al pelirrojo, quien tenía un par de lágrimas en las mejillas, la nariz roja y su labio inferior entre los dientes.
––No eres un idiota ––respondió––. Entiendo por lo que pasaste y entiendo como te sientes, Mike. Theon… Ah… Él fue tal vez, la peor persona que pude haber conocido. Tarde mucho tiempo en darme cuenta de lo que era realmente, y que estaba obsesionado conmigo… ––las lágrimas se deslizaban cada vez más por sus mejillas––. La razón por la que nunca salí de allí, era porque me aferraba a la idea de que lo quería. Me saco de Texas, me ayudó a ganar dinero, y era mi novio… Pero no me sentía feliz. Él no se divertía de la misma manera que yo. Recuerdo esperarlo en casa muchas veces con la música a alto volumen mientras bailaba. No me gusta mucho la música, pero admito que es buena para levantar el animo de vez en cuando. Aún así. Theon odiaba que yo lo hiciera, odiaba cualquier cosa que para él no fuese divertido así que simplemente dejé de hacerlo.
––Nunca… ¿Nunca pensaste que lo querías? ––pregunto de repente––. ¿Aunque no era así?
––Si, si lo pensé, hasta me obligaba a sentir que lo amaba cuando no lo hacía.
––Parece que los dos éramos unos idiotas.
––Yo lo llamaría: aferrados. Ambos estábamos aferrados a una persona que nos hacía daño.
––¿Te obligarías a querer a alguien más? ––pregunto con algo de angustia.
––No. ––confeso––. No, no volvería a hacerlo.
––¿Piensas que algún día volverás a querer a alguien más?
Kun recostó su cabeza de su hombro, Mike llevo su mano hasta su cabello acariciándolo.
Entonces Mike perdió el miedo por momentos. Cerró los ojos dejando escapar el aire retenido en sus pulmones, y se dejó llevar, por una vez en su vida.
––¿Quieres que me declaré? ––preguntó el pelirrojo en un susurro.
El pelinegro sonrió levemente, ya más calmado y con la mente satisfecha, al fin pudo contar con alguien.
––No, tomate tu tiempo.
––¿Amigos o novios, Mike? ––abrió los ojos, fijándose en como intentaba tomar su mano.
––Casi, casi. ––tomo su mano llevándola a sus labios y plantando un pequeño beso.
«Kun, si tuvieses que querer a alguien de verdad ¿Me querrías a mí?».
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top