Capitulo 6 (Besos)
Después de esa pequeña pelea... Bueno seamos honestos el cisne sí que doy una excelente pelea, y conecto algunos golpes al rostro del Fénix, pero este no se quedó sin regresárselos.
Tuvieron que intervenir desde luego Shiryu y Seiya, recibiendo algunos golpes perdidos por parte de ambos involucrados.
Al final siendo reprendidos por el peliverde, que tuvo que alzar su voz y mostró su verdadera molestia por que dos personas muy importantes para él, estén discutiendo hasta los golpes.
Así que la hermosa cita, y plan A, B y C... Quedo algo arruinado por un pequeño conflicto entre estos dos.
Andrómeda se molestó mucho, llevándose a su hermano y novio a un lugar algo apartado para hablar seriamente con ellos, y que entiendan de una buena vez que...
Uno, está en una relación con Hyoga, no es un niño y debe confiar en él
Y Dos, que cierto rubio debe calmar sus reacciones explosivas contra el hermano mayor de su pareja y comprenda su sentir por proteger al menor.
Mientras esto ocurre... Dan por terminado el almuerzo, y deciden ayudar a recoger o más bien la joven lo hace, pues los otros dos están empapados, y mojar todo no es una opción.
Debían ir a cambiarse de inmediato, así que Seiya, Shiryu y Shunrei subieron los templos para llegar a donde les corresponde.
-A pesar de todo... Creo que fue una buen almuerzo- El Pegaso sonriente, aunque está dejando su rastro húmedo, pero es agradable llegar a Leo para cambiarse, después de todo, su vida va del quinto templo al noveno, no olvida que le agrada mucho estar con su maestra, y si bien Aioros es ahora su mentor, a veces disfrutar estar en Leo haciendo de mal tercio.
-Si... Fue bastante lindo, aunque...- La joven hablo algo apenada por lo ocurrido –Creo que Ikki es un poco impaciente-
-No es malo, solo que tiende a ser bastante impulsivo y explosivo- Resalto el dragón, sosteniendo la cesta, suspirando pues se siente bastante decepcionado de que este día tan hermoso, termino algo mal.
-Bueno... Eso dilo por ti...- El castaño hablo bastante desganado –Ahora que volvió, estará viviendo en Leo, así que me va a correr del templo... Y no es justo... Yo llegué aquí primero- Hizo un ligero puchero, antes de estornudar.
-Oh... Salud Seiya- La pelinegra se sorprendió algo, pues esto tiene un significado.
-Creo que te has resfriado- El pelinegro contesto, suspirando y pensando que va por el mismo camino.
-Si... Ahora esto estará mejor...- Fue algo sarcástico, limpiándose con el dorso de su mano, bebo ir a secarme, nos vemos después Shunrei y Shiryu- Y un segundo estornudo lo acompaño, luego un tercero.
-Descansa, y come algo caliente, eso ayudará a que te sientas mejor- La joven sonrió, y con un gesto se despidió, para seguir junto a Shiryu el camino.
Antes de que se fuera el dragón, rápidamente el castaño lo detuvo.
-Oye, de verdad te quiere- Le susurro.
-¿Qué?- Este solo respondió, asombrado por la declaración.
-Se preocupa por ti, te aguanto tu torpeza de derramar jugo sobre la comida, además cuida de tus amigos, es muy buena- Le palmeo la espalda, para darle ánimos –Te quiere Shiryu, no seas tan tímido y dile lo que sientes-
El pelinegro lo miro detenidamente, algo sorprendido, pero de repente le sonrió, asintiendo, pues compendio a lo que se refiere.
-Gracias Seiya- Con esta pequeña confianza, proporcionada por su mejor amigo, le hace perder más sus miedos, él mismo se dio cuenta, ella se rio de sus ocurrencias, le sonríe en todo momento y también noto el cambio de peinado que se hizo.
Eso de seguro le da alguna pista, pero aún cree que es demasiado pronto.
Valla caballero de bronce... Tiene las pistas más evidentes y aun quiere esperar... Pero bueno cada quien lleva su romance a su tiempo.
El camino de regreso, ambos tranquilos, aunque la joven se apresura bastante preocupada, pues no quiere que Shiryu corra con la misma suerte que Pegaso y se enferme.
Aunque el pelinegro aguantaría lo que fuera, por pasar más tiempo con ella, sus nervios parece un poco controlados en esta ocasión.
Platicándole que ahora estas discusiones entre el cisne y el fénix se harán más cotidianas, por el amor fraternal tan grande que Ikki le tiene al pequeño Shun.
-Creó que en cierta forma, es algo lindo que se preocupé así por su hermanito- La joven rio, sonrojándose por la cercanía con el otro.
-Sé que es bueno, pero Ikki puede exagerar- Rio, mirándola con detalle.
-Nunca lo había conocido antes, pero sin duda... Es un caballero bastante fuerte, pobre de Hyoga- Shunrei, negó con la cabeza.
-Está acostumbrado- Levanto el dedo índice –Cuando se enteró que se formaron como pareja, hizo un pequeño escándalo y digamos que fue similar a como cayeron al agua, pero en vez de eso... El coliseo fue el escenario, terminaron llenos de tierra, Aioria y Camus tuvieron que intervenir-
-Vaya... Sí que... Debió ser algo interesante de ver- Rio nerviosa.
-Si lo fue... Y el castigo- Suspiro, acercándose más a la joven, que ni siquiera se dio cuenta cuando su mano rozo con la de ella.
Por ese tacto enmudeció un poco, denotando su sonrojo.
Ella sintió ese roce, y lejos de molestarla, solo sonrió y levanto su vista para encontrarse con los hermosos ojos del dragón.
-¿Cuál fue el castigo?- Intentando seguir la conversación, para no apartarse del roce de las gentiles manos del pelinegro.
-El... Castigo fue... Que... Limpiaran... Los doce templos... Y...- Ver ese hermoso rostro, teñido ligeramente por el rojo, la hace lucir tan hermosa, frágil, adorable.
Ambos conectaron por los ojos, sus sonrosas se pueden demostrar, y su cercanía se va acortando sin darse cuenta.
A ella no le interesa que este algo mojado, se acerca igual, para estar más a su lado.
-Shunrei...- Susurró el nombre de la joven, a escasos centímetros de su dulce rostro.
-¿Si? Shiryu- Ella pregunto, sonriendo, con las mejillas sonrojadas.
Él no contestó, tomo las manos de la joven con delicadeza, dejando caer la canasta, acercándose a ella, decidido por fin a dar un paso, pero por la atmosfera se puede dar a otro gesto, un poco más significativo.
Escasos centímetros faltaron para poder unir sus labios, pero...
-¡¡¡SHIRYU!!!- La voz de alguien lo llamo con un gran entusiasmo, saliendo sin duda del templo –Que bueno que llegas, necesito que...- Miro de inmediato la escena.
La joven tan roja como un tomate, cubriéndose la cara por los nervios.
Mientras el caballero del dragón, apoyándose de lado contrario en el pilar de afuera de Libra.
-Creo que interrumpí algo...- Dohko, miro a ambos notando que este ambiente lo conoce de antemano y sintiendo culpa por llegar en muy mal momento -¿Están... Bien?-
-Si- Ella fue la primera en contestar –Creo que...- Miro al hombre de cabellos castaños y figura paterna –Voy a preparar la comida- Tomo la canasta, apenada por la situación anterior y deseando que hubiera ocurrido –Adiós Shiryu... Con permiso padre- Y se adentró a Libra sin dar más explicaciones.
Dohko no perdió ni un detalle de esta situación, entendiendo perfectamente lo que ocurre, ha vivido dos siglos, casi tres en unos años, así que reconoce cuando alguien bajo la constelación de Aries se pone nervioso por un tema amoroso.
Y sus ojos verdes se posaron de inmediato en su alumno, suspiro algo compadecido, reconoce también la frustración de que alguien interrumpa un momento especial.
-¿Qué paso Shiryu?- Le pregunto con tranquilidad.
-Nada maestro...- No se atrevía a darle la cara, prefería quedarse mirando la nada, pues su rostro también esta rojo -¿Me necesita para algo?- Queriendo evitar el tema.
-Eso no importa ahora- Rápidamente respondió y lo giro para que lo viera –Lamento haberte interrumpido- Sonrió con algo de pena.
-No... Interrumpió nada...- Bajo la mirada por la vergüenza.
-¿Cómo qué no?- Alzo los brazos, enfatizando su ademan –Ibas a confesar tus sentimientos por Shunrei y yo llego a arruinarlo- Cruzo los brazos delante del pecho –Esto sí que estuvo mal.
-¿De... De... Que habla...?- El rostro del pelinegro paso por todos los colores ante esto –No... Maestro... Esto no es así...- Quiso protestar, pero no tuvo más tiempo.
-No te preocupes hijo mío- Paso su brazo por los hombros –Tu padre te va ayudar para conquistar el corazón de tu Aries- Sonrió tan confiado.
-Pero...- Primero sus amigos, ahora su maestro y figura paterna.
-Nada de peros, yo te ayudare- Sin embargo su rostro cambio de una sonrisa amigable a una de terror, igual a la que le dedico al caballero de Virgo hace dos años atrás –Pero lo único que me debes prometer, es que siempre la vas a respetar y cuidar- Y utilizando un poco de su fuerza, para apretar el hombro del joven –No quiero más nietos antes de que formalicen su relación y se casen, si no... Me olvidare que eres mi alumno e hijo-
Allí está la amenaza y advertencia, que da, pues sin duda el cuidaría de sus pequeños en todo momento, sin importar la edad.
Pobre Shiryu está bastante nervioso por esta situación en la que está atrapado.
-Pero...- Quiso tratar de hablar, sin embargo no se atreve, porque ahora el caballero de Libra está metiéndose en esta situación para apoyarlo.
Debe darse cuenta que tiene personas que se preocupan por él.
---Templo de Acuario---
-No puede ser- Camus hablo bastante molestó, mirando con desaprobación al rubio, empapado.
-Lo siento... Maestro- Bajo la mirada bastante apenado.
El pequeño niño de dos años, le pone algunos curitas en los moretones y heridas del Ruso –Yo te curo hermano-
-¿Cómo se te ocurre pelear con Ikki en el lago?- Suspiro de nueva cuenta el Francés –Sabes que el patriarca fue muy claro la última vez, ahora te voy a castigar- Sin duda habla como toda una madre muy molestó.
-Tranquilo mi hermoso cubito, Hyoga se debía defender- Sin duda Milo esta de lado del Caballero de Bronce –No es justo que no pueda estar con su pareja, sin que Ikki se esté enojando a cada rato, debía ponerle un alto.
-¡¡¡¿ASÍ QUE FUE TU CULPA?!!!- Ahora el enojo se fue al escorpión dorado.
-Camus, mi amor... Nuestro patito necesitaba un concejo y se lo di, ¿Qué tiene de malo?- Trata de calmarlo, tomándolo de las manos.
-¡¡¡¿QUÉ TIENE DE MALO?!!!- Señalo al rubio -¡¡¡MÍRALO, ESTA TODO MOJADO Y LLENO DE GOLPES!!!-
-Es un caballero de bronce, es normal que de repente los tenga y...- No continuo, pues Camus lo mira con tanta molestia, que es capaz de congelarlo allí mismo.
-Ma...Maestro... No se enoje con Milo... Él solo me aconsejó, yo tuve la culpa y...- Nervioso, por enfrentar al peliaguamarino, pero no tanto para dejar que Escorpio reciba algún castigo que no merece.
Parece que Milo ha logrado convencer al rubio en verlo como una figura paterna también.
-Tu mejor ni hables Hyoga y vete a secar en este momento, que después hablaremos de tu castigo- Suspiró, tratando de clamarse y no asustar al pequeño Camil.
-Mami... No te enojes...- Puso su carita más tierna y adorable para tratar de convencerlo –No te enojes con papi y mi hermanito... Esta lastimado y necesita que le des besos para curarlo- La inocencia de los niños y su creencia que una muestra de afecto así puede aliviar cualquier cosa.
-Mi pequeño, tengo que hablar con tu papi- Sonrió a su hijo menor –Quédate con tu hermano, ya volvemos-
-Y... ¿Si nos quedamos aquí?- Milo de inmediato protesto, pero sabe que no le puede ganar a su cubito en esto.
-Vamos- Le hablo de forma gélida, pues sin duda está molesto, pero se está conteniendo, tomando la mano del escorpión.
Sin más remedio fue, entiende el sentir de su amado esposo, dejando solo a sus hijos y con la promesa de que el peli cerúleo volverá bastante frio.
Suspiró triste –Acabo de meter en problemas a Milo- Se siente muy culpable por esto.
-Hermano... ¿Qué paso?- El niño no entendía del todo lo que ha ocurrido para que el rubio quedara así.
-Discutí con Ikki, el hermano mayor de Shun- Sonrió mientras se cerca el cabello con una toalla –Y bueno... Terminamos en el lago- Cerro sus ojos –Creo que también arruine la cita de Shiryu y Shunrei-
El pequeño ladeo su cabecita, entendiendo un poco, pero prestando más atención a lo último -¿El tío Shiryu y la bonita señorita?- Se acordaba por la plática el primer día que la vieron en Libra.
-Sí, de ellos dos- Asintió, buscando su ropa.
-¿Se enojaron por qué pelearon?- Pregunto con cierta duda.
-No, pero... Debió ser algo que le ayudará acercarse- Se sentó en el suelo, sintiéndose un mal amigo y novio.
-No estés triste hermano- El niño entiende que el rubio no está feliz –Yo puedo ayudar- Se acercó para abrazar al mayor, sin importar que este mojado.
-Camil, te vas a ensuciar- Lo quiso apartar, pero no se resiste a los abrazos de su hermanito.
-No importa, yo ayudare a mi hermano- Sonrió, dándole un beso en la mejilla.
Esta muestra de afecto le agrado al rubio –Bueno... ¿Qué propones mi pequeño hermanito?- Le dio un fuerte abrazo, sabiendo que después le daría un baño, por mojarlo
--------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------
Buenos días, tardes, noches, ¿Que hora es? ¿Quién me ha robado el reloj? ¿Como están mis terrones de azúcar? Yo me encuentro muy bien, aquí pasando un excelente jueves, con noticias fabulosas, pero de Pokemon Go, jajajjajajja.
Dios ya quiero que sea Marzo, por tantas razones Dios... Ya no puedo aguantar... Kiaaaaaaa
En fin... ¿Que les parece?
Por poco pasaba el beso... Pero... Dohko tenia que llegar a interrumpir... Y vemos que quiere ayudar a si alumno, ademas que Milo se tomo el papel de pare muy enserio y Camus eso no le gusto nada... Por darle malos concejos.
Jajajajajajajaja... Me alegra mucho que les este gustando.
En fin... Les quiero hace una pregunta. Para todos mis terrones que leen Miraculous Dorados...
¿Quien creen que sea el primer Akumatizado?
Jaajajaj ya saben que tendrán la actualización el domingo, por lo tanto deseo saber sus respuestas.
Las espero como sus comentarios y reclamos.
Bueno mis terrones de azúcar, me paso a retirar, debo hacer algunas cosas... Los quiero mucho mis terrones, mil gracias por estar conmigo, leyéndome cada día... Hacer que me emocione siempre, al ver que ustedes me dejan sus comentarios, apoyándome tanto.
Los mega quiero tanto, son los mejores del mundo mundial, por favor cuídense mucho, hagan caso a las medidas de higiene.
Nos vemos mañana.
Ammu se va.
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top