06
Jin siempre se consideró un ser demasiado guapo para este mundo, pero con el paso del tiempo se dio cuenta que eso no le traería nada bueno en el ámbito de las relaciones amorosas. Todo ser con al menos un poco de sentido común, sabría que ser guapo sería un gran obstáculo para encontrar a alguien que en verdad te ame y no solo superficialmente.
A veces le tenía un poco de envidia a Jungkook y no en lo superficial, ya que al ser gemelos lo único que los diferenciaba era el hecho de que Jungkook tenía ojitos de Bambi. Pero si le envidiaba su forma de ser porque aunque su gemelo parecía todo un playboy, por dentro era un chico tierno y dulce, incapaz de dañar a una mosca. Mientras que él, él sólo era Seokjin; un chico guapo con risa fea y escandalosa.
Seokjin siempre intentaba hacer feliz a las demás personas con sus chistes, pero siempre lo tachaban de raro. Los demás solo lo seguían por ser "popular" y para beneficiarse de ello.
Por esa razón no estaba dispuesto a perder el corazón de Park Jimin y menos si era Jungkook el que se lo quería quitar.
...
El omega de labios gruesos y rosados se encontraba rondando por los pasillos del colegio. Sus ojos escaneaban cada rincón buscando una cabellera gris, sin embargo, jamás dio con esta.
—¡Jimin!
Seokjin se encontraba corriendo hacia el hermoso omega con una rosa roja en su mano y con una pequeña caja de chocolates.
—Hola...
—Jin, soy Jin —sonrió.
—¿Te puedo ayudar en algo? —trató de dar una de sus mejores sonrisas. No le daba buena espina la gran sonrisa que en otro llevaba plasmada en su rostro.
—Yo... Yo te quería dar esto —murmuró con un sonrojo en sus mejillas.
Jimin abrió los ojos sorprendido por lo que el alfa le estaba dando.
Frecuentemente recibía muchas rosas y chocolates de alfas y betas tratando de cortejarlo, mas nunca esperó que uno de los amigos de Yoongi también tratara de hacerlo, y eso lo dejó en una especie de transe del cual no estaba seguro si era bueno o mal.
¿Estaría bien si acepta lo que el alfa le estaba dando solo por cortesía?
—Uh... Yo... —esto no le gustaba para nada.
—No acepto un no por respuesta —Jin estaba desesperado, tenía que empezar de buena forma.
—Está bien —habló no muy seguro—. Pero te voy a ser sincero; me caes muy bien y eres muy lindo, pero en el futuro sólo te puedo ver como un mejor amigo— le dijo con toda la sinceridad contenida.
Jin por un momento se sintió desilusionado, pero el creía en su interior que el omega podría cambiar de opinión; sólo era cuestión de ser más detallista y esforzarse durante los días que le quedaban.
—No lo hago con otras intenciones —mintió—. Quiero que seamos amigos —sonrió.
Seokjin sabía que para poder ganarse el corazón del omega, tenía que comenzar desde cero. Estaba dispuesto a esperar al omega. Sólo esperaba que Jimin no cayera en las garras de su guapo hermano.
Jimin tuvo la leve sospecha de que el alfa no le estaba siendo totalmente sincero. Pero no quería ser cruel y no darle una oportunidad de ser amigos. Sólo tenía que recordarle cada vez que le diera algún obsequio, la palabra "amigos".
—Está bien —se resignó. ¿Qué tan problemático sería aceptar los regalos del gemelo?
—¿Te sentarás con nosotros en el almuerzo? —preguntó ilusionado.
—Sí —afirmó—, también llevaré a mis amigos conmigo.
Jimin después de procesar las palabras que acababa de decir, una luz se prendió en su cabeza. ¡Eso era!, podía intentar hacer que Namjoon o Hoseok se acercara a Seokjin para que éste centre toda su atención en alguno de ellos y no su persona, así quien sabe y hasta terminan dándose besitos bajo la escalera, pero había un problema: no creía que sus amigos quisieran hacerle el favor.
Namjoon a pesar de tener un físico que demostraba ser fuerte y parecer un alfa, no era más que un osito bebé de esos suaves y peludos. El omega era muy intelectual y sabio. Era de esos a los que recurres para que te den consejos de esos que te hacer reflexionar y ver más allá de lo común.
Hoseok por otro lado, era un ser demasiado hiperactivo, siempre estaba sonriendo y caminando por todos lados mientras saludaba hasta a las moscas. Jimin y Namjoon siempre lo comparaban con el sol, ya que el omega tenía ese poder de hacerte sonreír hasta en los momentos más oscuros; siempre andaba radiante y con una aura que te hacía sentir protegido.
Sabía que todo esto podría traer consecuencias, pero no iba a negar que todos podrían salir ganando, es decir, si alguno de sus mejores amigos lograba conquistar al alfa gemelo, el tendría el camino libre con Yoongi. Eso definitivamente lo convenció. Porque sabía que Yoongi no aceptaría estar con él, cuando uno de sus mejores amigos estaba detrás de sus pantalones.
Lo que no sabía era que no sólo Jin lo quería conquistar, sino también su gemelo.
...
—¡Estás demente! —exclamó el de cabellos morados—. No voy a coquetearle a ese alfa con cara de príncipe —bufó al no poder creer que su amigo le estuviera pidiendo semejante estupidez.
—Tú también pareces un príncipe —le sonrió.
—Bueno... Sí, pero no uno delicado —aceptó.
Namjoon pocas veces recibía halagos de las demás personas, pues siempre pensaban que era un alfa de esos enojones y que te gritaban por todo. Pero el peli morado era todo lo opuesto a lo que los demás pensaban; él era alguien muy cariñoso y le encantaba que le mimaran, aunque nunca se lo decía a sus amigos.
Las facciones de su rostro, estaban muy bien definidas e incluso parecía "rudo", pero sólo era porque no sonreía mucho. Eso le había traído muchos problemas, ya que los omegas siempre se le acercaban para coquetearle, pero el promebla recidía en que no era un alfa; sino un omega. Siempre estaba usando supresores y tal vez era por eso que lo confundían con un alfa.
—Seokjin es muy guapo —insistió.
—¿Y qué? Yo también soy guapo —presumió.
Jimin rió ante las palabras de su hyung. No era muy común que el omega mayor pavoneara sobre su físico.
—El día de hoy estás extraño —admitió el menor.
—¿Por qué? —preguntó confundido.
—Andas con el ego muy elevado.
—Sólo estoy siendo sincero —se cruzó de brazos.
Jimin negó con la cabeza.
Ambos omegas siguieron su camino hacia la cafetería en silencio.
El menor se frustró al no poder conseguir que su hyung aceptara robar la atención del gemelo. Jimin realmente quería socializar un poco más con Yoongi, pero con el gemelo estando encima de él, no podía hacer mucho. Pensó en pedirle el favor a Hoseok ya que era más fácil de manipular.
Luego de 2 minutos, ambos amigos se encontraban en la entrada de la cafetería; el ambiente parecía muy alegre. Los de grados mayores eran los más revoltosos tirándose comida entre ellos, mientras que los de grados menores se encontraban sumidos en sus amenas pláticas.
A lo lejos divisaron a los dos gemelos alzando sus manos en señal de que fueran hacia ellos.
Jimin suspiró y agarró la mano de su amigo para dirigirse a la mesa del fondo.
—Jimin-shi —saludaron al unísono los gemelos con una sonrisa encantadora— Hola, Namjoon hyung —se dirigieron esta vez al peli morado.
—Hola —contestaron los omegas mientras tomaban asiento, quedando en frente de los gemelos.
—¿Y Yoongi hyung? —preguntó el rubio al ver que el nombrado no se encontraba.
—Dijo que tenía algo que hacer, pero igual, ya aparecerá —respondió el alfa rubio restándole importancia.
El omega menor se sintió triste al no tener cerca al alfa que lo tenía loco. Él en verdad quería pasar tiempo con él chico, desde que ingresó al colegio había quedado flechado por ese alfa despistado, y ahora que tenía la oportunidad de interactuar con él, desaparecía.
—Jiminnie hyung, le tengo un regalo —aplaudió el peli negro con entusiasmo.
Jungkook cogió la pequeña bolsa negra con detalles dorados que estaba descansando a su costado y se la tendió al omega.
El contrario un poco dudoso la cogió y la abrió para ver lo que se encontraba en su interior.
¿Una crema para el dolor muscular?
Namjoon quién cegado por la curiosidad se acercó a ver que era lo que contenía la dichosa bolsa, se atragantó; quiso reír, y mucho, pero la galleta que todavía seguía atorada en su garganta no se lo permitía.
Jimin al ver el estado en el que se encontraba su amigo, comenzó a dar fuertes palmadas en la espalda de este. Mientras Jin le pasaba una botella con agua.
Cuando Namjoon estuvo fuera de peligro, esta vez no contuvo la risa.
—Sé que bailas mucho —murmuró el menor de todos—, por eso te quise regalar eso.
El omega sintió mucha ternura al ver la timidez y vergüenza del menor.
—Gracias, me servirá de mucho —le sonrió.
Jin frunció el ceño al ver que su omega le estaba sonriendo de una forma muy hermosa a su hermano. Sintió un poco de tristeza y decepción en su interior.
Namjoon quién había dejado de reír, se fijó en reacción del gemelo mayor.
Esto no es bueno, pensó.
El peli morado comenzó a deducir lo que estaba pasando. ¡Ambos hermanos estaban enamorados del omega!. Por eso le están dando obsequios y siendo demasiado atentos con su amigo. Debía de advertirle al omega.
Jimin sintió cierta tensión en su amigo, pero no quiso decir nada frente a los gemelos, así que mejor calló.
Después de unos minutos, los cuatro comenzaron a comer sus refrigerios y a charlar cómo si se conociesen de años. Jimin tenía que admitir que ese par de alfas eran muy divertidos, pero en su interior todavía albergaba la esperanza de que Yoongi se le uniera.
El omega iba a protestar por el mal chiste que Seokjin había dicho, pero se detuvo al escuchar un par de carcajadas que conocía. Giró su cabeza hacia la dirección en la que venían dos personas, riendo cómo si fueran los amigos más íntimos del mundo; una ola de celos invadió su interior.
Hoseok y Yoongi caminaban hacia ellos, hablando y sonriendo demasiado para el gusto de cierto omega rubio.
Jimin apretó sus rodillas con una fuerza extrema que de seguro le dejaría marca. Su omega comenzó a rasguñar y dar pequeños aullidos en su interior. No entendía, estaba celoso, pero Yoongi estaba con Hoseok y este último era su mejor amigos... Entonces, ¿por qué sentía tantos celos?.
Tú y yo tendremos una platica muy seria, Hobi querido. —¡NO HUYAS COBARDE! —Gritó el rubio mientras intentaba alcanzar al peli naranja— ¡Me debes una explicación.
Jimin parecía un maniático. Su lobo estaba cegado por los celos, y él también.
Namjoon trataba de detener a su amigo, pero este tenía muchas fuerzas. El peli morado no quería que su amigo de sonrisa radiante, fuese asesinado por un loco y celoso omega.
—Quítate, Kim Namjoon —Rugió.
El omega mayor negó con la cabeza y cubrió más el cuerpo de Hoseok. —Primero tienes que calmarte —Advirtió.
—No me digas que hacer. —Dijo con un tono amenazante.
Hoseok quién estaba detrás de su amigo peli-morado, se puso de puntitas para poder ver a su amigo. No sabía porqué el chico estaba tan enojado cuando no había hecho nada malo.
—No me gusta tu alfa, Jiminnie. —Habló con sinceridad— Es sólo que nos llevamos muy bien. A él le gusta mucho el rap al igual que a mí, solo veníamos hablando de nuestros artistas favoritos y nos burlabamos de unos videos que salieron de ellos. Estaban muy divertidos. —Explicó con mucho cuidado. No quería meter la pata y enojar más a su mejor amigo.
—Pe-pero él iba riendo mucho —su tono amenazante cambió por uno triste—. ¿Por qué contigo sonrió de esa manera? —mordió su labio inferior—. Desde que lo conocí le he coqueteado y jamás me dirigió ni una tan sola mirada, pero... Tú apenas le hablas y parece que se conocieran de toda la vida.
Hoseok ladeó su cabeza mientras sonreía tiernamente, Jimin era todo un celoso de primera.
—Prometo dejar de hablarle si eso te hace sentir mejor —musitó regalándole una pequeña sonrisa.
El rubio abrió sus ojos de par en par. —No, no... No debes de hacer eso, Yoongi hyung no me pertenece y tampoco es un objeto... Yo sólo...
—Jiminnie, jamás me fijaría en ese alfa —mordió su labio—. Es muy pálido para mí gusto, además... soy más alto que él, y... simplemente no.
Lo pensó un poco comenzando a respirar más tranquilo. Su amigo siempre había sido sincero. Jamás le había mentido o hecho algo malo, así que no tenía porqué sentir esos estúpidos y enfermizos celos. Además el alfa no era de su propiedad.
Jimin después de calmarse se sintió muy idiota por tal comportamiento. Nunca le había pasado algo similar a esto, y esperaba que no se volviera a repetir.
Namjoon al ver que el rubio se había calmado, se hizo a un lado, dejando a la vista a su asustado amigo peli naranja.
Jimin sólo un leve suspiro e inclino su cabeza. —Y-yo... Lo siento, Hobi —Dijo con los ojos cristalizados—. Lo siento por haberme comportado de esa forma tan cretina, y por haber desconfiado de ti. Sé que nunca harías algo para lastimarme. —Terminó de decir con un pequeño sollozo. Se sentía muy mal.
Hoseok cambió su expresión asustadiza, a una tierna y comprensiva.
El pelo naranja sonrió como nunca y a pasitos cortos se dirigió hacia su amigo. Abrió sus brazos lo más que pudo e invitó al rubio para que le diera un abrazo.
Jimin un poco desconcertado porque no veía ningún rastro de enojo en la cara de su mayor, respondió ante la acción del peli naranja, y lo abrazo fuertemente.
Namjoon quién se encontraba viendo la escena con una sonrisa dulce, se emocionó y corrió para unirse al abrazo.
Entre sollozos y risas, se juraron que no iban a arruinar su hermosa amistad por sus amores no correspondidos.
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