Ashton

¿Había algo mejor que compartir cumpleaños con la nueva estrella pop, Katy Perry? No, no existía. 

Quizás, por el momento, sólo tenía dos hits, pero sabía que luego sería mucho más famosa y estaba ansioso por conocerla en persona algún día. 

Ese era el día de nuestro cumpleaños y estaba muy emocionado, y no solo porque era sábado, sino más bien, porque Gohan iría a mi casa por primera vez.

De pronto, alguien tocó la puerta de mi habitación mientras ordenaba unas cosas de mi cómoda.

—Pase.

Misty entró con una bandeja en sus manos y yo me senté en la cama con una sonrisa, dejando de lado lo que estaba haciendo.

—Un desayuno de reyes para el rey de esta casa.

En realidad, el rey era mi papá, pero para Misty todo era un poco distinto.

Dejó la bandeja en mi cama y yo luego me dio un abrazo.

—Feliz cumpleaños, mi pulguita.

Ella me llamaba así porque era demasiado inquieto y si me descuidaban un segundo, ya no estaba donde me habían dejado.

—Gracias, Misty.

—En la tarde te daré tu regalo.

—No era necesario...

—Claro que sí, ¿qué es un cumpleaños sin regalos?

Todos los años desde que tenía memoria habíamos tenido la misma discusión en mi cumpleaños, pero yo sabía que me seguiría dando regalos mientras pudiera.

De pronto, mi madre apareció en mi cuarto.

—Feliz cumpleaños, mi bebé.

Mamá me dio un abrazo también, aunque mucho más frío que el de Misty. A ella no le gustaba dar abrazos, ni siquiera a sus hijos.

Luego de desayunar, me di una ducha y me vestí para esperar a Gohan. A pesar de que no habían sido muchas horas de espera, para mí se había sentido como una eternidad.

Un poco antes del almuerzo, tal como estaba presupuestado, Gohan apareció en mi casa con su madre.

Mi mamá había insistido en ir a abrir la puerta para conocer a la madre de mi amigo, por lo que no pude negárselo.

—Hola —saludó mi madre a la señora Davies.

—Hola, un gusto. Soy Sarah Davies.

—Maya Johnson.

Ambas se dieron un apretón de manos, aunque no muy afectuoso.

La madre de Gohan no se parecía tanto a él, tenía el pelo mucho más oscuro y era muy pálida, incluso tenía unas ojeras un poco notorias. Suponía que las características físicas de Gohan eran como las de su padre.

—Bueno, vendré por él como a las nueve —le informó la señora Davies a mi madre.

—Podemos ir a dejarlo nosotros...

—No, no hay problema. Muchas gracias —dijo la señora Davies—. Y feliz cumpleaños, Ashton.

—Gracias, señora.

La madre de Gohan volvió al viejo y desgastado auto que conducía el que, suponía que, era su novio. Gohan me había comentado que no había conocido a su papá y que su mamá ya llevaba tres años con su padrastro.

Debido a que esa era la primera vez que Gohan iba a mi casa, lo primero que hice fue mostrarle mi cuarto y él me entregó una bolsa con mi regalo.

—Gracias...

—Es enorme —comentó sorprendido—. Toda tu casa es enorme...

—Era de mis abuelos. Ellos eran artistas.

—¿En serio?

Yo asentí.

—A mi papá no le gustaba mucha la idea de mudarse a Beverly Hills, pero mis abuelos le dejaron esta casa y no la podía vender por orden de mi abuelo —expliqué—. Así que decidió que viviéramos a vivir aquí y vender nuestra antigua casa.

—¿Y tu papá va a estar aquí hoy? -preguntó algo preocupado.

—Sí. Fue a hacer algo del trabajo, pero debería volver antes de la cena —dije—. Y no te preocupes, no da tanto miedo.

—¿Seguro? Tú eres su hijo, quizás por eso no te da miedo.

—Tranquilo, no hay problema. Yo no soy su hijo favorito —comenté—. Y aun así no me asusta.

—¿Tiene hijo favorito? —preguntó extrañado.

—Él dice que no, pero es obvio que prefiere a mi hermano mayor, Marco —contesté.

—¿Y te gusta tener hermanos?

—Más o menos —dije con sinceridad—. Son muy mayores. Beverly, con quien tengo menos diferencia, ya está en la universidad estudiando medicina aquí en Los Ángeles. Pierce y Anette también están en otras universidades estudiando medicina, pero llevan más de la mitad de la carrera.

—¿Tú también quieres estudiar medicina?

Yo me encogí de hombros.

—Aún no sé si quiero eso o derecho —contesté—. ¿Y tú? ¿Qué quieres ser cuando grande?

Gohan se quedó pensando un momento y luego se encogió de hombros también.

—Algo divertido y que ayude al planeta.

Antes de que pudiera preguntar a qué se refería con "ayudar al planeta", oí que Misty nos llamaba para comer.

Cuando bajamos al comedor, mi madre ya estaba sentada en una punta. Normalmente, papá y mamá se sentaban a las puntas, a menos de que uno no estuviera.

A pesar de ser sábado, Marco estaba trabajando y como Pierce y Anette estaban en universidades de otros estados, la única que estaba era Beverly.

Cuando Bev apareció en el comedor, se acercó a darme un apretón en el hombro y me deseó feliz cumpleaños con una sonrisa que sabía que no era muy sincera. No era que me deseara mal, pero tampoco amaba felicitarme.

—¿Y quién es él? ¿Tú nuevo amigo? —preguntó Beverly.

Yo asentí, mientras ella se sentaba en el puesto frente a mí.

—Es Gohan.

—Hola —la saludo él.

—Hola, soy Beverly —se presentó mi hermana.

—Un gusto...

Gohan pareció sentirse algo nervioso con la presencia de mi madre y mi hermana, pero no lo culpaba, ellas eran algo intimidantes, en especial mamá.

Luego de almorzar, fuimos a mi cuarto otra vez y comenzamos a jugar con mis muñecos de acción y mis autos de colección.

—Tienes muchos juguetes —dijo Gohan sorprendido.

—Muchos los heredé de mis hermanos. Pierce también coleccionaba autos —hice una pausa—. ¿Puedo poner música? —le pregunté.

—Claro.

Gohan se quedó en el suelo cruzado de piernas, jugando con los autos y yo fui por mi reproductor de CD's para poner mi álbum de Katy Perry.

Cuando la música comenzó a reproducirse, Gohan me miró curioso.

—¿Quién es ella?

—¿No la conoces? —Gohan negó—. Es Katy Perry, una cantante pop.

Me senté a su lado para tomar un autito y jugar.

—¿Y te gusta?

—Claro —dije seguro—. Ella está de cumpleaños hoy también.

—¿En serio?

—Sí. Algún día la voy a conocer —dije con convicción.

Seguimos hablando de música y de nuestros gustos. Gohan no parecía conocer mucho, pero yo le dije que le podía prestar mis CD's.

En eso, Gohan posó si vista en uno de los autos, el que estaba en lo más alto de mi librero.

—¿Por qué esos están más arriba?

—Ah, porque son mis favoritos... ¿quieres jugar con uno?

—Me gustó el rojo —dijo con un tono inseguro.

Sin decir nada más, fui y me subí sobre las escaleras que usaba para llegar arriba y saqué el auto rojo, el que luego le entregué a Gohan.

Después de eso jugamos a las carreras y mientras Gohan jugaba con mi auto, pensé en que él no debía tener muchos juguetes, menos esos autos de colección.

—Si quieres, te puedes quedar con el auto.

Gohan me miró con sorpresa.

—Pero es tu cumpleaños... no me puedes regalar algo, menos tu auto favorito.

Yo le resté importancia.

—Tengo más favoritos y puedes traerlo cuando vengas a jugar. De todas maneras, no lo uso mucho.

Jugar solo era un tanto aburrido. No tenías hermanos pequeños y no solía llevar muchos amigos a la casa cuando tenía otros amigos; por lo que prefería hacer otras cosas antes que sacar mis autos y jugar solo.

Gohan me dio una sonrisa de pura felicidad.

—Te prometo que lo voy a cuidar mucho.

—Lo sé.

[...]

Gohan parecía estar a punto de desmayarse por la presencia de mi padre.

—¿Así que este es el niño con el que te agarraste a golpes? —preguntó mi padre apenas vio a Gohan.

—Papá... ahora somos amigos.

—Veo que sabes elegir tus amistades —dijo, sentándose en la punta de la mesa.

Marco y Beverly estaban sentados enfrente de mí y de Gohan, mientras mis padres estaban en las puntas como era habitual.

—Al menos tiene amigos. Si tuviera su simpatía no tendría amistades —comentó Gohan, en susurro.

Lamentablemente, toda mi familia logró oírlo y yo debí aguantarme la risa que me causaron sus expresiones.

—¿Disculpa? —preguntó mi padre, ofendido.

—Nada.

Era la primera vez que tenía un amigo que le respondía a mi padre y sinceramente, me había parecido muy bien.

—¿Por qué no mejor cenamos? —preguntó mi madre.

—Sí, así evitamos más comentarios molestos de papá —dije.

Mi padre me miró furioso, al mismo tiempo que Gohan reprimía la risa.

Supuse que desde ese momento Gohan no sería del todo bienvenido en mi casa, pero no importaba, incluso sería divertido.