Capítulo 1: El Chico Nuevo

Octubre de 2008

Ashton

Mamá me había dicho que una de las mejores formas de conquistar a una chica era demostrando mi inteligencia, pero como no sabía cómo hacer eso, había decidido escribirle algo. 

Ya que, yo no era muy bueno con los poemas, había escogido escribir una carta con mis sentimientos en un papel rosado que había guardado en un sobre cerrado con una pegatina en forma de corazón que le había robado a mi hermana Beverly.

Cuando estábamos por salir al receso, saqué la carta de mi mochila y, cuando casi todos estuvieron afuera, la metí en la mochila de la receptora.

Afuera, en el receso, pude verla jugando con su grupo de amigas a saltar la cuerda y estaba tan concentrado, que no me di cuenta cuando, a unos metros de mí, una pelota de basquetbol le llegó en la cara a un chico, botándole su sándwich al piso de paso.

Pude ver como muchos se reían de él, pero las niñas de nuestra clase dejaron su juego de lado un momento para ir a ayudarlo y reprender a los que se burlaban.

Era el chico nuevo, el que venía de una escuela pública, pero había conseguido una beca en nuestra escuela. Tenía un nombre algo peculiar, de hecho, no lo recordaba; pero era, en parte, porque jamás hablaba con él.

Cuando fue hora de la clase de matemáticas, pude ver que Annie, la chica a la que iba dedicada mi carta, comenzaba a buscar algo en su mochila... Entonces sacó mi carta, mirándola con confusión.

Mientras Annie leía la carta, yo la miraba de reojo desde atrás, pues mi puesto quedaba tres puestos más atrás del de ella, en la fila de al lado.

De pronto, Annie se volteó a mirarme y me dio una bonita sonrisa, lo que, estaba seguro, me había hecho sonrojar.

¿Eso significaba que tenía una oportunidad con ella?

[...]

Cada vez que tomaba a Annie de la mano sentía un cosquilleo en mi estómago.

Después de todo, ella había aceptado mis sentimientos y habíamos comenzado una relación infantil de noviazgo.

Durante los recesos nos tomábamos de las manos, de vez en cuando nos dábamos besos en las mejillas y comíamos juntos nuestra merienda.

Todo estuvo a la perfección, hasta que un día, en el receso, dejé a Annie sola para ir al baño y cuando volví al lugar donde la había visto la última vez, ya no estaba.

Comencé a buscar a mi novia por los lugares en que solía estar a esa hora, hasta que la encontré entremedio de unos arbustos y flores.

Estaba por decirle algo, cuando oí la voz de un chico y ella riendo.

Me moví un poco para ver quién estaba frente a mi novia, descubriendo que era el chico nuevo.

Al principio no me pareció tan raro, pero cuando Annie le dio un toque de labios al chico, mi cuerpo se llenó de furia.

Sin pensarlo mucho, me abrí paso entre los arbustos y me lancé sobre él para comenzar a golpearlo infantilmente.

Jamás me había metido en una pelea a golpes y, por lo tanto, no tenía mucha idea de cómo hacerlo realmente.

El chico nuevo, que a simple vista parecía alguien tranquilo, golpeaba mucho mejor que yo.

Sin darme cuenta, los dos habíamos terminado a metros de los arbustos al rodar y revolcarnos por el suelo, y un montón de niños nos comenzaron a alentar.

No nos hubiéramos detenido si no hubiera sido porque un inspector y maestros nos llegaron a separar.

—¿Qué creen que hacen? —preguntó el inspector—. No está bien arreglar sus problemas a golpes.

—Pero...

Antes de que yo pudiera decir algo, una de las maestras nos dio una mirada de desaprobación y dijo:

—Deberán tener un castigo y hablaremos con sus padres.

Yo sentí que mi corazón se detenía.

No podían hablar con mis padres. Mi padre tenía un pésimo carácter y si se enteraba de que yo me había peleado a golpes frente a todo el mundo, se enfurecería.

—Ahora, a clases —nos dijo el inspector—. Al final del día irán directo a la sala de detención.

Eso definitivamente sería malo.

[...]

Cuando pensé que la detención sería mala, se puso peor cuando me di cuenta de que los únicos castigados éramos nosotros.

—Bien, Gohan y Ashton —nos habló la maestra encargada de la detención—. ¿Así que se pelearon a golpes?

Gohan y yo asentimos. Ambos estábamos sentados en dos de los puestos de al frente que había en la sala.

—Bueno, me dijeron que tendrían que estar aquí una hora —nos dijo—. Pensarán las razones por las que no se debe resolver los problemas a golpes, las escribirán en una hoja y si no parecen sinceras, volverán a detención mañana, ¿quieren eso?

—No —respondimos al unísono.

—Entonces pensarán buenas razones y aprenderán la lección —nos dijo, al mismo tiempo que nos entregaba unas hojas en blanco—. Yo iré a hacer unas cosas y vuelvo, no hagan nada estúpido, a menos que quieran agregar más castigos.

Ambos comenzamos a sacar lápices de nuestras mochilas y nos quedamos en un incómodo silencio mirando nuestras respectivas hojas.

—No entiendo como pude haber resuelto este problema sin golpearlo... —susurré.

—No sé... ¿quizás hablando con tu novia? —oí preguntar al chico a mi lado—. Es tú problema con ella, no el mío.

Yo me giré a verlo.

—Tú no eres inocente —argumenté—. No te negaste a nada.

—Y tú eres un idiota. Un idiota que perdió una pelea y se quedó sin novia.

Estuve al borde de lanzarle un lápiz en la cara, pero me contuve, ya tendría suficientes problemas con papá.

Volví a mirar mi hoja en blanco, apretando mis puños.

—Además, no sé para qué quieres una novia, ¿no es complicarse la vida? —preguntó.

Yo lo miré curioso.

—¿Por qué lo dices?

—Bueno, las novias toman mucho tiempo —explicó—. Tienes que hacerlas felices y esforzarte mucho... en vez de eso podrías hacer otras cosas.

—¿Cosas como qué? —pregunté sin entender.

—Cosas como jugar, divertirte y comer... también hacer nada —respondió—. Hacer nada siempre es bueno.

—Ah...

Lo que decía el chico tenía algo de sentido. Quizás tener una novia si me quitaba mucho tiempo que podía usar en otras cosas, cosas más divertidas y que me gustaran más que tomar a una chica de la mano.

—¿Y qué cosas te gustan hacer? —me preguntó Gohan después de unos segundos.

—¿Por qué te importaría eso?

Gohan se encogió de hombros.

—Da igual.

Fue ahí cuando recordé que él no parecía tener muchos amigos. Hasta donde recordaba, estaba solo casi todos los recesos, incluso las niñas que parecían interesadas en él no se le acercaban por mucho rato.

El saber que no tenía ningún amigo real me hizo sentir algo triste. Yo tenía un grupo de amigos en nuestra clase, quizás, yo podía integrarlo y hacerlo sentir menos solo.

—Me gusta ver películas graciosas o de miedo —contesté.

Gohan me miró con algo de sorpresa, probablemente porque no esperaba una respuesta.

—A mí también.

Después de eso, decidimos escribir en las hojas lo que nos habían pedido y seguimos conversando entremedio, excepto cuando la maestra entraba a vigilarnos.

Cuando el castigo terminó, ambos fuimos a la entrada de la escuela y nos encontramos con nuestros padres.

Cuando vi a mi madre ahí sentí un dolor de estómago.

—Vámonos, Ashton —me dijo con dureza, tomándome de la mano y llevándome al auto.

Yo volteé para ver a Gohan y despedirme con un movimiento de mano y una sonrisa, lo que él respondió de la misma manera.

¡Holis!

He aquí el primer capítulo, por fin sjsjs

Espero que les guste la historia, al menos yo disfruté mucho escribiéndola, aún con la ausencia de mi Alaska.

En cuanto a las actualizaciones, serán día por medio igual que con las dos historias anteriores.

¡Tengan lindo día! ¡Besitos!

PD: Ahora estoy resubiendola porque había ciertos errores con capítulos. Perdonenme la gente que la leyó antes.

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