Día 33 | DustRasp
A veces era complicado que ambos pudieran congeniar, el de capucha podía adorar a veces que el contrario sea tan seguro de sí mismo y que la sociedad no lo debilitaba tan fácil, pero era tan irascible que cuando él se empezaba a hartar, era mejor separarles, ambos tenían un orgullo inquebrantable.
De hecho, Reaper al ver a ambos con una cara de odio mutuo, dudaba mucho que ambos se quisieran del mismo modo, aunque claro, esas palabras de confirmación no fueron frente al otro. Tomó un sorbo de su café helado, antes de suspirar.
— Tanta tensión entre ustedes hace que mi café pierda el sabor.
— Pues vete, estúpido. —Respondió el de bandana rojiza.
— Lo haría pero, esta es mi casa.
El cuarto soltó una carcajada, teniendo que secarse o el líquido oscuro de sus cuencas saldrían a chorros, Dust bufó, buscando una salida.
— Ya terminamos la tarea, ¿Ya me puedo ir? Quiero dejar de ver a esta fruta.
— ¡¿Seguirás con lo de frambuesa?!
— ¡Pues sí, eres muy pequeño!
— ¡Alto los dos! —Interpuso Reaper, también cansado de todo— ¿Es que acaso engañaste a Dust, Rasp?
— ¡Ohh! ¿Y si el esquizofrénico engañó a la frambuesa enojona?
— ¡No estamos en ninguna relación! —Gritaron al unísono.
El hipster guardó silencio, viendo que su vaso estaba vacío, agarró a Dust del brazo, para acercarlo a él con su tono tan burlón y coqueto natural.
— ¿Entonces por qué no te quedas? Me mandaron un set de imágenes de ese chico que habíamos echado un ojo hace un año...
— ¿Qué coñ-- Oh... —Killer al mirar de reojo a Rasp quien quedó pasmado en su silla, sonrió y abrazó por el hombro a Dust, éste también estaba procesando lo que acababa de decir— ¿Puedo unirme también?
— Si harán una orgía ya m-me voy a ir retirando. —Dijo Rasp, estaba enrojecido, pero no de vergüenza, Reaper entendía con claridad que ese gesto era de celos, enojo y dolor, la posesividad de ambos era desbordante, dando al clavo que realmente entre ellos se importaban, el de capucha no tardó en reaccionar, empujando a Killer y Reaper a los lados con manotazos.
— ¡Puercos! ¡También me iré! ¡Ese chico es tú objetivo, no el mío! Sabes muy bien que Rasp es al único que quie....ro...
— Rasp dijo que se iba pero no salió corriendo. —Murmuró Killer, en efecto, el menor de los cuatro sí se estaba yendo pero a paso lento a diferencia como Dust creyó, escuchó eso con claridad.
— ¡Qué bueno que lo aceptas! Ahora será mejor que ustedes dos se vayan caminando, como se van a la misma dirección puede ser considerada una cita, ¡bye-bye!
Reaper empujó a ambos afuera y cerró la puerta, Killer se reía por lo que sucedía, quería espiar pero la curiosidad le pudo.
— Las fotos que hablabas, las sacaste tú, ¿Verdad?
— Pfft... Mi bae es tan hermoso, pero no haré nada sucio, así que usa tus habilidades de ninja que viste en la televisión y ve cómo les va.
— ¡Woojo, trabajo sucio!
Por otro lado, Dust se sobaba la cabeza al golpearse sin querer con la puerta al ser azotada contra él, todo el minuto estuvo alegando, pero ahora que estaba a solas con el menor, no sabía qué decir, se había confesado de la manera más estúpida de todas, y Rasp solo tenía los brazos cruzados sin dirigir sus pupilas rojas a él.
Ese largo hielo lo rompió él, cabizbajo pero con un tono molesto.
— ¿Cita, uh? Patético... Me quiero ir a casa.
— No esperaré a que camines dos cuadras para poder irme también, caminaremos juntos.
— Como sea...
Estaban incómodos y era muy notable, no obstante el orgullo provocó que ambos empezaran a caminar al mismo sentido, cada uno por su lado por unos minutos, vivían condenadamente cerca.
En ese momento quería como nunca que su hermano le dijera qué hacer, el menor era un cabeza dura al igual que él, y hablar en una situación tan penosa no era lo suyo. Mucho menos para Rasp, que decía lo que quería a base de gestos, pero no existía ninguno para describir el mar de pensamientos en su cráneo, estaba claro que ambos se querían, Reaper era el culpable de que llegaran a ese punto sin salida, estaban mejor sin saber que sus deseos románticos eran más potentes de lo que quisieran aceptar.
Cinco, seis cuadras, faltaban muchas más.
— ¿Seguiremos callados hasta los caminos separar?
— Esa era la idea hasta que hablaste, tarado... —Respondió Rasp.
— Esto será más difícil si lo postergamos, no quiero que Reaper me haga soltar más cosas así.
—... ¿Pero son verdades, no?
Rasp se detuvo, haciendo suspirar a Dust, ¿Por qué le hacía esas preguntas? Suponía que ya debía ser sincero antes que todo se arruinara, se acercó al de bandana, y le puso una mano en el hombro.
— Ahg... Sí, lo son.
Hubo otro silencio, tenso para el mayor, no sabía cómo reaccionaría, aunque un gran escalofrío le recorrió cuando Rasp tomó su mano para posarla sobre su mejilla, tibia por ese color intenso que no se quería ir, su expresión no era suave, pero más tranquila que la común.
— ¿Qué cosas le dirías a él pero no a mí? —Apretó un poco sus falanges, desviando sus ojos— Quiero saber todo, odio cuando ocultas algo de mi poderosa existencia.
Comenta acá
—...Diría que odio lo caprichoso y posesivo que eres, además de creerte un Dios, que puedes resultar a veces irritante cuando empiezas a chillar al enojarte, o tu mal trato a todos a base de golpes, pero... Cada pequeño cambio en tus facciones que significan distintas cosas, como ese rubor que cubre tu rostro, esas pupilas que brillan cuando cocinas, tu gusto por la moda, tu fuerza y seguridad ante los problemas... Huh, contrarrestan todo lo demás, y aunque pase enojado y tirándote mierda cada rato y mutuamente, ese odio no es real, es más por el que siento por Reaper y Killer ahora mismo.
Tomó una bocanada de aire indiscreta, intentando no apartar sus pupilas del rostro ajeno que también le estaba mirando, ensimismado, podía ver una ternura tan clásica de él que hacía no tomarlo en serio algunas veces, pero por otro lado, le daba deseos de estar a su lado; Rasp elevó sutilmente sus comisuras, agachando las cejas con una expresión indescriptible, pero tonta.
— Sonó ridículamente cursi. Iugh. —Bromeó.
— No me hagas arrepentirme.
— No, yo debería decirte eso, Dust. —Iba a soltar su mano, pero el aludido se lo impidió, estaban tomados de las manos, poniendo nervioso al pequeño— Porque esta será la única vez que te daré una oportunidad...
— Estúpida frambuesa.
— Estúpido loco.
— Conozco una heladería por si quieres ir, pequeñín. —Propuso, obviamente, burlándose.
— Y yo un manicomio, así que sigamos caminando, pero rápido... Me siento observado.
—...Y yo.
Se soltaron de las manos pero el último apretón fue suficiente para empezar a caminar juntos, conversando nuevamente, nadie le creería a Killer que acababa de ver a esos dos hablarse sin gritos, felizmente tomó una foto cuando se tomaron de las manitas, no los siguió más en su cita improvisada.
|'|'|'|'|'|'|'|'|'|'|'|'|'|'|'|'|'|'|'|'|'|'|'|'|'|'|
DustRasp | En una Cita.
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top