2015

Bogotá, Colombia/ Madrid, España

Narra Villa:

Según lo que he aprendido a lo largo de 20 años en este mundo terrenal es que el tiempo es oro, que debemos aprovecharlo al máximo en cosas positivas y no desperdiciarlo de una manera negativa; eso es lo que hago.

Hoy me iré de vacaciones a Madrid con mis amigos; ya que necesitamos despejarnos de este ambiente abrumador de la fama (¿No lo saben?), mis amigos y yo somos los integrantes de Morat; una banda colombiana súper popular y exitosa.

¿Por qué nos iremos a España? Porque necesitamos un break de nuestras obligaciones, escribir nuevas canciones y sobretodo huir de nuestras alocadas fans.

Ya tengo todo listo en la maleta: Ropa, cuaderno de composiciones, celular, cargador, zapatos, banjo, balón de fútbol, equipo de higiene personal, pluma y pasaporte.

Antes de irme le hablo al celular a mi novia Gaby, quien vive en mi hermosa Bogotá para decirle lo mucho que la amaba y que la iba a extrañar un montón. También le hablé a mis papás y a mi hermana, para decirles que también los amaba y les agradecía por ser la mejor familia que me pudo haber tocado.     

Y después de 9 horas eternas en el avión llegamos a España! Mi cabeza no dejaba de dar vueltas, ya que estaba teniendo durante el viaje un sueño bonito pero extraño:

Los 5 estábamos sobre un escenario todo iluminado y alegre, lo más extraño que sucedió en el sueño es que no estábamos con los instrumentos, sino que bailando con otras personas que vestían diferente a nosotros: las chicas vestían vestidos coloridos y diseñados de una manera distinta a los actuales y los chicos llevaban traje y corbata. 

Había una chica cantante y bailarina que encabezaba el show y de repente estaba en la plataforma más alta del escenario y todos me señalaban, yo simplemente me quedé helado hasta que una tierna voz que salía de una de las bailarinas me invitó a bailar con ella, lo cual fue de ensueño; hasta que escuché unas voces conocidas (Isa, Monchi, Marto y Alejo) que me despertaron de inmediato; diciendo que ya habíamos llegado a nuestro destino.

En el camino directo al hotel donde nos íbamos a hospedar les platiqué a los chicos sobre el sueño que había tenido y esto fue lo que me dijeron:

-... Y bailamos rock and roll, hasta que se acabó la música y dimos muchas vueltas; hasta un beso le iba a dar y fue ahí cuando me despertaron!.-les expliqué emocionado.

-¡Wow, perro! ¿Pero en verdad cree que conoce a esa chica que bailó con usted?.-me preguntó Isaza.

-No lo sé, nunca la había visto en toda mi vida ni en mis sueños; pero era tan hermosa, tan dulce y encantadora!.-dije soltando un suspiro.

-¡Ay Villa, se me hace que te acabas de enamorar de un sueño, cuando estás actualmente de novio!.- me dijo Simón dándome un golpecito en el brazo.    

-Usted ni hable, porque no es la primera vez que también ha tenido esa clase de sueños y uno no le dice nada verdad!?.- le reclamé a Simón dejándolo en completo silencio.

Para no hacerles el cuento más largo, llegamos al hotel, hicimos el check-in y entramos en nuestras habitaciones, en una dormirían Alejo, Isa y Simón; en la otra Marto y yo.

-¡Me quiero dormir!.- exclamé bostezando. 

-¡Qué dormir ni que Martín bailando "La Chona" en un table dance a las 3:00am, ahorita vamos a ensayar y nada de quejas!.-gritó Alejandro.

-¡¿Ahorita!?.- pregunté y exclamé con flojera.

-Sí, ahorita; en este mismo momento.-respondió Martín.

-¡Pero estamos de vacaciones!.- exclamé.

-Es cierto, pero no ensayaremos todo el día perro; sólo serán las canciones que ya tenemos listas para el concierto que tendremos unos meses después.- explicó Martín.

Y así fue amigos, montamos los instrumentos y comenzamos el ensayo.

-1,2,3,4...1,2 y...

https://youtu.be/2ebyTOMfSMk

   Denle play a Ya no estás tú y pausenlo en el minuto 1:12

Estábamos tocando muy bien cuando de repente mi plumilla con la que estaba tocando mi banjo se me escapó de las manos (más bien de mis dedos) y fue a dar hacia un cuarto misterioso, dejamos los instrumentos y fuimos a recuperar mi plumilla. 

-¿Qué es éste lugar?.-preguntó Simón muy asustado.

-¡Ay Simón qué pregunta es esa! ¡Es un cuarto!.-respondió Isaza.

-Y eso que tú eres el sabelotodo hermanito.-dijo irónicamente Martín.

-¡Ya me quiero ir niños! ¡Hace mucho frío aquí!.- exclamó Alejandro todo asustado.

-No te preocupes Alejo, estamos nosotros contigo, no tienes nada que temer.- le dije consolandolo.

Me puse a buscar mi plumilla mientras los chicos alumbraban con sus celulares, tardamos  un buen rato en hallar mi plumilla. Hasta que la encontré debajo de una silla, me di cuenta de que algo estaba encima de la silla que estaba cubierto por una sábana blanca.

-¿Y esto?.-preguntó Martín.

-No lo sé, ¿Vemos qué es?.- propuso Isaza, algo curioso.

-¡Pero con cuidado, tal vez pueda ser algo peligroso!.-les dije advirtiendoles con preocupación.

-¡Ay Villa, como eres bien dramático! ¿Cómo crees qué va a ser algo peligroso?.- me dijo cuestionó Alejo quejándose.

-Yo que voy a saber, ¡Ya levanten la sábana para terminar con esta tensión, por favor!.- ordené.

Entre todos levantamos la sábana y descubrimos lo que ocultaba: Una máquina misteriosa y surrealista.

 (Pongan play a la multimedia)

-¡WOW!

-¿Qué es eso?.-preguntó Isaza.

-Parece que es una máquina completamente surrealista.-comentó Martín.

-¿Y cómo funciona?.-preguntó Aleho.

-Eso hay que descubrirlo,hay que encenderla.- sugirió Simón.

Presioné el botón de encendido pero no pasaba nada, así que Marto enchufó el cable y la máquina comenzó a funcionar, la tele se encendió, transmitiendo un show televisivo y corrieron luces de colores y rayos.

-¡¿Qué está sucediendo?!.- exclamé espantado.

-¡Está funcionando socio!.- respondió emocionado Simón.

La felicidad no nos duró ni 5 minutos, porque la máquina nos comenzaba a absorber y de repente... desaparecimos.

Lo único que pude ver fue una luz blanca que luego se aclaró y ví a muchas personas bailando; una chava cantando sobre un escenario iluminado. ¡No lo podía creer!

¡Mi sueño se había hecho realidad!