Capítulo 40: Mentira Descubierta

Gohan

Ese día, al volver al hotel después de dar nuestras declaraciones, habíamos tomado la decisión de mantenernos ahí. Después de haber tenido un pie dentro de nuestro ataúd, creíamos que lo mejor era no meternos en más problemas por una noche. 

Ya que era invierno y Ashton tenía un tatuaje, no podíamos ir a la piscina a menos de que quisiéramos congelarnos o que Ash agarrara una infección, por eso, habíamos estado con las chicas en el spa, donde recibimos un maravilloso masaje y, luego, en la noche, habíamos ido a un espectáculo en El Coliseo.

El Coliseo era un teatro que tenía el hotel para hacer espectáculos y conciertos. Obviamente, tenía la forma de un coliseo con una mezcla de estilo más moderno y, a diferencia del de Roma, estaba entero. Muchos artistas grandes como Cher, Madonna o Elton John habían tenido conciertos ahí

-Me gustaría que Katy Perry hiciera una residencia en Las Vegas -me dijo Ashton.

-Pues si la hace, prepárate para venir una vez más.

Katy Perry y Las Vegas solo podía significar algo maravilloso y no estaba dispuesto a perdérmelo.

-La próxima vez podríamos evitar que nos dispararan eso sí -sugirió Ashton-. Solo si se puede.

Sí, lo intentaremos.

Por supuesto, esa noche paso lo que nos había hecho aceptar ese viaje: una orgia con nuestras compañeras; y como esa vez no estábamos ebrios, podía recordar todo lo que había pasado.

El siguiente día fuimos al casino del hotel y nos mantuvimos jugando ahí por casi cinco horas. Yo había estado en el Blackjack, aunque no me había ido muy bien. De todas formas, yo sabía que había un truco para tener más posibilidades de ganar y luego de eso, pretendía aprenderlo y practicarlo en un futuro.

Si bien, nuestra última noche también había sido tranquila para estar en Las Vegas, me había divertido apostando y volvería feliz a Los Ángeles.

[...]

Dulce, dulce hogar.

No era que el hotel hubiera sido incomodo o algo por el estilo, pero ya estaba acostumbrado a ese pequeño departamento con una cama de una plaza para mí y sin servicio a la habitación... bueno, quizás hubiera cambiado lo último. Vivir con servicio a la habitación hubiera sido como el paraíso.

Habíamos llegado a casa como a las cuatro de la tarde, por lo que fuimos a comprar el almuerzo y volvimos para atragantarnos con comida. Parecíamos salvajes masticando las hamburguesas, pero, en nuestra defensa, nos moríamos de hambre.

Estábamos masticando sentados en el suelo, mientras veíamos un programa de remodelación de casas en la televisión, cuando alguien toco la puerta.

-Ve a abrir -me dijo Ashton, concentrado en la tele.

-Ve tú.

-No, yo pagué las hamburguesas, te toca.

Maldito Ashton, siempre tenía algo que sacarme en cara en esos momentos.

Sin discutir más, me puse de pie y fui a abrir la puerta, encontrándome con alguien que definitivamente no quería ver.

-¡Señor Johnson! -grité con fingida felicidad para que Ashton se diera cuenta de su presencia.

Ashton se atoró con comida y empezó a toser, a la vez que se ponía de pie.

El señor Johnson entró al departamento y cuando iba a cerrar la puerta, alguien la detuvo... Marco Johnson la detuvo.

Marco me dio una mirada llena de desprecio y me indicó que eso no sería nada bueno.

-¿Cómo estuvo la Patagonia? -preguntó el señor Johnson, poniéndose frente al televisor-. Veo que fue un viaje algo corto para ir a un lugar tan lejano a hacer una investigación.

-El avión fue rápido -dije-. El de ida y de vuelta.

El señor Johnson me dio una mirada llena de ira, lo que hizo que decidiera cerrar la boca.

-Papá, es que al final atrasamos el viaje... no fuimos -mintió Ashton-. Olvidé comentártelo.

-No me mientas, Ashton -le advirtió su padre-. Debí suponer que su viaje era falso, jamás los enviarían a una investigación en la Patagonia. Gohan ni siquiera puede ubicar Chile en un mapa.

No era tan bueno con la geografía, en realidad. Sabía mucho sobre tipos de clima, glaciares, desastres naturales y geomorfología; pero cuando se trataba de capitales y mapas, mi memoria fallaba. Ni siquiera podía reconocer todos los estados de Estados Unidos si me daban un mapa.

-Eso da igual, lo importante es la fuente de agua dulce de...

-Olvida tu estúpida mentira, Ashton... -le pidió, sacando su celular para mostrárselo-. Dos turistas salvan a Britney Spears de un tiroteo, no en la Patagonia, en Las Vegas.

-Pues eso está mal -dije-. Yo no hice nada, Ashton fue el que la salvó... y fue un accidente.

El señor Johnson me volvió a mirar.

-Gohan, me importa un pepino como y quien salvó a Britney Spears -aclaró y volvió a mirar a su hijo-. ¡Me mentiste!

-Claro que sí porque si te hubiera dicho que iría a Las Vegas me hubieras dado un sermón lleno de insultos -dijo Ash.

-Sí, porque te conozco perfectamente y sé que fuiste allá a apostar, drogarte y acostarte con quizás qué clase de mujeres. Si no mueres de una sobredosis, lo harás de sífilis.

-¡Ay, papá, uso condón siempre y me hago exámenes todos los años!

-¡Eso no es suficiente!

-¡Pues me da igual, porque es mi vida!

-Bueno, si tanto quieres jugar a ser independiente, ¿por qué no te pagas la universidad tú? -se entrometió Marco.

Ashton lo miró molesto.

-¡Porque mamá y papá decidieron tenerme y su deber es pagar mis malditos estudios! ¡A ti te pagaron todo!

-Sí, pero yo seguí sus reglas.

-¿Ahora resulta que mis estudios están condicionados por mi comportamiento? -preguntó Ashton-. ¡Eso se llama manipulación!

-No, Ashton, se llama tener responsabilidades -siguió Marco.

Ashton soltó un suspiro ya harto.

-Miren, sé que no soy la persona más responsable, ni tengo un comportamiento ejemplar; pero soy responsable con mis estudios -les dijo-. Voy a sacar una carrera en una de las mejores universidades del país y algún día maduraré, lo juro.

-Ya veremos si logras sacar esa carrera, yo no estaría tan seguro -le dijo Marco.

-Silencio, Marco -lo calló el señor Johnson-. Mira, Ashton, haremos un trato. Tú sacarás esa carrera en máximo cinco años más o yo jamás volveré a ayudarte con tus problemas. No te pagaré ninguna fianza, ni te sacaré de prisión, ni le pagaré a los periodistas para que cierren la boca sobre tus idioteces y, por supuesto, eso va para Gohan también.

Ashton asintió.

-Me parece un buen trato.

Ambos se dieron un apretón de manos con algo de tensión en el ambiente aún.

-Y no intentes volver a mentirme, Ashton -advirtió, por último, antes de ir a la puerta para salir del departamento.

Marco no salió de inmediato, esperó a que el señor Johnson saliera para decir una última cosa:

-No sé porque papá y mamá te tienen tanta paciencia, pero ambos sabemos que, sin ti, la vida de ambos sería mucho mejor.

Una vez que terminó, se marchó sin despedirse, igual que su padre.

Supuse que lo que había dicho Marco desataría otra crisis en Ashton.

[...]

Ni siquiera ocupábamos la cocina y Ashton parecía desesperado por dejarla reluciente.

-Ashton -lo llamé-, ¿no quieres salir o hacer otra cosa?

-No, estoy bien -respondió, mientras fregaba la mesa de desayuno de la cocina.

Yo me quedé de pie junto a él, intentando pensar en una forma de que se quedara tranquilo.

-¿No quieres ver algo en la televisión? Creo que a esta hora dan "Preso en el extranjero" -lo pensé un momento-. No, mejor ese no... nada de drogas, ni de presos que decepcionan a sus familias.

Ashton no dijo nada, solo siguió fregando.

Decidí detener su mano con mis manos y obligarlo a dejar de limpiar.

-Vamos al so...

Antes de poder terminar la frase, Ashton uso su mano libre para lanzarme desinfectante a la boca, haciendo que lo soltara de paso.

Yo comencé a toser y fui al lavaplatos para escupir y limpiar mi lengua con desesperación.

-Tengo que salir, tengo que salir -oí decir a Ash, desesperado.

Cuando ya no pude quitarme más el sabor del desinfectante, me volteé para ver hacia la sala, encontrándome con que mi amigo ya no estaba ahí.

Solté un suspiro algo decepcionado. Lo único que me quedaría sería esperarlo para cuando llegara ebrio y deprimido.

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