Cap 20

Christie

Otra vez esas malditas salvadas por mi dulce hermano.

Después de haber perdido casi por completo el control sobre mí, Ian llegó y las salvó a las muy idiotas.

Ian me calmó un poco, pero luego se fue donde Alice y se la llevó al departamento.

Caminé hasta el parqueadero donde estaba David esperándome con una sonrisa de oreja a oreja.

-          Te ves fatal – sonreí y le di un suave beso en sus labios

-          Es difícil ser un demonio ¿sabes? – David entrelazó nuestros dedos y luego beso mi mano con delicadeza.

-          Te amo Chris – sonreí y de pronto una mano nos separó

-          ¡¿por este tipo me rechazas Christie?! ¡por amor a Dios soy mejor que él!

-          Cállate Tyler, he tenido un día difícil, no quiero discutir con un intento fallido de hombre – me aferré aún más fuerte de la mano de David y empecé a caminar, ignorando los gritos de Tyler

Subí al auto de David y el seguido de mí.

-          ¿a dónde quieres ir Chris? – David apretó levemente mi mano.

-           Donde mi hermano David, ahora no tengo energía para nada – recosté mi cabeza en el vidrio polarizado y David me acaricio la mejilla

El trayecto transcurrió en silencio, solo se oían nuestras respiraciones.

Esos quince minutos fueron eternos. Estaba agotada solo quería dormir y descansar.

-          ¿te subo cargada? – sonreí de medio lado  y lo miré con incredulidad – ¿ no me crees capaz de cargarte?- cuando iba a  responder, David me tenía cargada como una bebe

-          ¡bájame David! – dije entre risas

-          No lo voy a hacer

-           Sí que lo vas hacer –empecé a golpearle el trasero

-          ¡deja de pegarme pervertida! Sé que estoy extremadamente bueno pero tampoco para que te aproveches  - solté una sonora carcajada y abrace a David

-          Gracias por hacerme reír David

-          A ti por hacerlo

Sonreímos y subimos al dpto. De Ian.

Esta parte se la dedico a @hakaseshinonome

Lo prometido es deuda.

Narradora

La familia Michaelis y James estaban reunidos en el gran salón a la hora del almuerzo.

-          No puedo creer que tu hija estudie en la misma universidad que nuestros hijos- exclamó con felicidad la señora Michaelis

-          Si es realmente fabulosa – la señora James anuncio con  tono jovial – y sabe que es lo mejor de todo…que son de la misma raza por eso no hay que preocuparnos

-          Realmente es bastante interesante- el señor Michaelis exclamó sin tanta felicidad como era requerida la situación

-          ¡ah! Se me olvidaba felicitarles por el matrimonio de su hijo Marcus - anuncio la Señora Michaelis, la señora James también se animó más  y comenzaron a hablar aún más alto y con más felicidad

Los hombres se quedaron callados y se miraron mutuamente.

Ambos suspiraron de manera cansina y se miraron.

-          ¿Qué le parece si tomamos algo de vino tinto? Al parecer estaña hablando muy animadamente  y eso solo significa algo- el señor Michaelis asintió con vehemencia y se dirigieron  al mini bar.

Dos horas después

-          Espero volverla a ver señora Michaelis, es usted la persona más adorable que he podido conocer – exclamó la Señora James mientras cargaba a su ebrio esposo

-          Deberías tocarme ahora que estoy indefenso querida – la señora James se sonrojo

-          Yo también espero lo mismo – se despidieron brevemente  y luego solo se escuchaban las respiraciones de los señores Michaelis.

Su esposa lo miraba de manera reprobatoria, lo cual significaba regaño seguro.

-          ¿explícame esto? – su joven esposo se encogió de hombros y con una sonrisa perezosa

-          Te amo mi vida – una sonrisa se plasmó en el rostro de la señora Michaelis

-          Vamos a dormir querido

-          No quiero dormir – en ese momento la señora Michaelis olvidó que su esposo se comportaba como un niño pequeño cuando tomaba de mas

-          Entonces quédate solo – el joven señor se incorporó y cargó a su esposa con mucha facilidad

-          Al parecer ya no estás tan pesada como antes – la sonrisa de su pareja la derretía y eso que ella habían pasado bastantes años juntos- lo que dijo el honorable señor James, deberías tomarlo como concejo – de la mujer surgió una sonrisa pícara  y se dignó a besarla.

Pasaron la noche juntos, como todas las noches.

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