OSCURIDAD.
En lo más profundo de cada rincón, la oscuridad es lo único que puede existir ahí, oscuridad y sombras. No hay hogar más perfecto que para Pitch Black.
Hacía algunos años que había sido derrotado por los guardianes, eso hizo que volviera a refugiarse en las sombras y claro, la sed de venganza cada vez era más grande. Tenía tiempo a que comenzaba a recuperar sus fuerzas y ponía en práctica sus nuevas habilidades.
— Ahora, mis pesadillas ya no son solo para niños - miró al guardián desde la arena negra - ¿Estás sufriendo, Jack Frost? - miró con furia al guardián que lloraba en la nieve - Eso y más te mereces.
Pitch había logrado hacer lo que nunca se había visto antes, con sus poderes podía controlar a voluntad los pensamientos, memorias y sentimientos de las personas, haciendo que sufran mientras se encuentran despiertos y dormidos. Y con todo ese poder, claro que iba a aprovecharlo.
Su objetivo, era distinto, ya no le importaba si los niños le temían o no, había encontrado algo mucho más valioso y poderoso, un enlace entre mundos.
— Me encantaría ver como todo se llena de una hermosa oscuridad - recitó dejando de mirar la arena negra y viajan hacía lo profundo del bosque que solo era iluminado con la poca luz de la Luna - Extraer toda esa energía y quitarle lo hermoso al mundo - miró un árbol y lanzó su magia hacia la copa, haciendo que este comenzara a secarse - Pero, prefiero ¿De qué me sirve destruir los árboles? Cuando puedo desequilibrar todo, si me deshago de los espíritus. - sonrió y comenzó a reír.
Jack.
— ¿Y por qué fuiste a Noruega? Para empezar - habló Norte mirándome mientras daba vueltas por la mesa de su taller.
— No he estado tranquilo desde que conocí a Elsa - junté mis manos y suspiré - Tener que verla de nuevo hizo que todos esos recuerdos volvieran.
— ¿Seguro que no estabas dormido? - preguntó Tooth - es raro que tengas esos recuerdos estando despierto
— Estoy completamente seguro, es como si la pesadilla me atacara, fue tan real que... sentí ese dolor - me acomodé en la mesa - Oigan, estar acostado aquí hace que me empiece a doler la espalda.
— ¿Dolor? - me miró Tooth.
— Sí, es como si me estuviera carcomiendo por dentro - puse una mano en mi pecho - Sentí como esa parte tan profunda de mí de destruía poco a poco.
— ¿Y crees que eso era necesario como para reclamarle al hombre de la Luna? - reclamó Conejo y lo miré - ¡Sabes lo molesto que estaba!
— No me arrepiento de haberlo dicho - me senté en la mesa - Debió de llamarme o mandarme una señal sobre Elsa - jugué con mis manos - yo solo estoy cargando con todo esto, la Luna debería de sentirte igual o peor.
— No puedes reclamarle, porque no te debe nada - me miró molesto Conejo - sólo, cállate - habló entre dientes.
— Aunque te molestes Conejo, tú nunca sabrás lo que era ver a Elsa en ese entonces - tragué saliva - si ya eran guardianes desde ahí ¿Por qué nunca se percataron de ella?
— Debes entender, que hay una cosa que se llama destino, y este no quiso que estuviéramos en el camino de Elsa, ella ya estaba destinada a sufrir.
— ¿¡Destinada a sufrir!? - me bajé de la mesa y me puse enfrente de él - Tú nunca dirías algo como eso, Conejo. Eres duro, sí, pero jamás hablarías así de un niño.
— Escucha, estoy harto de seguir escuchando "Elsa, esto" "Ella sufrió por mi culpa" ¡Ya basta, Jack! - comenzó a gritarme molesto - ¡Súperalo de una vez!
— Pensé que podía contar contigo como mi amigo... ahora me doy cuenta que fui un idiota al pensar que podías ser mi amigo - tomé mi callado y comencé a caminar a la salida del taller.
— ¡Jack, espera! - me siguió Tooth y me detuvo poniéndose enfrente de mí - Entiendo que te encuentres frustrado, pero quiero que te pongas en nuestro papel, no sabemos como apoyarte para que dejes de atormentarte.
— ¿Cansado, Jack Frost? - se escuchó una voz grave y siniestra por todo el taller.
Puse a Tooth detrás de mí y preparé mi callado así como Norte se preparó con sus espadas, Sandman se elevó sobre su típica nube y el estúpido de Conejo sacó su boomerang.
— Los veo sorprendidos, guardianes - el piso comenzó a llenarse de arena negra - ¿Me extrañaron?
— Esto no puede ser posible... - murmuró Norte mirando la arena negra bajo sus pies - ¿¡Qué quieres Pitch!?
— ¿Yo? No quiero nada de ustedes, claro está - soltó algunas risas y las paredes se hicieron oscuras, lo único que iluminaba, era la luz de Sandman.
— ¿Entonces qué haces aquí? - preguntó Conejo.
— Solo vine a saludarlos - Pitch comenzó a aparecer enfrente de mí - Hola, Jack Frost.
— Aléjate - lo amenacé con mi callado.
— ¿Te gustaron los recuerdos que te mandé? - sonrío maliciosamente y lo miré con enojo - Sí, claro que te gustaron. Además, fue tan divertido verte sufrir y llorar - desapareció con algunas risas y comenzó a quitar la arena negra.
— ¿A qué te refieres con que me mandaste esos recuerdos? - comencé a buscarlo con la mirada - ¿Qué tienes que ver con esto?
— Una nueva habilidad - apareció encima de la mesa donde yo estaba - tardé mucho en poder aprenderla, no tardarán en notar los cambios en las personas.
— No te arriesgues como la otra vez Pitch - lo miró Conejo amenazándolo con su boomerang - no tienes nada para ganarnos.
— No seas impaciente, aún sabes si puede arruinarte la Pascua - Pitch se acercó a él.
— Hablo de los niños - retrocedió poco a poco Conejo - No podrás hacerles daño.
— ¿Hablas de los niños? - se detuvo y suspiró con una estúpida sonrisa en su rostro - Ahora resulta que te importa el bienestar de los niños - comenzó a alejarse - solo les advierto, no solo Jack será el afectado, todos lo serán - me miró - Veamos si puedes protegerla de esto, Frost.
— ¿Protegerla? - comenzó a desaparecer - ¡Pitch!
Desapareció sin dejar rastro alguno, me aferré a mi callado y de alguna maneja comencé a sentirme mareado.
"— ¿Me prometes que volverás?"
— Elsa... - murmuré antes de caer al suelo y ver todo completamente negro.
Pitch.
— Descansa por ahora Jack - lo miré a través de mi arena negra - Recobra las fuerzas, que las necesitarás para salvar a tu Elsa - sonreí al verlo inconsciente en el suelo - Aunque dudo que puedas salvarla.
Cambié la imagen de la arena negra y visualicé a esa chica Elsa.
— Eso, sigue hablando con tu hermanita ingenua - observé detenidamente - aprovecha todo lo que puedas, porque tu mundo, pronto dejará de existir.
Deshice la imagen y levanté mi cabeza hacia la Luna.
— Más te vale que sigas como hasta ahora Luna - hice un chasquido con mi lengua - sin hacer nada. No te atrevas a meterte en mis planes.
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Yo sé, yo sé, no es un gran capitulo, sin embargo era necesario que empezara a introducir a otro personaje importante para la novela.
No se preocupen :3 pronto actualizaré otro capítulo.
Gracias por seguir leyendo la novela 💕
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