AMENAZAS.

Días después.

Elsa.

— J-jack... ¡Jack, responde! —grité mientras yacía en el suelo.

— ¡Tienes que escoger, Jack! —exigía una voz gruesa.

— A-amor... por favor, levántate... —corrí hacía él.

Corría lo más que podía pero simplemente no avanzaba, solo veía como la arena negra lo cubría por completo.

—¡Jack!

— Elsa, tranquila. —sentí como ponían algo húmedo en mi frente.

— ¿Q-qué? —abrí los ojos y miré a Jack colocando un pañuelo húmedo en mi frente.

— Tranquila, no pasa nada ¿Si? —aventé el pañuelo y lo abracé.

— Ocurrió de nuevo... —sollocé— ¿Cómo están todos?

— Todos están bien, lograron controlar la situación. Afortunadamente Gale no hizo mucho daño y Nokk no llegó a la inundación ¿Cómo te sientes? —acomodó el cabello de mi frente.

— ¿Cómo debo de sentirme? Es la misma pesadilla de todas las noches y parece que en cada sueño los espíritus se descontrolan más. —recosté mi cabeza en su pecho.

— Quisiera ayudarte, pero no se me ocurre nada... por alguna razón el polvo de Sandman no hace efecto contigo.

— Que más desearía que volviera a funcionar —suspiré y tocaron el Lavvu— Adelante.

Anna entró al Lavvu caminando hacia mí, Jack se levantó de la cama para darle espacio a mi hermana.

— Por lo que veo fue noche difícil ¿Verdad? —asentí y ella suspiró— Puedes irte Jack, yo me quedo con ella.

— Lo sé, saben que si ocurre cualquier cosa cuentan conmigo. —comentó— Cuídense. —dió un beso en mis labios y se despidió de Anna.

— Cuídate ¿Sí? —lo miré y él asintió para salir del Lavvu.

— La misma pesadilla, ¿Verdad? —preguntó.

— Sabes que sí. Ojalá solo se quede como una pesadilla, no quiero que nada de eso se haga realidad... —pasé mis manos por mi rostro.

— Relájate. —comenzó a sobar mi espalda— Ven, tienes que salir de aquí al menos.

— ¿Crees que me vean raro? —miré mis manos— Ya sabes... tal vez me tienen miedo por todo lo que les he hecho...

— Ellos lo entenderán, saben la situación que ocurre, tranquila. —se hincó mirándome— Mientras esté contigo nadie va a reclamarte o a decirte algo que te lastime.

— Gracias, Anna. —tomé aire— Salgamos de aquí.

Tomé el pañuelo que había usado Jack anteriormente y lo pasé por mi cara, necesitaba quitarse esa "pesadez" al despertar. Me levanté de la cama y salí del Lavvu con Anna.

Los Northuldras lanzaban bastantes miradas, algunas eran de preocupación y otras expresaban un miedo hacia mí. Me abracé mientras caminaba con Anna, tenía mucho tiempo que no sentía esto, ser observada y criticada como monstruo.

— Elsa ¿Qué te preocupa? Estás generando copos. —Anna puso una mano en mi hombro.

— ¿Qué no lo notas? Ellos saben el daño que les hago, me juzgan, lo siento en sus miradas. —bajé la cabeza— Me da mucho miedo...

— Oh no, no vuelvas a decir eso Elsa, no quiero que vuelvas a tener miedo, nunca y menos tener miedo de ti. —se detuvo y levantó mi mentón— tú más que nadie sabe que tus poderes son hermosos, son un regalo. Lo demás podrán decir mil cosas sobre ello, pero tu debes dejar resbalar todo eso que dicen.

— Eso intento, pero cada vez se vuelve más difícil —miré mis manos— Me estoy convirtiendo en un monstruo...

— No eres un monstruo, quítate esa idea de tu cabeza. —soltó el aire.

— ¡No soy yo! ¡Todo a sido culpa del maldito Pitch! Me atormenta con las malditas pesadillas una y otra y otra vez, me hace creer que soy un maldito monstruo ¿Y sabes qué? Tal vez si lo soy, porque siempre que duermo tiene que haber un desastre ocasionado por mí —solté.

— Eres fuerte, y sé que podrás con esto, por eso nos tienes a nosotros. —dijo Anna mirándome.

— No, no soy fuerte, si lo fuera no dejaría que él me afectara de esa manera. Los tengo a ustedes, pero no me sirven en este momento... Lo siento. —apreté los ojos y me alejé de Anna perdiéndome en el bosque.

Me alejé aún escuchando los gritos de Anna; lo que dije sabía que le dolería, pero era necesario que tuviera un poco de tiempo sola. Estos días han sido tan horribles, creí que tenía paz pero no, algo siempre tiene que venir a arruinarlo; trato de ver algo positivo pero a estas alturas no encuentro nada que me haga sentir bien.

Maldito Pitch, hice mal en nombrarlo pero ahora mismo tengo un odio terrible hacia él. Me ha destruído totalmente en pocos días, me siento tan mal que no pueda hacer algo contra él o que los esfuerzos que hace Jack y Anna en ayudarme sean inútiles.

Me detuve en medio del bosque para recargarme en un árbol. Miré el camino de escarcha que dejé en el suelo, cerré los ojos y traté de relajarme; tener mis emociones desequilibradas mantienen a los espíritus inquietos y es algo que debo de evitar, aunque claramente he fallado.

Sentía como la pesadez de mi cabeza se iba poco a poco agradezco que Norte me enseñara unos ejercicios de respiración para mantenerme tranquila.

— ¡Oh querida Elsa! —escuché una voz a mi alrededor.

— ¡Pitch! —abrí rápidamente mis ojos y lo observé delante de mí.

— ¿Cómo has estado? —puso sus manos detrás su espalda.

— Qué educación —rodeé los ojos— ¿Cómo piensas que estoy?

— Estoy seguro a que estás maravillosamente bien ¿No es así? —sonrió.

— Sí, claro —bufé— ¿Por qué hacer esto? El problema es con los guardianes en otro mundo, no conmigo, no en este mundo.

— Es mera ambición ¿Por qué conformarme con uno, cuando puedo tener dos? Quiero ver miedo en todos lados, observar cómo las personas se destruyen a sí mismas —rió poco mientras sonreía— No sabes como disfruto ver sufrir a cada persona.

— ¿Es divertido todo eso? Yo no veo la diversión en ningún lado.

— ¡Claro que es divertido! Ver sufrir y llorar a las personas que algún día te hicieron daño es la mejor sensación del mundo. —se acercó a mí.

— ¿Por qué ir en contra de las demás personas? ¿Por qué no solo a los guardianes? —lo miré alejándome mientras él se acercaba.

— Atacar a los demás es la forma de cómo dañar a los guardianes, seguramente te preguntarás ¿Por qué le quitas la vida a la naturaleza? —asentí poco— Bien, es para darle un toque más hermoso a la nueva era oscura. Aunque, tu mundo tiene un toque más caótico, jamás pensé que los espíritus pudieran descontrolarse por culpa tuya y que destruyeran todo a su paso. —soltó una leve risa— no tuve que mover un solo dedo.

— Maldito... Yo —empecé a tartamudear— No soy ninguna clase de monstruo... no lo soy.

— Hace unos minutos decías que lo eras, decídete.

— Tú me haces creer que lo soy, yo no le hago daño a nadie ¿Me escuchas? ¡A nadie! —lancé un rayo de nieve hacía él.

Después de ver el ataque, observé una figura de arena negra congelada.

— Justo como Jack. —dijo Pitch detrás mío— Esto es el caos ¡Es lo que haces! Jack se rehusó en que todos tengan miedo.

— ¡Aléjate de mí! —lo empujé con mis poderes— ¡Y ahora lo entiendo! ¡No quiero que nadie me tema! ¡Yo quiero mantener a todos a salvo! Mi magia, nunca hará daño.

— Refrescaré tu memoria, lastimaste a tu hermana Anna cuando eran niñas y aún de grande congelaste su corazón, al igual que mandaste el invierno a Arendelle. Por tu culpa fuiste separada de tu hermana, tus padres murieron en el viaje para "salvar" a la niña que tenían como castigo y antes de saber que eras el quinto espíritu alejaste a todo pueblerino de su hogar pues despertaste a los espíritus ¿Crees que tu magia no hace daño? ¡Mira ahora todo lo que causas!

— ¡Esto lo ocasioné por culpa tuya! —bajé mi mirada y miré que el suelo comenzaba a congelarse— No, no, no...

— No pasaría si no fueras tan débil. —tomó aire— El mayor temor que tienes, eres tú misma. Aún te afecta el pasado, nunca podrás dejarlo atrás. Puedes usarlo para tu merced, pero si no quieres —puso sus dedos en mi mentón y levantó mi rostro. — Puedes alejarte como en un inicio lo ibas a hacer, quedarte lejos de todos hubiera sido tu mejor opción y nada de esto pasaría.

Empezó llenarse mi alrededor de arena negra mientras se escuchaba la risa de Pitch, cerré los ojos por lo molesto que llegaba a ser, aunque solté un grito tras sentir un fuerte golpe en el pecho cuando todo se detuvo.

Miré mi pecho, no tenía ninguna marca posiblemente debí pegarme con algún árbol, sin más que pensar, salí corriendo del bosque, sabía dónde tenía que huir; él tenía razón, alejada de todo no haría ningún daño. Debo mantenerme lo suficientemente tranquila para no ocasionar inquietud en los espíritus.

Durante mi "gran" escapada al palacio de hielo no dejaba de escuchar mil y un cosas, en algún momento me detenía para retomar el aire perdido y al cerrar los ojos veía cada imagen que me atormentaba, el dolor de cabeza era bastante fuerte al igual que la presión en el pecho.

Dejé de tener noción de mi misma, no sé cuánto tiempo pasó hasta que comencé a escuchar el galope de un caballo. Abrí lentamente mis ojos y ví la cabeza de Nokk mientras me encontraba sobre su dorso, me sentía completamente agotada, pero tenía miedo de volver a cerrar los ojos y saber que ocurrirá otro daño.

— ¡Elsa! —con dificultad, logré escuchar la voz de Kristoff. — Elsa, tranquila ¡Anna!

— ¡Llévala a su habitación! —escuché el grito de Anna y sentí como Kristoff me cargaba.

Hacía un gran esfuerzo con tal de no cerrar los ojos, Anna se acercó a mí, noté la preocupación en su rostro, veía que tanto ella y Kristoff movían sus labios pero no lograba escuchar nada de ellos, solo era audible la risa de Pitch en mi cabeza.

Jack.

Volaba de casa en casa evitando que ocurriera algún destrozo de los niños a los padres o viceversa. He estado trabajando sin parar, sin dormir, sin tomar algún descanso. Mis noches las ocupo en cuidar a Elsa y proteger a los Northuldras.

— ¡Mocoso! No te duermas —apareció conejo delante de mí, lo que hizo que me detuviera de golpe. Quedamos en una calle solitaria.

— ¡No aparezcas así de la nada! —grité furioso.

— Estabas pensativo, ibas a dar en algún muro y terminarás más desfigurado de lo que estás. —cruzó sus brazos.

— Deja que me dé de golpes, no debe de interesarte. —bufé.

— Jack, tranquilízate, sabes que solo estoy bromeando contigo. —me miró con cierta preocupación.

— ¡No tengo tiempo para tus bromas! Ahora quítate de mi camino. —lo empujé haciéndolo a un lado.

— Ve a dormir un rato, me haré cargo de tu trabajo solo por hoy. —me detuvo sujetando mi hombro.

— Escúchame Conejo, no tengo tiempo para ir a dormir o para tomarme un descanso, hay personas que dependen de mí. A diferencia tuya, te recuerdo que mientras tu perdías los ánimos y hacías tu trabajo por algunas ocasiones yo seguía aquí, una y otra vez con los niños. —tomé aire.

— ¿Me vas a culpar por aquella vez? —frunció el ceño.

— Sí, porque muchos perdimos la esperanza, los ánimos, tú dijiste "lo haré en contra de mi voluntad" pues no se notó, dejaste de hacer tu trabajo por un tiempo.

— Chicos, no peleen. —apareció Norte saliendo de un portal— entiendo que estén cansados, pero no es momento para peleas.

— Dile a tu pie grande que deje de molestarme y de quitarme tiempo, así evitaremos peleas. —comenté viéndolo.

— Lo siento, pero esta vez Conejo tiene razón, debes descansar. —se acercó Norte a mí.— Entiendo el gran trabajo que has hecho, pero necesitas recuperar energías para seguir haciéndolo.

— Como si fuera tan fácil decirlo, tengo que dividirme en ambos mundos para poder proteger lo que amo y lo que soy, ojalá todo fuera sencillo como tomarme una siesta.

— Te lo hemos dicho hasta el cansancio, hay prioridades Jack. Necesitas organizarte, quién es más importante. —Norte me tomó de los hombros.

— No lo entiendes, ambas partes son importantes, en conjunto forman mi vida... —suspiré— No me hagas escoger, porque no podré darte una respuesta.

— Jack... —lo interrumpí al escuchar un grito.

— Jaime... —traté de zafarme.

— No hemos acabado de hablar, Jack Frost. —lo empujé con mi cayado y salí volando en dirección a la casa de Jaime.

Volé a toda prisa, llegué a su casa y ví a Jaime junto con Sophie, abrazados en su cuarto. Él al verme, abrió rápidamente la ventana de la habitación.

— Tenemos que irnos de aquí, por favor Jack... Mi madre ha estado diciendo bastantes cosas que... mejor no quiero recordarlas —murmuró sin que Sophie pudiera escuchar o verlo actuar de mala manera.

— Está bien ¿Hablaste con alguien? —pregunté de la misma manera.

— Intenté hablarle a Erika... pero me manda a buzón. —contestó.

— Iremos con ella, si no vemos respuesta de ella se quedarán en el taller de Norte ¿Entendido? —asintió.— Perfecto, haré algo que distraiga a tu madre mientras ustedes salen por la puerta principal.

— Bien... —él se regresó con Sophie.

Volé hacia el patio trasero y tiré algunos basureros, con la basura comencé a regarla por el suelo. Increíblemente funcionó, la madre de Jaime salió con prisa para ver el desastre que ocasioné; me dirigí hacia la puerta principal, tomé un poco del polvo de Sandman para dormir a Sophie, la cargué y fui junto con Jaime a la casa de Erika.

Al llegar, me impresionó el gran silencio que se notaba. Fui hacia la habitación de Erika y toqué su ventana. Ella la abrió con sollozos.

— ¿Jack? ¿Qué haces aquí? —limpió su nariz.

— Perdón, pero necesito que me hagas un gran favor, entiendo que no puedas hacerlo si es que estás mal. —comenté.

— Tranquilo, problemas con mi madre. —suspiró. — Es parte de la rutina ¿Qué necesitas?

— La madre de Jaime y sophie enloqueció con todo esto ¿Crees que puedas cuidarlos? —ella se asomó por su ventana para verlos.

— No habrá problema. —me miró.

— ¿Segura? ¿Necesitas ayuda con tu madre? —pregunté.

— Tranquilo, mi madre está loca con o sin efecto apocalíptico del idiota ese. —rió poco.

— Como digas —reí poco, bajé y primero le dí a Sophie para después subir a Jaime. — Si ocurre algo no duden en llamar o algo por el estilo ¿Sí? —ellos asintieron.

Me alejé del lugar para ir a otras casas.

— ¡Jack! —salió Norte de una chimenea.

— ¡Ahora no Norte! —me detuvieron unos Yetis que aparecieron de la nada. — ¡Suéltenme! —empecé a forcejear.

— Jack, Elsa está mal. —me detuve— Tenemos que ir a Arendelle.

— ¿Q-qué le sucede? —lo miré.

— Aún no lo sé, pero es urgente que vayamos. —abrió el portal— No te preocupes, los demás se harán cargo de aquí.

Los yetis me soltaron y crucé con prisa el portal junto con Norte. Llegamos al patio principal del castillo, sé que está en su habitación por lo que corrimos en dirección a el. Al llegar, Anna se encontraba sentada en la cama mientras Elsa agonizaba en ella.

— Qué bueno que llegaron. —nos sorprendió un troll.

— ¿Abuelo Pabbie? —pregunté— ¿Qué sucede?

— ¿Ya nos han presentado? —negué.

— Elsa me habló de ustedes y lo describió tan bien que fue fácil reconocerlo... —respondí.

— Entiendo, vengan. —caminó en dirección a Elsa y nosotros le seguimos. — una magia oscura está apoderándose de su corazón, supongo que ustedes deben de conocerla.

Nos acercamos y el pecho de Elsa mostraba una leve mancha de color negro, la punta de sus dedos estaban de igual manera.

— ¿Qué sucedió? —preguntó Norte mirando a Anna.

— Antes de que agonizara, contó que tuvo un encuentro con sombrita y al desaparecer él sintió un fuerte golpe en su pecho, pero no le tomó importancia... Al parecer estuvo bastante fuerte la pelea, ya que su plan era esconderse en el palacio de hielo —suspiró.

— Usamos de todo, inclusive el polvo que nos dieron de Sandman, pero nada funciona. —mencionó Pabbie.

— Él seguramente está esperando a que vaya a verle. —comenté.

— No caigamos en su juego, Jack. —dijo Norte.— Debemos buscar una forma de que Elsa mejore.

— Mejorará hasta que él me tenga, desde un inicio ha querido vengarse de mí. —suspiré— tocó lo que más amo y eso nunca se lo perdonaré. —caminé a la puerta.

— J-jack... —escuché la voz de Elsa.

— Los dejaremos solos. —Dijo Anna y tanto ella como Norte y Pabbie salieron de la habitación.

— Acércate... —me miró estirando su mano.

— No hagas esfuerzo... —fui hacia ella y tomé su mano sentándome en la cama.

— E-estaré bien, hazle caso a Norte... —apretó mi mano— Él solo busca el caos... Por favor no caigas e-en sus juegos ¿Si?

— Necesito ir, sólo él sabe como quitarte esto, y si tengo que dar mi vida lo haré. —besé su mano.

— No digas e-estupideces... No quiero que te pase nada ¿Entiendes? —suspiró con un quejido— No hagas esa pesadilla realidad, te lo ruego.

— Bien, pero entonces no me hagas vivir a mí una pesadilla. —desvíe mi vista— Haré lo posible...

— Creeré en tí. —comentó.

Asentí mientras miraba a otro punto en su habitación, lo que haré está en contra de las palabras de Elsa, pero si es para salvarla, haré lo que sea necesario.

//////////

🧚🧚🧚🧚🧚
Hola hola uwu, bueno, perdón por la desaparición total, pero ya saben, ando ocupada :"v

En fin, espero que les haya gustado :D y muchísimas gracias por apoyar la novelita
♥♥ BSOS.

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top

Tags: #jelsa