Capítulo 9: Porno
Ashton
Enero del 2012
Podía sentir que mi baba caía de mi boca al suelo y no era al único que le sucedía.
Gohan estaba pegado mirando a nuestra nueva compañera de intercambio, proveniente de Inglaterra.
Era una pelirroja de catorce años con lindos ojos, labios y curvas... era como un ángel caído del cielo para cualquier chico de nuestra edad.
En el último tiempo había tenido varios enamoramientos pasajeros, pero estaba seguro de que esa chica no se me saldría de la cabeza fácil.
—Oye, ¿quieres un chicle? Es de sandía.
Miré a Gohan con una sonrisa y asentí.
Chicle de sandía. Que rico era meterse una buena cantidad de chicles y hacer una bola de masticable en mi boca... Ah, sí, la chica nueva.
Mi atención salió de los chicles que me entregó Gohan y volvió a la chica, quien se sentó dos puestos adelante.
Toda la clase tenía sus ojos puestos sobre la nueva integrante de la clase.
Las mujeres hablaban de lo bonita que era y de incluirla a sus grupos de amigas, mientras los hombres se comportaban como salvajes y hablaban de su belleza en un sentido más vulgar.
No había nada que odiara más que oír a mis compañeros hablando de una mujer como si fuera un producto en un mostrador y, además, en público.
Mi padre decía que no era de hombres decentes hablar de las mujeres así. Era incómodo para ellas e irrespetuoso. A mí no me hubiera gustado oír a grupo de personas hablando de mi trasero de tal forma.
Gohan y yo no solíamos hablar mucho de chicas de esa forma. A lo más hablabamos de que nos parecían atractivas, sin dar más detalles, y en privado, no mientras las mirábamos fijamente.
Cuando salimos al receso, fuimos a jugar básquetbol con otros compañeros y mientras tomábamos un descanso, uno hizo un comentario bastante extraño.
—La chica nueva se parece a una actriz porno que vi en un video el otro día.
Todos comenzaron a hablar de la chica nueva y Gohan y yo compartimos unas miradas de incomodidad.
—Hablando de porno, el otro día vi un video muy bueno, se los voy a mandar —dijo otro, sacando su celular.
Eso llamó mi atención y, sin poder guardarme la curiosidad, hice una pregunta:
—¿Ustedes ven porno?
Todos, menos Gohan, me miraron como si hubiera dicho la mayor atrocidad del universo.
—¿Dónde has vivido toda la vida, Ashton?
Todos comenzaron a hablar de los videos que veían como si fueran dignos del Oscar y yo no sabía muy bien que decir.
Yo sabía que era la pornografía, mis hermanos mayores me lo habían explicado cuando encontré una revista playboy en la canasta de ropa sucia del cuarto de Marco. Aún así, jamás me había entrometido más, sentía que era algo ilegal...
—¿Cómo mierda te masturbas?
¿Qué acaso ellos no tenían imaginación? Yo no necesitaba ver mujeres desnudas para poder llevar a cabo esas prácticas.
Luego de que el receso terminara y tuviéramos que volver a clases, podía sentir a la curiosidad picándome la nuca.
Cuando el día terminó, Gohan y yo fuimos en dirección a mi casa, como todos los viernes.
—¿No te da curiosidad... tú sabes? —pregunté de pronto.
—¿Qué cosa? —Gohan me miró extrañado.
—Los videos...
—¿El porno?
Yo miré hacia todos lados para cerciorarme de que no hubiese nadie caminado por la misma acera.
—No hables tan fuerte —le pedí—. Pero sí, eso.
Gohan miró alrededor también y luego me miró con total despreocupación.
—No es nada raro, ni ilegal... Además, no hay nadie en la calle —me dijo.
—Igual.
Hubo un momento de silencio.
—¿Entonces tú has visto?
Gohan negó.
—Mamá vigila todo lo que hago en Internet, sea en mi celular u ordenador —explicó—. Y aunque no es algo ilegal, no le va a gustar que vea esas cosas.
—¿Por qué es tan malo si no es ilegal?
Gohan se quedó pensando un momento y terminó por encogerse de hombros.
—No tengo idea. No puedo saberlo si no he visto y nadie lo dice...
—Tal vez debamos ver —sugerí con algo de temor.
Gohan me dio una mirada que me dio a entender que estaba de acuerdo, por lo que, apenas cruzamos la puerta de mi casa, corrimos al segundo piso y nos encerramos en mi cuarto.
Yo tomé mi laptop, la cual me habían comprado recientemente para hacer mis tareas, y entonces me senté en la cama con Gohan a un lado.
Por suerte, a esa hora el viernes, nadie estaba en la casa, incluso Misty no estaba por ningún lado. Probablemente había salido a hacer compras o algo más.
Mientras Gohan se ocupaba de encender la laptop y desbloquearla, yo me levanté y fui a cerrar la ventana y las cortinas.
Me sentía como si estuviera haciendo la cosa más asquerosa del universo, pero no entendía porqué.
Cuando estuve seguro de que nada se vería o se oiría en el exterior, me senté con Gohan nuevamente, quien ya tenía abierta una pestaña de incógnito en la laptop.
—Bien... ¿Cómo busco esto? —preguntó Gohan.
Yo tampoco tenía idea de cómo hacer eso, por lo que sólo escribí con el teclado la palabra "porno".
Un montón de páginas se desplegaron con mi búsqueda y, como no tenía experiencia con lo que fuera que estuviera haciendo, solo elegí la primera página que vi y la cliqueé.
La página se abrió, mostrando una variedad de videos para elegir.
Gohan y yo quitamos la mirada por un momento debido a la sorpresa de ver tantas personas desnudas, pero seguimos indagando después de unos segundos, hasta que Gohan cliqueó un video al azar.
Ambos tomamos aire y le dimos play.
Al principio no sucedía nada raro, solo había una chica con lencería modelándola a la cámara. Todo se volvió una locura cunado dos tipos entraron y con bastante brusquedad comenzaron a tocarla.
En el momento que uno le metió su miembro en la boca bruscamente, ambos quitamos la vista.
—Quítalo —pedí nervioso.
—Tú quítalo. No quiero ver.
Comenzó a empeorar cuando la chica comenzó a gemir... o gritar, mejor dicho.
—¡Sácalo! ¡Sácalo! —pedí, empujando mi laptop.
—¡No, que asco!
Gohan se cubrió los ojos con las manos.
—¡No seas cobarde!
—¡Tú no seas cobarde!
Ya que, Gohan no parecía que fuera a reaccionar, me armé de valor y tomé la laptop para quitar el video.
Yo creí haberlo quitado, pero realmente solo había puesto otro.
Ese era distinto, había una pareja heterosexual besándose y tocándose de una forma que se veía mucho más placentera.
De pronto, Gohan se descubrió los ojos y se quedó mirando la pantalla conmigo.
Seguramente, al igual que yo, consideraba que eso se veía mejor. No habían gritos exagerados, ni actos violentos, era algo mucho más natural.
La actriz del video era muy bonita en todos los sentidos y aunque debía ser casi diez años mayor que yo en ese video, me hubiera encantado ser el tipo en el video en ese momento.
Cuando comenzó la penetración no se veía dolorosa para ninguno y los ángulos de la cámara enfocando el trasero de la mujer comenzaron a causarme un problema.
Comencé a sentir mis mejillas calentarse por la vergüenza de estar teniendo una erección, pero al mirar a Gohan, noté que sus pantalones del uniforme se veían algo tensos.
—Tengo que ir al baño —dijo Gohan, poniéndose de pie rápidamente.
—Yo también. Tú usa el mío y yo iré al de abajo...
Ambos nos miramos un momento, como estábamos tomando la costumbre de hacer, y entonces fuimos a hacer lo que teníamos que llevar a cabo.
Por suerte, la mirada de Gohan me dio a entender que no tenía que sentirme avergonzado de nada. Había momentos en los que realmente amaba que pudiéramos comunicarnos así.
¡Holis!
Hoy en la mañana me di cuenta de que debía actualizar ayer, pero con lo enferma que estoy no me di cuenta del paso del tiempo JSDJDJ
Mañana estará el próximo capítulo como corresponde.
PD: Este capítulo está basado en una experiencia real mía. Con una amiga nos metimos a una página por curiosidad y al ver un vídeo, ambas nos asustamos y tiramos mi computador JDJJDDJD
¡Besitos!
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