11

El chico de cabellos rubios corría como si su vida dependiese de ello, intentando detener las lágrimas que caían sin parar sobre sus abultadas mejillas. Sus piernas cortas no le eran de mucha ayuda, pero igualmente hacía su mejor esfuerzo. Iba tan concentrado en huir, que no se percató de los chicos que se encontraba a escasos metros de él. Hasta que chocó.

—Oye, oye —Habló con preocupación el alfa de cabellos negros, poniendo una de sus manos en el hombro derecho del omega— ¿Qué te pasó, Jimin hyung?, ¿Por qué lloras?

Hoseok, quien se encontraba al lado de Jungkook, trató de ver la cara de su amigo. ¿Jimin estaba llorando?, ¿SU Jimin?

Jimin entre hipeos y alzando un poco cabeza contestó: —N-nada, no me pasa nada.

—No te creo. —Hoseok comenzó a ponerse furioso— Dime quien te ha hecho llorar y juro que en este momento iré a descuartizar al o a la culpable.

Estaba furioso y lo que le siguiera a la palabra, quien quiera que sea la persona que hizo llorar a su pequeño ángel debía de ser llevada de ser torturado lentamente.

Jungkook volteó a ver al omega de cabellos naranjas con algo de miedo. ¿Ese chico tan lindo y alegre estaba diciendo que iría a descuartizar a una persona?

Jimin negó con la cabeza. No quería decir nada frente al alfa, puesto que sabía que ese chico estaba detrás de sus pantalones. Sabía que sí decía algo, podía causar una pelea entre Jungkook y Yoongi, y Jimin no quería ser el causante de que la gran amistad que estos tenían llegara a su fin.

Yoongi con tan solo unas simples palabras, le había dejado en claro que no gustaba de él, solo le había besado por práctica.

Jimin se sentía tan estúpido.

Él desde la primera vez que lo vio, debió de suponer que jamás alguien como ese alfa hermoso de brillante sonrisa, se fijaría en alguien como él. Sabía que tenía que olvidar a ese alfa a como de lugar. Le dolía, sí, pero su vida apenas comienza y podría... Podría aceptar a uno de los gemelos... No. Él no debía de darse por vencido tan rápido, no debía de dejarse llevar por su dolor. Además, no era justo para esos gemelos que él jugase con sus sentimientos. Jimin no era de esos omegas, y jamás lo sería.

Tal vez estaba dolido, pero nadie merecía ser usado.

—Tierra llamando a Jimin. —El omega pasó sus dos manos por la cara del rubio.

Jimin volvió a la realidad. —Oh, yo... Solo me peleé con una chica, y me dijo cosas muy feas.

Mintió lo más que pudo. A pesar de todo no quería causarle problemas a Yoongi, no era la culpa del alfa el que él se haya enamorado de él cuando ni siquiera se dirigían la palabra.

Hoseok se quedó viendo fijamente a Jimin, buscando la mentira, algo en el fondo le decía que su mejor amigo le estaba mintiendo, pero al ver el rostro decidido de Jimin ante su respuesta, se rindió.

—Entonces dime quien es la bruja que se atrevió a hacerte llorar. —Siseó con molestia Hoseok.

Jimin negó. —No vale la pena.

El mayor iba a refutar y decirle que valía la pena de todo en mundo, pero el alfa le interrumpió.

—Cálmate, Hobi. —Jungkook abrazó al omega— Jimin sólo no quiere que te metas en problemas, eso lo haría sentir peor.

El mencionado asintió enérgicamente, y agradeciendo mentalmente a Jungkook por salvarle de esta.

Hoseok en ese momento estaba más preocupado por no sonrojarse y soltar una sonrisa tonta ante la acción del alfa. Lo estaba abrazando, Jungkook lo estaba abrazando. Ni siquiera sabía por qué se alegraba, pero no pudo controlar su cuerpo y a su omega.

Jimin se dio cuenta de la reacción que su amigo había tenido ante la cercanía del gemelo, sonrió con picardía mientras movía una de sus cejas, pero carraspeando cuando Jungkook le miró.

Bien, ya tenía al arma perfecta para deshacerse del primer gemelo.

—Oh, Jiminnie. —Jungkook sonrió alegremente mientras sacaba algo de su bolso— Te traje esto, espero que te guste mucho... Lo hizo mi papá. —Dijo con el rostro sonrojado.

Hoseok observó seriamente el paquete que le era entregado a su amigo.

Jimin le miró con incomodidad. —Jungkook, yo...

—Solo acéptalo, veras que te gustará. —Dijo rápidamente.

El alfa sabía lo que Jimin diría, y el no podía ser rechazado, no al menos ahora que apenas comenzaba con el cortejo.

—Nos vemos, Jimin. —Dio una pequeña inclinación— Adiós, Hobi. —Añadió, dejando un beso sobre la mejilla del omega peli naranja.

Jungkook huyó de allí rápidamente, mientras se daba una cachetada mental. El beso se lo debía de haber dado a Jimin, no a Hoseok. Pero... Pero... Ah, no sabía ni por qué lo había hecho.

Hoseok sintió sus piernas temblar. Jamás había experimentado una sensación como ésta; Ni siquiera sabía que nombre ponerle a lo que estaba sintiendo ahora mismo. Por Dios, conocía al gemelo desde que entró a ese colegio, pero habían interactuado desde hace unos pocos días y ya le estaba confundiendo.

—Te gusta, ¿verdad? —Chilló Jimin con una alegría abrumadora.

Hoseok salió de su ensoñación al escuchar a su amigo. ¿Gustarle Jungkook?.

—No digas tonterías. —Le recriminó.

Jimin carcajeó. —Adiós, Hobi —hizo el intento de hacer la voz del alfa mientras le daba un pequeño beso en la mejilla.

—Cállate. —El omega mayor le dio un zape en la cabeza al rubio— No me gusta, además, sabes muy bien de quien está enamorado ese alfa. —Su voz salió algo aguda.

Jimin dejó de reírse. La realidad le cayó como un balde de agua fría. Las ganas de llorar regresaron nuevamente, pero no iba a llorar frente a su amigo. Maldecía el momento en el que esos tontos alfas se habían fijado en su persona.

—Pero tú puedes ayudarme a cambiar eso. —Habló quedito.

La cara de Hoseok se torció en una mueca— ¿Yo? —Se apuntó a sí mismo, ¿Cómo es que él podía hacer que Jungkook olvidara los sentimientos que albergaba por su amigo?

—Tengo una muy buena idea. —Un foco se prendió en el cerebro del omega rubio. Sus amigos serían su salvación. —Vamos a buscar a Namjoon.

Jimin ni siquiera dejó que Hoseok negara o refutara. Simplemente lo agarró de la manga de su suéter rojo, y lo jaló llevándoselo por los pasillos, balbuceando en tono bajo palabras que el de sonrisa de corazón no entendía debido a la fuerza con la que lo arrastraba.

Estuvieron como por 5 minutos buscando a su amigo peli morado, hasta que lo encontraron metido en la biblioteca, leyendo un montón de libros.

El menor soltó la manga del peli naranja y se dirigió rápidamente hacia el chico de los hoyuelos. Hoseok lo siguió por inercia.

—¡Hyung! —Chilló emocionado el rubio.

Namjoon había estado tan absorto en su libro de biología, que no se dio cuenta de cuando había llegado el contrario. Pegó un brinco en su lugar y por poco bota sus jafas de lectura.

—No hagas eso, Jiminnie. —Le regaño.

El mencionado ignoró las palabras de su hyung comenzando a mover sus manos con alegría.

—¿Quién le parece más guapo?, ¿Jungkook o Seokjin? —Preguntó extasiado— Espero que diga que Seokjin, porque si dice que Jungkook, entonces tendremos un problema... —Miró de reojo a Hoseok, pero este último solo rodó los ojos.

Namjoon mostró una mueca llena de confusión. ¿Qué había ingerido su amigo para que dijera tales cosas?

—¿De qué me estas hablando? —Preguntó suavemente. La mirada que Jimin tenía no le gustaba para nada, y el que Hoseok estuviese tan callado no ayudaba en nada.

—De qué ustedes me ayudarán a quitar del camino a los gemelos Kim. —Soltó con dulzura.

Namjoon abrió los ojos como platos. —¿Q-Qué? ¿E-Estás hablando d-de provocarles un accidente?

Hoseok soltó una carcajada y Jimin sólo se pegó en su frente.

—Por supuesto que no —Negó repetidamente—. Me refiero a que ustedes... Ustedes intenten enamorar a los gemelos.

Namjoon sintió que un pulmón quería escapar de su interior, y Hoseok solo... Hoseok solo pensó en que tal vez quería ayudar a Jimin.

¿Sería buena idea ayudar a su enamoradizo amigo?

Tres omegas se encontraban en un salón de clases vacío. Park Jimin estaba escribiendo en la gran pizarra blanca, mientras que Hoseok y Namjoon se encontraban sentados en los primeros asientos. Los dos últimos se sentían muy intrigados por la emoción con la que el rubio escribía y dibujaba en la pizarra, aunque también tenían un pequeño sentimiento de miedo, ya que no sabían que locura les diría ahora su amigo.

—Bien... Esto es lo que haremos. —Se dio la vuelta para mirar a sus amigos— Nammie, tú irás tras Seokjin, y Hoseok, tú iras tras Jungkook. —Comenzó a señalar las dos caras "idénticas" que estaban dibujadas— Hablaran mal de mí, dirán que no me baño ni me peinó, pero sin que Yoongi se entere. —Siguió perdido en su plan— Los gemelos siempre se mantienen en la cafetería; les gusta mucho llamar la atención. Siempre caminan por los pasillos del sur. —Señaló el pequeño mapa— Ustedes se los encontrarán solo por "coincidencia"... ¿Entendido?

Los dos omegas restantes lo miraron como si se hubiese vuelto loco.

Jimin relamía sus labios cada cinco segundos, mirando intensamente a los dos omegas restantes, y esperando por una buena respuesta.

—Te estás volviendo loco. —Habló Namjoon.

—Obsesionado tal vez, pero loco, no. —se entrometió el peli-naranja.

—No estoy loco ni obsesionado —bufó el rubio—. Sólo estoy desesperado por alejar a los gemelos de mí, para así poder conquistar a mi hyung. Sé que sin esos dos alfas rondando a mi alrededor, Yoongi podría poner sus ojos en mí.

—¿Estás consciente de que posiblemente romperas una hermosa amistad? —preguntó Namjoon.

—Namjoonnie, sé un poco más positivo —hizo una mueca—. Si no "rompo" su amistad, terminaré rompiendo sus corazones —chasqueó la lengua—, porque aunque hyung no me haga caso, de igual forma, yo no me iría con un gemelo por el simple hecho de que no me gustan —alzó una ceja ante el silencio de los otros dos—. En cambio, si ustedes logran hacer que los gemelos tengan un flechazo con ustedes, todos terminaríamos felices.

Namjoon se quedó callado por unos segundos, pensando cuidadosamente en las palabras del menor.

—Lo que hace el amor... —Soltó con un pequeño suspiro Hoseok, no sabe porqué, pero cuando dijo esas palabras, sólo pensó en Jungkook. —Espero no arrepentirme después... Yo si te ayudaré.

Jimin dio pequeños saltitos en su lugar y comenzó a dar pequeños aplausos con sus manitas. Ya cayó uno.

Tanto Jimin como Hoseok voltearon a ver al peli-morado, esperando ansiosamente la respuesta de éste.

—¿No crees que es un poco cruel? —Preguntó no muy seguro—. Estaríamos jugando con sus sentimientos. No me gusta jugar con los sentimientos de los demás.

—¿Por qué estaríamos jugando con sus sentimientos? —interrogó Hoseok.

El más alto rodó los ojos. —No sé si tu sientas algún tipo de atracción por el gemelo con dientes de conejito —dijo suspirando—. Pero yo no... no sé si me podría ver en un futuro con el de hombros anchos —mordió su labio—. Supongamos que el plan funciona, y ellos llegan a sentir algo por nosotros, pero... ¿Qué pasaría si nosotros no los llegáramos a ver de la misma forma?

Jimin cayó de su nube de ensueño de un solo golpe. Estuvo tan concentrado solo en Yoongi y sus sentimientos, que no pensó en lo de los demás. Ahora se sentía terriblemente mal.

Él no era así.

—Ti-tienes razón, lo siento... Creo que si me estoy volviendo un obsesionado. —Se disculpo con un susurro audible—Pero no quiero arruinar la amistad de esos tres. Al principio pensé que podía enamorar a Yoongi, pero luego me puse en sus zapatos, y yo nunca los cambiaría a ustedes por un amor, aunque duela, y sé que él le es fiel a sus amigos. La única forma era que ellos olvidarán sus sentimientos por mí.

Hoseok se levantó y corrió a abrazar a su amigo cuando se escuchó un pequeño sollozo ahogado venir de él.

—Y-yo creo q-que tal vez me gus-guste un poquito Jungkook —admitió entrecortadamente el omega peli naranja. Sus mejillas se colorearon de un rojo intenso.

Namjoon abrió mucho los ojos, mientras que Jimin ni se inmutó. Sabía que él nerviosismo y la mirada que le dedicaba al alfa gemelo, no era por gusto.

El peli morado se quedó un poco pensativo ante la confesión tan repentina del omega con sonrisa de corazón. A su mente vino la tarde que pasó tranquilamente con Seokjin.

Namjoon aclaró un poco su garganta para poder llamar la atención de sus amigos, poniéndose nervioso cuando estos le miraron.

No quería hacer algo precipitado, ya que ello podía traer consecuencias muy graves, pero tampoco podía negar que en el fondo de su corazón sintió un efímero flechazo por el alfa rubio cuando estuvo hablando con él antes de su clase de natación.

Había algo que le carcomía dolorosamente en su interior, y es que el chico era uno de los alfas más guapos del instituto con muchas chicas detrás, mientras que él sólo era Namjoon, un chico omega con cuerpo y rostro de alfa para nada agraciado.

—Bueno... Seokjin cuenta Buenos chistes —sonrió, tal vez no era tan malo llegar a sentir algo por ese alfa de risa escandalosa y hermosa.

Sólo esperaba no salir herido. 

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top