Capítulo 30

Naruto veía a Itachi y a Minato con cuidado -me aterra la similitud de tu dimensión con la nuestra Naruto, tenías razón, Danzo y Hiruzen planearon provocar al clan Uchiha para un golpe de estado -guardaron silencio un momento escuchando al kage, eran unos desgraciados esos ancianos -recuperé el ojo de Shisui, lo usaba como trofeo el desgraciado -el rubio menor mordió su mejilla con ansiedad al ver al Uchiha afectado -lo lamento -Itachi negó -no te preocupes Itachi, pagará, envié las pruebas al Daimyo, Hiruzen está en arresto domiciliario, obviamente bajo discreción, no queremos que Konoha pierda credibilidad en sus gobernantes -Minato talló su rostro con frustración -lo más seguro es que el que pagará por todo será Danzo, en este momento funciona como juguete para interrogación, cuando terminen será enviado a la cárcel de fuego. Por otro lado, murió un porcentaje limitado de nuestra gente, de su lado es triste, la mayoría murió queriendo salvar con su vida a ese maldito anciano, simples muñecos sin decisión propia  -Minato vio al rubio, suspiró con cansancio -comenzaron una investigación sobre ti después de como te encontramos, pero no encontraron nada, gracias a kami paramos todo -

Naruto apretó el ceño -malditos bastardos -asintieron -por el momento podemos descansar de su imposición como consejo, ya me tenían cansado -el Uzumaki sonrió divertido por el rostro de tranquilidad del Hokage -iré a trabajar, hay mucho qué hacer hoy, esas misiones no se organizarán solas ttebayo -ambos mayores vieron al pequeño salir hacia su escritorio fuera de la oficina -Jiraiya-sensei está tras Akatsuki, ya ubicó a algunos miembros tal como dijo Naruto, son los mismos, debemos actuar -Itachi asintió -entiendo-

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Minato veía al pequeño rubio comer, Kushina sonreía con diversión -dime Naruto ¿no has pensado en quedarte en esta dimensión? -el pequeño abrió sus gemas bastante, un gran sonrojo lo cubrió, asintió quedito al kage -sí, pero -mordió sus labios con vergüenza y angustia, la pelirroja sonrió -¿Itachi? -el pequeño suspiró con tristeza -no me ha buscado, no entiendo -un puchero tembloroso dejó ver -si esos desgraciados lo… -lamió sus labios, no quería aceptar esa posibilidad -es un hombre poderoso por lo que has contado, no debes preocuparte, podrías alterar a tu bebé -Naruto sonrió quedito -gracias Kushina-san -la pelirroja acarició su gran barriga -lo he estado pensando ¿tal vez si pudieras abrir el portal y traerlo a esta dimensión? -el Uzumaki abrió sus gemas brillosas, tapó su rostro cubriendo sus lágrimas de emoción, asintió con una enorme sonrisa -gra… gracias -Minato sonrió y lo abrazó con cariño, Menma entró viendo con coraje a los tres, esa maldita rubia le había robado a sus padres -¿ahora por qué lloras? te encanta llamar la atención -Kushina y Minato apretaron el ceño, el pequeño estaba sensible por el embarazo -Menma, sino harás un comentario positivo deberías guardarte tus palabras, deberías reflexionar tus acciones, pusiste en peligro a tus compañeros por ser imprudente e irreverente en la última misión, ¿ahora vienes a molestar a Naruto que no te ha hecho absolutamente nada? -Menma se cabreó con su papá -existe, es el maldito problema -Kushina afiló su mirada -deja de decir tonterías de una vez, deja de ser caprichoso y chantajista, esa actitud es pesada y comienza a cansar -el pelirrojo los vio con coraje, salió corriendo del lugar.

-Minato, Menma comienza a ser un problema, ya habíamos hablado sobre su chakra ttebane -Naruto mordió sus labios con ansiedad, él también había sentido la oscuridad en el chico, por eso lo había evitado. La puerta de la casa sonó, la Uzumaki se levantó y abrió, sonrió -Itachi, que gusto verte -el Uchiha sonrió -¿Se encontrará Naruto? -la señora asintió -Naru-chan, te buscan -el pequeño se levantó y sonrió -iremos a la feria, nos vemos en unas horas -Kushina asintió, Minato se acercó a su lado -pobre Itachi -el Hokage la vio con duda -¿por qué? ¿sucede algo? -la Uzumaki suspiró con cansancio -es obvio que está coladito por Naru-chan ttebane -el Namikaze abrió sus gemas bastante, vio a los chicos alejarse entre risas -vaya, esto es extraño -Kushina sonrió divertida, se abrazó mimosa a su marido -yo también quiero ir a la feria, ¿me llevas? Ttebane -Minato la besó con cariño -vamos-

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-No Naru, toma la cuchara de esta manera, si lo haces sin cuidado romperás el papel de arroz y ese pez no se irá contigo -Naruto levantó un enorme puchero viendo cómo el Uchiha obtenía un pez y él no -el bastardo me rechaza, tal vez debería explotar la pecera entera -una gota cayó por el tendero y el Uchiha -no puedes explotar o aplastar lo que quieras, gracias a kami no usas chakra o ya hubieras explotado la feria entera -el rubio soltó una carcajada. El azabache vio al rubio reír, sonrió al verlo de esa forma, sintió sus mejillas sonrojarse, giró hacia la pecera evitando mostrar su reacción, sacó el pez y el tendero lo puso en una bolsa  Itachi estiró su mano y colocó la bolsa sobre las manos del rubio -toma -Naruto lo vio con sorpresa -¿me lo das? -Itachi asintió con seriedad, el Uzumaki sonrió con emoción -ya no explotaré nada ttebayo, vayamos a comer calamar asado -tomó la mano del mayor y jaló de él, el Uchiha cada día era más consciente de sus sentimientos, respiró hondo disfrutando de la compañía del pequeño, sabía que Naruto amaba a ese otro Itachi, su corazón dolía.

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-¿En serio seguirás rechazándome? -Naruto apretó el ceño -Genma, te dije que tengo pareja, en verdad lo amo y no lo traicionaré -el jounin negó -no preciosa, ahora que ya no trabajas con Hokage-sama es más difícil ubicarte, pero no me rendiré, aceptarás esa cita, estoy seguro que te enamorarás de mí -el rubio suspiró con fastidio -en verdad no entiendes ¿qué ganas con ello? espero un hijo de otro, tengo pareja y aún así aquí sigues -Genma movió su palillo con una sonrisa arrogante recargado en la pared encerrando al pequeño -me gusta obtener lo que deseo linda, nunca vi a una mujer tan hermosa como tú, me tienes perdido y no descansaré hasta que estés conmigo -el Uzumaki levantó una ceja con molestia, este bastardo era demasiado insistente, levantó su mano y lo hizo a un lado -quítate bastardo -Genma rio con diversión -bella y deslenguada, perfecta para mí -el pequeño caminó con velocidad alejándose del jounin, un día lo golpearía definitivamente, no lo había hecho por respeto al Hokage.

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Itachi caminaba por el bosque hacia el campo de entrenamiento uno, tenía día libre, sabía que el rubio estaba en ese lugar, su corazón latía al saber que lo vería, no entendía. Al llegar abrió sus ojos con sorpresa, el pequeño estaba completamente dormido en el pasto, podía ver su gran estómago resaltar, se acercó con cuidado para no despertarlo, lo observó un momento, su rostro mostraba dolor, sus lágrimas se habían secado en sus mejillas, había llorado, su ceño aún estaba marcado. El Uchiha se sentó a su lado y suavemente acarició su vientre, cómo deseaba que ese bebé fuera suyo, sus mejillas se sonrojaron al reaccionar en sus pensamientos y al verlo, era hermoso. Itachi bajó suavemente su rostro y besó su mejilla con cariño, su rostro parecía un poema, se había avergonzado bastante, tomó su cabello con ansiedad comenzando a jugarlo, lo había hecho impulsivamente.

Las gemas azules se abrieron lentamente viendo el rostro del Uchiha -¿Ita? ¿viniste por mí? -el pequeño paró al reaccionar, bajó su mirada con tristeza. Itachi sintió dolor en ese rostro lleno de decepción, cerró sus ojos y los abrió lentamente más tranquilo después de respirar hondo, mordió su mejilla -lamento no ser quién esperabas -Naruto sonrió quedito, negó -lamento ser algo idiota, debo ponerte incómodo con mis estupideces -Itachi lo vio, giró su mirada hacia el horizonte -haré lo mismo que tú, dormiré un poco -se dejó caer en el pasto, tapó sus ojos con su brazo cubriéndose del sol, era pretexto para ocultar el dolor en sus ojos, sólo quería estar junto al Uzumaki. Naruto lo vio con duda, se acomodó a su lado y cerró los ojos, el azabache lo hacía sentir en paz.

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Itachi veía el techo de su habitación con cuidado, su mirada estaba perdida, respiró hondo con dolor, aún recordaba el rostro de decepción del pequeño al no ser el Itachi que él esperaba, había aceptado que el pequeño le gustaba, todas ese tiempo desde que lo conoció no había podido dejar de pensar en el Uzumaki, era como si una fuerza extraña lo atrajera a él como abeja a la miel. Recordaba a detalle sus hermosas facciones, sonrió con frustración, él que juraba que nunca sería un idiota cursi, estaba sufriendo por un amor no correspondido, tal vez debería alejarse del rubio. Recordó que en poco tiempo lo perdería a él y al bebé, apretó sus párpados con dolor, era un idiota, cómo iba a perderlo cuando nunca había sido suyo, negó con frustración cerrando sus ojos.

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