BIENVENIDA.

Jack. 

— No puedo perder más tiempo, habla ya Norte - exclamó Conejo mientras decoraba un huevo de pascua. 

— No puedo hablar hasta que no estén todos los guardianes. - explicó Norte. 

Entré al taller escuchando las voces de Conejo y Norte discutiendo, Tooth estaba dando vueltas mientras le daba órdenes a sus haditas y Sandman, bueno, él era feliz.

— ¿Me llamaron? - pregunté caminando hacía ellos. 

— ¡Jack! Al fin llegas - me miró Norte - Pensamos que el llamado no era suficiente. 

— Por fin llegó el mocoso - habló entre dientes Conejo

— Me disculpo, estaba con unos niños al ¿norte de Canadá? Creo que sí era ahí, como sea ¿Qué sucede? - los miré. 

— Necesito que todos me escuchen, Tooth, deja por un momento a las haditas y tu Conejo, deja los huevos de pascua y Sandman... bueno, tú solo escucha. - miró hacía el traga luz en el techo - Luna, estamos reunidos, puedes revelarnos qué es lo quieres decir. 

La Luna proyectó una luz hacía el suelo, esto hizo que se elevara una especie de cilindro con un cristal en la punta. 

— No es otro guardián ¿Verdad? - preguntó Tooth. 

Del cristal, se proyectó al principio un castillo y un bosque, después apareció la figura de una chica, con cabello y vestido largo, alrededor de ella se encontraba un caballo, algunas hojas de viento, unos gólems o gigantes y lo que parece ser una pequeña rana o renacuajo. 

— Eso es Arendell - habló Conejo.

— Si y esos son los espíritus de Arendell - habló Tooth y se acercó al cristal - Son cuatro espíritus, las hojas representan al espíritu del viento, los gigantes son los espíritus de la Tierra, este pequeño es el espíritu del fuego y el Nokk - señaló al caballo - es el espíritu del Agua. 

— Bien dicho Tooth - se acercó Norte y miró a la chica - Parece que esa chica tiene una estrecha relación con los espíritus. 

— ¿Qué no se supone que los únicos quienes tienen contacto con ellos, son los Northuldra? - preguntó Conejo. 

— Parece que no solo ellos pueden tener contacto - Norte colocó su mano en su barbilla. 

Norte miró en dirección a la Luna y la observó detenidamente mientras que nosotros solo nos mirábamos confundidos. Pasaron unos minutos cuando Norte giró hacía el cristal.

— Ella es el quinto espíritu - soltó una carcajada de felicidad mientras veía la imagen.

— ¿Quinto espíritu? ¿Estás diciendo que está chica de la nada se convirtió inmortal y de paso en espíritu? - interrogué a Norte y él asintió.

— Y a todo esto ¿Alguien ha escuchado sobre Arendell? - preguntó Tooth y Sandman asintió- Bueno, tú sí, ¿Conejo?

— Hace muchos años escuché algo sobre ese lugar, pero  nunca le tomé importancia - alzó los hombros.

— Jack ¿En los 300 años habías escuchado? - me miró.

— Estuve un tiempo en Arendell, era un excelente Reino a decir verdad, pero después me tuve que ir - jugué con mi callado - los reyes habían muerto en una embarcación y digamos que el pueblo estuvo de luto un gran tiempo. - suspiré.

— ¿Y en ese tiempo jamás oíste hablar sobre los espíritus? - preguntó Conejo.

— Escuchaba algunos cuentos que los padres me hacían a los niños antes de dormir, pero nunca les tomé importancia, es más, ni siquiera sabía que podría existir un quinto elemento - miré a Norte - lo que no entiendo, es como aún podemos tener la posibilidad de saber de Arendell cuando ese Reino existió hace décadas.

— Son dos mundos Jack, está nuestro mundo y está el otro mundo, algo, paralelo. Nosotros aquí tenemos una historia, ellos en ese mundo están haciendo otra historia, con o sin guardianes, aunque, bien podemos formar o no parte de su historia - me dió una palmada en la espalda - poco a poco iré explicándolo, por ahora, tenemos que viajar a Arendell para darle la bienvenida, así es como lo desea la Luna.

— ¿Cuánto nos tardaremos? - pregunto Tooth - No puedo dejar tanto tiempo sin atender a los niños.

— Esperemos que sea algo rápido. Tomen sus cosas guardianes, iremos en mi trineo - comenzó a caminar Norte hacía donde estaba su trineo.

— No me volveré a subir a esa cosa, no otra vez. - Dijo Conejo comenzando a dar vueltas nervioso.

— ¿Nunca dejarás de ser un miedoso? - lo miré - quieres te pongo de esos pañales de las mascotas, al menos así no vas a manchar los asientos.

- Ja, ja, ja. No tengo miedo, es solo que tengo algunos huevos de pascua que no quiero que se rompan, pero que vas a saber, son grandes responsabilidades de Guardianes. - se cruzó de brazos.

— Si, sí, cómo digas, ya vamos - caminé hacía el trineo y subí en él - Más te vale que te apresures Conejo.

Conejo subió con temor al trineo, Tooth no tuvo problema para subir al igual que Sandman. Norte llegó con su abrigo, sus espadas y subió al trineo. 

— ¿Pero solo vamos a ir y decirle "bienvenida"? - pregunté - ¿No tenemos que llevar algún presente? 

— ¿Tienes algo en mente para regalarle? - me miró y yo negué lentamente. 

 — Si no te dimos nada cuando te escogieron guardián menos daremos algo aquí - dijo Conejo.

— No seas irrespetuoso Conejo - reclamó Tooth - Habrá otra ocasión para darle algo. 

Solo alcé los hombros tratando de no tomarle importancia, Norte tomó una de sus esferas y la lanzó haciendo que se abriera un portal; tomó las riendas de los renos e hizo que estos andaran con velocidad para que tomara vuelo el trineo.

Cruzamos el portal y en un abrir y cerrar de ojos estábamos sobrevolando Arendell, no recordaba como el reino, era exactamente igual al que conocí. Nos dirigimos hacía el bosque encantado, Norte bajó el trineo cerca de una pequeña tribu.

— ¿Esto es el bosque encantado? - pregunté bajándome del trineo. 

— Bienvenidos Guardianes - habló una señora - Es un gusto tenerlos aquí. 

— El gusto es todo nuestro - Norte se bajó del trineo y caminó hacia la señora.

— Soy Yelena, líder de los Northuldra, acompáñenme - caminó en dirección a la tribu y nosotros le seguimos - Entenderán que esto es nuevo para ella, hace poco más de un mes que tuvo que cambiar su vida completamente.

— Lo entendemos perfectamente, para nadie debe ser sencillo - comentó Norte y por un momento giró su cabeza para verme para luego regresar con la líder de la tribu.

Llegamos a la tribu y los habitantes estaban en un círculo, nos abrimos paso entre ellos, la líder caminó al centro y se puso a un lado de la chica que vimos reflejada en el cristal. 

— Guardianes, me honra presentarles al quinto espíritu, Elsa Arendell - anunció la señora. 

— Es un gusto - hizo una pequeña reverencia la chica.

— No tienes que hacer esas reverencias, no es necesario - habló Norte - Me presento, Soy Santa Claus, aunque, es mejor llamarme Norte. Ellos son los demás guardianes - hizo un gesto con la mano en dirección a nosotros - El hada de los dientes, Sandman, Conejo de Pascua y Jack Frost.

— Encantada de conocerlos, ya me presentaron, pero mi nombre es Elsa, Elsa Arendell. Tengo entendido que vienen por deseos de la Luna ¿No es así? - se acercó a nosotros. 

— Sí, la Luna nos reunió a todos para darnos tú noticia - Se acercó Tooth a ella sonriendo - Será mejor que me llames Tooth, el "hada de los dientes" es un nombre demasiado largo. 

— Está bien Tooth - volteó a ver a Sandman - Y tú, es obvio que eres el guardián encargado de los sueños ¿verdad? - Sandman asintió - Lo sabía. 

— ¿Es normal sentirme algo incómodo por la manera tan formal en la que habla? - murmuré preguntándole a Conejo quién estaba atrás de mí. 

— No eres el único, a decir verdad, a mí también me incomoda eso - respondió en murmuros. 

— Conejo de pascua y Jack Frost ¿verdad? - asentimos y volteó a verme - Tenía entendido que solo eras una expresión. 

— Y dale de nuevo con eso - suspiré - Perdón, pero no, desde hace mucho dejé de ser una expresión. 

— Lo siento si te ofendí, nunca había escuchado sobre un quinto guardián. 

— Supongo que es normal, es mi turno de presentarme, soy el espíritu del invierno y guardián de la diversión, así que mi deber es llevar las nevadas e invierno al mundo además de dar diversión a los niños. 

— ¿Eres el espíritu del invierno? ¿De verdad? - me miró sorprendida - Así que eres igual que yo. 

— Pues sí, la diferencia es que tú tienes los poderes de nacimiento y yo los obtuve por la Luna - comenté -

— Espera ¿cómo sabes que tengo mis poderes de nacimiento? - preguntó confusa - ¿Acaso ya hasta estado pasando de un mundo a otro?

— No, yo, bueno... lo supuse, porque se me hizo lo más obvio - la miré - no pienses eso.

— Te creeré - alzó poco los hombros y caminó en dirección a la líder. 

— Hemos preparado un pequeño almuerzo, espero que puedan acompañarnos - habló la señora.

Norte volteó a vernos, yo solo asentí diciendo que si podía, sin embargo, Tooth, Conejo y Sandman se acercaron a él. 

— Tienen responsabilidades, lo sé, pueden irse, no habrá problema - Norte les entregó una esfera - Vayan y cumplan con sus obligaciones, yo me quedaré con Jack. 

— Gracias Norte - habló Conejo y se dirigió a Elsa - Nos gustaría quedarnos, pero tenemos demasiado trabajo y simplemente no podemos fallarle a los niños. Esperemos que lo entienda. 

— Claro, no hay ningún problema, espero que otro día puedan acompañarnos - dijo sonriente Elsa - Vayan con bien. 

Ellos terminaron de despedirse, abrieron la esfera y simplemente cruzaron al otro mundo. Elsa y los demás de la tribu se fueron a donde ofrecían el almuerzo, no sin antes recordarnos de ir. 

— Vamos Jack - Norte puso su mano en mi espalda - Vamos a comer algo y después nos regresamos. 

— Norte... tengo que decirte algo - Lo miré.

— ¿Qué pasa? 

— Ella es la niña de la que te conté hace tiempo - suspiré y lo miré - ella es la Elsa Arendell que conocí. 

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