Narra Shinki:

Otro día mas,  segundo día de clases y lo único que no quería era ver a Kiiro.
Suspiraba cada dos por tres, no me cansaba ir a estudiar, me cansaba tener que  socializar con las personas, detestaba ser hijo del Presidente, porque todos eran interesados, no había  nadie (aparte de Boruto) que realmente quisiera ser mi amigo sin intereses.

Me levanté de la cama y fui a ducharme, al terminar me afeite la barba, así es  me crece barba y la verdad es que no me gustaba para nada,  fui a por el uniforme y quede listo, salgo y veo nada más ni nada menos que mi padre.

- ¿Papá?  - dije emocionado pero traté de ocultarlo.

- Hola hijo - se acercó y beso mi frente, algo que el hacia cuando algo andaba mal o ocultaba algo, y también lo hacia para demostrar cariño.

- Padre, ¿ocurre algo? - dije confuso,  aunque mas bien intento interrogarlo.

- Hoy vendrá alguien a casa y daré un anuncio importante - dijo con un leve rubor en sus mejillas.

- Me hago una idea - me río y voy a la cocina - Padre que raro que no estés en tú oficina -comenté sirviéndome café y preparándome las tostadas, me sorprendió no ver a la nana y a las empleadas.

- Me haré cargo de las cosas de la casa hoy, di el día libre a todos - dijo el también tomando del café que preparé.

- Vaya, esa persona se nota que quieres impresionar - dije y se volvió a ruborizar - Ay el amor - y antes que él dijera algo, hable primero - Padre, llevame al colegio, ¿si?  - Sonreí y fui a lavarme los dientes.

- Está bien, te espero en el auto - dijo el agarrando las llaves del auto y yéndose.

- De seguro es una puta más y para el colmo interesera -dije rodando los ojos, cambié mi actitud y fui a su auto. En el camino pasamos hablando de muchas cosas, actualizandonos de la vida de ambos entre nosotros, pasar ese rato con él, fue lo mas agradable que me pasó en el día, nada me arruinará este día.

Minutos después llegue a mi colegio y me despedí de mi padre y como de costumbre todos lo veían y le gritaban, también les pedían foto - suspiré irritado - pero bueno era algo normal supongo. Me dirigí hacia mi salón y a ¿quién veo insinuándose a Inojin?, a nada más y nada menos que Kiiro, la zorra de la clase. - Suspiré  - y pasé de costado, pero en eso choco con shara, shana, sanira, rayos no recuerdo su nombre.

- Disculpa no me percate que venías - comenté ayudando a juntar sus libros.

- No pasa nada, veo que nuestro destino es chocar juntos - da una leve sonrisa y yo reí ante ese comentario.

- Veo que sí, soy shinki - extiendo mi mano para que la estreche.

- Lose, voy a tu clase, soy Sahina - estrecha su mano con un leve rubor en su mejilla.

- Bueno Sahina,  ¿a dónde ibas?  - dije, era una pregunta muy boba.

- Iba a entrar a clases - se ríe.

- Oh cierto - ambos entramos riéndonos.

Narra Kiiro:

Llegar a Suna de hecho a sido muy bueno, conocí a gente diferente a la de Amegakure. Gente como Araya o Inojin, me llevo bien con ellos,  de hecho con Araya quedamos como amigos, pero con Inojin, ambos nos tenemos ganas y la verdad que.... Ya quiero que llegue el momento.

Me levanté luego de que sonó la alarma, - suspire - y busqué ropa para ir a bañarme, pero vi que mi tío sasori se estaba bañando.

- Tío apresurate quiero bañarme - le gritaba a Sasori afuera del baño mientras le golpeaba la puerta.

- Mejor entra - dijo Sasori, Sonreí y entre al baño y comencé a higienizar me.

- Oye tío... - dije comenzando a desprenderme la ropa y  entrando a la ducha viendo su cara sorprendida - Hay algo que nunca terminamos en casa... ¿Recuerdas? - dije apegando mi cuerpo al suyo para luego besar su cuello.

- Vaya Kiiro si que has cambiado físicamente - apretó mis nalgas - pero... Jamás te cansarás hasta que te coja, ¿verdad? - fue directo al hablarme.

- Vamos Danna, me da igual que te hayas vuelto gay, pero al menos quiero terminar lo de aquella vez - dije acariciando su cabello.

- Soy bisexual nena - suspira serio- De esto a nadie Kiiro, no quiero que mi futuro novio se moleste conmigo - lo vi suspirando y fue cuando me tiré a besarlo desesperadamente, sintiendo sus sabrosos labios, disfrutando de las leves caricias que me daba.

- De muestrame de lo que estas hecho, Daddy - Jadee y susurré sensual en su oído y mordi su lóbulo.

- No lo negaré, me gusta lo que me haces sentir, mi niña - dijo alzandome de la cadera y por inercia enrede mis piernas en su cintura, pude sentir su miembro y mucho más que antes.

Sus besos bajaron a mi cuello, su cadera se movía, haciendo fricción con mi vagina,  sus besos me prendían, quemaba mi piel hasta que sentí como atrapó uno de mis pezones con su boca y jadee mas fuerte.

- Sasori metelo de una vez - supliqué gustosa.

- Primero quiero que me hagas un oral -  dijo masajeando mi clítoris.

- Está bien - dijo y me bajé de su cadera, para luego comenzar a dejar besos por todo su cuerpo y lamiendo sus pezones, bajé hasta su pene, el cual era una completa bestia estando erecto y vaya, qué rico.

Comencé a lamer la punta mientras lo masturbaba, luego lamia toda su longitud para después metermelo en la boca y comenzar a chuparlo sin parar de masturbarlo.

- Dios Kiiro, así - jadeaba Sasori sosteniéndome del cabello para luego mover su cadera y su pene se hundía más en mi garganta - Lo siento Kiiro,  llegaré en tu boca - escuché su advertencia  y fue cuando comencé a sentir un líquido espeso y agridulce.

Me separé de él al tragar todo, me levanté y  él me alzó para luego enredar mis piernas en su cadera y el caminara hacia el cuarto cerrando la canilla del agua.

Al llegar a su cuarto me acuesta en la cama con fragilidad,  como si fuera de porcelana.

— Te prepararé — Murmuró Sasori, besando mis labios, dándome un gran beso apasionado incluyendo su lengua, para luego separarse y que se formara un hilo de salvia que unía nuestras bocas, sus besos descendían desde mi clavícula hasta mis pechos los cuales jugó un rato, haciéndome retorcerme de placer y jadeaba casa ves más.

— Solo me estas torturando — gemi apretando las sábanas al sentir cómo tiró de mi pezon, para luego seguir bajando sus besos por mi abdomen para al fin llegar a mi zona intima.

Comenzó a abrir mis piernas, dando suaves besos en mis muslos y luego sin previo aviso, dio una lamida en mi clítoris.

— Ahh — gemí  abriendo más mis piernas para él.

Siguió jugando cada vez más en mi zona íntima,  para luego subir su boca a la mía, el haciéndome degustar de mis propios flujos vaginales.

— Ya estás lista — murmura entre besos y presionó su pene en mi entrada y ahí comenzó todo,  los gemidos, gritos suplicantes, queriendo cada vez más de él al ser una bestia en la cama, un mismísimo dios griego, seguimos así, cambiando de poses para luego ambos compartir un orgasmo.

Cayendo rendidos a la cama, uno al lado del otro.

— vaya... me ha encantado — dije con la respiración un tanto acelerada.

— No estas nada mal, sabes moverte — se levanta para luego ir a ducharse esta ves  bien.

— También me bañaré contigo, tengo que ir a clases — dije volviendo a levantarme y mis piernas me flaquearon solo un poco he hice como si nada hubiera pasado.

Ambos nos bañamos juntos, hablando de cosas, de la familia y cosas normales.
Al ya estar listos nos vestimos y decidimos ir a desayunar a un local para luego Sasori  llevarme a mi colegio.

— Y dime Kiiro, ¿ya te has enamorado de alguien? — interroga Sasori divertido.

— El romance y los novios, no están en mis planes por ahora Sasori — dije tomando de mi café y comiendo de mi dango.

— Vaya, quién lo diría, de niña decías que te querías casar conmigo — dijo con un tono burlón en sus palabras haciendo que casi me ahogara con el dango y tomé de mi café.

— Era una niña, y ya no lo soy — murmuré seria mirándolo.

— Tienes razón, has cambiado mucho — murmura él.

— Sólo lo justo y necesario — alce mis hombros sin importancia — Debería de ir al colegio, ya es hora — me levanté agarrando mi mochila y mi saco.

— Si, vamos — hizo lo mismo pero con su maletín y saco.

En el camino Sasori se veía nervioso, llegamos al auto y al entrar dije;

— Ya escupelo  — dije viéndolo y el se sonrojo un poco.

— Hoy saldré con alguien... iré a su casa... ¿quieres venir? El tiene un hijo y tal vez se lleven bien — dijo Sasori nervioso moviendo sus manos.

Vaya, verlo de esta forma y saber que en la cama era de otra forma, es... sorprendente.

— Claro, no tengo problema — dije viéndolo y soltó un gran suspiro.

— Arigato neh — me dice cerrando los ojos y sonriendo me.

— ¿Quién es el hijo?  — cuestione cuando Sasori se puso en marcha al a ver encendido el auto.

— Lo sabrás cuando estemos en su casa — me dijo y en el camino no dijimos nada más hasta llegar a mi colegio, me despedí de Sasori y entré al  Colegio.

En el camino me encontré con Shikadai y nos dirigimos al salón, al ver que estaba solo Inojin le hice una seña al Nara y este entendió y se fue.

— Inojin-Kun — me acerqué a el susurrandole al oído , logrando que este diera un pequeño respingon del susto.

— Kiiro-Chan — tocó su corazón y trató de calmar la aceleración de su respiración.

— Gomene, ¿te asusté? — rei inocentemente y toque su abdomen un tanto descaradamente y me acerqué  a su rostro dando a entender que lo iba a besar.

— No, no me asustatse —  mintió  y sonrió seductoramente y  colocó sus manos en mi cintura apegándome a él, pero en ello aparece Shinki y Inojin me soltó.

Vi que Shinki se habló con la chica Sahina  y eso me molestó,  algo raro en mi.
Shinki es difícil, no es como todos los chicos, pero terminará en mi cama y yo lo sé.

Camine hacia ellos y abracé  a Shinki por la cadera.

— ¡Amor! ¡Hola! — dije hipócritamente  en su oído besando su mejilla — Ven, sentemonos juntos — dije agarrando y llevándolo al banco al lado del mío.

— ¿Qué  crees que haces? — dijo Shinki sonrojado y demasiado molesto.

— Vamos, no te enfades, te hice un favor, ella no es buen partido para ti — me cruce de brazos.

— Se me hace que estás  celosa — se comenzó a burlar.

— No seas idiota, no te acercaras a ella — dije quedando cara a cara y dirigí mi mano a su pene el cual apreté  y dio un leve respingon.

— K..Kiiro — gimió y comencé a apretar más.

— ¿Está  claro? — dije seria apretando más su zona intima.

— Sisi yaya suéltame —   dijo quejándose del dolor y lo solté.

— Arigato ne — bese su mejilla y me reí.

— Zorra pero dominante — logre escuchar salir de su boca, cuando iba a decir algo, llego el profesor de ciencia.

— Domino lo que me pertenece — murmure para el y prestamos atención a la clase.

Holaaaa, aquí un nuevo capítulo.

Perdonen la demora, ando ocupada, pero al menos hice el capitulo largo. Jejej

*c va antes de que la maten*