23
Yoongi giraba sus ojos para todos lados, tratando de no dar con las intensas miradas de ambos gemelos frente a él, sentía que en cualquier momento le recriminarían por todo lo que ha hecho.
—¿Entonces...? —Se atrevió a hablar Seokjin.
El pálido tragó saliva. Después de que su celo pasara, Seokjin y Jungkook lo habían acorralado para pedir explicaciones, las cuales, no sabía cómo decirlas.
—Me gusta Jimin. —Confesó, cerrando sus ojos para no ver las caras decepcionadas y lastimadas de los gemelos.
—Nosotros confiabamos en ti, Min Yoongi. —Dijeron al mismo tiempo—. ¿Cómo pudiste enamorarte de nuestro chico?
El pálido aún tenía su mirada sobre la mesa.
—Pero ustedes también se enamoraron y... ambos —tragó saliva—. En serio, me gusta.
Yoongi esperaba las más horribles reacciones, como que le tiraran la pizza que en estos momentos tenía en su plato o que armaran un gran escándalo en medio del salón de clases. Pero lo que menos espero, fue escuchar unas estruendosas carcajadas de parte de sus amigos.
El pálido abrió sus ojos, y analizó a los dos alfas frente a él. Su cara se tornó confusa cuando vio a los alfas muriéndose de la risa, Seokjin pegaba contra el escritorio, y Jungkook, quien estaba parado, se había acurrucado gracias a la falta de oxígeno.
—Dinos algo que no sepamos —dijo con dificultad Jungkook.
Continuaron riéndose por unos momentos más, aprovechando que el profesor había tenido que salir de urgencia y los había dejado a su merced en el salón.
Yoongi bufó ante la falta de seriedad de los alfas. Prefería mil veces ser golpeado a que se burlaron de él.
—¿No me van a gritar, pegar o matar y tirarme al río Han? —Preguntó el pálido.
—¿Por qué haríamos eso? —Frunció el ceño Seokjin.
—Porque los traicioné.
Ambos chicos pararon de reír, y aclararon su garganta para ponerse serios, algo que puso nuevamente nervioso a Yoongi.
—No te voy a mentir, al principio me sentí demasiado dolido contigo e incluso pensé en romper nuestra amistad —suspiró Jungkook—. Pero... Hobi me confesó que Jimin estaba enamorado de ti desde que ingresó al colegio —hizo una pequeña mueca—. Dime, ¿De qué me hubiera servido romper nuestra amistad si de igual manera Jimin no me hubiese hecho caso?, además gracias a ello conocí a mí... —se detuvo un momento, sus mejillas se colorearon de un rojo fuerte y pensó si estaría bien lo que diría a continuación—, conocí a mi omega...
—¿Tu omega? —Alzó una ceja Seokjin, viendo divertido a su hermano— ¿Él ya lo sabe?
Las mejillas de Jungkook se pusieron más rojas. —Bueno... No, no se lo he pedido —confesó avergonzado—, ¡pero nos besamos! Eso debe de significar algo, además, si se dejó besar es porque quiere ser mi omega, ¿no?
—Yoongi y Jimin han compartido hasta cama y aun no son pareja —se burló Seokjin—. Así que respondiendo a tu pregunta, no.
Yoongi se puso rojo ante la mención de lo que había sucedido en su día de celo. Podía ser que Jimin y él no hayan pasado al segundo nivel, pero pasaron en la cama dándose besos y pequeños mimos.
—¿Están haciendo algún tipo de competencia para ver a quién le explota primero la cara? — Se mofó el rubio, viendo a sus amigos con su rostro sonrojado.
—¡Al menos nosotros ya besamos! —Se defendió Yoongi, harto de las burlas del gemelo.
La sonrisa maliciosa del alfa rubio se borró al instante. Bajó la mirada y apretó sus labios por la vergüenza.
Ahora Yoongi y Jungkook eran los que se reían.
—¡Cállate, todavía no te perdono el que me hayas quitado a mi amor platónico! —Exclamó el rubio.
Yoongi bajó la mirada avergonzado. Podría ser que su amigo sólo estuviese bromeando, pero en su interior, se sentía de la patada y el peor amigo del mundo. No importaba el hecho de que Seokjin y Jungkook le dijeran que estaba bien, porque el no lo sentía así. Sea como sea, los había traicionado.
El pálido suspiró. No quería ni imaginarse en qué hubiese sucedido si las cosas no se hubiesen originado de esta forma. No quería ni pensar en que pudo haber existido la
posibilidad de que Seokjin y Jungkook dejaran su "enamoramiento" por Jimin. De ser así, su amistad estaría más que rota, y el en estos momentos tal vez se encontraría llorando.
—Perdón. —Se disculpó de corazón. Quería llorar y mucho.
—Aws, no te pongas así, hyung —dijo Jungkook, poniendo su mano en el hombro izquierdo del mayor—. No podemos controlar nuestros sentimientos y tampoco podríamos obligarte a cambiarlos.
—Pero es que... —Intentó decir.
—Pero es que nada. —Interrumpió el rubio— Sí quieres conseguir nuestro perdón, entonces debes declararte ante Jimin, o de lo contrario, haré que mi anterior obsesión con él vuelva, y esta vez si estaría dispuesto a quitártelo.
Ambos gemelos se cruzaron de brazos, mirando expectantes el rostro del mayor. No podían creer que después de todo lo sucedido, Yoongi siguiese lamentándose.
—De nada te sirve ponerte de esa forma, Yoongi —le dijo Seokjin—. Lo que pasó, pasó. No puedes seguir lamentándote por algo que jamás podrás cambiar, porque no podemos mandar a los sentimientos.
—Exacto. —Estuvo de acuerdo su hermano—. Ahora ve detrás de tu omega y dile que lo amas. Luego bésalo, pídele matrimonio, y tengan cachorros sanos.
Los gemelos comenzaron a reír ante la cara que puso Yoongi luego de mencionar la palabra "cachorros". El alfa se había puesto más rojito y había comenzado a balbucear. Luego de unos segundos, Yoongi también se unió a las risas.
—¿Entonces, irás o no?
Yoongi negó. —No puedo llegar como si nada donde Jimin, y solo decirle "oye, ¿quieres ser mi omega".
—¿Y por qué no? —preguntó confundido Jungkook— Todos sabemos que Jimin está muriéndose de amor por ti, y que no dudaría en aceptarte.
—Lo sé, pero yo quiero hacer las cosas bien —suspiró frustrado—. He sido todo un idiota desde que lo conocí. Siempre es él el que ha tomado la iniciativa —susurró—. Por una vez, quiero hacerlo feliz, haciéndole algo muy tierno y especial, porque él se lo merece.
—¡Kya! —Gritó Seokjin, mientras aplaudía con sus manos—. Te convertiste en un ridículo.
Yoongi se pasó sus manos por la cara. No tenía ningún caso el tratar de ser romántico frente a sus amigos. Sin importar qué, ellos siempre se burlarían de él.
—Ojalá Namjoon nunca te haga caso —bufó el gemelo menor mirando por unos segundos a su hermano, para luego, posar sus ojos en Yoongi—. No le hagas caso, Yoongi. Yo estoy dispuesto a ayudarte, y sé que también Hobi estará feliz de ayudar.
El pálido asintió emocionado por la ayuda que Jungkook estaba dispuesto a brindarle. Sus nervios se incrementaron de tan sólo pensar en que habían grandes posibilidades de que Jimin lo aceptase aunque no lo haya cortejado. Tal vez podría poner de excusa el que su cortejo fueron los besos que se dieron, pero el chico tal vez lo podría tomar mal.
—Además... —siguió hablando Jungkook— Podríamos aprovechar la situación...
—¿Ves Yoongi? —sonrió Seokjin— Nunca te confíes de Jungkook, él siempre pedirá algo a cambio.
El mencionado le miró de forma amenazadora. —Por idiota, ya no te incluiré.
—¿A qué te referías con "aprovechar la situación" —Preguntó Yoongi, interrumpiendo para que los gemelos no comenzarán a pelear.
—Bueno... Yo también quiero... quiero pedirle a Hobi que sea mi omega —Murmuró quedito—. Primero te ayudo a ti, hyung, y luego tu me ayudas a mí.
Yoongi sonrió un poco, las palabras del alfa menor no sonaban para nada mal, por lo que asintió rápidamente, indicándole al menor que estaba de acuerdo con su idea.
Tanto Jungkook como Yoongi voltearon a ver a Seokjin, ya que este se había quedado callado por un buen momento. El chico estaba algo pensativo, haciendo muecas un poco dudosas.
—¿Seokjin?... —Le llamó Yoongi.
—Yo también quiero participar. —Pidió rápidamente, en su mente, se encontraba un hermoso omega de cabello morado, y el quería intentarlo.
—Entonces, comencemos la operación "Dos alfas, un omega y un Yoongi".
—¿Qué?, ¿Por qué? —preguntó confundido el pálido— ¿No sería mejor "Tres alfas y tres omegas"?
Jungkook negó. —No, porque todo esto es gracias a ti. —Aseguró— Sí no te hubieses enamorado de Jimin, entonces todo esto no estuviese pasando.
—¿Entonces por qué dices "Dos alfas"? —gruñó—. Yo también soy uno.
—Bueno... —Comenzó a decir Seokjin.
—Tú cállate —advirtió Jungkook, señalando a Seokjin—. Sólo no preguntes, hyung.
Yoongi negó con la cabeza. No servía de nada comenzar una pelea por el nombre de la operación, lo único que le importaba era el hecho de que podría decirle a Jimin lo mucho que le gustaba.
—Dos alfas, un omega y un Yoongi... —Susurró— No suena tan mal.
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