JUNTOS.

Jack

— ¿De verdad tengo que vestir así de ridículo? —pregunté mirándome por el espejo.

— Aceptaste ir a la boda de Anna, no vas a llegar así —comentó Elsa.

— ¿No pudiste escoger un estilo menos formal? —la miré.

— Por favor, Jack, esto te quedará bien, hubiera sido peor si te obligaba a usar un saco, chaleco, corbata y demás accesorios. —reclamó mientras se acomodaba mejor en el sillón. 

— ¿Usarás algo tan ridículo como lo mío? —cuestioné alzando una ceja. 

— Sí —rió poco. 

— Genial ¡Auch! —sentí cómo encajaban la punta de un alfiler en mi hombro— más cuidado… por favor. 

— Lo siento, debe mantenerse quieto —comentó la sastre. 

— Estás peor que un niño, Jack, —bufó Elsa— Ella tiene razón, si te mantuvieras quiero hubiéramos acabado ya desde hace una hora. 

— No soy de quedarme quieto, ya deberías saberlo —reclamé mientras ella bufaba— Oye ¿Segura que esto combina? —pregunté mirando a la sastre. 

— Claro que sí, la boda de la reina Anna es en plena primavera y los colores quedan perfectos, combinan con los lirios de valle de los centros de mesa. —respondió.

— No te preocupes por ello —se levantó Elsa— Hace un tiempo en el cumpleaños de Anna usé los mismos colores.

— ¿Estás diciendo que repetirás vestimenta para la boda de tu hermana? —pregunté mirando como se acercaba. 

— Pff claro que no —alcé mi ceja— Bueno, cambiaré de vestimenta ¿Sí?

— Bueno, si vas a cambiar ¿Por qué no has pedido que te lo hagan? Digo, estamos en el lugar y en la situación. —Ella comenzó a reírse junto con la sastre que terminaba de tomarme medidas— ¿Dije algo gracioso? 

— Lamento decepcionarte chico, pero ella es capaz de poder crear su propia vestuario. — respondió casual la chica. 

— ¿Por qué soy el último en enterarme? —sacudí mi ropa. 

— Ya deberías saberlo, Jack —Elsa cruzó sus brazos y bufé. 

Maravillosa jugada de su parte.

— Bien majestad, tendré su vestuario listo días antes de la celebración —habló la sastre. 

— Muchas gracias, oh, por cierto ¿Podría él mismo venir a recogerlo? —la miré confundido— Vamos Jack, yo estaré desde temprano ayudando a Anna ese día, será mejor que tu vengas por la ropa y te cambies antes de llegar a la iglesia. 

— Para mí tiene mucho sentido, bien, yo vendré por esto. —asentí. 

Ambos salimos del lugar y caminamos al bosque encantado, era alrededor de las 5 o 6 de la tarde, perdimos tiempo antes por dar largas carreras entre nosotros, bueno junto al Nokk. Aún no puedo creer como Elsa tuvo la brillante idea de que yo hiciera carreras con ese maldito caballo, fue claro que ese animal me ganó. 

— ¿Te pasa algo, Jack? —preguntó Elsa tomándome del brazo. 

— Sigo pensando como rayos me pusiste a competir con un caballo. — gruñí. 

— Supera esa etapa, fue divertido verlo y ya. —rodeé los ojos— Decir “perdón” ¿Será suficiente? —negué y ella besó mi mejilla— ¿Ahora? —volví a negar— ¡Amor, ya! —se detuvo con cierta molestia. 

— Solo estoy jugando. —empecé a reírme y Elsa empezó a caminar por su cuenta— No te pongas así. —la seguí. 

— Ruegas mucho ¿Sabías? —la alcancé— Seguro así lo haces con otra. 

— Ahí vamos de nuevo —la detuve tomándola de los hombros— Que te haya comentado esa actitud que tomó Tooth conmigo no significa algo más, seguro tiene mucho trabajo y por eso está así. 

— ¿Necesitas lentes? Es obvio que está celosa —se cruzó de brazos— si actuó de esa manera cuando confirmaste sobre nuestra relación es claro que siente algo por tí. 

— ¿Y? Cariño, la única eres tú a quien amo ¿Si? —puse uno de mis dedos en sus labios cuando ella empezaba a querer hablar— No comiences de “todos dicen eso”, “seguro solo mientes”, “típico de los infieles”.

— Yo… —quitó mi dedo y la interrumpí.

— Tú nada, por favor, cree en mí —la miré suplicante— ¿Cómo por qué quisiera perder a la única persona con quien descubrí el amor? Ya perdí dos veces… No quiero volver a hacerlo. 

— Yo, sólo perdón por esas inseguridades… —suspiró. 

— Y las puedo comprender y tendré la paciencia que sea hasta que tu ya no las tengas —la abracé— Sé que no voy a fallarte, tranquila, con Tooth es simple comunicación de guardianes, no hay nada más. 

— Haré lo posible para creer en tí —besé su cabeza y ella la apoyó en mi pecho.

Asentí cuando ella habló, pasamos un rato ahí abrazados sin importar que las personas nos miraran raro, algunas señoras criticaban o simplemente otros con prisa se quejaban de que obstruimos el paso, pero estar con ella es más que suficiente como para que el resto me importe nada. 

Volvimos a caminar hacía el bosque cuando encontramos a Sven con su trineo y a Anna con Kristoff hablando con los Northuldras. Elsa corrió hacía ellos y yo le seguí. 

— Oh, Elsa —dijo Yelena— Y Frost —me miró con la típica cara desagradable con la que cuenta. 

— También te extrañé —hablé e interrumpió Elsa. 

— ¿Sucede algo? — preguntó mirando a todos. 

— Sí, y algo demasiado grave —respondió Anna. 

— ¿Están bien? ¿Necesitan ayuda? —habló con rapidez. 

— ¿Cómo es posible que nunca les hicieran llegar la invitación de la boda? —Elsa pareciera que se puso más pálida de lo normal— estamos a menos de dos meses y es inaceptable —hizo una pausa— ¿Puede haber un color más claro que el blanco? Elsa, estás más pálida de lo normal. 

— Pensé que era algo más grave… —sacó el aire— En algún momento vas a desafiar a la inmortalidad y me terminarás por matar. 

— Como me gustaría tener una cámara en este momento —me reí al verla. 

— Hermana por favor, hoy comenzaste a repartir las invitaciones, ni siquiera todo el reino se ha enterado, iban a llegar aquí en cualquier momento —explicó Elsa. 

— Lo sé y perdón, pero estoy demasiado emocionada. —chilló.

Me alejé un momento de ellas, sabía que estaban “peleando” y es mejor no meterse con ellas, así que me fui con Kristoff que solo se encontraba recargado sobre Sven. 

— Hubieras atado a Anna ¿Sabes? —comenté acercándome. 

— Lo hubiera hecho si ella no llegara a sacar más fuerza que yo —suspiró— aunque solo la dejo ser, ella está más emocionada. 

— ¿Qué tu no lo estás? —pregunté. 

— Claro que lo estoy, pero más que emocionado estoy muerto de nervios, tú sabes, no estoy totalmente relacionado a esto de la realeza ¿Qué dirán las personas que la reina de Arendelle va a casarse con alguien que no tiene nada relacionado a la vida real? 

— Te estás preocupando demasiado, la gente va a pensar lo que quiera, Anna te escogió y lo más importante ahora es que ustedes estén felices. —le dí un golpe en su pecho con mi callado. 

— Eso mismo dice ella, pero aún así no dejo de pensar en ello. 

— Kristoff, tranquilo, todo saldrá bien y ese día solo debe interesarte como la vas a pasar con Anna —él se sonrojó— ¡No en ese sentido! 

— Perdón, lo malinterpreté —rió poco. 

— Ya me dí cuenta —sentí un peso sobre mi espalda. 

— ¡Cuñadito! —era Anna que subió a mi espalda— Haremos juego de charadas en el castillo, ven con nosotros. 

— Ya ¿Y? —traté de bajarla pero ella me ahorcó— ¡A-Anna! ¡Suéltame! 

— Te dije que vengas con nosotros, no es una invitación, te lo doy como orden —me soltó— como sé que siempre llevas a mi hermana como un saco de papas, los veré en el castillo, me adelantaré con Kristoff y Sven. 

— Envidiosa —le dije recobrando el aire— Es estar en el aire a estar en la tierra. 

— Sí, sí, como digas —contestó subiéndose al trineo. 

— ¿Crees poder quedarte? —Elsa se acercó a mí mientras ellos iban de camino al castillo. 

— Claro que puedo, me partí la espalda toda esta semana para pasar un día entero contigo. —ella me abrazó y la cargué de forma nupcial.

— Esos milagros solo ocurren pocas veces. —dijo riendo y sosteniendo mi cuello. 

— No te puedes quejar, al menos dos o tres días enteros a la semana es cuando vengo a verte, estos días fueron estresantes. 

— Tranquilo, yo lo comprendo. —me dió un beso. 

Sonreí y tomé impulso para volar en dirección al castillo, no pasaron muchos minutos para que llegara al castillo. Entramos y Elsa me guió directo a la sala donde siempre hacían los juegos. 

(...)

Elsa.

— ¡Al fin alguien pudo representar el hielo en las charadas! —gritaba Anna. 

— No es tan difícil ¿Quién no pudo? — preguntó Jack sentándose a lado mío. 

— La futura madre de tus hijos. —soltó Anna. 

— ¡Anna! —chillé sonrojada— Cállate.

— Cállate tú —reclamó. 

Sentí que Jack trataba de contener la risa tapándose la boca a lo que le dí un codazo. Odiaba cuando Anna comenzaba a imaginar sobre un futuro que en lo que yo ni siquiera sé qué estaré segura que eso pase. 

Esta había sido la última ronda de charadas, era ya pasada la medianoche; todos habíamos decidido terminar con el juego, yo me despedí de todos en el castillo y fui acompañada de Jack de regreso al bosque encantado. 

— Gracias por acompañarme, Jack. — comenté mientras íbamos a paso lento, él iba volando con lentitud y yo estaba montada sobre el Nokk. 

— Es un placer, linda. —me sonrió Jack— Fue bastante agradable pasar contigo y con los demás. —se extendió en el aire. 

— Pensaba que te sentías incómodo, ya sabes, algunas veces es algo introvertida. —acomodé mi cabello.

—  Lo sé, pero ya me he acostumbrado. —rió poco. 

Llegamos al bosque, Jack ayudó a bajarme del Nokk, casi toda la tribu se encontraba dormida, solo algunos estaban de veladores o cubrían un turno para cuidar a los renos. 

— Elsa, tengo que irme rápido… —comentó Jack mirando hacía la Luna. 

— ¿Ocurre algo malo? —asintió lentamente. 

— Después te contaré. —me respondió con angustia en su voz y fue inevitable sentir que las cosas realmente estaban yendo mal— Tranquila linda, todo va a estar bien —acarició mi mejilla— Volveré cuanto antes, no olvides que cuando veas la nieve caer, sabrás que habré llegado; Te amo. -dijo antes de darme un beso.

Tomó una de las esferas que Norte suele usar y el portal se abrió permitiendo que se perdiera en este, dejándome con las palabras en la boca.

🧚🏻‍♀️🧚🏻‍♀️🧚🏻‍♀️🧚🏻‍♀️🧚🏻‍♀️🧚🏻‍♀️🧚🏻‍♀️🧚🏻‍♀️🧚🏻‍♀️🧚🏻‍♀️🧚🏻‍♀️🧚🏻‍♀️

Pd. Las haditas son cortesía de mi esposa adryromero28

Bueno, lamento que los bombardee  de capítulos de relleno :c no es mi intención pero oc.

Solo daré leve spoiler (JAJAJA) Ya se viene el desmadre.

Sale bye, los quiero UwU ❤️

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top

Tags: #jelsa