Capítulo 24.


Zoe:


Semanas después:


El trabajo me ha tenido ocupada, por suerte me he desocupado para asistir a la gala de mi padre. Confieso que estuve un par de días pensando en ello, no estaba segura de si ir o no, pero al final lo hice, me decidí, era momento de dar la cara.

No sería algo sencillo, pero lo lograría. Estaré frente a frente con él.

¿Por qué lo haré?

Porque mi padre seguía amenazando a los chicos de manera clandestina, así que no planeo seguir que lo haga, tome el valor de hacerlo, de ir a la gala de beneficencia a la que ellos habían sido invitados por sus padres, obviamente todos iremos a aquel lugar.

Yo, iba a hacerlo, iba a dar la cara para demostrarle a mi padre de que no le tengo miedo.

Trabajé mucho en mi seguridad, por ello, no le tengo miedo.

—Estoy lista —llegué al pasillo, arreglé mi vestido junto a mi cabello.

—Dios.

—Demonios.

Ambos me miraron de arriba a abajo, hace dos días me trajeron el vestido, era rojo de escote corazón y con una abertura en la pierna. Mis tacones eran del mismo color del vestido y estaban adornados con un listón blanco que hacía juego con mis aretes.

—¿Qué tal me veo?

—Luces fenomenal —respondió Demian.

—No tenía idea de que ese vestido luciría tan bien en ti —Azel sonríe—, le haces justicia a tu belleza.

—No van a besarme —ambos se detuvieron ante mis palabras—, no quiero arruinar mi labial.

—A la mierda tu labial —Azel fue el primero en tomar mi nuca para besarme, me costó un poco seguirle el beso, no basto con eso si no que me soltó para que Demian me diera otro beso, este fue con mucha intensidad, era tanta que mi cuerpo se estremeció ante ello.

Ultimamente nuestra relación se ha vuelto demasiado intensa, tenemos sexo casi que seguido y la verdad, no me molesta en lo absoluto. Me encanta la conexión que tenemos en la cama y en cualquier aspecto diario.

Mis hombres son maravillosos.

Luego de aquel beso tan intenso por parte de ambos, salimos del departamento rumbo a aquella gala. Pensaba estropear la noche a mi padre, hacerle saber que ya no tenía miedo y que no iba a seguir ocultándome de nadie más.

Ahora estoy llena de seguridad.

Estoy dispuesta a todo.

Mientras íbamos en el auto, me retoque el maquillaje, en cualquier momento tendría a mi papa frente a mi, vería al hombre quien más daño me ha hecho en la vida.

Al poco tiempo habíamos llegado, desde el auto podía ver la cantidad de paparazzis, seguridad y demás, sentí un nudo en mi estomago bastante molesto, pero debía tragarmelo, no es momento para demostrar debilidades.

Con cuidado baje del auto con ayuda de Azel quien me sonreía para darme calma. Demian beso mi mejilla y así, comenzamos a caminar hacia la prensa, muchos tomaban fotos y hacían entrevistas, supongo que es para saber sobre la obra de caridad y lo buen hombre que aparentaba ser mi padre.

—¿Esa no es la modelo?

—Si, es la modelo Zoe Swan.

No quise darle mucha importancia a la prensa, no estaba para dar entrevistas o decir algo al respecto, simplemente quería entrar del brazo de mis hombres. Y así lo hice, Demian mostró la invitación para que nos dejaran entrar.

Al hacerlo, se escuchó la música suave resonar por el lugar, había carteles de las fundaciones por todos lados, políticos los cuales pude reconocer cuando iban a casa a beber con papá o a celebrar cualquier cosa.

No había celebridades ya que mi padre jamás estuvo en acuerdo con ese tipo de cosas, solo la política.

Tanto Demian como Azel me llevaron hacia la mesa en la que estaban sus padres, los saludamos y nos sentamos con ellos. Supongo que mi padre no pudo cancelar sus invitaciones para no quedar mal ante los demás, ya que los señores Praxton habían trabajado en la primera campaña de mi padre para la cuestión de publicidad y esas cosas.

Me causa gracia que se haya tomado la libertad de amenazarlos cuando él trabajó con sus padres en el pasado. Pero algo dentro de mi me dice que esto es obra de Emil, no le quitó culpa a mi padre porque es tan culpable como Emil, pero para él la política es importante, mucho más importante que cualquier cosa y se que Emil lo tiene amenazado para que regrese con él.

—¿Estás bien? —miró a Azel que estaba a mi lado izquierdo.

—Lo estoy —suspire.

—Si deseas irte de aquí, puedes decirmelo.

—Me iré después de verlo —sonreí un poco.

—Bien —beso mis labios.

La música cedió un poco, los aplausos se escucharon y mi padre subió a la tarima, la luz del reflector estaba sobre él, al igual que las miradas.

Yo, no dejaba de mirarlo. Su cabello estaba blanco o casi blanco, se le notaban las arrugas en la cara, pero eso no quitaba lo elegante que siempre lucía, crei que estaria llena de rabia al verlo pero no, lo que siento en este momento es un toque de tristeza, porque el siguió con su vida como si nada, mientras que yo, vivía escondiendome de él y de Emil.

—Buenas noches damas y caballeros —comenzó, la sonrisa que tenía era bonita inclusive, vaya que se esfuerza en demostrar que no es un imbécil—, gracia a todos por estar presente la noche de hoy, en donde comenzaremos una pequeña subasta, de la cual todo lo que se recaude, será para aquellas personas sin hogar, todo es parte de mi campaña y así daremos visibilidad a las personas menos afortunadas.

Todos los presentes aplauden con emoción, yo simplemente no podía dejar de mirarlo. ¿Sabrá que vine? No, no creo que haya venido.

—Antes de comenzar la subasta, quiero agradecer a mi más grande amigo, Emil Abad —mi cuerpo se tenso al escuchar su nombre—, quien ha sido mi compañero en este viaje en la política, además de que me apetece anunciar que es mi futuro yerno.

El asombro de las personas no se hizo esperar, mi cuerpo comenzó a temblar, ¿en serio él está haciendo esto? ¿Está exponiéndome así?

—Que bastardo —escuche a Demian murmurar.

No escuche nada mas de lo que decía mi padre, él seguía hablando sobre las fundaciones y demás, yo solo quería correr de aquí, estaba realmente arrepentida de haber venido, no creí que esto me fuese a afectar de esta manera.

Las personas se acercaron a él para felicitarlo cuando se bajó de la tarima. Yo no quise soportar esto así que me puse de pie ignorando las palabras de Demian y Azel. Con seguridad y aunque estaba temblando camine hacia el.

Tome una copa para darle un trago rápido y así, poder tener valor.

Cuando se esparcieron, la mirada de mi padre conecta con la mía, al verme abre un poco los ojos y retrocede un par de pasos.

—Hola papá —dije—, cuánto tiempo.

—Z-Zoe..

—¿Hija? —alguien le pregunta a mi padre— Walter, ¿Zoe no estaba en el extranjero?

La música no sonaba, así que podía intuir que toda la atención estaba en mi ahora.

—Si —dijo él con nerviosismo—, pero regresó ayer.. Para anunciar su compromiso.

—Por Dios papá —me rei—, ¿por qué le mientes?

—Zoe.. —estaba por acercarse a mi.

—Ni se atreva —escuche a Azel detrás de mí.

—Zoe ¿qué haces? —dice entre dientes.

—¿Qué hago papá? —junto mis cejas— Hablar por mi misma y decir la verdad.. ¿Compromiso? ¿No te cansas de mentir?

—Basta..

—No papá —estaba comenzando a alterarme—, ¿Por qué tienes que mentir? No estoy comprometida con Emil..

Retrocedí un par de pasos cuando la seguridad se acercó a mí, tanto Demian como Azel intervinieron.

—La tocan y les rompo la cara..

—¿Qué está pasando aquí Walter? —un hombre se posó a su lado.

—C-Congresista..

—Diles papá, diles que me querías casar a la fuerza con Emil Abad —masculle, hable lo más duro que pude para que pudieran escucharme—, que metiste a la casa a ese hombre cuando tan solo tenía catorce años... —los jadeos se hicieron presente— Me querías vender a Emil para seguir en el poder, para seguir como gobernador.

—¿Qué? —el Congresista mira a mi padre perplejo— Walter.. ¿Qué es todo esto?

—Lo que dice es mentira Congresista..

—¡¿Seguiras mintiendo?! —alce la voz— ¡Me querías casar con Emil Abad desde que tengo los quince años¡ —jadee— No lo hiciste para que nadie sospechara de ti... ¡Diles papá! ¡Diles que quieres venderme para seguir siendo gobernador!

—¡No se le acerquen! —intervino Demian, Azel me tomó de los brazos para colocarme detrás de él— Suficiente..

—Quiero una explicación ahora Walter..

—Mi amor —mire a Azel— ¿Estás bien?

—Creo que sí.. —mi respiración estaba un poco acelerada, estaba por acercarme a él pero fui detenida por ambos— Si te acercas a ellos, juro por Dios que te hundo papá, ¡Te hundo!

Miraba a mi alrededor, todos tenían puesta su mirada en mí, me sentí pequeña por un momento, algunos me miraban con asombro y otros con pena. Yo solamente quería que dejara de mentir.

—Vámonos —pedí—, no debí haber venido —negué.


(...)

Más tarde:


Creí que después de salir de aquel lugar me sentiría horrible pero no, ahora estoy aquí comiéndome una hamburguesa con mis hombres en un puesto callejero. Algunas personas nos miraban con extrañeza, no es para menos, estaba con un vestido de gala y ellos de traje.

Me había sentido mal por un momento, pero luego sentí mucha satisfacción al ver en las noticias el escándalo que se armó en la fiesta de caridad de mi padre. Su rostro estaba en las pantallas.

La verdad se siente demasiado bien haberlo hecho, aun así me quedan muchas cosas por decir y haré lo que esté en mis manos para que mi padre se hunda. Él tiene que sentir lo que yo sentí, como mi mundo se derrumbaba por parte de él, quiero que sienta eso, quiero que sienta el dolor de perder lo que más ama.

—Amor —escuche la risa de Demian—, espera.. Te manchaste la boca.

Pasó su pulgar por la comisura de mis labios, luego me dio una sonrisa de labios cerrados bastante hermosa. Mi corazón comenzó a latir con fuerza, con esa sola acción, sentí que me derretía.

—¿Cómo te sientes? —me pregunto Azel.

—Bien —susurré, me puse nerviosa cuando dejó mi cabello detrás de mi oreja y le dio una leve caricia a mi mejilla—, mejor porque no estoy sola.

—Me alegra saber que te sientes bien —me sonrió—, sabes que puedes contar con nosotros para lo que necesites.

—Lo aprecio —los mire a ambos—, lo digo en serio.

—Lo más probable es que la prensa comience a especular y a perseguirte —dijo Demian—, ¿Que quieres hacer?

—La verdad —deje la hamburguesa sobre la mesa—, por ahora no dire nada mas, se que alborote el avispero pero.. Quiero mantenerme fuerte en esto, quiero que sea el que venga a mi a hablar conmigo, quiero una confrontación frente a frente, quiero preguntarle muchas cosas —murmuré—, quiero respuestas.

Quiero obtener las respuestas que necesitaba en el pasado, quiero que el me mire a los ojos y me diga sus motivos, se que fueron por que queria ser gobernador, pero quiero que el me las diga a la cara, porque aun no lograba entender el como un padre puede hacerle eso a su propia hija.

—Estaremos contigo —asegura Azel—, lo que sea que decidas linda. Estaremos a tu lado.

—Gracias —le sonreí.

—Mejor terminemos esto y vayamos a casa —Demian besa mi mejilla—, mañana iremos de paseo para distraernos un poco, ¿que dices?

—Me parece buena idea, ¿a donde iremos?

—Tenemos una cabaña al otro lado de la ciudad —Azel responde—, ahí solemos pasar los fines de semana o algunos días, es para descansar, pasear por el bosque, nadar en el lago y esas cosas, te va a gustar.

Necesitaba un respiro de todo esto, ya deje en claro a mi padre que no estaba jugando, ya no pienso caer en sus cuentos o sus trampas.

Iba a hundirlo si fuese necesario. 



Hola hola mis lectores, espero que esten y que hayan tenido un lindo fin de semana. Les tengo aquí actualización de Dos para Comprar. ✨❤

Si les gustó, no olviden dejarme sus votos y comentarios.

Besos, Ross. 

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