Capítulo treinta y seis

Mis ojos recorrían una y otra vez la lista de invitados que mi abuela me había dado esa mañana intentando reconocer un nombre. Mi cumpleaños estaba a más de un mes de distancia y mis abuelos me habían prometido una fiesta, el problema era que mis conocidos en Inglaterra eran cuatro muchachos y un par de actores. Sin embargo, había accedido a una gran celebración y me estaba arrepintiendo.

La mañana luego de mi cumpleaños nos iríamos a Estados Unidos, sería el final de nuestro viaje y nuestra separación hasta que pudiéramos encontrar un fin de semana en el cual escaparnos hasta un punto medio del país. Llegaríamos una semana antes del inicio de clases, justo para acostumbrarnos al cambio de horario.

Esa noche Taylor estaba a mi lado con la mirada fija en el techo y comiendo con lentitud la última caja de caramelos que se había permitido para esa semana. A sabiendas que le quedaban muchos días en el Reino Unido, había racionado sus dulces para no sufrir una abstinencia. Era un muchacho listo, podía darle créditos por eso.

ꟷ¿Y a cuántas personas reconociste? ꟷPreguntó con burla.

ꟷDeja de fastidiar.

ꟷEs una pregunta seria.

ꟷLo lamento, me confundió tu tonito de superación.

Rió por lo bajo y le di un empujón que casi lo llevó a caer de la cama.

ꟷLo siento ꟷarticulé con los labios.

ꟷTe perdonaré si me das un beso.

ꟷEstoy ocupada, Tay.

ꟷLeyendo nombres de ancianos.

Blanqueé los ojos y él supo que había ganado esa batalla. Me acerqué a él y presioné mis labios sobre los suyos por un segundo.

ꟷNo, un beso de verdad ꟷse quejó para luego esbozar un puchero.

ꟷEso fue un beso.

ꟷEso fue peor que un beso de primaria, quiero un beso real.

ꟷ¿En la primera ya dabas besos? ꟷEnarqué una ceja.

ꟷSí, ¿tú no?

Negué con la cabeza conteniendo una carcajada y eso lo hizo sonreír enseñando sus perfectos dientes de comercial.

ꟷ¿Ves? Siempre fuiste una niña buena.

ꟷHasta que los conocí.

ꟷAhora dame un beso real.

ꟷEres una pesadilla.

ꟷSí, y me amas.

No podía discutir a eso, lo amaba con cada fibra de mi cuerpo y él lo sabía mejor que nadie porque había sido víctima de mi cursilería. Podía ser muy pesada cuando me lo proponía y Taylor nunca se había quejado, eso me hacía amarlo aún más. A decir verdad, él también podía ser meloso cuando se lo proponía, la ternura corría por sus venas aunque intentara ocultarlo.

Con ese sentimiento de amor expandiéndose por mi torrente sanguíneo como lava líquida, me incliné por segunda vez hacia él y besé sus lindos labios. Me aprisionó rápidamente colocando su mano en mi nuca para alargar el contacto. Su lengua rozó mi labio y le permití llevar el beso a un nuevo nivel.

Saboreé su boca con tranquilidad, embelesándome por el sabor a moras y el movimiento de sus labios y su lengua. Nunca me cansaría de besarlo, sus labios eran adictivos.

ꟷBien, ya ꟷmurmuré separándome ligeramente de élꟷ. Tengo que terminar con esto.

ꟷTienes un mes.

ꟷY tú toda la vida.

ꟷEso suena serio.

ꟷLo lamento, olvidaba que acabamos de conocernos.

Sus labios se curvaron en una grandiosa sonrisa y su mano abandonó mi cuello para liberarme. Besé su boca una vez más y me alejé de él antes de cambiar de parecer y dedicarme a morder su labio inferior por el resto de la noche.

Volví a mi tarea de analizar las personas enlistadas en cuatro columnas de manera alfabética, intentando encontrar alguien que me sonara de algún lado. Por supuesto, fuera de mi trío de oro, del trío de oro inglés y Buda, no reconocí a nadie. Ni siquiera podía identificar el nombre de mis compañeros de reparto allí.

ꟷ¿Genesis? ꟷPreguntó luego de unos minutos de silencio.

ꟷ¿Sí, Taylor?

ꟷ¿Qué dirías si se me presentara la oportunidad de un trabajo increíble en otro país?

Fruncí el entrecejo y lo observé ladeando la cabeza hacia un costado.

ꟷ¿Otro país? ¿Qué país?

ꟷEste país.

ꟷ¿Te ofrecieron un trabajo aquí?

Intenté ocultar la sorpresa, aunque fue en vano. Estaba más que sorprendida, estaba confundida y emocionada a la vez.

ꟷSí, algo así.

ꟷ¿Puedes extenderte? ꟷPedí con una sonrisa, la emoción le había ganado al resto de los sentimientos.

Asintió y se acomodó en la cama con sus ojos fijos en mí.

ꟷ¿Recuerdas a Daniella?

ꟷLa mujer con la que hiciste una pasantía en el último semestre ꟷcontesté con seguridad.

ꟷEsa misma. Ha decidido abrir una sucursal de su empresa aquí y no será solo de edición de sonido sino que creará una discografía uniéndose con otra compañía.

ꟷY te ofreció trabajo ꟷaventuré.

ꟷSí.

ꟷPor eso las reuniones misteriosas.

Había tenido la leve sospecha de que algo así sucedería desde el momento en que anunció que tenía una reunión. Él, al igual que yo, no conocía a nadie en Londres desde antes de nuestra llegada y las opciones eran pocas. Un trabajo era lo que más había resonado en mi cabeza.

ꟷNo eran misteriosas ꟷme contradijo con diversión.

ꟷClaro que lo eran.

Suspiró y supe que me daría la razón.

ꟷSí, por eso eran las reuniones misteriosas.

ꟷ¿Y le has dado una respuesta?

ꟷSí.

ꟷ¿Y por qué quieres saber mi opinión?

ꟷPorque eres mi novia y me importa lo que pienses.

Mordí mi labio inferior y me lo pensé por unos segundos. Era una gran oportunidad, era exactamente lo que él quería hacer por el resto de su vida. Tendría que abandonar la universidad y probablemente no podría seguir con sus estudios hasta que el trabajo fuera completamente estable y pudiera acomodar sus horarios. Con su talento y un buen presupuesto no tardaría en llevar a una empresa pequeña a algo más y quizás podría conseguir grabar su propio disco. Sí, definitivamente era una oportunidad única.

ꟷYo diría que estoy muy feliz y orgullosa de ti, que siempre creí en tu potencial y que tú y tu lindo cerebro lograrán lo que se propongan.

ꟷ¿Y de la distancia?

ꟷExisten aviones e internet.

Volvió a asentir con la cabeza y desvió la mirada hacia el techo.

ꟷ¿Entonces aceptaste? ꟷSusurré.

La oportunidad era grandiosa; no obstante, eso no significaba que no me asustara hasta la médula. Nunca había imaginado tener una relación a distancia y tampoco imaginé que terminaría viviendo con su amigo Calvin en un departamento en Massachusetts sin la compañía de Taylor. Estaba aterrada, pero sobre todas las cosas estaría feliz de saber que él haría lo que le hacía feliz.

ꟷNo.

ꟷ¿Qué? ꟷChillé.

ꟷNo acepté, MIT.

ꟷ¿Y por qué no empezaste por ahí?

Le di un nuevo empujón, más leve que el anterior y él rió en consecuencia.

ꟷPorque quería saber qué dirías si hubiese aceptado.

ꟷEres cruel.

ꟷLo soy ꟷaceptóꟷ. Sin embargo, tendrás que soportarme por cuatro años más como compañero de habitación.

ꟷQue horror, no podré librarme de ti.

Tomó mi mano y tiró de mí hasta que quedé recostada sobre él. Mi pecho estaba contra el suyo, mis piernas se enredaron con las suyas y nuestros rostros quedaron a la misma altura.

ꟷBueno, podrás librarte por unas horas porque Daniella me ofreció un trabajo de medio tiempo en Massachusetts y ese sí lo acepté.

ꟷEso es genial, amor.

ꟷMe llamaste "amor" y no vomitaste.

ꟷEstoy comenzando a sentir nauseas.

ꟷEres una exagerada.

ꟷLo soy.

Posó sus labios sobre mi nariz y ese tierno gesto me hizo sonrojar.

ꟷ¿Puedes olvidar ya tu tonta lista y concentrarte en mí?

ꟷNo lo sé, ¿qué ofreces?

Me dedicó una sonrisa lobuna y de manera automática sus manos abandonaron las mías y viajaron hasta mi trasero. Me presionó contra él y clavó sus dedos contra la piel expuesta de mis muslos provocando un descontrol hormonal en mi sistema.

ꟷPuedo tomar un descanso.

No esperó a que cambiara de opinión y tomó control de mi boca mientras devoraba mis labios en un beso lleno de pasión.





Saludé a mis abuelos ondeando la mano mientras se retiraban de la vivienda en el vehículo de Artie. Acabábamos de terminar de desayunar juntos, algo que habíamos comenzado a hacer para conocernos mejor desde que decidimos tener un nuevo inicio. Se iban a un viaje corto hasta Liverpool por el fin de semana y habían dejado a Callahan como nuestro niñero encubierto.

Era viernes y el trío de oro y yo no teníamos planes. Tyler había finalizado su curso de escritura por lo que aprovechaba para dormir hasta tarde y yo había terminado de rodar los capítulos de la serie donde aparecería como la antigua novia de Julian. En definitiva, estábamos desocupados y un poco aburridos.

Me sorprendía saber que mi mejor amigo no había viajado hacia Estados Unidos para seguir a Emma, era lo que todos habíamos esperado y, de hecho, habíamos hecho una pequeña apuesta con Tay y Theo sobre el día en que se marcharía. Por supuesto, habíamos perdido los tres porque Ty todavía no se iba y no parecía tener intenciones de irse.

Volví sobre mis pasos cuando el automóvil desapareció del camino de entrada y solté un suspiro. Taylor estaba en el estudio de mi abuelo componiendo una canción que no me dejaba escuchar aún; su encierro significaba claramente que no deseaba que lo molestáramos pero era demasiado educado para decirlo. Theo estaba en el jardín ayudando al mayordomo a quitar las flores de la piscina luego de la tormenta de la noche anterior. Desde donde estaba podía verlo batallar para alcanzar los pétalos sin caer al agua y la imagen me parecía adorable. Y sí, Tyler dormía como un perezoso en su habitación y no se levantaría hasta la hora del almuerzo o hasta que sintiera la necesidad de orinar.

Mis opciones eran limitadas y, de todas maneras, me encantaban. Sabía lo que quería hacer ese día, algo que había estado posponiendo y que finalmente tenía que enfrentar. O bueno, él tendría que enfrentarlo.

ꟷ¡Grandote!

Mi voz lo hizo desconcentrar y se tambaleó en su lugar. Esperé hasta que cayó al agua para reírme a carcajadas y él no tardó en hacerlo también cuando su cabeza salió de las profundidades.

ꟷEso no se hace, pequeñita ꟷme regañó quitándose el cabello mojado del rostro.

ꟷLo lamento, creí que un deportista nato como tú tendría un mejor equilibrio.

Chasqueó la lengua y salió de la pileta chorreando agua por todos lados. La camiseta se le había adherido a la piel, transparentándose y dejando a la vista su abdomen de lavadero perfectamente marcado. Sus bermudas de jean parecían pesar una tonelada y se habían deslizado de sus caderas unos cuantos centímetros mostrando la cinturilla de su ropa interior color violeta.

ꟷDeja de mirarme, indecente.

ꟷImposible ꟷcontesté con la mirada fija en su abdomen.

Llegó a mi lado y me rodeó con sus largos brazos para darme un abrazo apretado. Su ropa mojada humedeció la mía y me quejé entre risas por eso. No me hizo caso y continuó aferrado a mí como una garrapata de casi dos metros.

ꟷ¡Theo! ꟷExclaméꟷ. Tendré que cambiarme.

ꟷAhora somos dos.

ꟷPero tú fuiste torpe.

ꟷY tú, una pervertida.

ꟷ¿Puedes culparme? ꟷChillé intentando apartarlo de míꟷ. Eres todo un espectáculo.

ꟷIrás al infierno.

ꟷY seguiré viéndote el trasero allí también porque tú no eres un santo.

Finalmente me dejó ir y tal como había advertido, mi lindo vestido floreado estaba mojado en la parte de adelante. No era nada comparado con su ropa que seguía creando un pequeño charco a sus pies.

ꟷ¿Qué planes tienes para hoy? ꟷPregunté dedicándole mi sonrisa especial, esa que para él era imposible de resistir.

ꟷ¿Por qué siento que me vas a arrastrar a algo que no me gustará?

ꟷPorque me conoces.

ꟷ¿Qué tienes en mente, pequeñita?

ꟷEstoy hace más de un mes aquí y todavía no he hecho un picnic en Hyde Park ꟷcomenté moviéndome de lado a lado sobre mis pies, tal como una niña pequeña.

ꟷ¿No es tarea de Taylor llevarte a un picnic romántico?

ꟷEres mi segundo novio, Theo. ¿No lo sabías?

Despeinó mi cabello y acto seguido se quitó la camiseta de un tirón. Me la arrojó a la cara con diversión y esbocé una mueca.

ꟷ¡Deja de mirarme! ꟷChilló.

ꟷImposible ꟷrepetí.

ꟷ¿Cuándo te volviste tan molesta?

Comenzó a caminar hacia el interior de la casa y lo seguí. Posé mi mirada en sus hombros para que no se sintiera tan acosado y debo admitir que mirar su espalda también era todo un espectáculo. Tantos años entrenando habían hecho maravillas con su cuerpo, con cada músculo de su largo cuerpo.

ꟷNunca creí que me dirías así.

ꟷEso es porque he cambiado en estos meses, pequeñita.

ꟷYo te veo igual.

Eso era mentira. Podía darme cuenta del cambio de actitud que él había experimentado desde que había roto su relación con Sophie. También había cambiado su corte de cabello y usaba ropa más casual. Su corazón roto lo había transformado por completo, se había vuelto más desenvuelto y menos tímido con algunos temas, había comenzado a disfrutar del sexo sin etiquetas y parecía un chico completamente nuevo; sin embargo, seguía siendo mi grandote. Él seguía siendo adorable, cariñoso y agradable.

ꟷTendrás que mirar mejor.

ꟷ¿Entonces me acompañarás a Hyde Park?

ꟷ¿Tengo opción?

Sonreí aunque él no pudiera verme. Habíamos llegado a las escaleras y ya no podía apartar la mirada de su trasero, no era mi culpa si sus nalgas estaban a la altura de mis ojos.

ꟷClaro que sí, grandote, pero me haría feliz que me acompañaras.

ꟷEntonces lo haré.

ꟷPor eso te amo.

ꟷCreí que me amabas por ser tu mejor amigo.

ꟷSí, eso también.

Volteó hacia mí y me dedicó una amplia sonrisa. Definitivamente mi Theo seguía allí.

¡Buenas, buenas! ¿Cómo están hoy?

¿Les ha gustado el capítulo? ¿Qué opinan de la reunión misteriosa de Tay y su resultado? ¿Se asustaron/entusiasmaron como G o qué fue lo primero que se les vino a la cabeza?

Respecto a Theito, ¿qué creen que sucede con él? ¿Qué creen que sucederá que llevará al inicio de su historia? ¿Están emocionadas por leer su libro?

Muchas, muchas gracias por todo su apoyo y cariño. Hasta me han pedido matrimonio, que detalle. Las amo infinitamente y les recuerdo que son las mejores.

Un beso enorme y un abrazo virtual. Nos leemos mañana.

MUAK!

P.D.: Voy progresando, espero para el viernes estar como nueva.

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top