SENTIMIENTOS.

Elsa.

— ¿Ya vas acabar? - preguntó.

— No - lo miré - ¿Me permites terminar de comer? Te lo agradecería. 

— Estás haciendo que me desespere - bufó. 

— Para ser mi primer... ¿Cómo dices que se llama? 

— Hamburguesa - contestó.

— Eso, debo de disfrutarla, además, será la única que coma en mucho tiempo - dí mi última mordida y limpié mi boca. 

— Qué modales - comentó Jack mientras cruzaba la pierna. 

Rodé los ojos, estábamos en la azotea de un edificio sentados sobre unas cajas de madera, comiendo unas hamburguesas que se robó Jack. Debo admitir que aunque no fue de mi agrado la forma que lo hizo, el ver al señor resbalarse cuando trataba de alcanzar sus platos que volaban, fue bastante divertido.

— ¿Y ahora? ¿Qué hacemos? - apoyé mis manos en la caja y moví mis pies. 

— Regresar - lo miré - Elsa, es hora, en tú mundo seguro está amaneciendo. 

— Pensé que esto no iba a acabarse - dije soltando un suspiro bajándome de la caja.

— Podemos darnos otras escapadas - imitó mi acción.

— Quería pasar más tiempo contigo - me abracé. 

— Todas quieren pasar tiempo conmigo - rió y congelé sus pies - ¡Oye! Lo dije de broma. 

— Perdón, no sé que pasó - reí nerviosa - ¿Nos vamos? - asintió. 

Me molesta cuando habla como si fuera "broma", él descongeló sus pies, tomó una de las esferas y la agitó, abrió el portal y tomándome de la mano entramos en él. 

— Listo - se separó de mí y miró el bosque junto con el amanecer - Wow, qué bonito. 

— Gracias y sí - miré el amanecer - Es una de las mejores vistas por las mañanas. 

— Procuraré verlo más seguido - me miró - Tengo que regresar, pero prometo volver. 

— ¿Por qué no simplemente dejaste que yo cruzara el portal? - cuestioné mirándolo. 

— Quería dejarte sana y salva - me sonrió - y ahora que lo estás, puedo irme tranquilo. 

— Está bien, oh, por cierto, no sabes como disfruté el viaje - le sonreí - Fue la mejor experiencia y no sabré como pagártelo. 

— Yo también disfruté el viaje, bueno, ambos viajes. - puso una mano en mi hombro - la única forma de como puedes pagarlo, es siendo feliz. 

— Sí tu lo dices - tomé su rostro y le dejé un suave beso en su mejilla - buen viaje, estaré esperándote. 

— Nos vemos - besó mi frente e hizo de nuevo todo lo de la esfera abriendo el portal - Cuídate y cuida este mundo, sí pasa algo malo o tienes recuerdos malos que te están afectando, no dudes en llamarme. Por cierto, no sé te olvide - me entregó de nuevo la Matrioska.

— No lo dudaré - tomé la Matrioska, me despedí con mi mano y él entró al portal - ¡Tengo que contarle a Anna! ¡Nokk, necesito que vengas! - grité.

Me acerqué a la fuente de agua más cercana y Nokk apareció, rápidamente lo congelé, subí en su lomo y cabalgué hasta el castillo. Sabía que primero tenía que ir con Yelena, pero antes que ella está mi hermana. Llegué al castillo, me bajé rápidamente del Nokk tomando la matrioska y entré al castillo. 

— Oh, Majestad ¿Qué hace tan temprano en el castillo? - preguntó uno de los sirvientes. 

— ¿Anna ya está despierta? - cuestioné con prisa. 

— No - soltó una pequeña risa - Ya sabe como es la Reina Anna, sigue en su habitación. 

— Lo sé, muchas gracias - salí corriendo rumbo a su habitación, entré abriendo la puerta de golpe, cosa que no logró despertarla. Cerré la puerta, me dirigí a su cama y puse la matrioska en su mesa de noche - Anna, buenos días. 

— ¿Mmm? ¿Elsa..? - murmuró tapándose con las sábanas. 

— Sí, soy Elsa - me senté a su lado y la sacudí poco - Levántate, por favor. 

— Cinco minutos más... - se dió la vuelta. 

Esta chica me hará perder los modales. 

— ¡Anna! ¡Levántate! - quité sus sábanas y comencé a sacudirla con fuerza - ¡Cuando te necesito estás durmiendo como maldita roca!

— ¡Ah! ¡Basta, basta! - pataleo y alejó mis manos - ¡Qué gran forma de despertarme! 

— Sí, sí - me subí completamente a su cama y la miré - Arréglate el cabello, ya - me reí al verla. 

— Mientras me arreglo, cuéntame la maldita urgencia de despertarme así - empezó a arreglar su cabello. 

— Yo - mordí mi labio soportando la emoción - ¡Visité el mundo de Jack! 

— ¿¡Qué tu qué!? - se hizo una coleta en el pelo - ¿¡Lo dices en serio!? 

— ¡Sí! - grité emocionada.

— ¿¡Cómo fue todo!? ¡Cuéntame! - abrazó su almohada emocionada. 

— Fue todo tan ¡Mágico! - solté algunos copos al aire y enseguida comencé a darle la historia resumida.

— ¡Joder! - aventó su almohada al termino de la historia - Elsa, viviste una experiencia tan... inolvidable, de seguro. 

— Lo fue - me sonrojé un poco - Jack fue tan atento conmigo y trató que cada lugar lo disfrutara tanto. 

— Oh, sí - me sonrío maliciosa - Conozco ese sonrojo. Dime, hermana ¿Qué es eso que te pone tan sonrojada? 

— Te odio, pero te odio tanto - reí poco y sonreí - Creo que el motivo de mi sonrojo es Jack. 

— ¡Ahhhh! ¡Lo sabía! - pataleo gritando - ¡Era cuestión de tiempo para que lo aceptaras! 

— Anna, tranquila - tomé sus manos - Aún no puedo confirmar nada. 

— ¿Cómo te sientes a lado de él? - alzó una ceja - ¿Qué experimentas cuando lo ves? - miró mis manos - ¿¡Y esa pulsera!? 

¿Qué como me siento? No tengo para describirlo, cada que lo veo no puedo dejar de pensar que es una persona que con poco tiempo hizo que sonriera, que volviera a sentirme viva. 

— Cuando estoy a lado de él... es como si algo extraño recorriera por todo mi ser - suspiré - es un calor que emana desde mi pecho a todo mi cuerpo, una experiencia tan reconfortante a lado de Jack - miré mis manos - Me siento segura, calmada, completa y feliz. 

— Elsa - la miré - Eso que sientes, es un amor distinto al que nosotras tenemos como hermanas - me sonrió - Alguien ya ha comenzado a llegar a tu frío corazón - soltó una risilla.

— ¿Eso crees? - pregunté - Tal vez es solo una simple admiración a él. 

— ¡No digas estupideces! ¡Claro que tengo razón! - me gritó - Si tuvieras admiración no sentirías todo eso que describes - se cruzo de brazos - Yo sé de lo que te hablo, por eso estoy enamorada de Kristoff. Aún no respondes mi pregunta sobre la pulsera. 

— Oh, las compré en el pueblo - observé la pulsera. 

— ¿Las compraste? Te refieres ¿Una a tí y una a Jack? - asentí - ¡Joder! Digo, está bien que seamos de la realeza y compremos cosas, pero de vez en cuando que ellos le inviertan. 

— Oh vamos, no te digo nada cuando le compras ropa o las cosas de su trineo a Kristoff - alcé una ceja. 

— Es diferente - me señaló defendiéndose. 

Me limité a reír un poco y enseguida a quedarme callada y a desviar la mirada, esto es algo confuso, jamás me había sentido así. Dirigí mi mirada a la mesa de noche y recordé la matrioska que me regalo. Me incliné y la tomé. 

— ¿Te lo dió Jack? - preguntó Anna y asentí - Bueno que esperas para abrirlo. 

Giré la primer parte, y apareció una un poco más pequeña, con mi cara reflejando timidez. Quité esa parte y dejó al descubierto una con seriedad, volví a retirarla y esta vez resultó ser una con enojo. Pude sentir como solo sobraban dos, así que quité mi parte enojada y encontré mi rostro, con lágrimas y los ojos algo hinchados del llanto; quité esa penúltima y tomé al pedazo más pequeño, era yo, plasmada como un pequeño bebé con una gran sonrisa y ojos con destellos. 

— Explícame que no entiendo nada - comentó Anna mirando las piezas. 

— Soy yo - seguí mirando la última pieza - Es mi descripción, soy tímida, seria, tengo enojo, tristeza... Pero dentro de todo ello, irradio alegría y felicidad - sonreí poco - Así es como Jack me conoce. 

— Ohh - expresó Anna - qué lindo - rió poco - Es algo confuso, pero, si lo vemos de ese lado, tiene mucho sentido y que gran detalle por parte de Jack.

— Este tipo de detalles hacen que me confundan y que no logre averiguar qué es lo que siento por Jack - suspiré y comencé a guardar las piezas de la matrioska. 

— Hablando de eso - carraspeó un poco - ¿Qué no solo era tu amigo? - movió las cejas rápidamente. 

— No empieces Anna, sigue siendo mi amigo, eso no ha cambiado - volví a colocar la matrioska en la mesa de noche. 

— ¡Ay por favor! Solo falta poco para que ya comiencen un relación, yo sé lo que te digo - dió palmadas en su pecho. 

— A veces tengo miedo de lo que eres capaz de predecir - me alejé poco. 

— Hazte la ingenua, hazte la ingenua - se estiró y se levantó de la cama - Bien, señora Frost, tengo que arreglarme, por mientras, no te muevas de aquí - caminó al baño tomando su conjunto de ropa. 

— Señora Frost - murmuré rodando los ojos y me acosté en su cama - ¿Señora Frost? ¿Elsa Arendell de Frost? - pregunté mirando al techo - Jack Frost... Agh. 

Tapé mis ojos con mis manos y dí unas vueltas en la cama de Anna, ¿Yo sintiendo algo por Jack? ¿De verdad?

Me quedé boca abajo y revolví mi cabello, vamos Elsa, serás capaz de aclarar esto que sientes. 

— Me estás volviendo loca Frost... - dí golpes en mi cabeza. 

Jack. 

— Reporte Jack - habló Norte frente a mí- ¿Qué encontraste?

— Nada en relación a Pitch - crucé mis brazos - Todo está completamente tranquilo por allá. 

— ¿Seguro? - alzó una ceja mirándome. 

— Seguro, no mencionó nada sobre los recuerdos malos que yo ví - suspiré - aunque no dudo que sea vulnerable para Pitch, Elsa necesita ser fuerte mentalmente para que él no entre a sus recuerdos tan fácilmente. 

— ¿Tuvo una vida difícil? - Norte se sentó e invitó a sentarme. 

— Bastante diría yo, sí bien, llega a un momento en su historia que es casi igual a la Elsa de nuestro mundo - me senté y apoyé mis manos en la mesa - Tuvo una infancia y adolescencia bastante fuerte, hasta hace apenas unos años ha convivido en paz. 

— Son bastantes años, es obvio que va a tener dificultad en no caerse tras un recuerdo o con algo insignificante que incluya su pasado o su familia - acarició su barbilla - ¿Viste algo de Pitch cuando vinieron aquí?

— Nada, todo estuvo bastante tranquilo - mordí poco mi labio - Aunque no soy mucho de fiar, no es normal que Pitch se quede sin hacer nada cuando tiene la oportunidad. 

— En eso tienes razón - dió un golpe a la mesa y me sobresalté - No debemos bajar la guardia. 

— ¡Norte! ¡Me espantas! - puse mi mano en mi pecho - Mi pobre corazón. 

— No puedes morirte de cualquier forma - me miró y puso mayor atención a mi mano - ¿Y esa pulsera? 

— Oh ¿Te gusta? - se la mostré - Elsa tiene una igual. 

— Déjame analizar esto - rascó su cabeza - Salen a conocer el reino de Arendell, comen pastel, juegan en el agua, se compran pulseras, ella viene a tu mundo, visitan los distintos países... ¿Seguro que no fue una cita en vez de una "vigilancia"? 

— Para vigilarla tenía que hacer alguna actividad con ella - excusé - La pulsera fue un pequeño símbolo de nuestra amistad, eso es todo. 

— ¿Amistad? Creo que la estás confundiendo por algo más que una amistad - se inclinó y me miró fijamente - ¿Qué sientes por ella? 

— Norte, es incómodo - me alejé poco - Siento una simple amistad con ella... No es más. 

— Sí claro. - se levantó - ¿Quieres que emplee algo más para que me lo digas? 

— No, no, no - me levanté enseguida y me alejé más. 

— ¿Estás seguro que solo es una amistad? - arqueó una ceja. 

— No lo sé... Me siento confundido - tomé aire - me siento alegre porque sé que estoy cumpliendo con el deber que no cumplí aquí, pero cada que la veo sonreír, reír o alegre... Es como si esa parte que estaba rota dentro de mí se volviera a reconstruir y saltara de emoción. 

— Estás sintiendo la cosa más rara para todos - caminó en dirección a la puerta de su oficina. 

— ¿A qué te refieres? - lo miré confundido. 

— Amor, Jack - me miró por un momento y salió de su oficina. 

— ¿Amor? ¡Ja! - reí poco y cerré los ojos - Elsa...

Automáticamente sentí como el frío de mi ser se iba poco a poco y llegaba en su lugar una sensación cálida. Suspiré, es algo relajante. 

— ¡No! ¡No seas imbécil Frost! - abrí los ojos de golpe y sacudí mi cabeza - Elsa es solo tu amiga, fin. No hay más. - tomé mi callado y salí de la oficina de Norte. 

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Espero disfruten el capítulo uwu ♥ 

Esperen por más :3 Y gracias por apoyar a esta porquería de novela :''''vvvv

Y pues, agradezco también por las 5 K lecturas (no se lo merece, pero okey xd).

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