Día 12 | RaspBlue | +18
Su cuerpo dolía como si había corrido una maratón varias veces, su vista era borrosa y la noción del espacio estaba totalmente inaccesible, desorientado intentó tallarse las cuencas sin embargo por más que tratara de mover sus manos, existía una fuerza invisible que lo detenía a medio camino. Giró sus muñecas sintiendo el roce de esposas atadas a unas pesadas cadenas, todavía no se ubicaba, pero aquella idea de estar atrapado y acorralado no le agradaba para nada en ningún sentido.
Su vista se enfocaba poco a poco con el paso de los segundos, la poca luz de la habitación en donde se hallaba dificultaba a la hora de investigar donde se encontraba, la penumbra era espesa, incómoda, y el ambiente iba de la misma forma, no estaba en su cuarto, tampoco en su casa, ¿y el cobertizo?
Volvió a forcejear, y el ruido de las cadenas era evidente, buscó con la mirada alguna ventana o algo que le otorgara algo en el qué guiarse, pero solo gracias a sus sentidos reconocía estar sentado en una silla helada y para nada cómoda, sentía algo extraño y no podía pararse ni aunque intentara para quitar aquella molestia, estaba atado al asiento.
Trataba de recordar el cómo había llegado a esa situación, sus memorias estaban dispersas, y no era una consecuencia del alcohol al tolerar el mismo, no era migraña, y las posibilidades se aminoraban perdiendo cada vez más sentido, estaba asustándose a la idea de haber sido nuevamente secuestrado por algún ser proveniente de otro universo, y fue cuando recordó lo que había pasado.
En efecto, había ido a una expedición propuesta por su amigo Ink en busca de anormalidades en los distintos universos alternativos para hacer más rápido el trabajo diario del guardián, había sido la idea propia para ir a aquel Au que parecía inofensivo, había oído de FellSwap, pero nadie le había dicho que estaba en una línea temporal para nada agradable, solamente quería aliviar el trabajo del pintor para que tenga un lindo día con su amigo pero acá estaba, apenas había caminado unos minutos por la nieve del tal snowdin fue golpeado en la sien cayendo inconsciente, era todo lo que recordaba.
El ruido de unos pasos se escucharon, cerca y amenazantes resonando en las paredes tensando al arándano, la presencia de alguien se hizo evidente y trató de forcejear para escapar del peligro, sin embargo un tacto frío como una vara tocó su mentón elevando el mismo para encontrarse con unas cuencas color carmín, una luz fue prendida tan tenue que no fue capaz de cegarlo, estaba hipnotizado de ver un esqueleto con similar aspecto que el suyo, pero a su diferencia, eran colores negros y rojos iguales a los de Red pero la ropa similar suya pero más rasgada y ajustada, la bandana que portaba era roja y presentaba rasguños y en una de sus cuencas habían marcas, cicatrices igual a rastros de garras, en estos casos simplemente sonreiría y saludaría a un nuevo posible "amigo", pero la situación no lo ameritaba, estaba en problemas.
--- Te reconozco... Eres una de esas copias superficiales ¿Eh? ---Su expresión era una profunda decepción, por no contar que su mueca mostraba sus dientes afilados--- Vaya mierda más ingrata.
--- Me puedes llamar Blue. ---Intentó decir el de prendas celestes mientras esbozaba una sonrisa, no podía dejarse llevar por los nervios pero la cercanía del contrario le estaba intimidando, de esa forma tan tensa no podía invocar nada, pero era momento de atacar tampoco.
--- Blue ni vergas, eras un grano en el culo viniendo acá, ¿A qué vienes exactamente? Si eres como ese negro de los cojones eras más fácil de atrapar, patético.
--- ¡V-Vengo... por parte de Ink! ¿Lo conoces? Es un buen amigo mío, solo venía para ver si no habían anomalías en este sitio.
--- "Anomalías" dices tú. ---Respondió de inmediato, y una sonrisa de oreja a oreja se formó en su rostro, soltó una risa sarcástica antes de llevar aquella fusta que estaba posado en el mentón del de UnderSwap a uno de los aros tapando el transporte de la magia, ahogándolo en el instante, Blue trató de forcejear pero hacía peor la presión.--- Con solo tu llegada que has vuelto una anomalía, eres un estorbo.
--- E-Entonces déjame li...bre.
--- Déjame pensarlo... No, las anomalías merecen un castigo por interrumpir mi guardia, normalmente solo te haría algunas heridas pero. ---volvió a reír, acercándose más al rostro de la víctima donde lamió su mejilla, Blue sintió un escalofrío y pánico de lo que vendría adelante, se sintió indefenso--- Podría divertirme contigo... Mwahah.
Blue olvidó responder cuando pudo recuperar el aliento perdido, su pecho le afligía, una presión que sus costillas no podían soportar sin alarmarse, buscó con la mirada las acciones del ajeno, quien se había alejado, la luz eran dos velas a cada lado de la silla, creando un aura demoniaco, pero lo que le aterró fue ver aquel cuchillo, una navaja más bien.
--- En tu estúpido cuerpo se vería bien el rojo, ¿Lo has pensado?
Intentó forcejear más pero no lo logró, sus muñecas estaban doliendo por la constante presión que las esposas tenían, y una extraña bola roja fue colocada en su boca amarrándola firmemente, intentó balbucear pero en cambio un quejido adolorido escapó de su boca al sentir el filo de la navaja pasar suavemente por su húmero, llegando hasta su hombro rasgando a su paso la ropa que portaba, las hombreras, Blue frunció el ceño estaba asustado de salir lastimado y que nadie escuchara o se le hiciera extraña su ausencia, la última vez había salido dañado por Killer pero ahora estaba siendo lastimado sin poder defenderse.
Como si sus poderes estuvieran anulados, el de ropas rojas sonrió ladino y lamió la efímera sangre que salió de la herida.
--- Grábate mi nombre, idiota, soy Rasp, el terrorífico Rasp, y vas a arrepentirte de venir acá, veamos cuanto resistes, quizás si intentas no reír tenga más piedad de ti.
Siguió rasgando la prenda superior ajena, sin tener cuidado de rozar parte de sus costillas llegando a hacer heridas más profundas que provocaban un ardor insoportable al arándano, cerró sus cuencas sintiendo las lágrimas bajar mientras trataba de ahogar sus quejidos, le dolía, y el tacto de las manos enguantadas del adverso solo le provocaba incomodidad al desprender los trozos de tela.
Quedó sin sus prendas superiores a excepción de su bandana, la cual presentaba algunos rastros de sangre por la navaja que portaba su secuestrador, este sonreía complacido de escuchar su voz rota y atorada al no poder morder algo que no sea aquella bola y ya se veía un hilo de saliva decaer por una de sus comisuras, rió otra vez, paseando el cuchillo con la punta no filosa por la barbilla ajena, las cuencas de Blue estaban inundadas en lágrimas, pero no se rendía en tratar de controlar su cuerpo y así su magia, zafarse del agarre de las cadenas.
Rasp tomó con la mano libre las mejillas ajenas aplastando con fuerza, su contraparte soltó un leve quejido al tener la mandíbula abierta.
--- Lindas pupilas, lástima que no hayan estrellas, ¿Tienes miedo? ---El contrario asintió--- Nenaza, recién hemos comenzado.
El de ropas rojas alzó uno de sus pies, un taco puntiagudo en sus botas cayó justo entre sus piernas cercano a su pelvis, pero la planta de su calzado pisó sin delicadeza su entrepierna, no dolía mucho por el hecho de no estar excitado, pero lo que le extrañó fue como dejaba la navaja en la mesa más cercana y se sacaba los guantes, sus falanges comenzaron a tocar sin pudor cada herida, hurgando en ellas además de manosear sus costillas, Blue se estremeció, adolorido chocó con la mirada fulminante pero penetradora del ajeno, no pudo desviar la mirada de sus alucinantes cuencas, el color rojo parecía llamarlo, olvidando por un momento el dolor.
No obstante un gemido escapó de su boca al sentir una vibración en su pelvis, una ola de placer chocó en todos sus sentidos quedando desorientado y extrañado de la razón, la estimulación no cesaba y la vibración era suave, pero su cuerpo no respondía bien al estar con sentimientos cruzados, el dolor de sus heridas perduraba y la sangre caía manchando sus huesos hasta caer en su pantalón y en la bota ajena, se le salían suspiros y tembló como su alma se aceleró, sus mejillas hervían buscando en ruego la respuesta de lo que sucedía, Rasp sacó de su propio bolsillo de su pantalón ajustado un dispositivo con un botón.
--- Es mejor tener un as bajo la manga cuando se quiere que tu víctima siga tu juego, vamos, aguanta esos gemidos y gritos, esto acaba de empezar.
Extraño e incómodo se sentía por la vibración en su entrepierna, trataba de ignorar las estimulaciones pero el dolor de los rasguños del otro en su torso le hacía preferir el placer, su mente estaba espesa, no pensaba con claridad, del como los choques eléctricos de las heridas se combinaban en las descargas en su cuerpo, sus brazos estremecidos dejaron de responder, dejando de forcejear, había caído rendido en las caricias dolorosas, pero nuevamente soltó un quejido elevado cuando la magia se exponía en su pantalón y era aplastada por el adverso, las vibraciones aumentaron según vio como Rasp manipuló aquel aparato, y volviendo a tomar el cuchillo acarició la mejilla ajena con la misma, cayendo la sangre lentamente por su pómulo combinándose con las gotas saladas que caían de sus cuencas.
Las sensaciones no frenaban, se intensificaban al tener tan cerca el cuerpo ajeno, no podía decir que le gustaba ser herido, pues estaba cegado por la vibración, pero cada vez el ardor aumentaba y el placer no era suficiente para equilibrarlo, y movió desesperadamente su cadera contra la bota ajena haciéndose un masaje indebido, no estaba en sus cabales y Rasp al notar sus acciones soltó una risilla perversa, lamió el rastro de sus lágrimas y volviendo a hacer un camino nuevo con el cuchillo llegó al pantalón ajeno para romperlo quitando el pie poniendo cada vez más ansioso el pequeño arándano, no entendía que le ocurría pero quería huir y a la vez no.
La saliva seguía cayendo por su boca, y quedando con su excitación expuesta por las manos traviesas de su secuestrador, el cuchillo cayó directo en una de sus comisuras, haciendo un pequeño tajo, dolió, pero se estremeció por completo cuando Rasp lamió la herida limpiando la sangre, sentándose cerca de su erección sin bajarse la ropa, su alma latió con fuerza, trataba de cerrar las piernas pero el vibrador le impedía al intensificar el placer, sentía que se iba a correr con tales lamidas en su boca y las caricias más piadosas por su cuerpo herido, inconscientemente movía su cuerpo, cerrando sus cuencas para dejar de sollozar y quejarse. Gimió otra vez ahora por los movimientos de cadera ajenos, rozaban su entrepierna de una forma lenta y placentera, apegándose lo más posible para hacer el contacto más íntimo.
Rasp quitó la bola de su boca, y antes de poder acomodar su mandíbula fue besado con fogosidad, la lengua ajena buscó pasionalmente su sinhueso, y antes las extrañas corrientes no supo cómo corresponder, no tenía la mínima experiencia, pero se negaba a quedar más en ridículo, tocando como podía su legua se aventuró, pero lo escurridizo que era Rasp le daba escalofríos gratificantes y gemidos bajos pero ahogados salían de su garganta por los roces cada vez más desesperados entre ambos en los roces, más de Blue, llegando pronto al orgasmo.
Se separaron por la decisión del de ropas rojas, lamiendo otra vez la herida y miró como el líquido proveniente del miembro ajeno caía en su ropa, se mordió el labio y negó con la cabeza acompañado de chasquidos de su lengua.
--- Yo no te di el permiso de venirte, sucio.
--- R-Ras---
Comenta acá.
--- No hables... Aún no terminamos.
Se levantó para desabrochar el cinturón y bajarse los pantalones, y volvió a sentarse en las piernas desnudas del adverso rozando nuevamente, el cuchillo que portaba en su mano hizo heridas en sus fémures hasta tomar tu boca y abrirla al tocar su herida y tomar su lengua con el pulgar e índice y con el arma hacer una larga herida, la sangre más el grito vinieron, Blue se retorció y llorando por el dolor desvió el rostro, el sabor metálico lo sofocaba, y lo más doloroso fue sentir el filo cerca de su entrepierna, pero su otra mano comenzó en acariciar y la vibración persistió, jadeos y quejidos de placer y dolor, estaba agotado psicológicamente pero el otro no consideraba su estado.
Acarició el falo apretando, dándole espasmos a su opuesto, y dejó tranquilo su cuerpo para arrodillarse y darle más atención, el placer lo agarró desprevenido, gimiendo moviendo sus piernas intranquilo, pero tuvo que morderse el labio con fuerza cuando una mordida fue capaz de sacarle sangre, ya no soportaba más, su virilidad había sido atacada por sus dientes filosos y volviendo a levantarse se posicionó sobre su dañado miembro.
Sintió ardor y un calor extraño inundar su cuerpo al estar profanando el cuerpo de su violador, sacándose más sangre al morder como podía su labio, aunque escalofríos le recorrieron al escuchar un gemido de su contraparte un sonido que fue el colmo, le dolía, no lo estaba disfrutando pero su instinto retorcido le estaban contagiando.
Rasp apagó la vibración y junto con el aparato al tocar su cuerpo sin pedir permiso, lo tiró lejos al igual que la navaja, y le besó otra vez, Blue se quejó, el ardor de su lengua era atroz al igual a su miembro al cubrirse de un calor inigualable, y con el dolor cubriendo sus ruidos huía de la lengua ajena, sin embargo de las embestidas no podía escapar, el de ropas rojas comenzó a subir y bajar rápidamente moviéndose en círculos con una habilidad que le estaba acelerando el alma y los latidos del mismo, la adrenalina le hacía temblar, parecía que no iba a parar.
Los gemidos ajenos eran graves y sueltos, no tenía vergüenza de soltarlos y sonaban provocativos, sus manos acariciaban y rasguñaban sus heridas, estaba siendo atendido en su tres daños, su lengua con su control en besar con lujuria, sus manos que se concentraban en las partes más profundas y en su entrepierna donde los saltitos se hacían presentes, el vaivén era rápido, duro, y movía sus pies como única forma de soltar las descargas que lo dominaban.
Sus ruidos eran dolor puro, el placer parecía no existir, le dolía el ardor de cada herida, y la sangre caía de los tres puntos, y el ajeno parecía disfrutar de aquella tortura jadeando en su boca, hasta pronto llegar a un orgasmo, el de Blue contra voluntad cuando el interior del ajeno se apretaba y contraía.
Soltó un gemido cuando se separaron, los hilos de saliva rojizos se notaban y postrado en la silla, intentó recuperar el aire perdido, su cuerpo le dolía, estaba agotado y necesitaba dormir o curar sus heridas que podían infectarse, Rasp rió y se limpió con un pañuelo de la misma mesa donde dejó sus guantes, la sangre y el líquido espeso entre sus piernas, no se molestó en limpiar a su víctima, solo lamió su boca y labios y se volvió a colocar el pantalón.
Por la pérdida de sangre estaba mareado, no reconocía nada, ni donde estaba, quería llorar, buscar a su hermano mayor en busca de consuelo, pero la sensación del placer no desaparecía, los espasmos que fueron la única parte que le había gustado, sollozó bajo y fue cuando Rasp interrumpió besando con más tranquilidad su boca, Blue dudó, pero ante el inesperado afecto correspondió moviendo su mandíbula, con ello sin lógica alguna, se tranquilizó.
--- Usualmente a este punto ya te hubiera matado. ---Confesó Rasp, limpiando la sangre fresca de sus heridas, Blue se quejaba pero él lo ignoraba--- Pero fue divertido... ¿No crees?
--- N-No.
--- Es lo que siempre dirás. Qué buena primera vez para ambos... ¿Eh? ---Rió otra vez de forma maliciosa, Blue se sonrojó al darse cuenta que perdió la virginidad de la peor forma, pero había sido mutuo, ¿Eso lo podría considerar... sentirse especial?--- Heh, vete de acá e invéntate una excusa, porque a la próxima vez que te encuentre sabiendo que me acusaste... N o s a l d r á s v i v o.
Rasp le quitó las esposas y el nudo de la silla, Blue rápidamente se levantó, el dolor no le dejaba caminar pero asintió y corriendo huyó del macabro cobertizo, cayendo en la nieve desmayado poco después.
Fue encontrado por Ink, y después de estar pensando y con sus heridas sanadas no pudo quitarse el suceso de la cabeza, la sensación extraña, el dolor, el placer...
Dos semanas después volvió al cobertizo a voluntad propia.
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RaspBlue | Día 12 | Sadomasoquismo ~
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