Capítulo veinticinco
Cargaba una cantidad increíble de bolsas cuando mi abuela consideró que era oportuno detenernos por unos minutos para beber algo que nos brindara energías y nos refrescara para sobrevivir al calor del verano, fue en ese momento cuando me permití respirar con normalidad y descansar mis músculos. De pronto había entendido de dónde había salido el gen comprador compulsivo que se apoderaba de mí cada unos pocos meses.
En tanto Daisy se alejó con destino al baño dejándome sola como custodia de nuestras bolsas, busqué lo que había elegido para Taylor como obsequio. Mi sentimiento de culpa todavía era elevado, razón por la cual le había comprado un lindo anillo para reemplazar al que había arrojado al río presa de un episodio de locos celos. El joyero de mis abuelos me había recomendado ese en particular y debía admitir que me encantaba.
ꟷEstoy segura que le gustará, cariño.
La voz de mi abuela me hizo salir de mis pensamientos y le respondía con una sonrisa preguntándome cuanto tiempo había permanecido con la mirada fija en la joya.
Luego del momento incómodo en el automóvil, la situación se había tornado más entretenida. Ella era interesante y agradable; sin embargo, no era nana. Nunca nadie estaría a su nivel.
ꟷEso espero ꟷadmití guardando la caja de terciopelo.
ꟷ¿Sabes qué otra cosa podría gustarle? ꟷHizo una pausa esperando por mi respuesta y como consecuencia negué con la cabezaꟷ. Que su novia se compre un nuevo traje de baño y deje de utilizar esos viejos que ha traído. Quizás uno que sea negro, he visto que ese es su color favorito.
Reí por lo bajo.
ꟷNunca había imaginado a una abuela dar un consejo como ese.
ꟷBueno, eso es porque no soy una abuela normal y eso lo sabemos.
Dibujó una mueca con sus labios pintados de rosa nude y entendí a qué se refería. Extendí mi mano sobre la mesa para tomar la suya y le di un ligero apretón que buscaba brindarle consuelo.
ꟷHablando de abuelos que no cumplen bien con su rol... ꟷSe aclaró la garganta con elegancia, algo que no sabía que era posible hasta ese momentoꟷ. A tu abuelo y a mí nos gustaría llevarte a cenar el viernes si esto está bien para ti. Los tres solos para poder conocernos mejor.
ꟷ¿El viernes? ꟷRepetí.
Ella asintió y me tomé unos segundos de introspección para pensarlo. No tenía planes para ese día y sospechaba que no los tendría si el trío de oro seguía sin hablarse.
ꟷClaro ꟷdije finalmenteꟷ. Creo que es una idea estupenda.
Sus labios volvieron a curvarse en una sonrisa, esa en particular cargaba el entusiasmo que se esperaría encontrar en el rostro de una persona a la que le habían entregado una plaza para viajar al espacio.
No tuve que decir más respecto a la cena porque en ese momento una muchacha de cabello anaranjado atado en un moño y con un delantal caqui apareció frente a nuestra mesa. Tomó nuestra orden con diligencia y en todo el tiempo en el que permaneció cerca de nosotras no pude dejar de observarla con atención. La pobre chica seguro se sintió intimidada por mi mirada, pero la razón detrás de mi inspección minuciosa era que su rostro, su postura y sobre todo sus ojos se me hacían conocidos. Ella escapó en tanto pudo y entendí que la había espantado.
Volvió luego con nuestras limonadas y pasteles para marcharse con la misma urgencia. No me sorprendería si terminaba acusándome de acosadora.
Daisy y yo sostuvimos una charla animada respecto a las vacaciones mientras saboreábamos nuestra comida. No obstante, la paz se acabó pronto cuando sus ojos se abrieron con sorpresa.
ꟷMira quién está allí ꟷexclamó con buen humor.
Giré sobre mi asiento y apoyé las manos en el respaldo buscando con mis ojos a quien había causado tal emoción en mi abuela. Rápidamente hallé al causante. Jaden estaba frente a la caja registradora con una taza de café descartable en la mano y hablando con la pelirroja. Bueno, parecía que discutían porque la muchacha no lucía muy contenta con su presencia.
ꟷ¿Quieres que lo invitemos?
Volví rápidamente hacia ella mareándome en el proceso por la brusquedad del movimiento; no obstante, ya era tarde para detenerla porque estaba agitando su mano de lado a lado para atraer la atención del rubio.
ꟷ¡Abuela! ꟷChillé en un susurro.
Cuando dejó de ondear su mano supe que ya no había escapatoria. No me malentiendan, me agradaba Jaden, pero no me apetecía compartir minutos con él y mi abuela. Enderecé la espalda y cuadré los hombros cuando escuché unas pisadas pesadas viniendo hacia nosotras.
ꟷHola, cariño ꟷlo saludó.
ꟷHola, Daisy. ꟷLe dedicó una sonrisa cortés y entonces sus ojos verdes recayeron sobre míꟷ. Hola, Genesis.
ꟷJade. ꟷSonreíꟷ. Que sorpresa.
Una gran e inesperada sorpresa. Sabía que él vivía cerca en un apartamento que compartía con James y Julian, aunque no esperaba verlo en el café de un centro comercial. En la cafetería de un tercer piso dicho sea de paso.
ꟷ¿Quieres sentarte con nosotras?
Él movió la cabeza dándole una respuesta afirmativa a mi abuela. Lo siguiente que supe fue que me estaba deslizando por el sofá con el objetivo de darle lugar a Jaden para que se sentara a mi lado.
ꟷ¿Tarde de compras? ꟷPreguntó señalando con el café hacia el montón de bolsas.
Aproveché el momento para darle un largo sorbo a mi bebida. Me sentía un poco incómoda con su presencia allí y con su cercanía.
ꟷAsí es. De hecho nos queda una última tienda que visitar. ¿Te agradaría venir con nosotras?
Como si mi mala suerte hubiese encontrado perfecto ese momento para aparecer, me atraganté con la limonada. El aire se me escapó de pronto y la garganta me dolió. Nada mejoró cuando Jaden acarició mi espalda con un gesto que pretendía ayudarme a calmar la tos y, en su lugar, consiguió que me sonrojara aún más. Por suerte el color de mi cara se podía atribuir al ahogo, en cambio, que se me erizara la piel ante su contacto no podía disimularlo.
ꟷ¿Estás bien?
ꟷSí, Jaden. Gracias.
Si bien mi respuesta pareció ser suficiente para que dejara de observarme con preocupación, no retiró su mano cálida de mi espalda.
ꟷ¿Qué te parece la idea, cariño? ¿Vienes con nosotras?
Por todas las hamburguesas del mundo, necesitaba un respiro.
ꟷClaro.
Me removí incómoda en el asiento y eso provocó que su mano cayera de la parte alta de mi espalda a mi cintura. Abrí los ojos con asombro y me apegué tanto a la mesa como pude en un intento de separarme. Él pareció entender la indirecta porque finalizó el contacto.
ꟷPor mí podemos irnos ahora ꟷanuncié.
ꟷ¿No terminarás tu pastel, Genesis?
Tomé el tenedor y sin importarme los modales, me llevé el último trozo a la boca para masticarlo. Era un bocado grande por lo que me costó poder mover la mandíbula con naturalidad.
ꟷListo ꟷdeclaré cuando la bola dulce de comida desapareció de mi boca.
A ella no pareció hacerle mucha gracia mi comportamiento, pero no lo expresó con palabras.
ꟷIré a pagar.
Cargando su cartera Birkin marrón claro se puso de pie con gracia y se alejó de nosotros.
Cuando me aseguré que ella había llegado a la caja, me giré hacia Jaden. El rubio sonreía de lado y había dejado descansando su brazo en el respaldo de nuestro asiento compartido. Recién en ese momento me permití mirarlo con atención y me sorprendió darme cuenta que no estaba utilizando solo ropa negra y de cuero sino que por primera vez desde que lo había conocido llevaba algo de color: una camisa celeste suave que resaltaba el bronceado de su piel.
ꟷ¿Qué estás haciendo? ꟷSiseé en voz baja.
ꟷEstoy mirándote.
ꟷNo, idiota. ¿Qué estás haciendo aquí?
ꟷCompré un café y tu abuela me invitó a sentarme con ustedes. Creí que era obvio.
Solté el aire por la nariz y jugué con mi lengua en el interior de mi boca para no apuñalarlo con el tenedor en ese preciso momento.
ꟷVete, inventa una excusa y escapa.
ꟷ¿Por qué haría eso?
ꟷPorque te lo estoy pidiendo.
ꟷA mí me parece que me lo estás ordenando y no me gusta seguir órdenes.
ꟷVete, Jade.
ꟷ¿Por qué?
Mi paciencia acababa de experimentar un colapso.
ꟷPorque es mi tarde con mi abuela ꟷsolté asegurándome de remarcar los posesivosꟷ y no quiero que nos acompañes a comprar trajes de baño. Además, la colorada de allí nos está mirando y creo que no está muy feliz con esta situación.
Lo señalé a él y luego a mí haciendo referencia a la cercanía entre nuestros cuerpos, una cercanía que me inquietaba.
ꟷLa colorada es mi amiga y está enfadada conmigo por algo distinto, esta situación no le concierne. Y no estaba tan interesado en acompañarlas hasta que mencionaste los trajes de baño. ꟷSonrió con malicia y quise golpearloꟷ. Utilizas bikini, ¿no?
Entonces sí lo hice, le di un golpe de puño en el brazo que no pareció molestarle.
ꟷEra una pregunta inocente ꟷse defendió.
ꟷTodavía tengo problemas con la ropa interior que me compraste, no te dejaré cerca de mis bikinis.
ꟷ¿Problemas? ꟷFrunció el ceñoꟷ. ¿No te gustó?
ꟷSí, sí me gustó, pero ese no es el inconveniente.
ꟷSi te gustó y te quedó bien no veo ningún problema ꟷme interrumpió.
Debía estar bromeando conmigo.
ꟷNo le compras lencería a quien no es tu novia.
ꟷOh, ya veo. ꟷRióꟷ. ¿Taylor es el problema?
ꟷNo.
No, él no había sido el causante de la incomodidad. Luego de la sorpresa inicial se rió y como broma –bueno, quizás no como broma- me pidió que lo vistiera esa noche. Theo también había dejado el tema pasar luego de unos minutos. Entonces sí, el que quedaba era Ty quien se lo había tomado como una ofensa personal.
ꟷEntonces es el novio número dos.
ꟷNo lo llames así.
ꟷNo lo llamaré así cuando deje de comportarse como un psicópata.
ꟷNo lo conoces ꟷlo defendí.
ꟷY no tengo intenciones de hacerlo, Genesis.
Entrecerré los ojos en su dirección lo cual no pareció afectarle ni un poquito ya que continuó con su actitud de chico problemas.
ꟷ¿Nos vamos? ꟷQuiso saber Daisy al llegar a nosotros.
La mirada de Jaden recayó sobre mí y me concentré en suplicarle con los ojos por lo que pareció una eternidad silenciosa. Finalmente suspiró y volvió la vista hacia mi abuela.
ꟷLo lamento, Daisy. He recordado que tengo un compromiso que no puedo saltarme.
ꟷEs una lástima. ꟷPoco le faltó para esbozar un pucheroꟷ. Me hacía ilusión que Genesis y tú pasaran tiempo juntos ya que mañana no podrás asistir al festejo de Taylor.
Oh, Daisy. Un balazo me hubiese dolido menos que esa traición inocente.
ꟷ¿Mañana dice?
No, no, no. De ninguna manera.
ꟷSí, tienes esa cena importante con tu familia ꟷintervineꟷ. Eso fue lo que dijiste, ¿recuerdas?
Sus ojos verdes volvieron a mí y observé una diversión oscura en ellos.
ꟷEso es esta noche, Genesis. Se me han confundido las fechas. Claro que mañana iré a celebrar el cumpleaños de mi buen amigo Taylor.
Una muerte lenta y dolorosa era menos tortuosa que la burla en su voz.
ꟷ¡Estupendo, Jaden! ꟷExclamó Daisy ajena al duelo de miradasꟷ. Seguro Julian y James estarán felices de que puedan asistir los tres juntos.
Ella realmente merecía el premio a la metida de pata del año.
ꟷSeguro.
Dedicándome una sonrisa irónica, se puso de pie y tras despedirse de mi abuela, se alejó con tranquilidad mientras mi interior sufría una violenta turbulencia.
¿Cómo diablos le explicaba a Taylor que el único muchacho que no le agradaba en la faz de la Tierra iba a asistir a su cena de cumpleaños?
¡Hola, hola, hola! ¿Cómo están hoy?
Hemos llegado a esta semana de actualizaciones diarias y me hace muy feliz todo su apoyo y cariño. Simplemente gracias.
Ahora yendo al capítulo, ¿qué les ha parecido? ¿Qué haremos con Jaden? Recuerden que la violencia está descartada y el homicidio es un delito. ¿Qué creen que hará Tay al saber que Jaden irá? ¿Qué puede suceder en el cumpleaños de nuestro chico dorado? ¡Ay, ay, ay!
Me despido con un beso enorme y les deseo un hermoso fin de semana. LOVE YOU.
MUAK!
P.D.: Hoy miren mis historias de Instagram (guiño, guiño)
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