Capitulo 1 (Bronces)

Dos jóvenes, que fueron criados casi juntos, por la misma persona.

Uno para ser caballero de bronce y algún día subir más allá, la joven solo para tener una vida normal.

Poseían en sus nacimientos signos zodiacales compatibles, que estaban destinados a estar juntos como una amistad o como algo más.

Se notaba el cariño que se profesaban desde muy pequeños, principalmente de la joven de origen Chino, cabellos negros hechos en una trenza, con una figura pequeña y tez blanca.

Siempre vestida con tonalidades rosas, alegre, preocupada por quienes quería más en este mundo.

Y quienes tenían este privilegio, pues el viejo maestro Dohko de Libra, aunque en esta época, gracias a la Diosa Atena logro volver a la vida.

Tener una vida "Normal" en lo que cabe, esto la llenaba de felicidad, pero lo podía compartir con el caballero de bronce de Dragón y si esta es la persona especial de la joven Shunrei.

Ese amor con el cual logro protegerlo cuando tuvo que pasar las doce casas, como oró y oró todo ese tiempo, y cuando el enfrentamiento contra Hades, sentía que perdía la vida porque su "Padre" Y su amado Shiryu se estaban enfrentando al mismo Dios del Inframundo.

Pero no es momento de recordar cosas tristes, cuando la situación ya no es esta.

Por el momento esta nueva historia que les presento ante ustedes, se basara principalmente en esos dos jóvenes que ahora pasado un tiempo, no mucho consideradamente unos dos años después de que revivieron los dorados.

Por lo tanto sus edades oscilaban entre dieciséis años él Dragón y catorce Shunrei.

Si bien el seguía entrenando, cumpliendo misiones del santuario, ella prefirió seguir su vida en aquella cabaña en donde fue criada por Dohko.

Siempre le estaría agradecida por eso. Lo consideraba su padre.

Este caballero sí que tenía hijos adoptivos.

Mas en algún punto de sus vidas, Shiryu también había desarrollado ciertos sentimientos por ella, desde tiempo atrás lo hizo, pero aunque se lo demostrara de una forma más sutil, sin tener que confesarse.

Ya que por la misma guerra santa que se llevó acabo en esta época, no podría ilusionarse tanto y si moría, no quería deja sufriendo a Shunrei, si bien la hizo padecer un dolor muy grande, cando pensaba que jamás volvería a verlo.

Había estado pensado por mucho tiempo esa situación, pues cada que regresaba de misión, entregaba su reporte al santuario, iba a Cinco picos, para estar con su apreciada persona.

Se trataban como muy buenos amigos, o casi como hermanos así fueron criados.

Aunque se sabe de antemano que el viejo maestro sabia de los sentimientos de ambos, pero siendo como son, tímidos para confesarse.

Creo que no aprendieron los métodos de coqueteo o cortejo de su "Padre".

Había estado pensando mucho en esto, por un largo tiempo.

Pero no encontraba la forma adecuada de hacerlo, por más vueltas que le daba, todo se reducía a que haría el ridículo.

Podría arriesgarse a decirle que la quiere, la ama... Pero.

¿Sería correspondido?

Si, aun se preguntaba eso, cuando ella había dado muestras de que así era.

Mas pasado los sucesos, el tiempo, creía que tal vez sus sentimientos se hubieran disueltos y ahora lo viera solo como su hermano.

Pensar en eso no era bueno para la concentración el pobre Dragón, y más si estas entrenando con un frió compañero de armas como lo era Hyoga.

Con un movimiento de sus piernas, haciendo que se barriera esta y provocando la caída del chico de cabellos largos y azabache, ojos verdes.

-Gana Hyoga- Un castaño de cabellos cortos, piel bronceada y una sonrisa declaro el final de ese combate.

-Bien hecho Hyoga- Un joven de cabellos verdes hasta un poco más abajo de los hombres, sonrió con un leve sonrojo en sus mejillas, aunque también se preocupaba por su amigo caído -¿Estas bien Shiryu?-

-Ven levántate- Le extendió la mano al Dragón, con ropas estilo Chinas de color morada y pantalón blanco.

-Gracias- Sostuvo su mano con firmeza y se incorporó.

-¿Qué te pasa amigo?- El caballero de pegado se acercó a ambos, con sus brazos detrás de la cabeza –Últimamente estas muy distraído en los entrenamientos-

Cerro sus ojos, con su semblante apacible y sereno de siempre –No es nada Seiya, solo he estado un poco pensativo- Sonrió gentilmente.

-¿Pensativo? ¿Por qué? ¿Pasa algo malo?- Andrómeda se acercó, para integrarse a la conversación.

-No, no pasa nada malo, solo que debo meditar seriamente algunas cosas- Le contestaba tranquiló al más joven de los cuatro.

Mas el pegaos y el cisnes, se daban una leve idea de que le pasaba.

Pues alguna vez acompañando a Shiryu los cinco picos para pasar un fin de semana con él, se percataron de la atención y miradas que el Dragón le daba a la joven.

Pero siempre trataba de fingir que no pasaba cuando ella se giraba o sus compañeros se le quedaban mirando fijamente.

Por esa razón, fijaron sus ojos directamente al chico, listo para hacerlo desatinar un instante.

-Yo creo que se trata de una muy linda chica- Menciono Seiya, cruzado de brazos, cerrando los ojos y asintiendo con la cabeza, muy serio.

-De cabello negro en una trenza larga y ojos oscuros- La misma pose de Pegaso adopto.

Esto solo provoco, un leve sonrojo en las mejillas de más alto, que desvió la mirada, avergonzado, tanto que no tenía intención de hablar.

Sonrieron en conjunto -¿Estamos en lo correcto Shiryu?- Como le gustaba tentar a su suerte el castaño oscuro

-No... No... Se... De... Que están... Hablando- Estando avergonzado por aquella acusación.

Ambos estaban riéndose por las reacciones de su compañero, estaban obtenido avergonzar al mayor.

-¡¡¡OIGAN!!! No sean así...- Shun, fue quien protesto en defensa de su amigo, sobre todo dirigió una mirada de molestia hacia el rubio.

-Oh, vamos Shun no te enfades, es solo una broma- Cuando su ahora novio, le dedicaba esa marida es que en verdad no le parecía correcto lo que hacían.

-Si, además esto le servirá a nuestro amigo, en que debe declararse de una buena vez- Paso su brazo sobre el hombre del joven Asiático.

-¡¡¡¿QUÉ?!!!- Se alarmo al escuchar aquello, pues le estaban dando a entender de forma descarada que su amor debía mejor ser hablado ha ocultado y eso sí que no le parecía hacer aun.

-¿No quieres decirle lo que sientes a Shunrei?- El cisnes, le interrogo, pues parecía querer hacer eso con su forma de ser.

-Po... Por su puesto que no... No puedo hacer eso- Le contestó lo más rápido posible para sonar sincero.

-¿Por qué no? Nada se los impide ahora- Hablaba con tanta razón Seiya.

-Es verdad, ahora que no hay guerras, enemigos por el momento, vivimos en una gran paz- Andrómeda sonrió ante aquellos días de tranquilidad.

Estaba arrinconándose, pues sus amigos tenían razón, habían estado viviendo una paz desde hace dos años, que prometía durar bastante, nos e negara que existían de repente algunos problemillas menores, pero eran fáciles de encargarse y más cuando la mayoría de la orden Ateniense estaba en sus perfectas condiciones.

No podía negar, que el hecho de no decirle nada a la joven, venia más de adentro de su corazón, la pequeña inseguridad de que se hubiera tardado tanto y desperdicio el tiempo.

Tal vez no en vano, pero el amor puede que no siempre este allí.

-Pero... Muchachos... Yo... No estoy seguro- Decía esto con sus mejillas sonrojadas.

-¿Cómo que no estás seguro? Si vemos como la observas- Como se notaba que Seiya estaba decidido ha hacerlo confesar todo.

Sus ojos se abrieron como platos, su boca se apretó, no podía creer que había sido tan obvio, estaba acabado en ese sentido.

-No te preocupes- Le reconfortaba el Ruso –Si no estás seguro en cómo hacerlo, te podemos ayudar- Se señaló a si mismo con el dedo pulgar.

-Así es Shiryu- El castaño sonrió animado, para también unirse al apoyo.

No quería ser grosero, pero de hecho la ayuda de sus dos amigos, la agradecería en otras circunstancias y la aceptaría sin duda, pero en el ámbito del amor, estaban algo perdidos.

Sonrió forzadamente, quería sonar lo más respetuoso posible, pero sería imposible, conocía que Seiya podría ofenderse y Hyoga tal vez molestarse un poco.

-Amigos, muchas gracias, pero no requiero su ayuda- Trataba de que su semblante sereno volviera a él, suspirando ligeramente –Pues mis sentimientos por Shunrei, aún son inciertos-

-Shiryu, pero es que si se nota que la quieres- Ahora el peliverde corto se había unido a esta conversación, y también parecía estar en contra del Dragón, pero de buena forma.

-Shun ¿Tú también?- Pensaría que el otro no se metería para nada, de los tres siempre actuaba como el más tranquiló, apoyando la razón en ocasiones.

-Ja, ja, ja, ja si Shun está de nuestro lado, es que es verdad- Seiya abrazo al de piel pálida.

Acto que molesto ligeramente a Hyoga pero lo pasaba por que eran amigos de hace mucho tiempo y sabía que no era con mala intención.

-Mira, aunque no quieras decirnos, nos damos cuenta, así que te vamos a ayudar a confesarte quieras o no- Ya esto aprecia una amenaza que cortesía.

Suspiro, ya ¿Para qué ocultarlo? De nada serviría.

Pero debía primero decirles algo importante.

-Muy bien, es verdad... Quiero mucho a Shunrei, más de lo que se puede querer a una amiga, pero... No estoy seguro de querer su ayuda- Decía esto, serio, con los brazos cruzados y mirándolos a todos.

-¡¡¿QUÉ?!!! ¿Por qué?- Pegaso ya se estaba haciendo el ofendido.

-Seiya, eres uno de mis mejores amigos, al igual que todos ustedes, pero... Sus... Formas de ayudar no son siempre las mejores- Su semblante no cambió, pero quería sonar no tan cruel.

-¿Cómo que no son las mejores?- El rubio, con ceño fruncido, pues él se consideraba algo bueno en el tema del amor.

-Menciona solo una vez que hiciéramos algo incorrecto al ayudar a alguien- Pensaría que tendría el triunfo asegurado, que no tuviera conocimiento de que alguna vez cometió un error.

Pero ellos se llevarían una sorpresa, pues sus habilidades de ayudar, aunque bien intencionadas, podrían ser bastante cuestionables.

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Buenos días, tardes, noches ¿Que hora es? ¿Quien me ha robado el reloj? ¿Como están mis terrones de azúcar?

Solo diré que este fic, es un regalo para un terrón de azúcar que ha estado conmigo desde el principio, la verdad, estoy preparando fic's y dibujos para mis terrones de azúcar, para sus cumpleaños, algunos tendrán fic's otros dibujos, jajajajajaj pero todos serán con mucho amor y cariño, saben no soy ni la mejor dibujante, ni la mejor escritora, pero se hace lo que se puede.

Este fic es dedicado con todo mi cariño para mi terrón de azúcar Anonimus1000days, pues hoy es su cumpleaños y quiero celebraron con este fic.

Un día feliz para ti, hoy es tu cumpleaños si que si, felicidades Anonimus1000days, tu cumpleaños si que si.

Un día feliz para ti, hoy es tu cumpleaños si que si, felicidades Anonimus1000days, tu cumpleaños si que si.

Actualizare este fic, de a poco como los tres nuevos que saque, pues cuando valla terminando los voy agregando, pero saben si de repente puede llegar alguna actualización de los que aun no están en la lista de las semanas.

Jajajajajajaja Bueno me despido por el momento, sean buenos y diviértanse, disfruta tu regalo terrón de azúcar Anonimus1000days, lo hago con todo el corazón de mamá terrón de azúcar.

Ammu se va. 

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