Capítulo 33: Comienzo de Año
Enero de 2017
Ashton
—Mamá, solo fue navidad.
—Lo dices como si no fuera importante —dijo molesta—. Con la vida desenfrenada que optaste por tomar, podrías morir mañana.
—Ay, ¿y eso qué? Les ahorraría millones de dólares —dije con despreocupación.
—Ashton Johnson, yo sé que eres un idiota sin cerebro, pero cada día que pasa pienso más que eres peor de lo que creo —se quejó.
—Mamá, papá me está ignorando desde que supo lo de la marihuana. No iba a ir en navidad a que me humillaran como es costumbre en esta familia —dije con dureza—. Así que deja de molestarme por eso. Hablamos otro día.
Colgué la llamada sin dejar que se despidiera.
Yo sabía que no era que mamá me hubiera extrañado en las fiestas, sino que quería que me apareciera por allá para poder hablarme y reprenderme sin que pudiera cortarle el teléfono.
Resultó que dos semanas antes de navidad, subí una foto a Instagram fumando un porro y había olvidado que la pesada de Beverly tenía Instagram y me seguía. Había olvidado que ella era más joven que los otros tres, quienes no usaban más que Facebook y WhatsApp y no entendían Instagram o su gracia.
Beverly le había mostrado la foto a los demás con mucho entusiasmo y papá me llamó furioso para insultarme y llamarme "drogadicto" mil veces como si por no estar días sin fumar comenzara a tener síndrome de abstinencia.
Yo podía estar incluso un mes sin fumar y no pasaba nada, había veces que estaba tan ocupado que no podía darme el lujo de perder tres horas de mi día con los efectos de la marihuana; pero eso mi papá no lo podía entender. Él ya me imaginaba viviendo en una pocilga, durmiendo en un colchón sucio sobre mi vomito y con Gohan al lado, por supuesto; pero si así hubiera sido mi vida, no hubiera tenido sentido que hubiera aprobado todos mis ramos el semestre pasado en una universidad increíblemente prestigiosa.
Desde esa llamada, papá había dejado de hablarme, solo me había mandado el dinero que me correspondía y nada más. Si yo le pedía algo extra por mensaje, me dejaba el visto y me transfería el monto, pero nada más, ni siquiera estaba preguntando para que quería el dinero extra. Imaginaba que pensaba que era para droga.
Mamá sí seguía hablándome y respondiéndome, pero también estaba furiosa y el que me saliera del grupo de chat de la familia la hizo enfurecer más. En mi defensa, mis hermanos habían comenzado a reprenderme como si ellos tuvieran alguna autoridad sobre mí.
El que no fuera a casa para navidad empeoró las cosas porque no habían podido satisfacer sus ganas de insultarme y molestarme más.
De todas formas, no era algo que me quitara el sueño, ya se les pasaría. Ahora que ya no vivía con ellos, no les temía.
Si mis padres hubieran descubierto que yo fumaba hierba mientras vivía con ellos, hubiera deseado morir porque estaba seguro de que mi propio padre era capaz de llamar a la policía para darme una lección. Las drogas no eran un juego para él y que yo fuera su hijo menos querido, no ayudaba.
—Al menos aun no ve mis antecedentes...
Si papá llegaba a ver que me habían arrestado por posesión cuando el cannabis aún era ilegal en California, yo no volvería a acercarme a él jamás... ni cuando estuviera en un ataúd. Por suerte, Beverly no se había dado el lujo de delatarme con eso aun.
De pronto, alguien tocó la puerta y, como Gohan estaba dándose una ducha, yo me levanté del sofá y debí ir a abrir.
—Hola, imbécil —Bella entró echa una furia y me lanzó su bolso.
—Oye, ya tengo suficiente con mi familia, no necesito esto de nuevo...
Bella y yo ya no éramos nada, principalmente porque ella había malentendido toda nuestra relación.
Ella misma había notado que yo era la misma clase de tipo que Gohan, solo que un poco menos particular y más sensible. Yo sí podía tener una novia, pero jamás le había pedido a ella que lo fuera.
Ella se había enamorado de mí o eso me había dicho en año nuevo llorando ebria; justo después de que me viera besando a otra chica.
—¡No puedo creer que ni siquiera puedas entender que esté enojada!
—¡No, no lo entiendo porque no éramos novios! ¡No es mi problema que tú me ames o lo que sea!
Se me había pasado la raya, pero era culpa de mi familia por ponerme tan de malas durante todos esos días y de Bella, por querer hacerme quedar como un insensible que buscaba romperle el corazón por diversión.
Ella abrió la boca impresionada por lo que había dicho.
—¡Eres incluso peor que Gohan! ¡Al menos él sabe que es un imbécil!
En eso, la puerta del baño se abrió y Gohan asomó la cabeza.
—Iba a esperar a que terminaran, pero no pude evitar oír mi nombre y quiero decir que yo no soy tan imbécil, ¿sí?
Bella le dio una mirada furiosa, lo que hizo que volviera a meter la cabeza en el baño y cerrara la puerta con seguro.
—¡Espero que algún día te enamores de alguien, te haga creer que le importas, se acueste contigo y luego la encuentres besando a otro en una fiesta de año nuevo y te arruine todo tu comienzo de año! —gritó al borde de las lágrimas.
—Esa es una situación muy específica... no tendría muchas esperanzas si fuera tú.
Bella gruñó molesta por mi indiferencia y poca seriedad.
—¡Te prometo que, si te vuelvo a ver algún día en la vida, te haré sufrir sin importar donde sea! —amenazó.
Al decir eso, recogió su bolso del suelo y salió del departamento azotando la puerta principal.
Gohan se asomó de nuevo y al ver que Bella ya no estaba, salió del baño en toalla.
—Pero que sensibilidad, hermano, te felicito —dijo irónico.
_Mira quien habla —le dije, volviendo a tirarme en el sofá—. Don sensible.
Gohan no dijo nada, solo se metió a su cuarto para vestirse.
Ese comienzo de año había sido intenso desde el primer momento, esperaba que no se pusiera peor.
Cuando Gohan salió de su cuarto ya vestido, se tiró a mi lado en el sofá.
—Sécate el cabello, te puede hacer mal.
—Ay, no hace tanto frio.
—Pero tienes el cabello muy largo, te cae en las orejas y después te van a doler los oídos —argumenté—. Si quieres yo te lo seco.
—Con una condición.
—¿Qué cosa, Han? —pregunté temeroso.
—Vamos al cine a ver Sing —me pidió, haciendo un puchero infantil.
Yo le había prometido que iríamos a ver esa película si o si, en especial porque cantaban Firework de Katy Perry. El problema era que no habíamos podido ir en diciembre, así que habíamos tenido que dejarlo para después de año nuevo.
—Bien, compra las entradas mientras te seco el cabello.
Gohan se puso de pie de golpe.
—Vamos.
[...]
Habíamos conseguido entradas al cine en la noche, por lo que cuando terminamos de ver la película, pasamos a un restaurante para comer y beber algo.
Luego de comer unos buenos platos de comida y tomarnos varias cervezas, salimos del restaurante y fuimos a un parque para fumar marihuana.
—¿Y cuándo crees que se le pase el enojo a tu papá?
—Cuando haga algo peor que fumar hierba y entonces se enoje por eso —contesté.
—¿Y pretendes ignorar a tu familia toda la vida?
—Tú ignoras a tu mamá...
Gohan apretó los labios.
—Bien, ya, ganaste... de todas formas a mí no me agrada tu familia —dijo—. Tenerlos lejos no me complica, pero tú sabes... a veces conviene.
—Tranquilo, no creo que los pueda ignorar del todo de todas maneras y cuando todo esto haya pasado, estoy seguro de que estarán dispuestos u obligados a salvarme el trasero.
Al menos papá y mamá no podían librarse de eso. Yo ya era su hijo y eso no se podía revertir.
Luego de estar bastante drogados, empezamos a hacer puras tonterías como revolcarnos en el pasto o abrazar a los árboles y hacerles cariño.
—Ah, que hermosa es la naturaleza —dijo Gohan, mientras abrazaba un árbol pequeño.
Luego de esas tonterías, comenzamos a caminar por las calles y las cervezas comenzaron a hacer efecto en nuestro organismo.
—Necesito orinar —dije, mirando a mi alrededor, buscando un lugar donde hacerlo.
—Sí, yo también... debimos fumar al llegar a casa.
—Pues ya es tarde y no lo voy a lograr.
Ambos comenzamos a caminar más rápido, buscando un callejón o algún lugar oscuro donde hacer pipí sin que nos vieran.
Logramos encontrar un callejón entre unos edificios y cuando apenas comenzamos a orinar, Gohan comenzó a reír.
—Mira, estoy escribiendo mi nombre.
Yo le seguí el juego, pero antes de terminar de escribir "Ash" en el suelo, la orina se me agotó y una persona apareció por ahí.
—No puedo creerlo, ustedes de nuevo.
Gohan se giró a ver al policía.
—Maldito oficial Cooper, pareciera que tiene un GPS... —masculló.
Y una vez más terminamos en una patrulla, arrestados y con una nueva multa que nos enviaría el juzgado, esa vez por orinar en público y la defensa de Gohan de "no es vía pública si no hay público", no sirvió de nada.
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