19

Todas las miradas estaban puestas en el hermoso alfa que caminaba maliciosamente por el pasillo. Sus pasos eran elegantes y su sonrisa brillaba tanto, que incluso el sol sentiría envidia; sus ojos tenían un leve brillo travieso. Todos los demás estudiantes estaban concentrados en lo que el alfa llevaba en sus manos. Un pequeño peluche con una rosa y una cajita de chocolates blancos.

El chico que iba a la par del omega bufó al tener toda la atención puesta en su dirección.

—No estamos en una película, Jin hyung -reclamó el omega de cabellos morados.

—¿Jin hyung? -alzó una ceja el alfa, sin quitar la vista del frente— ¿Ahora se te da por usar honoríficos?

Namjoon rodó los ojos y se cruzó de brazos mientras le seguía el paso al alfa. Todavía no cabía en su sorpresa, y es que si era sincero, Seokjin se miraba más hermoso de lo normal ese día; llevaba unos pantalones negros rotos en la parte de sus rodillas, una camisa rosado pastel, con un pequeño perrito en medio y su cabello estaba perfectamente peinado hacia atrás, dejando al descubierto la frente del alfa; sus labios gruesos estaban más rosados de lo normal y un poco de rubor cubría sus mejillas. Se veía hermoso.

—Creo que estás exagerando todo {insistió.

A Namjoon casi le explota la cabeza cuando se dio cuenta que el otro lo ignoró por completo.

—Kim SeokJin, te prohíbo que me ignores -gruñó molesto.

El mencionado se detuvo un momento y volteó a ver al omega con su ceño fruncido. - Nammie, ¿Qué te pasa?

—No me pasa nada.

—¿Entonces por qué estás tan alterado? -preguntó aún confundido-. Sabes porqué hago esto.

—No, no lo sé -Negó, poniéndose frente al alfa-. La venganza no es buena, Jinnie.

Namjoon pasó de estar molesto a estar preocupado. No le gustaba para nada el hecho de que Seokjin tenga problemas con Yoongi ya que arruinarían su amistad, y él sabe muy bien que eso los destrozaría a todos. Sobretodo a Jungkook.

—Nada va a salir mal. -Apartó al omega cuidadosamente y comenzó a caminar hacia la cafetería.

Namjoon se quedó parado por un momento en medio del pasillo. En su rostro se podía ver perfectamente la preocupación que embargaba todo su ser. Luego de unos segundos, decidió seguir al alfa y ver lo que pasaría.

—¿Estás seguro de que no me va a matar? -Preguntó el pequeño alfa con sus ojos llenos de miedo.

—Yo te voy a defender si lo intenta -dijo Jimin con toda la seguridad del mundo.

—No es por ofender, Mochi, pero él es un alfa y tú un omega -susurró, tratando de que su amigo no se sintiera mal.

—Justo por eso, Yoongi no le haría daño a un omega, y mucho menos yo, eso te lo aseguro.

El rubio siguió bebiendo de su cajita con zumo de manzana. Entendía la preocupación de su amigo, ya que la mirada que le estaba dedicando el alfa pálido a lo lejos, daba mucho miedo. El alfa parecía que quería descuartizar al pobre muchacho.

—Tengo miedo -susurró nervioso, moviendo sus manos sobre sus pantalones.

—¿Quieres que nos vayamos de aquí? -Propuso el omega.

Huening Kai abrió sus ojos en grande. -¡NO! -Negó rápidamente— Al menos aquí están todos los estudiantes, pero si nos vamos y nos persigue será mi fin.

Jimin rodó los ojos. -No seas tan dramático.

—Claro, como no eres tú al que le quieren desgarrar hasta el alma.

Jimin comenzó a reír de forma escandalosa, y el alfa casi quizo pegar su frente contra la mesa, puesto que el alfa a lo lejos frunció más su ceño cuando vio que el omega reía.

—Hyung, no ría más -suplicó el alfa.

—Ning Ning, no eres al único que quieren matar -calmó un poco su risa-. El omega castaño de allá -señaló al omega que estaba a la par de Yoongi— Casi me mata con su mirada.

Huening Kai volteó a ver confundido, y su sorpresa se hizo más grande cuando se dio cuenta que Kang Taehyun estaba dedicándole miradas para nada agradables a Jimin. Pero el alfa se sonrojó y apartó su mirada cuando el otro chico encontró sus ojos y le dedicó una hermosa sonrisa.

—Aww, parece que Ning Ning está enamorado -se burló Jimin, haciendo su voz más aguda.

—¡Hyung! -se quejó, bajando más la mirada.

—¿Quieres que te ayude?

—¿Ayudar a qué?

—No preguntes, tú solo dime que sí, y yo haré todo el trabajo. -Sonrió de forma maliciosa.

El alfita asintió no muy seguro, pero confiaba en su hyung, y además, quería acercarse al hermoso omega.

—Excelente. -Se paró sin decir nada, ante la atenta mirada de su amigo, y sin que él lo previese, comenzó a caminar hacia la mesa en la que estaba Yoongi y ese tal Taehyun.

No iba a aceptarlo en voz alta, pero no sólo quería ayudar a que Huening hablara con ese chico, el quería que ese lindo omega se alejara de su alfa.

Caminó despacio, llevando su mano derecha hacia su rubio cabello, y comenzó a peinarselo para atrás. Muchas miradas se posaron en él y los suspiros no faltaron.

—¿Kang Taehyun? -preguntó cuando llegó a la mesa del omega.

—¿Sí? -le miró con los ojos entrecerrados, examinándolo minuciosamente con la mirada.

Jimin sonrió. -Ning Ning me dijo que te dijera que si puedes ir a su mesa. Quiere decirte algo.

El otro chico abrió sus ojos y su boca exageradamente. -¿A mí?

—Sí, a ti.

El chico tragó saliva, y sin decir una palabra, se levantó y caminó nerviosamente hacia la mesa en la que Jimin estuvo anteriormente.

El rubio sonrió por haber logrado su cometido. Se dio la vuelta y se topó con la mirada confusa del alfa peli-gris.

—¿Qué?, ¿tengo algo en la cara? -preguntó Jimin algo grosero.

—Jiminnie... -intentó comenzar a hablar el alfa.

—No, no me hables.

El omega intentó salir de allí rápidamente. No quería estar cerca de Yoongi y oler su hermoso aroma, ni ver lo guapo que era, pero al intentar seguir caminando, chocó con algo.

—Hey, Jiminnie -saludó alegremente Seokjin.

Jimin dio unos pasos hacia atrás para alejarse un poco del alfa. El aroma del gemelo estaba muy potente, y el omega de Jimin lo sintió perfectamente, haciendo que quisiera tapar su nariz con su mano. No es que le desagradara el olor, pero prefería mucho más el de Yoongi.

—Seokjin... -intentó sonreír.

Yoongi, quien aún estaba sentado, posó toda su atención en lo que su amigo llevaba en sus manos. Su alfa comenzó a rugir en su interior y una mueca para nada agraciada se formó en su rostro.

—Yo... Te trajé esto -Seokjin extendió sus manos, entregándole el pequeño peluche, la rosa y la caja de chocolates a Jimin, viendo de reojo la reacción de Yoongi y rezando a todos los dioses de los videojuegos que el omega no le rechazara nada.

Jimin miró con duda al alfa, y estuvo a punto de rechazarle todo lo que le estaba dando. Casi toda la cafetería se había quedado en silencio y las miradas curiosas estaban posadas en ellos, pero la que más le interesó fue la de Yoongi. El omega no supo cómo describir lo que los ojos de Yoongi le pedían, pero su aroma lleno de molestia y celos se comenzó a sentir en el aire. Jimin sonrió.

—Gracias -agradeció mientras aceptaba todo lo que el alfa le estaba ofreciendo. Después hablaría con Seokjin y le explicaría todo.

El alfa gemelo quiso saltar de la felicidad cuando Yoongi solo se levantó y se fue, aunque por un momento se sintió mal, pero no diría la verdad hasta que Yoongi le confesara que quería al pequeño omega.

Jimin miró al alfa que se había levantado furioso e ido. Quiso correr tras él y decirle que le gustaba, pero tuvo miedo al rechazo y mejor se quedó en su lugar.


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