Capítulo 39: Persecución

Ashton

Cuando desperté, tenía un dolor de cabeza horrible, lo que no me sorprendía después de haber bebido como desquiciado la noche anterior. Además, el ambiente olía a una mezcla de alcohol, marihuana y cigarrillos, de hecho, aun podía ver algo de humo acumulado en el cuarto.

Estaba en una cama, pero no era en la habitación de hotel que compartía con Gohan en el Ceasars Palace... ese ni siquiera era el Ceasars Palace.

Fue ahí cuando recordé que habíamos llegado a otro hotel con los amigos de la pareja recién casada que conocimos.

Cuando miré hacia el lado, no me sorprendió ver a una chica desnuda, igual que yo, a mi lado. Amanecer junto a una mujer era algo que me pasaba casi siempre que bebía e incluso a veces estando sobrio.

Más allá en la cama me encontré con Gohan, lo que tampoco me sorprendió.

Para no despertar a la chica, pasé mi brazo por encima sin tocarla y comencé a remecer a Gohan, quien emitió unos cuantos quejidos antes de abrir los ojos.

Al principio, Gohan no pareció sorprendido, pero luego de mirar a la chica, me miró a mí horrorizado. No podía creer que a Gohan Bridge le asustara haber despertado junto a una mujer después de una noche loca, pero entonces me explicó.

—Es la novia —susurró.

La chica estaba durmiendo con el rostro para el lado de mi amigo, por lo que debí asomarme por encima de ella para verla y comprobarlo.

Oh, no, me había cogido (o eso suponía) a una mujer casada...

Gohan y yo hicimos el ademán de levantarnos de la cama, pero antes de que pudiéramos huir, la chica dio un bostezo y se sentó en la cama.

Nosotros volvimos a donde estábamos, disimulando nuestro intento de huida.

La novia le dio una mirada a Gohan y luego una a mí, como intentando recordar quienes éramos, y cuando creí que daría un grito o al menos haría una expresión de terror, nos dio una sonrisa satisfecha.

—Para ser tan jóvenes, saben divertirse y coger —comentó.

Gohan la miró preocupado.

—Te casaste anoche —le recordó.

—Sí, pero no tuve despedida de soltera —argumentó.

—La despedida de soltera tiene que ser antes de casarte —le dije—. Por eso es "despedida de soltera". No te puedes despedir de la soltería después de casarte.

Ella solo soltó una risa.

—Sí, pero solo me case anoche. Además, yo soy la esposa, no entiendo porque están tan preocupados —nos dijo.

—Pues porque si tu novio se entera...

—No pasa nada —me interrumpió—. Él es muy relajado y dulce.

Yo no estaba tan seguro de que fuera lo suficiente dulce como para no enfurecerse si encontraba a dos tipos durmiendo con su esposa.

—Bueno, creo que ya tenemos que irnos —le dije, poniéndome de pie.

Lo que menos quería era encontrarme con su esposo.

Gohan me imitó y ambos comenzamos a vestirnos.

—Pensé que seguiríamos esta mañana, pero como ustedes quieran —dijo la mujer, tirándose en la cama nuevamente.

—Sigue con tu esposo, mejor —le sugirió Gohan.

Cuando me puse la camiseta, me di cuenta de que mi brazo tenía algo. Me quedé boquiabierto mirando la brújula de mi antebrazo y cuando estaba por preguntarle a Gohan si recordaba cómo había terminado con ese tatuaje en mi cuerpo, algo me interrumpió.

La puerta de la habitación se abrió de golpe y el novio entró furioso, con toda la ropa desordenada y el cabello despeinado. Seguramente también había tenido una noche algo loca.

—¡Hijos de perra!

El tipo intentó ir por Gohan, quien estaba más cerca, pero él le tiro una lampara que había en una mesa de noche y saltó por encima de la cama para llegar a mi lado.

Ambos corrimos fuera de la habitación, sacando ventaja de que el novio estaba algo torpe, quizás que cosa había consumido la noche anterior, pues estaba seguro de que marihuana y cocaína no eran las únicas cosas que había por ahí.

Antes de que llegáramos al ascensor, una botella vacía se estrelló en el suelo a unos centímetros de mí. El idiota, supuestamente dulce y relajado, nos estaba intentando matar.

Una vez dentro del ascensor, el novio logro detener las puertas y entras con nosotros. No pudimos sacarlo a patadas, pues la puerta justo se cerró y solo nos quedó defendernos.

Gohan y yo estábamos intentando apretar el botón del siguiente piso para no tener que esperar a llegar al primero para sacarlo de ahí, pero no pudimos, en especial porque el tipo sacó una pistola de su pantalón.

—¡Gohan! —le grité asustado.

Él sabía lidiar con armas mejor que yo, incluso había disparado algunas.

Ambos empezamos a forcejear con el tipo y yo pedía en mi interior que alguien quisiera abrir el ascensor en algún piso que estuviera cerca, pero no sucedió.

—¡Hace como un mes hubo un tiroteo aquí, imbécil! —le dijo Gohan—. ¡Ten algo de respeto!

—¡Pues ahora habrá otro!

Grandioso, nos habíamos acostado con la esposa de un imbécil capaz de tirotearnos, aun cuando definitivamente iría a prisión después de eso.

Una vez que el ascensor se abrió, soltamos al tipo y empezamos a correr por primer piso, gritando:

—¡Está armado!

No queríamos que personas inocentes murieran por un loco como ese, así que esperaba que alguien llamara a la policía luego.

Justo cuando cruzamos la puerta principal, un disparo llegó en una de las puertas, aunque bastante lejos de nosotros.

—¡Tiene la peor puntería que he visto! —me dijo Gohan, mientras corríamos por la acera.

No sabía si debía alegrarme o sentirme peor, pues, al menos no nos daría a nosotros, pero peor hubiera sido que le diera a alguien que nada tenía que ver.

Por accidente, choqué con una mujer y la tiré al suelo.

—¡Por Dios, tiraste a la princesa del pop al suelo! —me dijo Gohan, boquiabierto.

—¡Hay un tipo armado! —le dije a Britney, quien aún estaba en el suelo, debajo de mí.

Justo un disparo dio en la acera, cerca de nosotros.

Por suerte, los guardaespaldas de Britney Spears detuvieron e inmovilizaron al tipo un poco antes de que la policía apareciera.

Yo ayudé a Britney a ponerse de pie, con algo de vergüenza.

—No sabe cuánto lo siento, señorita Spears.

Ella me dio una sonrisa muy amable.

—No te preocupes, me salvaste la vida —me dijo—. ¿Cuál es tu nombre?

—Ashton Johnson —respondí con la sonrisa más boba que tenía.

Estaba viendo a una leyenda justo en frente de mí, la había tirado al suelo y había estado sobre ella por unos segundos (sin ninguna connotación sexual) y había sido maravilloso.

—Muchas gracias por salvarme, Ashton.

Britney Spears me dio un beso en la mejilla y entonces nos despedimos. Ella se marchó y nosotros nos quedamos esperando a que la policía terminara el arresto para recibir órdenes.

—No me lavaré la mejilla jamás —le dije a Gohan, aun embobado.

Gohan abrió una de sus manos y me la mostró. Tenía cabellos rubios que claramente eran de Britney.

—Se los saqué mientras la mirabas como un idiota —me dijo.

—¿Me das uno?

—Claro que no, te lo vendo —me dijo.

—¿A cuánto?

—Diez dólares el centímetro.

—Hecho.

—Bien, luego vamos a comprar una bolsa para guardarlos —me dijo con tanta tranquilidad, como si no hubieran intentado matarnos minutos antes.

No me importaba que casi me dispararan, había tocado a Britney Spears y, aunque ya había ido a un concierto de ella alguna vez, no la había tocado jamás. Yo sabía que iba a estar por ahí en esas fechas, pues había tenido un concierto de su residencia la misma noche que nos habíamos cogido a la novia, pero jamás había pensado que me la toparía.

—Es el mejor día de mi vida... bueno, después de los tres días que he tocado a Katy Perry y del día que te conocí —le dije a Gohan.

Él me miró enternecido, pero después frunció el ceño.

—¿Katy Perry va antes?

Yo me quedé pensando un momento.

—No, bueno... tú eres mi alma gemela, así que vas primero.

Gohan soltó una risa y me abrazó con el brazo que no tenía ocupado por los pelos de Britney Spears.

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