Ellos eran un pequeño bote de azúcar juntos, siempre se ayudaban entre ellos y nunca se separaban, eran cosas de ser gemelos con problemas con su familia, debían tenerse los unos a los otros para no caer en lo difícil que era sonreír tras aquel accidente, ahora solos tenían que hacer lo posible para no decaer.

Ambos caminaban en un parque con la nieve sobre sus talones, tomados de las manos dándoles igual si alguien les miraba, ya sea por curiosidad, ternura o asco, en especial Nightmare, quien solamente se fijaba en sus botas de hule por no tener más ropa adaptable al frío, mientras que Dream veía al frente para orientarse y así guiar a su hermano hasta donde quería mostrarle.

-- Es por aquí. ¡Mira, Nightmare! 

El pequeño niño miró hacia al frente, una gran montaña de nieve que los sobrepasaba, según recordaba el de trajes morados no había nada para que todo el blanquecino se acumulara en esa zona, sin embargo ver la emoción del de ropas doradas le hizo no cuestionar y liberarle su manita. 

Estaban bastante abrigados, ropas que les hacía ver gorditos a pesar de estar en los huesos, Dream corrió hasta la gran pila y se lanzó, algo que sorprendió a ambos es que se hundió hasta el fondo, pero fue más aterrador para Nightmare verlo desaparecer y sin emitir más ruidos.

-- ¡¿D-Dream?!

El pequeño se acercó más y empezó a escarbar en la nieve, como no tenía guantes, pues los únicos se los había dado al menor, sus manos estaban congelándose, pero lo más importante era su hermanito que había dejado un agujero sin rastro.

Llegó hasta el momento que cayó en un hueco dentro de aquel bulto colosal, uno oscuro que tenía un agujero allí arriba, se extrañó por no verlo antes, pero estaba más confundido al ver a su hermano sentado con una pequeña sonrisa feliz de ver a Night.

-- ¡Mira mi cueva, hermano! --Exclamó Dream elevando sus manitas, Night pudo respirar más tranquilo, no le había agradado aquella broma o lo que fuera, realmente había temido que la nieve hubiera ahogado a quien más quería en su vida.

Guardó silencio, sus manos estaban enfriándose y no sentía sus pies, suspiró y negó con la cabeza. Ello hizo que la felicidad de Dream bajara un poco.

-- ¿N-No te gustó...?

Con desaliento, Nightmare salió de la cueva por el mismo agujero que había hecho, su hermano lo siguió tras él con las cuencas empañadas en lágrimas por lo desilusionado que estaba, había esperado toda la hora de la escuela y empleado tantas horas en aquel lugar secreto sin que otros niños lo estropearan y recibir el desapruebo de su hermano le pareció un trabajo en vano.

C

omenta acá.

El de ropas moradas frunció el ceño con una pequeña mueca y estiró su mano hacia él, Dream sabía lo que significaba aquella curvatura en sus labios, no estaba de humor para seguir allí y era lo mejor pues de todas maneras siendo invierno y tarde tenían que volver a casa antes que su abuela les regañara.

-- Sólo vayámonos a casa, Dream.

El susodicho asintió cabizbajo, tomando de su manita, aunque pronto al notar que tenía nieve en su guante se la quitó para tomar mejor las falanges frías ajenas, así entibiarlas al menos, tenía que procesar lo ocurrido, verle la razón de su comportamiento, y pudo saber que quizás haber desaparecido de esa forma lo había asustado.

Se secó las lágrimas con la manga y caminó cabizbajo, iba a hacer como sea que su hermano volviera a sonreír, tachando en su lista mental no volver a asustarlo de tal forma. 

Para Nightmare, Dream era su pequeño tesoro más preciado, y aún no lo dijera, esa sorpresa fue muy bonita, le gustaba estar en un espacio reducido solo con él a la oscuridad, abrazarlo para protegerlo sería uno de sus sueños.

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Día 7 | Discutiendo.

Sé que no es una discusión épica, pero así se ve más bonito que repetir lo mismo de siempre entre los sueños y pesadillas.

I want to believe!